EL «BOSS» SPRINGSTEEN LANZA UN ÁLBUM CON MENSAJE ESPIRITUAL Y BÚSQUEDA PROFUNDA DE DIOS
Impactado por el 11-S, canta Springsteen «Nuestro destino termina en las manos de Dios»
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<< MADRID. 9 septiembre 2002.- Los atentados del 11 de septiembre no sólo derribaron las Torres Gemelas y parte del Pentágono. También pulverizaron los esquemas de vida de muchos estadounidenses. De un plumazo, ya nada era tan seguro como se había creído hasta ese momento, y el suelo de las seguridades materiales parecía desaparecer bajo los pies. Ante este panorama, muchos tornaron la vista hacia Dios; entre ellos el genial Bruce Springsteen.>>
=== Algo ocurre con los viejos rockeros, que nunca mueren, pero, con los años, se vuelven a Dios. Ese camino, al menos, han seguido los componentes de la mítica banda irlandesa U2, el estrafalario Alice Cooper o el incombustible Bob Dylan. Ahora, convulsionado por los atentados del 11 de septiembre, el músico Bruce Springsteen trata de hallar serenidad en Dios. «Es importante encontrarse de nuevo espiritualmente», ha asegurado el cantante a la revista «Time», de la que acaba de ser portada por segunda vez. El «Boss» ha relatado que aquel día aciago, acudió a la iglesia con su familia.
=== En su nuevo disco, «The rising» «intenta curar las heridas de sus compatriotas». La mayoría de las letras de las quince canciones que lo integran las tenía escritas antes de los atentados, pero las modificó tras aquella fecha, sacudido por sus propias impresiones y por las conversaciones que mantuvo con las viudas de varias víctimas.
FE EN LA DESESPERANZA
=== En este nuevo disco, Springsteen habla de esperanza, de amor, de tender puentes, de fe. Como elogia la revista «Time», a pesar del duelo, hay optimismo en las canciones, en las que el músico eleva su clamor al cielo. «Que tu fuerza se vuelva nuestra fuerza; que tu fe nos dé la fe; que tu esperanza sea también nuestra esperanza y tu amor nuestro amor», se puede leer en la letra de «Into the fire». «Espíritus me rodean; con caras ennegrecidas, y ojos ardientes. Que tu bendita sangre me cubra, Señor, mientras permanezco ante tu luz», pide en otra canción.
=== Pero es en «My city of ruins» donde Springsteen hace una verdadera oración: «Con estas manos te ruego, Señor. Con estas manos, fortalécenos, Señor. Con estas manos, danos fe, Señor. Oramos por tu amor, Señor. Oramos por lo que hemos perdido, Señor. Oramos por este mundo, Señor. Oramos para tener fuerzas, Señor».
=== Si bien no hay ninguna referencia explícita a los sucesos del 11-S en el álbum, las implícitas son constantes. No hay más que repasar los títulos de las canciones: «My city of ruins» (Mi ciudad en ruinas), «Into the fire» (En el fuego) y «Lonesome day» (Solitario día). Las letras de las canciones son aún más expresas: «Sangre en las calles, ríos de sangre. Oí sangre de mi sangre clamando desde el suelo», canta en «Empty sky». «Hay un círculo de sangre en el frío y oscuro suelo, y la lluvia cae. La puerta de la iglesia está arrancada y puedo oír un órgano. Sin embargo, los fieles ya no están.
=== Mi ciudad está en ruinas», se lamenta en «My city of ruins». Y es que, como reconoce el músico en «Countin on a miracle» (Cuento con un milagro), tras el 11 de septiembre, «nuestro destino termina en las manos de Dios».
(Fuente: La Razón. Redacción: ICPress)
Impactado por el 11-S, canta Springsteen «Nuestro destino termina en las manos de Dios»
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<< MADRID. 9 septiembre 2002.- Los atentados del 11 de septiembre no sólo derribaron las Torres Gemelas y parte del Pentágono. También pulverizaron los esquemas de vida de muchos estadounidenses. De un plumazo, ya nada era tan seguro como se había creído hasta ese momento, y el suelo de las seguridades materiales parecía desaparecer bajo los pies. Ante este panorama, muchos tornaron la vista hacia Dios; entre ellos el genial Bruce Springsteen.>>
=== Algo ocurre con los viejos rockeros, que nunca mueren, pero, con los años, se vuelven a Dios. Ese camino, al menos, han seguido los componentes de la mítica banda irlandesa U2, el estrafalario Alice Cooper o el incombustible Bob Dylan. Ahora, convulsionado por los atentados del 11 de septiembre, el músico Bruce Springsteen trata de hallar serenidad en Dios. «Es importante encontrarse de nuevo espiritualmente», ha asegurado el cantante a la revista «Time», de la que acaba de ser portada por segunda vez. El «Boss» ha relatado que aquel día aciago, acudió a la iglesia con su familia.
=== En su nuevo disco, «The rising» «intenta curar las heridas de sus compatriotas». La mayoría de las letras de las quince canciones que lo integran las tenía escritas antes de los atentados, pero las modificó tras aquella fecha, sacudido por sus propias impresiones y por las conversaciones que mantuvo con las viudas de varias víctimas.
FE EN LA DESESPERANZA
=== En este nuevo disco, Springsteen habla de esperanza, de amor, de tender puentes, de fe. Como elogia la revista «Time», a pesar del duelo, hay optimismo en las canciones, en las que el músico eleva su clamor al cielo. «Que tu fuerza se vuelva nuestra fuerza; que tu fe nos dé la fe; que tu esperanza sea también nuestra esperanza y tu amor nuestro amor», se puede leer en la letra de «Into the fire». «Espíritus me rodean; con caras ennegrecidas, y ojos ardientes. Que tu bendita sangre me cubra, Señor, mientras permanezco ante tu luz», pide en otra canción.
=== Pero es en «My city of ruins» donde Springsteen hace una verdadera oración: «Con estas manos te ruego, Señor. Con estas manos, fortalécenos, Señor. Con estas manos, danos fe, Señor. Oramos por tu amor, Señor. Oramos por lo que hemos perdido, Señor. Oramos por este mundo, Señor. Oramos para tener fuerzas, Señor».
=== Si bien no hay ninguna referencia explícita a los sucesos del 11-S en el álbum, las implícitas son constantes. No hay más que repasar los títulos de las canciones: «My city of ruins» (Mi ciudad en ruinas), «Into the fire» (En el fuego) y «Lonesome day» (Solitario día). Las letras de las canciones son aún más expresas: «Sangre en las calles, ríos de sangre. Oí sangre de mi sangre clamando desde el suelo», canta en «Empty sky». «Hay un círculo de sangre en el frío y oscuro suelo, y la lluvia cae. La puerta de la iglesia está arrancada y puedo oír un órgano. Sin embargo, los fieles ya no están.
=== Mi ciudad está en ruinas», se lamenta en «My city of ruins». Y es que, como reconoce el músico en «Countin on a miracle» (Cuento con un milagro), tras el 11 de septiembre, «nuestro destino termina en las manos de Dios».
(Fuente: La Razón. Redacción: ICPress)