Extraído de: http://www.elmundo.es/2001/09/16/espana/1047842.html
El ataque a una iglesia indigna a los ceutíes
JUANJO CORONADO. Especial para EL MUNDO
CEUTA.- Una de las iglesias más emblemáticas de Ceuta, la de San José, fue atacada en la madrugada del viernes por un grupo de desconocidos, que la roció con gasolina para prenderla poco después. La misma noche también fue apedreada una de las tiendas de la firma local Super Sport, de capital hebreo.
Los daños son más cuantiosos en la iglesia, situada a escasos 200 metros de la 410º comandancia de la Guardia Civil. El incendio, que se declaró a las 05.05 horas, fue extinguido una hora y media más tarde. Resultaron afectados el patio de entrada, la oficina de la parroquia, el archivo y la fachada. La iglesia y varias viviendas colindantes tuvieron que ser desalojadas.
Ayer no se hablaba de otra cosa en las calles de la ciudad autónoma. La población ceutí ha recibido la noticia con un sentimiento unánime de indignación.
El presidente de la ciudad autónoma, Juan Vivas, fue el primero en reaccionar. Vivas calificó el acto como «criminal, repugnante y cobarde» y consideró que es «una ofensa» para la ciudadanía ceutí «mayoritariamente pacífica y tolerante, sin distinción de credos o etnias».
El ataque a una iglesia indigna a los ceutíes
JUANJO CORONADO. Especial para EL MUNDO
CEUTA.- Una de las iglesias más emblemáticas de Ceuta, la de San José, fue atacada en la madrugada del viernes por un grupo de desconocidos, que la roció con gasolina para prenderla poco después. La misma noche también fue apedreada una de las tiendas de la firma local Super Sport, de capital hebreo.
Los daños son más cuantiosos en la iglesia, situada a escasos 200 metros de la 410º comandancia de la Guardia Civil. El incendio, que se declaró a las 05.05 horas, fue extinguido una hora y media más tarde. Resultaron afectados el patio de entrada, la oficina de la parroquia, el archivo y la fachada. La iglesia y varias viviendas colindantes tuvieron que ser desalojadas.
Ayer no se hablaba de otra cosa en las calles de la ciudad autónoma. La población ceutí ha recibido la noticia con un sentimiento unánime de indignación.
El presidente de la ciudad autónoma, Juan Vivas, fue el primero en reaccionar. Vivas calificó el acto como «criminal, repugnante y cobarde» y consideró que es «una ofensa» para la ciudadanía ceutí «mayoritariamente pacífica y tolerante, sin distinción de credos o etnias».