DONDE ESTA LA VERDADERA IGLESIA DE DIOS?

juan30

0
28 Junio 2003
68
0
LA GRANDES RELIGIÓNES QUE CONOCEMOS NO FUERON FUNDADAS POR PEDRO NI POR PABLO SI NO POR EL Emperador Constantino y sus sucesores a partir del siglo IV. Y DESPUES POR LOS EMPERADORES DE CADA PUEBLO.

Desde entonces se impusieron las biblias y se desplazo de su trono el Evangelio de Jesucristo. Pues el Evangelio mandaba repartir los bienes y dejar libres a los esclavos y oprimidos. Y los emperadores de Roma cuando se enteraron de eso dieron la espalda a Jesucristo y se fueron entristecidos, porque tenían muchos bienes y muchos esclavos. Desde entonces estos emperadores confeccionaron las biblias para dejar ahogado y desplazado el Evangelio de Jesucristo ENTRE UN MONTON DE LIBROS JUDAIZANTES.

DESDE ENTONCES NO SE VOLVIO A VIVIR EL EVANGELIO DE Jesucristo sino una ley de terror y persecución como no se había conocido nunca.

Mirad, está comprobado que no todos los componentes de una familia tienen buena voluntad, aunque todos reciban la misma enseñanza. Esto quiere decir que los hombres de buena voluntad (los verdaderos cristianos), por la situación actual están dispersos entre muchas religiones, como corderos entre manadas de lobos.

No es el hábito el que hace al monje. La casa verdadera (la Iglesia verdadera) es el Evangelio de Jesucristo y todos aquellos hombres y mujeres de buena voluntad que aman a Jesucristo y quieren seguir fielmente su enseñanza.

El Señor nos dijo: "Por sus frutos los conoceréis". Y como hemos conocido ya sobradamente los frutos de las principales religiones, tenemos que comprender que en ninguna de ellas está la casa verdadera. Todas son la casa equivocada.

La experiencia nos está empujando a que busquemos almas verdaderas más que iglesias de pedro o de pablo. Por ejemplo, si un hombre de buena voluntad que está en un pueblo católico se encuentra con un hombre o una mujer de buena voluntad que esté en otro pueblo religioso, si ambos aman a Jesucristo y su Evangelio y se liberan de todas las mentiras y de las falsas religiones, llegarán pronto a reconocer la verdad, a reconocerse entre ellos y a unirse para siempre, para amar juntos a Dios.

Pero si en vez librarse de la lacra de las doctrinas de las religiones que los tenían confundidos, comienza cada uno a defender posturas religiosas..., nunca encontrarán el camino sencillo del Evangelio, que es el que los puede unir para siempre.

Así que dejémonos ya de iglesias de Pedro o de Pablo y de interpretaciones religiosas, y volvamos a las sendas de antaño y a los caminos antiguos: únicamente el Evangelio de Jesucristo. En realidad todas las religiones Grandes que conocemos solo Han sido fundadas por los emperadores de los pueblos que las han dominado.

Los límites de la confusión y los límites de la mentira se sienten por todas partes, y difícilmente nos podemos engañar unos a otros imponiendo injusticias y falsedades.

El Evangelio está ahí, y desde él tenemos que volver a edificar la verdadera Iglesia de Dios. Algunos dirán: la Iglesia está ahí y ya se edificó sobre el Evangelio, sin embargo, los hechos históricos no confirman esa afirmación.

Los hechos históricos nos confirman que la desigualdad, la imposición de las interpretaciones de los poderosos y los intereses mundanos, han ahogado siempre la libre expresión de los pequeños cristianos, oprimidos y esclavizados.

Por este motivo, ya que las religiones han dado este ejemplo, y no han convencido a la mayoría de los hombres de buena voluntad..., hay que volver a edificar de nuevo la verdadera Iglesia de Jesucristo desde el Evangelio, con libertad y con igualdad para todos los cristianos a la hora de examinar cualquier interpretación.

Muchos preceptos del Antiguo Testamento, y muchas partes de las cartas del supuesto pablo que han llegado hasta nosotros, no se pueden tener como referencia para decir: "esto dice la palabra de Dios". Si no queremos perdernos en preceptos de hombres, debemos recurrir a Jesucristo y no salirnos de su enseñanza.

Jesucristo mandó a sus discípulos predicar por todos los pueblos solamente su Evangelio (Marcos 16,15). Él no nos mandó ir predicando todos los preceptos del Antiguo Testamento ni las cartas de ningún supuesto pablo, ni las interpretaciones privadas de ninguna religión..., pues esto es lo que las religiones han hecho hasta ahora: imponer sus interpretaciones religiosas POR LA FUERZA DE LAS ARMAS a los demás hombres y ahogar y desplazar el Evangelio de Jesucristo para imponer otra doctrina diferente.

Así que, ya sabiendo estas cosas de tanto tropezar en ellas, deberíamos hacer algo nuevo: volver a sopesar todo, y volver a edificar la verdadera Iglesia de Jesucristo desde la bondad, Justicia, y verdad.

La justicia de Dios enseñada por Jesucristo es bien sencilla, sólo hay que querer cumplir con ella, pues ésta nos dice: "Haced con los hombres todo lo que queráis que ellos hagan con vosotros; porque ésta es la Ley y los profetas" (Mateo 7,12)
 
señor SACERDOTE juan30


¿Es usted "nacido de nuevo"?



¿Conoce algo del movimiento de la Reforma?


si es usted sacerdote católico, ¿que es lo que predica en su iglesia?
 
Estimado juan30:

Cual es según tu el evangelio que hay que predicar???

Shalom!!
 
"Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?
Repondiendo Simón Pedro, dijo: Tu eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente
...Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo REVELO carne ni sangre, sino mi PADRE que está en los cielos... y SOBRE ESTA ROCA EDIFICARE MI IGLESIA; y las puertas del hades no prevalecerán contra ELLA...", Mat 16:15-18.

La verdadera Iglesia de Jesucristo DEBE ESTAR BASADA EN LA "REVELACION" ya que NI EL HADES NI NADA PUEDE CONTRA ELLA...

Es cierto que la Apostasía General entró en la Iglesia primitiva, reflejada en muchas de las grandes/pequenñas denominaciones o grupos autodenominados "cristianos" de nuestros días, tal y como lo habian predicho los hombres de Dios, Amos 8:11; 2Tesal 2:3, 2Timot 4:4, etc., por lo tanto, una RESTAURACION DE TODAS LAS COSAS FUE NECESARIA, y ésta debía hacerse ANTES DE LA 2da. VENIDA DE JESUCRISTO, Hechos 3:21.

A suivre...
 
EL EVANGELIO DE JESUCRISTO SÓLO ES UNO

EL EVANGELIO DE JESUCRISTO SÓLO ES UNO

Estimado Toni, la pregunta que tú haces es muy sabia y muy necesaria, pues igual que los cristianos deben comprender que las leyes del Antiguo Testamento ya pasaron, y que no debemos volver a vivir aquellas leyes tan crueles y que hicieron tanto daño..., igualmente debemos esforzarnos para rescatar el Evangelio de Jesucristo de esa jungla judaizante de las biblias que han llegado hasta nosotros.

