"Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes.
Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención.
Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia.
Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo".
Amén .
Comentarios
Querida hermana y amiga, el Señor nos exhorta a que ninguna palabra corrompida salga de nuestra boca, (malas palabras, groserías) sino toda palabra que hables sea de bendición y edificación a quienes te rodean, el Señor nos pide ser benignos unos con otros, (buenas) personas nobles de espíritu, amables cordiales misericordiosas como Él lo es con nosotras, esto debe ser así ya que cuando nos olvidamos de la Palabra y no la obedecemos es cuando contristamos al Espíritu Santo de Dios.
¿Sabías que el Espíritu Santo intercede por nosotros con gemidos indecibles?
Llora y gime de dolor y tristeza cuando le contristamos, cuando olvidamos sus mandamientos y ordenanzas le hacemos llorar.
Recuerda que, siempre que no hacemos lo correcto delante de Dios le estamos haciendo llorar, nos ama tanto El Espíritu de Dios, que aún cuando le fallamos intercede por nosotros con gemidos indecibles.
Querida hermana y amiga, si eres de las que a la menor provocación, gritas, te enojas, pierdes la calma, dices malas palabras (groserías) maldices, tienes amargura en tu corazón, enojo, ira, y deseos de venganza.
Ruega a Dios cambie toda mala actitud en tu vida y que Dios tome autoridad en tus emociones y actitudes y en tu carácter, para que seas una mujer fortalecida y renovada, buena, amable, benigna, que el Señor añada a ti templanza, y sobre todo que ponga los frutos de su Santo Espíritu en tu vida.
Solamente así le estarás ganando una batalla al enemigo.
Dios te bendiga por siempre.
Las amo en el amor de Cristo
Amada
Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención.
Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia.
Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo".
Amén .
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Querida hermana y amiga, el Señor nos exhorta a que ninguna palabra corrompida salga de nuestra boca, (malas palabras, groserías) sino toda palabra que hables sea de bendición y edificación a quienes te rodean, el Señor nos pide ser benignos unos con otros, (buenas) personas nobles de espíritu, amables cordiales misericordiosas como Él lo es con nosotras, esto debe ser así ya que cuando nos olvidamos de la Palabra y no la obedecemos es cuando contristamos al Espíritu Santo de Dios.
¿Sabías que el Espíritu Santo intercede por nosotros con gemidos indecibles?
Llora y gime de dolor y tristeza cuando le contristamos, cuando olvidamos sus mandamientos y ordenanzas le hacemos llorar.
Recuerda que, siempre que no hacemos lo correcto delante de Dios le estamos haciendo llorar, nos ama tanto El Espíritu de Dios, que aún cuando le fallamos intercede por nosotros con gemidos indecibles.
Querida hermana y amiga, si eres de las que a la menor provocación, gritas, te enojas, pierdes la calma, dices malas palabras (groserías) maldices, tienes amargura en tu corazón, enojo, ira, y deseos de venganza.
Ruega a Dios cambie toda mala actitud en tu vida y que Dios tome autoridad en tus emociones y actitudes y en tu carácter, para que seas una mujer fortalecida y renovada, buena, amable, benigna, que el Señor añada a ti templanza, y sobre todo que ponga los frutos de su Santo Espíritu en tu vida.
Solamente así le estarás ganando una batalla al enemigo.
Dios te bendiga por siempre.
Las amo en el amor de Cristo
Amada