El Camello y la aguja

ricardo perales

Lo importante es la salvación de las almas.
23 Abril 2020
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Errores de traducción históricos (I): El camello y la aguja​

21:28 Anécdota, Animales, Biblia, Religión, Traducción
Thamsanqa Jantijie
Mucho se ha hablado acerca del intérprete del funeral de Nelson Mandela, sin embargo, este tipo de problemas en la interpretación y la traducción no son novedad, en realidad son tan antiguos como la propia disciplina traductológica. Unos casos son más absurdos que otros, pero la verdad es que muchos han estado a punto de cambiar el curso de la Historia, otros incluso lo han conseguido, y otros tantos, han cambiado inconscientemente nuestra forma de entender muchas cosas del mundo que nos rodea.
Sirva pues esta sección de "Errores de traducción históricos", que inauguramos hoy, de homenaje a uno de esos personajes absurdos que tanto nos gustan de la historia más actual: Thamsanqa Jantijie, traductor e intérprete de lengua de signos.
El camello y el ojo de la aguja
Una de las frases que se atribuye a Jesús de Nazaret en la Biblia es: “Yo os aseguro que un rico difícilmente entrará en el Reino de los Cielos. Os lo repito, es más fácil que un camello entre por el ojo de una aguja, que el que un rico entre en el Reino de los Cielos”. Y ciertamente es difícil que un camello entre por el ojo de una aguja… Pero muchos estudiosos de la Biblia parecen haber encontrado en esta frase un error de traducción del griego “Kamilos” (con i breve), que, en realidad vendría a ser “soga” o “maroma”, de esta manera la comparación tendría mucho más sentido, y no como la primera interpretación que se hizo como “Kamelos”.
Sin embargo el error no aparece corregido en prácticamente ninguna edición, y los sacerdotes católicos siguen citando la frase en sus homilías. Y es que esto se debe a que la mayor parte de la Iglesia se muestra partidaria de reeditar las versiones de la Biblia ya publicadas sin proceder a una revisión de los originales griegos y caldeos.

Pero, añadamos una dificultad: otros estudiosos de la materia citan el “Ojo de la Aguja” en referencia a un accidente geográfico que se da en las tierras que aparecen en la Biblia, y que consiste en un angosto pasadizo entre montañas por el que apenas cabe una persona, y desde luego no cabe un camello, así bien… ¿cuál es el error en realidad?
Quizás no hayamos complicado la cosa lo suficiente… En el Próximo Oriente bíblico, las puertas de las ciudades amuralladas constaban de dos grandes portones y otra puerta de menor tamaño que únicamente permitía el paso de personas, para evitar la entrada de carros y animales de carga mientras los portones permanecían cerrados. ¿Adivináis cómo se denominaba a esta puerta? Efectivamente, “Ojo de Aguja”.

¿Existe o no existe error de traducción entonces? Pueden opinar...
 
Yo creo que se debio traducir como soga.
 
Yo creo que se debio traducir como soga.
Los pueblos de habla aramea fabricaban una cuerda áspera y gruesa de pelo de camello que tenía una resistencia a la tracción muy decente, y después de un tiempo, se hizo conocida como gamlo.

Un lexicógrafo arameo del siglo X, Bar-Bahlul, dice de “Gamla” (la misma palabra que gamlo') en su diccionario arameo: "Gamla es una cuerda gruesa que se usa para atar barcos"

El griego dice "καµηλον" (kamélon) que es la forma acusativa de "καµηλος" (kamélos). Esta palabra, en griego, solo significa "camello" y a veces puede significar "animal de carga", sin embargo, si echamos un vistazo a su equivalente arameo, encontramos que la palabra gamlo' es la única palabra en arameo para describir un genérico. camello (sin ser específico, es decir, tenemos las palabras "potro", "potro", "yegua" y "semental" para describir tipos de caballos, pero una palabra general para la especie, "caballo").