Muchos amigos míos han dicho: es cierto, ya no estamos bajo las leyes del Antiguo Testamento, pues nuestra Ley ahora es el Evangelio de Jesucristo. Pero los profundos estudios que hemos realizado nos han demostrado que las biblias han sido traducidas a través de los siglos por muchas religiones, y cada religión trata de acomodar el texto del Evangelio según sus interpretaciones religiosas.

Me gustaría darte la noticia de que cualquier Evangelio escrito en cualquier biblia es fiable y esa es la palabra de Dios, pero lo cierto, y es triste decirlo, es que para rescatar el verdadero Evangelio de las biblias, también es necesario hacer un profundo estudio dedicado solamente al Evangelio de Jesucristo.

El fanatismo religioso y la ignorancia de muchos serían un tropiezo terrible a la hora de explicar, aunque fuera de forma resumida, los detalles dedicados a este estudio del Evangelio en estos foros. Además, si no tomamos la leche espiritual, como es lo básico que aquí se está discutiendo (biblia, Antiguo Testamento, Nuevo Testamento o Evangelio), no es posible en estos foros pasar a profundidades mayores.

Sólo te puedo decir que en el Evangelio, igual que en muchas partes de las cartas de los Apóstoles, hay muchas palabras incorrectamente traducidas, que, en muchos casos, cambian el sentido del texto.

Una buena guía para hacer una buena crítica textual, según nuestro equipo, siempre ha sido tener en cuenta en todo momento el sentido del contexto del Evangelio, pues en su conjunto, la enseñanza principal de Jesucristo nos dice que Dios quiere misericordia y no sacrificios ni cargas insoportables. Otra base que usamos a la hora de vernos ante una encrucijada textual, es juzgarlo todo desde la Ley de Dios que nos entrega Jesucristo: "Haced con los hombres todo lo que queráis que ellos hagan con vosotros; porque ésta es la Ley y los profetas" (Mateo 7,12). Sabiendo que ésta es la Ley y que Dios quiere la misericordia, difícilmente ningún cristiano podrá ser engañado por falsas doctrinas si sabe que los hombres han llegado hasta escribir errores traduciendo erróneamente ciertas palabras del Evangelio.

Un Nuevo Testamento del griego interlineal, la biblia Vulgata, buenos diccionarios del griego y del latín, y unas cuantas biblias traducidas por las diferentes religiones..., pueden entregarnos una visión más amplia del verdadero Evangelio de Jesucristo.

De todas formas, me gustaría que me hicieras preguntas sobre temas bíblicos que tú desees.

Que Dios te bendiga, y que Dios nos ayude a todos.
 
Estimado don Juan:

Estimado don Juan:

No puedo negar que usted canta no pocas verdades. Por brevedad, no me extenderé en lo que coincidimos; baste la constancia para que Vd. no me vea como
un declarado opositor.
Sin embargo, repetidas expresiones suyas parece que marcan la pauta de su particular visión, lo que necesariamente choca con lo que entendemos muchos foristas.
Que una media docena de veces utilice la expresión “buena voluntad” parece identificarle con una cruzada brasileña bien conocida en Sudamérica. Otras, como:
“impusieron las biblias”, “confeccionaron las biblias”, más el par de veces que se refiere al “supuesto Pablo”, como que marcan cierta aversión hacia las
Sagradas Escrituras y al más decidido predicador contra los errores de judaizantes y cuantos se opusieran al evangelio de Jesucristo. Podemos convenir con
muchas realidades históricas, y hasta desde nuestras propias filas hemos escuchado vez tras vez el sofisma: “El amor une, la doctrina divide”. Es cierto que la
Palabra de Dios muchas veces se tuerce para hacerle decir lo que se quiera que diga, y que con mucha ciencia y la filosofía aplicada se elaboraron dogmas y
definiciones que lejos de aclarar complicaron las cosas. Pero también es cierto que buenas artes y métodos científicos contribuyeron a una mejor exégesis de la
Biblia, coadyuvando al entendimiento y la unidad entre los cristianos. El que fariseos, legalistas y fanáticos llevaran las cosas a un extremo, no justifica que para
evadir el problema nos saquemos las Biblia de encima. En realidad, nuestra fe está cimentada en la Palabra de Dios, y digan lo que digan los incrédulos o los
especuladores seudo religiosos, confiamos en que el Espíritu de Verdad que nos ha legado nuestro Señor Jesucristo, nos guía a toda verdad y a la comunión
y unidad de la fe. No podemos impedir que muchos que se llaman de cristianos resistan al Espíritu haciendo prevalecer sus opiniones personales, pero ellos
tampoco pueden impedirnos que sometamos todas las ideas al supremo veredicto de las Escrituras. Refugiarnos en la ignorancia del evangelio para poderlo vivir
más plenamente y sin complicaciones, es una utopía; solamente sirve para que los tuertos reinen sobre los ciegos.
Quedo de usted, su seguro servidor,
Ricardo.
 
Estimado juan30:

Gracias por tus palabras y tu tiempo. Hablaste de bastantes cosas en las cuales puedo estar mas o menos de acuerdo, pero quisiera seguir con el proposito de mi pregunta y me gustaría que me contestaras de que forma según tu, el hombre puede alcanzar la salvación. Gracias de antemano.

Berndiciones para todos los Hijos de Dios.

Shalom!!
 
PARA TONI DE SU AMIGO JUAN...

PARA TONI DE SU AMIGO JUAN...

Hola Toni, tu me dices: "Gracias por tus palabras y tu tiempo. Hablaste de bastantes cosas en las cuales puedo estar mas o menos de acuerdo, pero quisiera seguir con el proposito de mi pregunta y me gustaría que me contestaras de que forma según tu, el hombre puede alcanzar la salvación. Gracias de antemano".

Y yo te respondo con mucho gusto: Tú sabes que Dios nos salvó, no por nuestras obras, sino por su misericordia. Si tú amas a Jesucristo con toda tu alma y todo tu corazón y toda tu mente, y también su Evangelio, entonces, para tu alegría has de saber que ya estás salvo..., pues el que ama a Jesucristo no morirá para siempre, porque Jesucristo lo que más quiere es que le amemos.

La seguridad de la salvación la tenemos cuando sentimos que amamos a Jesucristo. Pero aunque no seamos salvos por obras, sino por el amor a Jesucristo, esto no quiere decir que no obremos..., pues los cristianos siempre tienen que obrar el bien para alegría de la comunidad. Y esto es lo que Jesucristo quiere que hagamos: "Haced con los hombres lo que queráis que ellos hagan con vosotros; porque ésta es la Ley y los profetas" (Mateo 7,12).

