Dosti`pos de gracia y alimento matutino

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5 Septiembre 2001
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Dos tipos de gracia

Hebreos 10:25 No dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.

Mateo 18:20 Porque donde están dos o tres congregados en Mi nombre, allí estoy Yo en medio de ellos.

¿Por qué no debemos dejar de congregarnos? Porque cuando estamos reunidos Dios nos imparte Su gracia personal y corporativamente. El no sólo nos concede la gracia personal, sino también gracia corporativa, y ésta sólo se encuentra en la asamblea o reunión.

Sabemos orar individualmente y no dudamos que Dios nos escucha. Sin embargo, hay otra clase de oración que a fin de recibir contestación tiene como principio que dos o tres se junten en el nombre del Señor. Los asuntos importantes deben ser presentados en las reuniones y se debe orar por ellos corporativamente. La gracia corporativa de Dios llega al hombre solamente en las reuniones. Uno puede pensar que la oración individual por ciertos asuntos es suficiente para hallar la misericordia de Dios, pero la experiencia nos dice que no es así. A menos que dos o tres, o todos los hermanos se reúnan a orar, Dios no contesta. Si no nos reunimos a orar con los demás, algunas de nuestras oraciones no recibirán respuesta.

Los versículos del Nuevo Testamento son tomados de la Versión Recobro del Nuevo Testamento. "Palabras del ministerio" proviene de "Mensajes para creyentes nuevos", escrito por Watchman Nee, #10, págs. 1-2. Ambos son publicados por Living Stream Ministry, Anaheim, CA. Los versículos del Antiguo Testamento son tomados de la versión Reina Valera 1960.

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SEMANA 5 — DÍA 1

Alimento matutino

2 Co. 5:14-15 Porque el amor de Cristo nos constriñe, habiendo juzgado así: que uno murió por todos, por consiguiente todos murieron; y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para Aquel que murió por ellos y fue resucitado.

18 Mas todo proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación.

21 Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros viniésemos a ser justicia de Dios en Él.

¿Cuál es la reconciliación que ministraba Pablo? He leído varios libros que se refieren a este tema, pero ninguno de ellos señala que el ministerio de la reconciliación no consiste simplemente en traer a los pecadores de vuelta a Dios, sino en introducir a los creyentes plenamente en Dios. Por tanto, no es suficiente simplemente ser devueltos a Dios; también debemos estar en Él. (Estudio-vida de 2 Corintios, pág. 346)

Lectura para hoy

Según [2 Corintios 5:21], llegamos a ser la justicia de Dios no solamente por medio de Cristo, con Cristo o por Cristo, sino también en Cristo. En este versículo también vemos que no solamente llegamos a ser justos delante de Dios, sino que nos convertimos en la justicia misma de Dios. Ser justos es una cosa, pero llegar a ser la justicia es algo muy distinto. Por ejemplo, tal vez un objeto sea dorado, pero es posible que no sea oro puro. ¡Qué maravilloso es que en Cristo podamos llegar a ser la justicia misma de Dios!

¿Tiene usted la confianza de declarar que está en Cristo? Como creyentes genuinos, podemos testificar que estamos en Él. Pero ¿estamos en Cristo de una manera práctica en nuestro diario vivir? Por ejemplo … cuando usted bromea, ¿tiene la seguridad de que está en Él? Debe reconocer que en esos momentos está fuera de Cristo. No existe un terreno neutral: o estamos en Cristo o estamos fuera de Él. Por no estar siempre en Cristo de una manera práctica, necesitamos más reconciliación. Necesitamos una reconciliación que nos introduzca de nuevo en Cristo.

Supongamos que usted se encuentra en una situación donde tiene que hacer fila por mucho tiempo. Mientras espera, quizás no se sienta muy contento. De hecho, se siente extremadamente molesto. ¿Está usted en Cristo en ese momento? No, usted está fuera de Cristo. Entonces, ¿dónde está usted? Usted está en usted mismo. A veces su situación tal vez sea aun peor, pues es posible que usted esté en la carne, quizás en su enojo. Por consiguiente, necesita que el ministerio de la reconciliación lo introduzca de nuevo en Dios.

No creo que muchos de los que leen 2Corintios 5 entiendan que la reconciliación consiste en ser traídos de nuevo a Dios e introducidos en Él. ¿Es ésta la comprensión que usted tenía de la reconciliación según este capítulo? Si no, ciertamente esto es lo que en efecto Pablo quiere decir cuando habla de la reconciliación.

Según la Biblia, la reconciliación incluye mucho más que simplemente ser traídos de vuelta a Dios, pues consiste en ser introducidos en Él. Por tanto, conforme a la Biblia, llevar a otros a Dios implica introducirles en Dios y hacerlos absolutamente uno con Él. Sin embargo, en muchas de las enseñanzas cristianas el asunto de ser uno con Dios ha sido malentendido. Según el concepto que tienen muchos cristianos, el ser uno con Dios puede ser comparado con una esposa que es uno con su marido. En el caso de un marido y una esposa, existe una clase de unidad corporativa. Pero en la Biblia, el ser uno con Dios significa mezclarnos con Él; significa estar en Dios y permitir que Dios entre en nuestro ser. Según la Biblia, el ser uno con Dios implica una unión en la cual entramos en Dios y Dios entra en nosotros. Por eso el Señor Jesús dijo: “Permaneced en Mí, y Yo en vosotros” (Jn. 15:4). No dijo: “Permaneced conmigo y Yo con vosotros”. Es una lástima que algunos cristianos se opongan al maravilloso concepto bíblico de ser uno con Dios al mezclarnos con Él.

Necesitaremos el ministerio de la reconciliación, el ministerio que le fue encomendado a Pablo hasta que seamos plenamente uno con el Señor, estemos en Él y le permitamos estar completamente en nuestro ser. A Pablo se le encomendó la obra de introducir a los creyentes en Dios de una manera completa y práctica. (Estudio-vida de 2 Corintios, págs. 347-348)

Lectura adicional: Estudio-vida de 2 Corintios, mensajes 38-39