Qué hizo el traductor del arameo al griego al tener una palabra con dos significados?
Existen varios ejemplos, de este tipo de traducciones, en la biblia.

En todo caso el sentido del mensaje no se vio alterado.
 
1ra de Timoteo

17 A los ricos de este mundo mándales que no sean orgullosos ni pongan su esperanza en sus riquezas,r porque las riquezas no son seguras. Antes bien, que pongan su esperanza en Dios, que nos da todas las cosas abundantementes y para nuestro provecho. 18 Mándales que hagan el bien, que sean ricos en buenas obras y que estén dispuestos a dar y compartir lo que poseen. 19 Así tendrán riquezas que les proporcionarán un firme fundamento para el futuro, y alcanzarán la vida verdadera.


Al fin y al cabo un rico se puede salvar, si sigue el ejemplo de Job, que era justo, y el Señor le dijo que era varón perfecto.

Al fin y al cabo, como dijo San Pablo, la cuestión no es que unos tengan más que otros, la cuestión es que a nadie le falte lo necesario. y lo comparta.
 
1ra de Timoteo

17 A los ricos de este mundo mándales que no sean orgullosos ni pongan su esperanza en sus riquezas,r porque las riquezas no son seguras. Antes bien, que pongan su esperanza en Dios, que nos da todas las cosas abundantementes y para nuestro provecho. 18 Mándales que hagan el bien, que sean ricos en buenas obras y que estén dispuestos a dar y compartir lo que poseen. 19 Así tendrán riquezas que les proporcionarán un firme fundamento para el futuro, y alcanzarán la vida verdadera.


Al fin y al cabo un rico se puede salvar, si sigue el ejemplo de Job, que era justo, y el Señor le dijo que era varón perfecto.

Correcto. Mucha gente rica ha creído al evangelio. Ejemplos hay bastantes.(Jose de Arimatea, Cornelio, Bernabe,...)
El tema es que el apego al dinero les puede ser una traba, pero no un imposible.

Si hay camello le cortan las patas, tal vez puedan hacerlo pasar por esa puerta que llaman ojo de la aguja.
Lo que quiero graficar que tendrá que desprenderse de algo y les será doloroso.
 
–¡Qué difícil les va a ser a los ricos entrar en el reino de Dios!s 25 Más fácil es para un camello pasar por el ojo de una aguja que para un rico entrar en el reino de Dios.t
26 Los que lo oyeron preguntaron:
–Entonces, ¿quién podrá salvarse?
27 Jesús les contestó:
–Lo que es imposible para los hombres es posible para Dios.
 