Esta Ley que nos entrega Jesucristo también nos la formula el Señor en preceptos, cuando estos preceptos se los da el Señor al joven rico:

"Entonces vino uno y le dijo: Maestro bueno, ¿qué bien haré para tener la vida eterna? El le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno sino uno: Dios. Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. Le dijo: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio. Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti mismo. El joven le dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué más me falta? Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme. Oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones". (MATEO 19:16-22)

Ya ves que la pregunta que tú me hace a mí: "de que forma según tu, el hombre puede alcanzar la salvación"..., te la responde el Señor en los mandamientos que le da al joven rico. Pero date cuenta lo que les cuesta a muchos amar a Jesucristo y hacer lo que Él manda.

Por este motivo, aquellos que amamos a Jesucristo y hacemos todo lo posible por hacer lo que Él manda, tenemos que ser agradecidos y comprender que Dios nos ha dado un tesoro incalculable, el don del amor, y el don de la buena voluntad. Y el que estos dones tiene ya está salvo para siempre.
 
Saludos en Cristo Juan30

Que donde esta la verdadera Iglesia de Dios?

Por lo regular esta pregunta la hace quien trae perdido a Dios y no a la Iglesia, porque es Dios el dueño de la Iglesia quien la muestra.

Si tú dispusieres tu corazón,
Y extendieres a él tus manos;
Si alguna iniquidad hubiere en tu mano, y la echares de ti,
Y no consintieres que more en tu casa la injusticia,
Entonces levantarás tu rostro limpio de mancha,
Y serás fuerte, y nada temerás;
Y olvidarás tu miseria,
O te acordarás de ella como de aguas que pasaron.
La vida te será más clara que el mediodía;
Aunque oscureciere, será como la mañana.
Tendrás confianza, porque hay esperanza;
Mirarás alrededor, y dormirás seguro.
Te acostarás, y no habrá quien te espante;
Y muchos suplicarán tu favor.
Pero los ojos de los malos se consumirán,
Y no tendrán refugio;
Y su esperanza sera dar el ultimo suspiro. Job 11:13-20

Quien vive para Dios jamas pregunta, donde esta la Iglesia?

La paz de Dios
 
Re: PARA TONI DE SU AMIGO JUAN...

Re: PARA TONI DE SU AMIGO JUAN...

Estimado juan30:

Voy a centrarme en una parte de tu escrito que según mi parecer, pudiera ser un tanto peligroso para personas que no hayan entendido de forma clara el evangelio de Jesucristo.

Das a entender que el hombre no obtiene la salvación a traves de sus obras, en eso estoy de acuerdo, así como tu posterior comentario de que se debe actuar en consecuencia a nuestra fe, pero lo que no me acaba de quedar claro es que la salvación se obtenga por el amor al Señor, creo que esto es mas bien la consecuencia lógica despues de haber depositado nuestra fe en Jesus, por tanto si bien entiendo hasta cierto punto tu comentario de que es muy interesante para el cristiano el amor al Señor, nuestro salvación no depende de ese amor que podamos tener por por Él y en Él, sino a traves de una fe firme en nuestro Señor Jesucristo.

Cuando la Palabra nos dice en I Corintios 13, que si poseyeramos una fe capáz de trasladar a los montes, pero no tenemos amor, de nada sirve, fijate bien en ese texto, nos pone en primer lugar la FE, pienso que este es el requisito indispensable para obtener la salvación, luego nuestro obrar y nuestro proceder debe estar de acorde con esa fe, así manifestaremos los frutos del Espiritu, entre los cuales está el amor.

La pregunta obligada quizás sería, se puede tener fe verdadera en Cristo y no amarle??? creo que no (es ilógico) ahora bien, creo que se puede tener fe y lamentablemente muchas veces somos incapaces de poder dar rienda suelta a ese amor con el cual Cristo selló nuestro corazón, por eso éntre otras cosas, ahí tenemos las Escrituras, para confrontarnos ante ellas (yo lo hago y en numerosas ocasiones me averguenzo) pero gracias le doy a mi Señor que a pesar de mis limitaciones y mis fallas, mi fe sigue depositada en Él y cuando leo ese pasaje y otros muchos, una y otra vez la Palabra de Dios (porque no decirlo) me abofetea, eso me da pié y fuerzas para intentar mejorar ese amor con Dios y con mi projimo, sabiendo que si bien tengo mucho que mejorar en ese aspecto, lo que me salva no es la calida de mi amor, sino una fe absoluta, incondicional e infranqueable en nuestro Señor Jesucristo.

Que Él bendiga a todos sus Hijos.

Shalom!!!
 
Si Toni

Si Toni

Y la salvación al no ser por obras para que nadie se glorie es por que Cristo fué nuestro substituto en la cruz; pero estamos hechos en Cristo Jesús para buenas obras que aunque otorgarán recompenza la salvación es por la obra de Cristo, para todo aquel que cree en esa obra expiatoria y depende de Cristo y no en nuestros recursos. Somos nuevas creaturas en Cristo y creciendo para ser conformados a la imagen de Jesucristo. Nuestro único y suficiente salvador.



Con amor
 
Un día cuatro hombres dedicaron una hora a hablar de algo que les era de mucho interés: los caballos. Después de despedirse amigablemente prometieron reanudar la conversación. Volvieron a encontrarse otro día y el tema de la conversación fue Dios. Discutieron, pelearon, gritaron, luego se separaron. Los buenos sentimientos se habían transformado en antagonismo.
¿Por qué algunas de las más agrias discusiones giran en torno a Dios y a su Palabra? Este es el tema que debiera despertar menos sentimientos de animosidad. Los creyentes debieran distinguirse por su amor mutuo. La actitud que asumimos al tratar asuntos importantes revela nuestro cristianismo.

Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Porque el que no ama a su hermano al cual ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto? (1 San Juan 4:20).

Se dice que casi todo tema tiene tres aspectos: el punto de vista de usted, el mío y la verdad. Usted tiene derecho a creer lo que quiera. Yo también. Pero el hecho de que no estemos de acuerdo en materia religiosa no significa necesariamente que uno de los dos tenga razón. Tenemos que recurrir a la Escritura para resolver la cuestión.

Hay muchas religiones en el mundo hoy. ¿Cuál tiene razón? ¿La que tiene más adeptos? ¿La más numerosa? Pero, ¿adónde nos llevaría? Los chinos, por ejemplo, son más numerosos que los latinos o los anglosajones, de manera que, si la verdad se fundara en el número, los chinos la poseerían.

Preguntamos: ¿Cuándo, en la historia, ha estado la verdad de parte de la mayoría? Veamos: Noé representaba una ínfima minoría en tiempo del diluvio y, sin embargo, tenía razón. Abrahán era minoría en su época, y, no obstante, era el "amigo de Dios". Israel, que huía de Egipto, era una débil minoría, pero era el pueblo de Dios. Jesucristo, nuestro Salvador, estaba solo contra toda una nación. Así dice la Palabra:

A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron (San Juan 1:11).

