EEUU: BUSH DESTACA «EL PODER DE LA FE»
Palabras de George W. Bush, presidente de los Estados Unidos, con motivo de la celebración anual del Desayuno de Oración Nacional
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<< WASHINGTON, 26 febrero 2002. 'Para Laura y para mí es un honor unirnos a ustedes para celebrar el 50 aniversario del Desayuno de Oración Nacional.
Desde que nos reunimos el año pasado, millones de norteamericanos se han visto impulsados a orar. Han orado para pedir alivio en un momento de pena, comprensión en un momento de ira, protección en un momento de incertidumbre.
Muchos, yo entre ellos, hemos doblado la rodilla. Las oraciones de esta nación son parte del bien que ha surgido del mal del 11 de septiembre, un bien más grande del que hubiéramos podido predecir alguna vez. La tragedia ha sacado a luz el valor y la generosidad de nuestro pueblo. Ninguno de nosotros le deseamos jamás a nadie lo que pasó ese día. Pero, como ocurre con todas las vidas, los pesares que no elegimos pueden traer consigo sabiduría y fortaleza que no se obtienen de ninguna otra manera.>>
=== Todas las religiones son bienvenidas en nuestro país y todas son practicadas aquí. Muchos de nuestros buenos ciudadanos no profesan ninguna religión. Nuestro país nunca ha tenido una religión oficial. Pero todos hemos sido testigos, en estas últimas 21 semanas, del poder de la fe para llevarnos a través del dolor y la pérdida que ha sufrido nuestro país. La fe nos da la seguridad de que nuestras vidas y nuestra historia tienen un propósito moral. Como individuos, sabemos que el sufrimiento es temporal y que la esperanza es eterna.
=== Al mismo tiempo, la fe nos muestra la realidad del bien y la realidad del mal. Algunos actos y opciones de este mundo tienen consecuencias eternas. Siempre y en todas partes es injusto apuntar y matar a los inocentes; es injusto ser cruel y malvado, esclavizar y oprimir. Siempre y en todas partes es correcto ser bondadoso y justo, proteger las vidas de los demás y dar la vida por un amigo.
=== La fe nos muestra la manera de ser abnegados, de amar a nuestro prójimo como queremos que nos amen a nosotros. En el servicio a los otros, encontramos una profunda realización humana, y a medida que los actos de servicio se multiplican, nuestra nación se convierte en un lugar más acogedor para los débiles y en un lugar mejor para aquellos que sufren y se afligen.
=== Durante medio siglo nuestro Desayuno de Oración ha sido un símbolo del lugar vital que la religión tiene en la vida de nuestra nación. Ustedes les han recordado a generaciones de líderes un propósito y un poder más grandes que el de ellos mismos. En esta época de prueba para nuestra nación, mi familia y yo hemos sido bendecidos por las plegarias de incontables norteamericanos. Hemos sentido su poder sustentador y nos sentimos increíblemente agradecidos. Enormes desafíos nos esperan, y habrá penas y fatigas. La fe no hará que nuestro camino sea fácil, pero nos dará fuerzas para recorrerlo. La promesa de la fe no consiste en la ausencia de sufrimiento; sino en la presencia de la gracia. Sabemos que el sufrimiento genera perseverancia y ésta, carácter; y el carácter, esperanza, y que la esperanza no decepciona. Que Dios les bendiga y siga bendiciendo a Norteamérica.
Fuente: La Razón
Redacción: ICPress
Palabras de George W. Bush, presidente de los Estados Unidos, con motivo de la celebración anual del Desayuno de Oración Nacional
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<< WASHINGTON, 26 febrero 2002. 'Para Laura y para mí es un honor unirnos a ustedes para celebrar el 50 aniversario del Desayuno de Oración Nacional.
Desde que nos reunimos el año pasado, millones de norteamericanos se han visto impulsados a orar. Han orado para pedir alivio en un momento de pena, comprensión en un momento de ira, protección en un momento de incertidumbre.
Muchos, yo entre ellos, hemos doblado la rodilla. Las oraciones de esta nación son parte del bien que ha surgido del mal del 11 de septiembre, un bien más grande del que hubiéramos podido predecir alguna vez. La tragedia ha sacado a luz el valor y la generosidad de nuestro pueblo. Ninguno de nosotros le deseamos jamás a nadie lo que pasó ese día. Pero, como ocurre con todas las vidas, los pesares que no elegimos pueden traer consigo sabiduría y fortaleza que no se obtienen de ninguna otra manera.>>
=== Todas las religiones son bienvenidas en nuestro país y todas son practicadas aquí. Muchos de nuestros buenos ciudadanos no profesan ninguna religión. Nuestro país nunca ha tenido una religión oficial. Pero todos hemos sido testigos, en estas últimas 21 semanas, del poder de la fe para llevarnos a través del dolor y la pérdida que ha sufrido nuestro país. La fe nos da la seguridad de que nuestras vidas y nuestra historia tienen un propósito moral. Como individuos, sabemos que el sufrimiento es temporal y que la esperanza es eterna.
=== Al mismo tiempo, la fe nos muestra la realidad del bien y la realidad del mal. Algunos actos y opciones de este mundo tienen consecuencias eternas. Siempre y en todas partes es injusto apuntar y matar a los inocentes; es injusto ser cruel y malvado, esclavizar y oprimir. Siempre y en todas partes es correcto ser bondadoso y justo, proteger las vidas de los demás y dar la vida por un amigo.
=== La fe nos muestra la manera de ser abnegados, de amar a nuestro prójimo como queremos que nos amen a nosotros. En el servicio a los otros, encontramos una profunda realización humana, y a medida que los actos de servicio se multiplican, nuestra nación se convierte en un lugar más acogedor para los débiles y en un lugar mejor para aquellos que sufren y se afligen.
=== Durante medio siglo nuestro Desayuno de Oración ha sido un símbolo del lugar vital que la religión tiene en la vida de nuestra nación. Ustedes les han recordado a generaciones de líderes un propósito y un poder más grandes que el de ellos mismos. En esta época de prueba para nuestra nación, mi familia y yo hemos sido bendecidos por las plegarias de incontables norteamericanos. Hemos sentido su poder sustentador y nos sentimos increíblemente agradecidos. Enormes desafíos nos esperan, y habrá penas y fatigas. La fe no hará que nuestro camino sea fácil, pero nos dará fuerzas para recorrerlo. La promesa de la fe no consiste en la ausencia de sufrimiento; sino en la presencia de la gracia. Sabemos que el sufrimiento genera perseverancia y ésta, carácter; y el carácter, esperanza, y que la esperanza no decepciona. Que Dios les bendiga y siga bendiciendo a Norteamérica.
Fuente: La Razón
Redacción: ICPress