Errores de traducción históricos (I): El camello y la aguja​

21:28 Anécdota, Animales, Biblia, Religión, Traducción
Thamsanqa Jantijie
Mucho se ha hablado acerca del intérprete del funeral de Nelson Mandela, sin embargo, este tipo de problemas en la interpretación y la traducción no son novedad, en realidad son tan antiguos como la propia disciplina traductológica. Unos casos son más absurdos que otros, pero la verdad es que muchos han estado a punto de cambiar el curso de la Historia, otros incluso lo han conseguido, y otros tantos, han cambiado inconscientemente nuestra forma de entender muchas cosas del mundo que nos rodea.
Sirva pues esta sección de "Errores de traducción históricos", que inauguramos hoy, de homenaje a uno de esos personajes absurdos que tanto nos gustan de la historia más actual: Thamsanqa Jantijie, traductor e intérprete de lengua de signos.
El camello y el ojo de la aguja
Una de las frases que se atribuye a Jesús de Nazaret en la Biblia es: “Yo os aseguro que un rico difícilmente entrará en el Reino de los Cielos. Os lo repito, es más fácil que un camello entre por el ojo de una aguja, que el que un rico entre en el Reino de los Cielos”. Y ciertamente es difícil que un camello entre por el ojo de una aguja… Pero muchos estudiosos de la Biblia parecen haber encontrado en esta frase un error de traducción del griego “Kamilos” (con i breve), que, en realidad vendría a ser “soga” o “maroma”, de esta manera la comparación tendría mucho más sentido, y no como la primera interpretación que se hizo como “Kamelos”.
Sin embargo el error no aparece corregido en prácticamente ninguna edición, y los sacerdotes católicos siguen citando la frase en sus homilías. Y es que esto se debe a que la mayor parte de la Iglesia se muestra partidaria de reeditar las versiones de la Biblia ya publicadas sin proceder a una revisión de los originales griegos y caldeos.
Pero, añadamos una dificultad: otros estudiosos de la materia citan el “Ojo de la Aguja” en referencia a un accidente geográfico que se da en las tierras que aparecen en la Biblia, y que consiste en un angosto pasadizo entre montañas por el que apenas cabe una persona, y desde luego no cabe un camello, así bien… ¿cuál es el error en realidad?
Quizás no hayamos complicado la cosa lo suficiente… En el Próximo Oriente bíblico, las puertas de las ciudades amuralladas constaban de dos grandes portones y otra puerta de menor tamaño que únicamente permitía el paso de personas, para evitar la entrada de carros y animales de carga mientras los portones permanecían cerrados. ¿Adivináis cómo se denominaba a esta puerta? Efectivamente, “Ojo de Aguja”.
¿Existe o no existe error de traducción entonces? Pueden opinar
 
Riquezas en el cielor
(Lc 12.33-34)
19 “No acumuléis riquezas en la tierra, donde la polilla destruye y las cosas se echan a perder, y donde los ladrones entran a robar. 20 Acumulad más bien vuestras riquezas en el cielo, donde la polilla no destruye, ni las cosas se echan a perder, ni los ladrones entran a robar.s 21 Porque donde esté tu riqueza, allí estará también tu corazón.

Lc 12,33
Vended lo que poseéis y dad limosna; haceos bolsas que no se envejezcan, tesoro en los cielos que no se agote, donde ladrón no llega ni polilla destruye,q
 
Última edición:
Si la agua de cocer tiene una antigüedad de sesenta mil años de edad no es descabellada la idea que proyecta la alegoría de Jesús.

Si la palabra dice 'una aguja' es una aguja, no dice 'una puerta' ni 'la pequeña puerta' ni ningún otro invento de hombres. La alegoría se enfoca en la dificultad de que un rico entre en el Reino porque su "bienestar" le desvía los pensamientos de las cosas celestiales y los enfoca a sus posesiones terrenales.
 