Al comenzar la era cristiana, el cristianismo era una débil minoría frente a un mundo rebelde e indiferente. Debido al afán de popularidad y poder la Iglesia perdió su santidad y pureza y la verdad que Dios le había confiado. ¿Cuándo tuvo razón la mayoría? Por eso, la pregunta que debemos hacernos no es: ¿Tiene usted razón?, o ¿tengo yo razón?, o ¿la tiene la mayoría?, sino: ¿Qué es la verdad?

Santifícalos en tu verdad: tu palabra es verdad (San Juan 17:17).

La Palabra de Dios es la única fuente de verdad. Ella es la que debe servirnos para medir la verdad.

¡A la ley y al testimoniol Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido (Isaías 8:20).

Consideremos a continuación, en forma de preguntas y respuestas, algunas opiniones muy generalizadas, para ver cuánto apoyo tienen en la Palabra de Dios.



--------------------------------------------------------------------------------
Pregunta 1
--------------------------------------------------------------------------------
La mayoría de los cristianos guarda el domingo, primer día de la semana, en vez del sábado, o séptimo día, instituido por Dios en el cuarto mandamiento. ¿Puede la mayoría estar equivocada en esto?
Respuesta:
Si la Biblia tiene razón, la mayoría está equivocada. La Escritura dice: "Acordarte has del día del reposo, para santificarlo... El séptimo día será reposo para Jehová tu Dios." (Exodo 20:8, 10).

Porque lo loco de Dios es más sabio que los hombres; y lo flaco de Dios es mas fuerte que los hombres. Porque mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, no muchos poderosos, no muchos nobles (1 Corintios 1:25, 26).

Entrad por la puerta estrecha: porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella. Porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan (San Mateo 7:13,14).

Los ministriles respondieron: Nunca ha hablado hombre así como este hombre. Entonces los fariseos les respondieron: ¿Estáis también vosotros engañados? ¿Ha creído en él alguno de los príncipes, o de los fariseos? (San Juan 7:46-48).

Desde que entró el pecado en el mundo, nunca la mayoría estuvo de parte de la verdad.



--------------------------------------------------------------------------------
Pregunta 2
--------------------------------------------------------------------------------
¿No es el domingo el día de reposo establecido en el Nuevo Testamento?
Respuesta:
La palabra domingo no se encuentra en la Biblia, pero hay en el Nuevo Testamento ocho versículos que mencionan "el primer día", es decir, el domingo. Examinémoslos brevemente.

Pasado el sábado, al amanecer el primer día de la semana, vinieron María Magdalena, y la otra María, a ver el sepulcro (San Mateo 28:1).

En este texto no se habla de la santidad del domingo, ni se hace mención de culto alguno. El versículo dice solamente que en la madrugada del primer día de la semana las mujeres fueron a la tumba.

Y como pasó el sábado, María Magdalena, y María madre de Jacobo, y Salomé, compraron drogas aromáticas, para venir a ungirle. Y muy de mañana, el primer día de la semana, vinieron al sepulcro, ya salido el sol (San Marcos 16:1, 2).

Estos pasajes nos indican ante todo que el primer día de la semana sigue al sábado, y además, que aquellas mujeres fueron al sepulcro para embalsamar el cuerpo del Señor, es decir, para trabajar, lo que no hubieran hecho si el domingo hubiera sido sagrado.

Mas como Jesús resucitó por la mañana, el primer día de la semana, apareció primeramente a María Magdalena, de la cual había echado siete demonios (San Marcos 16:9).

En este versículo tampoco se menciona un día de reposo. Sin duda alguna, si nuestro Señor hubiese deseado que el día de la resurrección fuera observado como día de reposo, lo habría dicho a sus discípulos cosa que no hizo.

Y el primer día de la semana, muy de mañana, vinieron al sepulcro, trayendo las drogas aromáticas que habían aparejado, y algunas otras mujeres con ellas (San Lucas 24:1).

San Lucas concuerda con los otros evangelistas acerca de las intenciones que animaban a las mujeres que fueron a la tumba: iban a trabajar.

Y el primer día de la semana, María Magdalena vino de mañana, siendo aun obscuro, al sepulcro; y vió la piedra quitada del sepulcro (San Juan 20:1).

Este pasaje fue escrito como sesenta años después de la resurrección de Cristo. Sin embargo, no hay en él indicio alguno de que se hubiese producido un cambio en el día de reposo. El discípulo que había vivido tan cerca del Señor no parece haber oído hablar de una conmemoración de la resurrección.

Y como fue tarde aquel día, el primero de la semana, y estando las puertas cerradas donde los discípulos estaban juntos por miedo a los judíos, vino Jesús y pusose en medio, y díjoles: ¡Paz a vosotros! (San Juan 20:19).

El versículo indica claramente que los discípulos se habían reunido, no para celebrar un culto, sino por miedo de los judíos. En San Marcos 16:14 vimos que el Señor los censuró por tardar en creer que había resucitado. No estaban allí, pues, con el propósito de conmemorar la resurrección.

Y el primer día de la semana, juntos los discípulos a partir el pan, Pablo les enseñaba, habiendo de partir al día siguiente: y alargó el discurso hasta la medianoche. Después subiendo, y partiendo el pan, y gustando, habló largamente hasta el alba, y así partió. Y nosotros subiendo en el navío, navegamos a Assón, para recibir de allí a Pablo; pues así había determinado que debía él ir por tierra (Hechos 20:7, 11, 13).

El apóstol San Pablo estaba en viaje hacia Jerusalén. Su barco hizo escala en Troas, y allí reunió a sus conversos. Predicó hasta después de medianoche y celebró con ellos el servicio de la Comunión. Este hecho no convierte el primer día de la semana en día de reposo; con este criterio, tendríamos que deducir que el miércoles es el día de reposo porque el miércoles siguiente el mismo apóstol, encontrándose en Mileto, celebró allí también una reunión. (Véase Hechos 20:14-18). Nuestro Señor instituyó la comunión el jueves de noche. Si la Cena santifica un día, ¿por qué no observamos el jueves como día de reposo? Además, la Cena no está relacionada con la resurrección de Cristo sino que anuncia su muerte. En Hechos 2:46 leemos que los discípulos partían el pan todos los días. Pero ello no transformaba en días de reposo todos esos días. Recordemos, apreciado amigo, que cada una de las instituciones contenidas en la nueva alianza fue establecida antes de la muerte de Cristo. Nada se añadió después de la resurrección. Sus últimas enseñanzas y su testamento fueron sellados con su sangre. Nunca hizo él mención de la observancia del primer día de la semana en conmemoración de la resurrección.

Cada primer día de la semana cada uno de vosotros aparte en su casa, guardando lo que por la bondad de Dios pudiere; para que cuando yo llegare, no se hagan entonces colectas (1 Corintios 16:2).

