EL AUMENTO DEL ESPIRITISMO OBLIGA A LA IGLESIA CATÓLICA ESPAÑOLA A NOMBRAR A SUS PRIMEROS EXORCISTAS OFICIALES
Exhorcistas católicos han realizado al menos trece exorcismos en los últimos años
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<< MADRID, 26 febrero 2002. El sacerdote Fortea saca hoy al mercado un libro que promete no pasar inadvertido bajo el título de «Daemoniacum. Tratado de demonología». Y lanza un llamamiento: «Si hay más en España (designados por su obispo), les rogaría que se pusieran en contacto conmigo, porque cuando me llegan casos de distintas provincias no sé dónde enviarlos».>>
=== El exorcismo es un ministerio aprobado por la Iglesia católica, y lo recoge el propio Código de Derecho Canónico en su número 1172. Sin embargo, la profesión de exorcista choca de lleno con muchas mentalidades. «Los exorcismos no existen»; «son simplemente enfermedades mentales»; «no está demostrada su existencia»; «son una rémora del cristianismo medieval»....
«El que afirma tajantemente que los fenómenos milagrosos paranormales, preternaturales y demoníacos no se dan nunca, es que todavía no ha salido de la habitación cerrada de sus esquemas mentales», matiza Fortea. «Es muy frecuente, al encontrarse con casos de profunda iniquidad, achacarlo a enfermedades de la mente, pero la locura y la iniquidad son dos cosas totalmente distintas. La locura tiene su propio camino para llegar a ella, y la iniquidad el suyo. La locura no se cura con vida espiritual, y la iniquidad sí», rebate.
=== «El demonio, el príncipe de este mundo todavía existe hoy con su acción falaz», aseguró este mismo domingo el propio Juan Pablo II. Aún así, muchos católicos no creen en él. «El demonio ha experimentado suma alegría en ver que en los últimos años, su existencia no era creída ni por los mismos creyentes», === Fortea, sacerdote de Alcalá de Henares, desconfía de los «difuntos» que se comunican con sus familiares durante una sesión de espiritismo, y lo achaca a «demonios que se hacen pasar por personas muertas». «Conozco el caso de una señora que, movida por el deseo de hablar con su hijo muerto, comenzó a practicar la escritura automática . Con los meses, el espíritu fue manifestándose cada vez más y haciéndole la vida imposible. Fue un caso de infestación que todavía le sigue provocando ruidos y golpes en la casa».
Fuente: La Razón
Redacción: ICPress
Exhorcistas católicos han realizado al menos trece exorcismos en los últimos años
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<< MADRID, 26 febrero 2002. El sacerdote Fortea saca hoy al mercado un libro que promete no pasar inadvertido bajo el título de «Daemoniacum. Tratado de demonología». Y lanza un llamamiento: «Si hay más en España (designados por su obispo), les rogaría que se pusieran en contacto conmigo, porque cuando me llegan casos de distintas provincias no sé dónde enviarlos».>>
=== El exorcismo es un ministerio aprobado por la Iglesia católica, y lo recoge el propio Código de Derecho Canónico en su número 1172. Sin embargo, la profesión de exorcista choca de lleno con muchas mentalidades. «Los exorcismos no existen»; «son simplemente enfermedades mentales»; «no está demostrada su existencia»; «son una rémora del cristianismo medieval»....
«El que afirma tajantemente que los fenómenos milagrosos paranormales, preternaturales y demoníacos no se dan nunca, es que todavía no ha salido de la habitación cerrada de sus esquemas mentales», matiza Fortea. «Es muy frecuente, al encontrarse con casos de profunda iniquidad, achacarlo a enfermedades de la mente, pero la locura y la iniquidad son dos cosas totalmente distintas. La locura tiene su propio camino para llegar a ella, y la iniquidad el suyo. La locura no se cura con vida espiritual, y la iniquidad sí», rebate.
=== «El demonio, el príncipe de este mundo todavía existe hoy con su acción falaz», aseguró este mismo domingo el propio Juan Pablo II. Aún así, muchos católicos no creen en él. «El demonio ha experimentado suma alegría en ver que en los últimos años, su existencia no era creída ni por los mismos creyentes», === Fortea, sacerdote de Alcalá de Henares, desconfía de los «difuntos» que se comunican con sus familiares durante una sesión de espiritismo, y lo achaca a «demonios que se hacen pasar por personas muertas». «Conozco el caso de una señora que, movida por el deseo de hablar con su hijo muerto, comenzó a practicar la escritura automática . Con los meses, el espíritu fue manifestándose cada vez más y haciéndole la vida imposible. Fue un caso de infestación que todavía le sigue provocando ruidos y golpes en la casa».
Fuente: La Razón
Redacción: ICPress