Errores de traducción históricos (I): El camello y la aguja​

21:28 Anécdota, Animales, Biblia, Religión, Traducción
Thamsanqa Jantijie
Mucho se ha hablado acerca del intérprete del funeral de Nelson Mandela, sin embargo, este tipo de problemas en la interpretación y la traducción no son novedad, en realidad son tan antiguos como la propia disciplina traductológica. Unos casos son más absurdos que otros, pero la verdad es que muchos han estado a punto de cambiar el curso de la Historia, otros incluso lo han conseguido, y otros tantos, han cambiado inconscientemente nuestra forma de entender muchas cosas del mundo que nos rodea.
Sirva pues esta sección de "Errores de traducción históricos", que inauguramos hoy, de homenaje a uno de esos personajes absurdos que tanto nos gustan de la historia más actual: Thamsanqa Jantijie, traductor e intérprete de lengua de signos.
El camello y el ojo de la aguja
Una de las frases que se atribuye a Jesús de Nazaret en la Biblia es: “Yo os aseguro que un rico difícilmente entrará en el Reino de los Cielos. Os lo repito, es más fácil que un camello entre por el ojo de una aguja, que el que un rico entre en el Reino de los Cielos”. Y ciertamente es difícil que un camello entre por el ojo de una aguja… Pero muchos estudiosos de la Biblia parecen haber encontrado en esta frase un error de traducción del griego “Kamilos” (con i breve), que, en realidad vendría a ser “soga” o “maroma”, de esta manera la comparación tendría mucho más sentido, y no como la primera interpretación que se hizo como “Kamelos”.
Sin embargo el error no aparece corregido en prácticamente ninguna edición, y los sacerdotes católicos siguen citando la frase en sus homilías. Y es que esto se debe a que la mayor parte de la Iglesia se muestra partidaria de reeditar las versiones de la Biblia ya publicadas sin proceder a una revisión de los originales griegos y caldeos.
Pero, añadamos una dificultad: otros estudiosos de la materia citan el “Ojo de la Aguja” en referencia a un accidente geográfico que se da en las tierras que aparecen en la Biblia, y que consiste en un angosto pasadizo entre montañas por el que apenas cabe una persona, y desde luego no cabe un camello, así bien… ¿cuál es el error en realidad?
Quizás no hayamos complicado la cosa lo suficiente… En el Próximo Oriente bíblico, las puertas de las ciudades amuralladas constaban de dos grandes portones y otra puerta de menor tamaño que únicamente permitía el paso de personas, para evitar la entrada de carros y animales de carga mientras los portones permanecían cerrados. ¿Adivináis cómo se denominaba a esta puerta? Efectivamente, “Ojo de Aguja”.
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La palabra camello es más consistente con el mensaje espiritual que se quiere transmitir.
 
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El mensaje espiritual y moral de este simbolismo o metáfora es que es muy difícil que un rico entre en el Reino de Dios. Si no se arrepiente de ser rico y actúa de manera más caritativa, solidaria y altruista no podrá entrar en el Reino de Dios. La doctrina de Jesús intenta promover la entrega de cada persona hacia los demás. La riqueza es para distribuirla y cubrir las necesidades de todos y no para acumularla y vivir con excesos; causando pobreza en otras personas.
 

Errores de traducción históricos (I): El camello y la aguja​

21:28 Anécdota, Animales, Biblia, Religión, Traducción
Thamsanqa Jantijie
Mucho se ha hablado acerca del intérprete del funeral de Nelson Mandela, sin embargo, este tipo de problemas en la interpretación y la traducción no son novedad, en realidad son tan antiguos como la propia disciplina traductológica. Unos casos son más absurdos que otros, pero la verdad es que muchos han estado a punto de cambiar el curso de la Historia, otros incluso lo han conseguido, y otros tantos, han cambiado inconscientemente nuestra forma de entender muchas cosas del mundo que nos rodea.
Sirva pues esta sección de "Errores de traducción históricos", que inauguramos hoy, de homenaje a uno de esos personajes absurdos que tanto nos gustan de la historia más actual: Thamsanqa Jantijie, traductor e intérprete de lengua de signos.
El camello y el ojo de la aguja
Una de las frases que se atribuye a Jesús de Nazaret en la Biblia es: “Yo os aseguro que un rico difícilmente entrará en el Reino de los Cielos. Os lo repito, es más fácil que un camello entre por el ojo de una aguja, que el que un rico entre en el Reino de los Cielos”. Y ciertamente es difícil que un camello entre por el ojo de una aguja… Pero muchos estudiosos de la Biblia parecen haber encontrado en esta frase un error de traducción del griego “Kamilos” (con i breve), que, en realidad vendría a ser “soga” o “maroma”, de esta manera la comparación tendría mucho más sentido, y no como la primera interpretación que se hizo como “Kamelos”.
Sin embargo el error no aparece corregido en prácticamente ninguna edición, y los sacerdotes católicos siguen citando la frase en sus homilías. Y es que esto se debe a que la mayor parte de la Iglesia se muestra partidaria de reeditar las versiones de la Biblia ya publicadas sin proceder a una revisión de los originales griegos y caldeos.
Pero, añadamos una dificultad: otros estudiosos de la materia citan el “Ojo de la Aguja” en referencia a un accidente geográfico que se da en las tierras que aparecen en la Biblia, y que consiste en un angosto pasadizo entre montañas por el que apenas cabe una persona, y desde luego no cabe un camello, así bien… ¿cuál es el error en realidad?
Quizás no hayamos complicado la cosa lo suficiente… En el Próximo Oriente bíblico, las puertas de las ciudades amuralladas constaban de dos grandes portones y otra puerta de menor tamaño que únicamente permitía el paso de personas, para evitar la entrada de carros y animales de carga mientras los portones permanecían cerrados. ¿Adivináis cómo se denominaba a esta puerta? Efectivamente, “Ojo de Aguja”.
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Hay varias escuelas de pensamiento diferentes sobre a qué se refería Jesús cuando dijo que era más fácil para un camello pasar por el ojo de una aguja que para un rico obtener la vida eterna (Mateo 19:24; Marcos 10:25; Lucas 18:25). Los persas expresaron el concepto de lo imposible diciendo que sería más fácil pasar un elefante por el ojo de una aguja. El camello era una adaptación judía (el animal más grande de Israel era un camello).