Las iglesias fundadas por San Pablo querían participar de una colecta en favor de los pobres de Jerusalén, y se dieron a los corintios instrucciones al respecto. El primer día de la semana, después de reposar el sábado, cada uno debía poner aparte, en su casa, aquello de que pudiese disponer. El apóstol escribió esa epístola hacia el año 59 de nuestra era, y sin embargo, no hay en sus palabras ningún indicio de que el primer día de la semana fuese un día sagrado.



--------------------------------------------------------------------------------
Pregunta 3
--------------------------------------------------------------------------------
¿Cómo deben conmemorar entonces los cristianos la resurrección de Cristo?
Respuesta:
La conmemoración de un gran acontencimiento no se hace una vez por semana. No hay mayores motivos para observar el domingo en memoria de la resurrección de Cristo de los que hay para observar el viernes, día de su muerte, o el jueves, día de su ascensión. Nuestro Señor mismo instituyó la Cena para recordar su muerte.

Porque todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que venga (1 Corintios 11:26).

El apóstol San Pablo aclara que el bautismo es en la vida del cristiano el símbolo de la resurrección de Cristo.

¿O no sabéis que todos los que somos bautizados en Cristo Jesús, somos bautizados en su muerte? Porque somos sepultados juntamente con él a muerte por el bautismo; para que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en novedad de vida. Porque si fuimos plantados juntamente en él a la semejanza de su muerte, así también lo seremos a la de su resurrección (Romanos 6:3-5).



--------------------------------------------------------------------------------
Pregunta 4
--------------------------------------------------------------------------------
Lo que el mandamiento pide, ¿no será más bien la observancia de un día cada siete?
Respuesta:
He aquí lo que dice el mandamiento:

Acordarte has del día del reposo, para santificarlo: seis días trabajarás, y harás toda tu obra; mas el séptimo día será reposo para Jehová tu Dios: no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas: porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, la mar y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día: por tanto Jehová bendijo el día de reposo y lo santificó (Exodo 20:8-11).

Dios nos recuerda que los seis primeros días son para nosotros. Nos fueron dados para realizar nuestro trabajo, dedicarnos a nuestros asuntos, etc. Mas el texto dice que el día de reposo de Jehová es el séptimo día y no un séptimo día.

Supongamos que nuestro médico nos diese siete cápsulas con instrucciones precisas acerca de cuándo debemos ingerirlas. La cápsula número 1 es para el primer día, la número 2 para el segundo, y así sucesivamente. Supongamos también que luego nos indicara que la séptima cápsula es tres veces más potente que la primera y nos advirtiera que debemos seguir al pie de la letra sus instrucciones. ¿Obedeceríamos esas órdenes? Sin duda alguna.

Dios nos ha dado seis días para nuestras actividades. En cuanto al séptimo, lo adornó con una gloria triple (Génesis 2:3). En su mandamiento nos dice: "Acordarte has del día del reposo, para santificarlo". Nuestro Señor añade: "Si me amáis, guardad mis mandamientos" (San Juan 14:15). Apreciado amigo, ¿hasta qué punto ama usted a Dios? ¿Lo bastante como para obedecer el cuarto mandamiento?



--------------------------------------------------------------------------------
Pregunta 5
--------------------------------------------------------------------------------
¿No clavó nuestro Señor el sábado en la cruz?
Respuesta:
San Pablo nos dice qué es lo que fue clavado en la cruz:

Rayendo la cédula de los ritos que nos era contraria, que era contra nosotros, quitándola de en medio y clavándola en la cruz. Por tanto, nadie os juzgue en comida, o en bebida, o en parte de día de fiesta, o de nueva luna, o de sábados. Lo cual es la sombra de lo por venir; mas el cuerpo es de Cristo (Colosenses 2:14, 16, 17).

Fueron las leyes ceremoniales que prefiguraban a Cristo, el Cordero de Dios sacrificado en la cruz por causa de nuestros pecados, lo que se clavó en la cruz. Allí la realidad se unió a la sombra; el símbolo fue reemplazado por el objeto al cual señalaba. Por esto el apóstol podía escribir que sólo eran "sombra de lo por venir". Los sábados mencionados en este texto son ciertas fiestas judías que también prefiguraban cosas venideras. Recuérdese que la palabra "sábado" significa "reposo".

Si estudiamos las leyes ceremoniales del antiguo Israel descubriremos que esos "sábados" mencionados por San Pablo eran fiestas anuales (1er. Iibro de las Crónicas 23:31), no semanales. Las "nuevas lunas" eran fiestas mensuales. Entre esos "sábados" ceremoniales se hallaban el del día de la expiación y el de la fiesta de los tabernáculos. El sábado semanal, a diferencia de los sábados ceremoniales, está asentado sobre un fundamento permanente, porque fue instituido en el Eden para conmemorar la Creación. Los preceptos ceremoniales, aun cuando instituidos por Dios, eran de carácter temporario y sólo debían estar en vigencia mientras señalaban al Mesías venidero. Tal es el caso de los sábados ceremoniales. En cambio un precepto moral es de carácter permanente porque está relacionado con la naturaleza moral del hombre que es siempre la misma. Tal es el caso del sábado del cuarto mandamiento.



--------------------------------------------------------------------------------
Pregunta 6
--------------------------------------------------------------------------------
¿No dice San Pablo que todos los días tienen el mismo valor?
Respuesta:

Uno hace diferencia entre día y día; otro juzga iguales todos los días. Cada uno esté asegurado en su ánimo (Romanos 14:5).

A los judíos conversos de la iglesia primitiva les costaba abandonar las ceremonias que solían observar antes. Consideraban el cristianismo como una religión judía. Nuestro Señor era judío; los discípulos eran judíos; las Escrituras habían sido escritas en hebreo. Era difícil separar los símbolos de la realidad concreta, redentora, es decir, de la obra de Cristo. En el capítulo 14 de Romanos, San Pablo exhorta a esos cristianos de origen judío a que no continúen disputando acerca de aquellos ritos que habían terminado en la cruz. Los "días" a que se refiere son, entonces, los que correspondían a las fiestas judías y no al sábado del cuarto mandamiento.



--------------------------------------------------------------------------------
Pregunta 7
--------------------------------------------------------------------------------
El reposo del sábado, ¿no estaba destinado solamente a los judíos? ¿Por qué hemos de observarlo nosotros, que no somos de raza judía?
Respuesta:

El sábado por causa del hombre es hecho; no el hombre por causa del sábado. (San Marcos 2:27).

El sábado fue instituido en la creación. Los judíos no existían entonces. Dios hizo el sábado para el hombre, es decir para la humanidad entera. Cuando los mandamientos fueron proclamados en el monte Sinaí, en presencia de todo Israel, le fue dicho a éste que se acordara de que Dios se lo había dado a la familia humana centenares de años antes. El mandamiento no se aplicaba sólo a los judíos, sino también "al extranjero que está dentro de tus puertas". Aun los gentiles (que eran extranjeros para los judíos) debían observar el sábado.

