http://www.larazon.es/noticias/noti_rel07.htm
miércoles 31 de diciembre de 2003
El ángel caído
J. Mª. ALIMBAU
Tolstoy cuenta que un zapatero, al pasar por la puerta de una iglesia encontró a un hombre que estaba aterido de frío. Y se lo llevó a su casa. Su mujer los recibió mal. A medida que la mujer aumentaba las asperezas, el desconocido iba haciéndose más pequeño de estatura... A cada palabra no amable que decía la mujer, el rostro del desconocido se arrugaba... Pero cuando la mujer les dio de comer, les sirvió... el desconocido empezó a volver a crecer en tamaño y en hermosura... Tolstoy concluía: el desconocido era un ángel que había caído del cielo. El ángel no podía vivir ni desarrollarse en un ambiente de asperezas, de malos modos, de palabras y actitudes hirientes, de desamor... El ángel sólo podía vivir y desarrollarse plenamente en estatura, en hermosura y luz en un ambiente de amor, de bondad, de paz, de alegría... como al que estaba acostumbrado en el cielo...
Son muchas las familias y las personas que crecerían y se desarrollarían más armónicamente, más bellamente por dentro y por fuera si en el ambiente en que viven y se mueven hubiera más bondad, más amor, más espíritu de servicio, más comprensión, más alegría.
miércoles 31 de diciembre de 2003
El ángel caído
J. Mª. ALIMBAU
Tolstoy cuenta que un zapatero, al pasar por la puerta de una iglesia encontró a un hombre que estaba aterido de frío. Y se lo llevó a su casa. Su mujer los recibió mal. A medida que la mujer aumentaba las asperezas, el desconocido iba haciéndose más pequeño de estatura... A cada palabra no amable que decía la mujer, el rostro del desconocido se arrugaba... Pero cuando la mujer les dio de comer, les sirvió... el desconocido empezó a volver a crecer en tamaño y en hermosura... Tolstoy concluía: el desconocido era un ángel que había caído del cielo. El ángel no podía vivir ni desarrollarse en un ambiente de asperezas, de malos modos, de palabras y actitudes hirientes, de desamor... El ángel sólo podía vivir y desarrollarse plenamente en estatura, en hermosura y luz en un ambiente de amor, de bondad, de paz, de alegría... como al que estaba acostumbrado en el cielo...
Son muchas las familias y las personas que crecerían y se desarrollarían más armónicamente, más bellamente por dentro y por fuera si en el ambiente en que viven y se mueven hubiera más bondad, más amor, más espíritu de servicio, más comprensión, más alegría.