Algunos teorizan que la aguja de la que hablaba Jesús era la Puerta de la Aguja, supuestamente una entrada baja y estrecha que se encuentra en el muro que rodea Jerusalén. Era deliberadamente pequeño por razones de seguridad, y un camello sólo podía atravesarlo quitándose las sillas o las mochilas y arrastrándose sobre sus rodillas. El problema con esta teoría es que no hay evidencia de que alguna vez existiera tal puerta. Más allá de eso, ¿qué camellero en su sano juicio haría tales contorsiones cuando las puertas más grandes eran fácilmente accesibles?

Otros afirman que la palabra traducida “camello” (griego: kamelos) debería ser en realidad “cable” (griego: kamilos). Luego el versículo diría que es más fácil que un cable (o cuerda) pase por el ojo de una aguja. Creer esto, sin embargo, plantea más problemas de los que resuelve, es decir, poner en duda la inerrancia y la inspiración de las Escrituras.

La explicación más probable es que Jesús estaba usando una hipérbola, una figura retórica que exagera para dar énfasis. Jesús usó esta técnica en otras ocasiones, refiriéndose a una “viga” en el ojo (Mateo 7:3-5) y a tragarse un camello (Mateo 23:24).

El mensaje de Jesús es claro: es imposible que alguien se salve por sus propios méritos. Dado que la riqueza se consideraba una prueba de la aprobación de Dios, los rabinos comúnmente enseñaban que los ricos eran bendecidos por Dios y, por lo tanto, eran los candidatos más probables al cielo. Jesús destruyó esa noción y, junto con ella, la idea de que cualquiera puede ganarse la vida eterna. Los discípulos tuvieron la respuesta apropiada a esta sorprendente declaración. Ellos quedaron completamente asombrados y preguntaron: "¿Quién, pues, podrá salvarse?" en el siguiente verso. Si los ricos entre ellos, entre los que se encontraban los fariseos y escribas superespirituales, no eran dignos del cielo, ¿qué esperanza había para un hombre pobre?

La respuesta de Jesús es la base del evangelio: "Para el hombre esto es imposible, pero para Dios no; para Dios todo es posible" (Mateo 19:26). Los hombres son salvos a través de los dones de la gracia, la misericordia y la fe de Dios (Efesios 2:8-9). Nada de lo que hacemos nos gana la salvación. Son los pobres de espíritu quienes heredan el reino de Dios (Mateo 5:3), aquellos que reconocen su pobreza espiritual y su total incapacidad de hacer algo para justificarse ante un Dios santo. El hombre rico muchas veces está ciego a su pobreza espiritual porque está orgulloso de sus logros y se ha contento con su riqueza. Es tan probable que se humille ante Dios como un camello que se arrastra por el ojo de una aguja.

Saludos.