Si el sábado --cuarto mandamiento-- se hubiese constituido para los judíos solamente, entonces los Diez Mandamientos como conjunto, también hubieran sido sólo para ellos. En tal caso, los cristianos podrían tomar el nombre de Dios en vano, postrarse ante ídolos, robar, fornicar, mentir. Como por lógica esto no puede ser, tampoco podemos decir que es lícito violar el sábado.



--------------------------------------------------------------------------------
Pregunta 8
--------------------------------------------------------------------------------
¿Se perderán los que guardan el domingo en lugar del sábado?
Respuesta:
Nuestro Padre celestial anhela hallar corazones honrados y sinceros que estén dispuestos a andar en la verdad a medida que la comprendan. El juzga por los móviles del corazón. No debemos negar que existe cierta ignorancia sincera. San Pablo dice:

Porque si primero hay la voluntad pronta, será acepta por lo que tiene, no por lo que no tiene (2 Corintios 8:12).

Es posible que nuestros padres y abuelos hayan ignorado que el verdadero día de reposo fue substituido por otro. Pensaban sin duda que el domingo era el día que Dios había ordenado que se le consagrase. Estaban en la ignorancia, pero eran sinceros. Dios comprende esa sinceridad y obra en consecuencia.

Empero Dios, habiendo disimulado los tiempos de esta ignorancia, ahora denuncia a todos los hombres en todos los lugares que se arrepientan (Hechos 17:30).

Cuando llegamos a comprender cuáles son los requerimientos de la ley de Dios, entonces el Señor nos pide que cambiemos de manera de obrar y que pongamos nuestra vida de acuerdo con su voluntad. Cuando sabemos lo que la Palabra enseña y nos negamos a andar en la verdad, no podemos esperar que el Altísimo nos considere ignorantes sinceros. Nuestra conducta nos hace culpables.

El pecado, pues, está en aquél que sabe hacer lo bueno, y no lo hace (Santiago 4:17).

Recuerde, apreciado amigo, que Dios ve su corazón mientras usted estudia esta lección. El ve si lo ama plenamente o no. Si acepta la luz que recibe al estudiar la Palabra de Dios crecerá en conocimiento y en sabiduría; pero, si la rechaza, corre peligro.

...Jehová escudriña los corazones de todos, y entiende toda imaginación de los pensamientos. Si tu le buscares, lo hallarás; mas si lo dejares, él te desechará para siempre (1 Crónicas 28:9).



--------------------------------------------------------------------------------
Pregunta 9
--------------------------------------------------------------------------------
¿Insiste Dios en que el séptimo es el único día que los cristianos deben observar?
Respuesta:

Porque de cierto os digo, que hasta que perezca el cielo y la tierra, que ni una jota ni un tilde perecerá de la ley, hasta que todas las cosas sean hechas.

De manera que cualquiera que infringiere uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñare a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos: mas cualquiera que hiciere y enseñare, éste será llamado grande en el reino de los cielos (San Mateo 5:18, 19).

Cualquiera que hubiere guardado toda la ley, y ofendiere en un punto, es culpado de todos (Santiago 2:10).

Si la ley de Dios pudiera haber sido abrogada, Cristo no habría necesitado morir para salvar al mundo. El murió para abolir el pecado y confirmar la ley de Dios eternamente. ¿No quiere usted entregar su vida en las manos de Dios? ¿Quiere usted, apelando al poder de su Salvador resucitado, cumplir toda su voluntad, observar sus mandamientos, inclusive el que se refiere a la observancia del sábado?
 
Estadísticas recopiladas recientemente indican que existen 233 organizaciones religiosas --en los Estados Unidos solamente-- que comprenden 329.672 congregaciones locales, con un total de 131.350.000 miembros. Estas cifras serían evidentemente mucho más elevadas si abarcasen el mundo entero. Más de 2.700.000 personas son miembros de alguna agrupación religiosa. Es evidente que no todas estas organizaciones ni todas estas personas poseen la verdad.
Actualmente hay alrededor de 570 millones de católicos romanos, 123 millones de ortodoxos, más de 330 millones de protestantes y evangélicos, sin contar los creyentes en religiones no cristianas. Sí, las más diversas creencias existen en el mundo: pero, ¿en cuál de ellas se encuentra la verdad?

Cada una de estas agrupaciones religiosas justifica su existencia presentando razones plausibles. La estructura filosófica de varias es excelente, algunas de sus enseñanzas son loables, pero muchas otras se contradicen. En medio de una confusión religiosa tan grande como la que existe en el mundo de hoy, ¿cómo se puede saber con certeza si se está en la verdad? No es extraño que la Santa Escritura le dé el nombre de Babilonia --que significa confusión-- al mundo religioso de estos últimos tiempos (Apocalipsis 18:2).

La situación no podría estar más enredada. ¿Cómo puede orientarse el que desea encontrar la verdad? ¿En quién puede cifrar su confianza? ¿Cuál es la verdadera Iglesia de Jesucristo?

Estas preguntas sólo pueden tener una respuesta: la Iglesia verdadera es la que Cristo fundó, la que concuerda plenamente con la Sagrada Escritura. Puesto que Jesús es la cabeza de la Iglesia, su Palabra será la única fuente de la fe y el único fundamento de los principios que la rijan. Toda doctrina verdadera concuerda con la Santa Escritura, y la Iglesia verdadera no enseñará cosa alguna que no tenga apoyo en la Biblia.



--------------------------------------------------------------------------------
¿Hay quinientos caminos para ir al cielo?
--------------------------------------------------------------------------------
"Todos los caminos llevan a Roma", dice un proverbio antiguo. Pero, ¿será posible que todos los caminos lleven al cielo? ¿Será posible que Dios necesite 500 caminos pare que podamos ir a la Nueva Jerusalén? Por supuesto que no. El solo pensarlo resulta absurdo. Sobre todo si se tiene en cuenta que cada una de esas organizaciones discrepa con las otras en uno o varios puntos. Muchas se contradicen abiertamente. Pero en medio de esa confusión resplandece esta verdad: hay un Dios; hay una Roca, hay un bautismo; hay una Iglesia verdadera; hay un sólo camino que conduce al cielo.
Nosotros empero no tenemos más de un Dios, el Padre, del cual son todas las cosas, y nosotros en él; y un Señor Jesucristo, por el cual son todas las cosas, y nosotros por él (1 Corintios 8:6).

Un Señor, una fe, un bautismo (Efesios 4:5).

Así como hay un solo Dios, y un solo Salvador, su Hijo Jesucristo que es la cabeza de la Iglesia, así también no hay en la tierra sino una sola Iglesia verdadera.

...Y habrá un rebaño, y un pastor (San Juan 10:16). Un cuerpo, y un Espíritu; como todos también llamados a una misma esperanza de vuestra vocación (Efesios 4:4).

Un cuerpo con muchas cabezas sería una monstruosidad, y una cabeza con muchos cuerpos sería una imposibilidad. No; hay una Roca, Jesucristo; y un cuerpo espiritual, la Iglesia, de la cual él es la cabeza. En ninguna parte de las Santas Escrituras leemos que Cristo haya hablado de más de una iglesia. Dice, "mi Iglesia (San Mateo 16:18). ¿Qué haremos entonces con las iglesias rivales, todas las cuales aseveran ser la verdadera iglesia? ¿Cómo descubriremos la Iglesia verdadera, la fundada por Jesucristo?

Jesús, la Palabra de Dios

En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo (la Palabra) era Dios. Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad (San Juan 1:1, 14).

La Iglesia está edificada sobre Jesucristo, la Roca, y él es el Verbo --o la Palabra de Dios-- hecho carne. El dice:

El espíritu es el que da vida; la carne nada aprovecha. Las palabras que yo os he hablado, son espíritu, y son vida (San Juan 6:63).

Nada se puede esperar de una fe fundada en un hombre, porque, como dice la Palabra, "la carne nada aprovecha". Las relaciones entre la cabeza de la Iglesia y el cuerpo son directas. Sin mediadores humanos. La Iglesia verdadera recibe su espíritu y su vida por medio de las palabras pronunciadas por Jesucristo.

Santifícalos en tu verdad, tu palabra es verdad (San Juan 17:17).

Jesús, la Palabra hecha carne, fue para el hombre una demostración del poder santificador que tienen los principios de carácter y de gobierno revelados por Dios en su Palabra: la Biblia. ¿No resulta claro, entonces, que la Iglesia debe estar fundada sobre la Palabra de Dios?

En San Juan 16 y en Efesios 4 se nos dice que después de su ascensión Cristo enviaría el Espíritu Santo a su Iglesia para que sus miembros llegasen a la unidad de la fe y así pudieran alcanzar un desarrollo espiritual que los asemejara a Cristo. He aquí lo que se dice acerca de la obra del Espíritu Santo en la iglesia:

Pero cuando viniere aquel Espíritu de verdad, él os guiará a toda verdad; porque no hablará de sí mismo, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que han de venir (San Juan 16:13).

La verdadera Iglesia se adherirá fielmente a la Santa Biblia, estará fundada sobre ella y será guiada a la plenitud de la verdad por el Espíritu Santo, representante de Cristo en la Iglesia.

¿Cuál es la verdadera Iglesia? La que enseña que las Sagradas Escrituras son la única regla de fe y práctica; la que es guiada por Dios mismo a toda verdad, y la que, mediante el Espíritu Santo, revela el significado de las profecías que contienen un mensaje especial para el mundo de hoy.



--------------------------------------------------------------------------------
¿La Santa Biblia o la tradición?
--------------------------------------------------------------------------------
Recordemos a la Iglesia verdadera por el hecho de estar sólidamente fundada en la verdad, tal como se expresa en Cristo y su Palabra (San Juan 14:6). Esta palabra es contraria a la naturaleza humana pecaminosa y condena todo lo que proviene de ella.
Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más penetrante que toda espada de dos filos; que alcanza hasta partir el alma, y aún el espíritu, y las coyunturas y tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón (Hebreos 4:12).

La Iglesia verdadera sostendrá elevadas normas de vida, claramente indicadas por la Palabra de Dios, y los miembros de ella vivirán a la altura de esas normas. Guiada a la plenitud de la verdad por el Espíritu Santo, la Iglesia denunciará los errores del mundo, pondrá en alto los principios de la justicia de Dios y proclamará la condenación del pecado (San Juan 16:7-11). Será como la puerta estrecha y el camino angosto que llevan a la vida eterna.

Entrad por la puerta estrecha; ...Porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan (San Mateo 7:13, 14).

El propósito de la Iglesia consiste en preparar a un pueblo que morará en la tierra nueva. Dios quiere que su pueblo viva de acuerdo con normas elevadas, porque no entrará en su Reino nada ni nadie que lleve contaminación (Apocalipsis 21:27).

Por supuesto, el corazón humano se rebela contra la idea de un cambio de esta naturaleza. Los hombres tratan de encontrar sustitutos que les aseguren la salvación, y quieren convencerse de que son justos y buenos. Pero Dios dice que esta manera de obrar es fatal.

Hay camino que parece derecho al hombre, mas su salida, es camino de muerte (Proverbios 16:25).

La Iglesia apostólica permaneció fiel a Dios mientras vivieron los apóstoles. Pero ya en los siglos II y III encontramos señales evidentes de creencias falsas (Apocalipsis 6:2). Había comenzado la apostasía. Surgieron hombres que le dieron a la tradición tanta autoridad como a la Escritura inspirada por Dios. Por eso en nuestra época la fe basada en la tradición ha eclipsado a la fe basada en la Santa Palabra. Nuestra ignorancia de ella favorece la entrada del error en la Iglesia.

Erráis ignorando las Escrituras, y el poder de Dios (San Mateo 22:29).

Una interpretación particular o arbitraria de la Palabra de Dios también conduce al error, porque pone las opiniones humanas en lugar de la Santa Escritura, que se interpreta por si misma. La opinión humana no tarda en convertirse en tradición, con que se reemplaza a la verdad bíblica.

Así habéis invalidado el mandamiento de Dios por vuestra tradición (San Mateo 15:6).

A veces se desnaturaliza la verdad bíblica, y así se impide que los hombres comprendan el carácter sagrado de la ley eterna de Dios.

Y en vano me honran, enseñando como doctrinas mandamientos de hombres. Les decía también: Bien invalidáis el mandamiento de Dios para guardar vuestra tradición (San Marcos 7:7, 9).

Satanás mezcló con tradición las enseñanzas de la Iglesia, como parte de su estrategia contra el gobierno de Dios. Aquella contradice los mandamientos de Dios. Fundándose en ella muchos se mecen en una falsa seguridad, ignorando que serán juzgados por el mismo Decálogo que la tradición procura destruir. La Iglesia verdadera observe cuidadosamente la instrucción del apóstol San Pablo:

Mirad que ninguno os engañe por filosofías y vanas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los elementos del mundo, y no según Cristo (Colosenses 2:8).

Dios tuvo siempre una Iglesia verdadera. En el principio era la familia: el padre era el sacerdote. Pero cuando el paganismo cundió, el Señor organizó su Iglesia en una escala más vasta: surgió el pueblo de Israel. Esa iglesia nacional, fundada por Moisés de acuerdo con la orden divina, tenía por objeto unir a los miembros dispersos en un solo cuerpo, para evangelizar al mundo pagano. Pero la Iglesia del Antiguo Testamento se enamoró de sus ceremonias y ritos, y se preocupó mayormente de sus posesiones visibles, como el templo, en vez de la religión pura del corazón. Los hombres estudiaron con más ahínco las enseñanzas de los rabinos que la verdad espiritual de las Escrituras, la única que podía cambiar los corazones. Cegada por la tradición, la Iglesia rechazó al Mesías prometido.

Duros de cerviz e incircuncisos de corazón y de oídos, vosotros resistís siempre al Espíritu Santo. Como vuestros padres, así también vosotros. Que recibisteis la ley por disposición de ángeles, y no la guardasteis (Hechos 7:51, 53).

Si, la Iglesia verdadera del Antiguo Testamento, cayó en la apostasía y fue rechazada por Dios.

Entonces Pablo y Bernabé, usando de libertad, dijeron: A vosotros a la verdad era menester que se os hablase la Palabra de Dios; mas pues que la desecháis, y os juzgáis indignos de la vida eterna, he aquí, nos volvemos a los gentiles (Hechos 13:46).

Y estas cosas les acontecieron en figura; y son escritas para nuestra admonición, en quienes los fines de los siglos han parado (1 Corintios 10:11).

Vivimos en los últimos días. La confusión religiosa reina por doquier. Pero Dios tiene una Iglesia que posee la verdad y cuya tarea consiste en prevenir al mundo de la apostasía final e invitar a los sinceros a salir de la confusión pare andar en la luz de la Palabra de Dios.

Y clamó con fortaleza en alta voz, diciendo: Caída es, caída es la gran Babilonia, y es hecha habitación de demonios, y guarida de todo espíritu inmundo, y albergue de toda ave sucia y aborrecible. Y oí otra voz del cielo, que decía: Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis participantes de sus pecados, y no recibáis sus plagas (Apocalipsis 18:2, 4).



--------------------------------------------------------------------------------
Señales bíblicas de la iglesia verdadera
--------------------------------------------------------------------------------
La Palabra de Dios, al referirse a la Iglesia de los últimos días emplea expresiones como "los que quedaren", "los otros" (Joel 2:32; Apocalipsis 12:17). El último "resto" de la verdadera iglesia es un pequeño número que no se ha dejado seducir por la tradición o la filosofía, sino que se ha aferrado fielmente a las doctrinas puras de la Iglesia primitiva. Es natural que el diablo aborrezca a esa iglesia, pues ella cree que el amor a Dios se muestra mediante la obediencia cabal de los Diez Mandamientos.
Si me amáis, guardad mis mandamientos (San Juan 14:15).

Refiriéndose a ella, el apóstol San Juan profetiza:

Entonces el dragón fue airado contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra los otros de la simiente de ella, los cuales guardan, los mandamientos de Dios, y tienen el testimonio de Jesucristo (Apocalipsis 12:17).

De acuerdo con este texto, las señales distintivas de este último resto de la Iglesia verdadera son 1) guarda los mandamientos de Dios; 2) tiene el testimonio de Jesús. En Apocalipsis 19:10 se nos dice que el testimonio de Jesucristo es el espíritu de profecía.

El último resto de la Iglesia verdadera también guarda los mandamientos de Dios, lo que implica la observancia del sábado, séptimo día de la semana, porque el que guarda toda la ley y violare un mandamiento resulta culpable de transgredir toda su ley (Santiago 2:10).

¡Cuán sencillo debiera ser hallar una iglesia que posea estas dos señales distintivas! Y sin embargo, ¿Cuántas son las iglesias que observan el verdadero día de reposo? La que guarde el día de reposo de Dios y tenga el espíritu de profecía será ciertamente diferente a las otras 500 iglesias que existen.

Tiene la fe de Jesús

Aquí esta la paciencia de los santos; aquí están los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús (Apocalipsis 14:12).

La Iglesia verdadera predicará que sólo hay salvación por la fe en los méritos del Salvador crucificado. No enseñará que la obediencia puede salvar a alguien, sino que los pecadores, salvados mediante el poder del Espíritu Santo y la Palabra obedecerán a Dios, quien los ha llamado de las tinieblas para llevarlos a la luz esplendorosa del Evangelio (1 San Pedro 2:9).

La paciencia de los santos
Apocalipsis 14:12. Paciencia tanto quiere decir capacidad de soportar la prueba sin exhalar una queja como también perseverancia.

Mas el que perseverare hasta el fin, éste será salvo (San Mateo 24:13).

A despecho de la ira del diablo y de la impopularidad, la Iglesia de Dios permanecerá fiel a su Palabra. Con los ojos fijos en el Señor, no cederá a los asaltos del enemigo.

La Iglesia de Dios tiene un mensaje de advertencia pare el mundo. Invitará a todas las personas sinceras que pueblan la tierra para que salgan de la confusión religiosa que reina en este tiempo. En la profecía, la Iglesia verdadera está representada por un ángel que anuncia un mensaje especial (Apocalipsis 18:1).

Y oí otra voz del cielo que decía: Salid de ella (Babilonia, confusión), pueblo mío, para que no seáis participantes de sus pecados, y no recibáis de sus plagas (Apocalipsis 18:4).

Actuará en el tiempo del juicio.
De acuerdo con la profecía de Apocalipsis 14:6, 7, proclamará al mundo que ha llegado la hora del juicio.

Es una iglesia misionera.
En cumplimiento de Apocalipsis 14:6, la Iglesia verdadera va por todo el mundo y predica el Evangelio "a toda nación, y tribu, y tengua, y pueblo" (San Mateo 28:1 9, 20).

Aguarda el regreso de Jesucristo.
Sus miembros se esfuerzan por vivir de tal manera que puedan dar la bienvenida al Maestro cuando aparezca en las nubes de los cielos.

...sabemos que cuando él apareciere, seremos semejantes a él, porque le veremos como él es. Y cualquiera que tiene esta esperanza en él, se purifica, como él también es limpio (1 San Juan 3:2, 3).

En resumen, el último resto de la Iglesia verdadera proclama su fe en Jesucristo, tiene un mensaje profético, exalta la lealtad al gobierno de Dios y está animado de un celo apostólico, pues está lleno del poder del Espíritu Santo, que lo impulse a ir a todo el mundo llevando el Evangelio, en cumplimiento de la orden de Jesucristo.



--------------------------------------------------------------------------------
¿Busca usted la iglesia verdadera?
--------------------------------------------------------------------------------
Si usted busca esa iglesia, enumere nuevamente las señales que la distinguen de las demás.
1. Obedece los mandamientos de Dios, inclusive el cuarto, que ordena la santificación del sábado, el séptimo día de la semana.

2. Cumple la profecía de la Biblia. Comprende el significado de las profecías y está en condiciones de dar al mundo el mensaje que ellas contienen.

3. Posee la fe de Jesús y no acepta tradiciones humanas que la contradigan. Acepta toda la Biblia, tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento, como los dos testigos de la fe que alentaron a los santos de todos los siglos.

4. Se adhiere firmemente a las enseñanzas de la Palabra Santa, a pesar de la impopularidad y del desprecio que deba soportar.

5. Proclama un mensaje especial destinado a amonestar al mundo, y exhorta a los sinceros.

6. Es una Iglesia misionera: lleva el Evangelio de Jesucristo hasta los últimos rincones de la tierra, a fin de preparar un pueblo que este listo para recibir a Jesús en su segunda venida y que sea digno, por la gracia de Dios, de reunirse con los redimidos de todos los tiempos en el reino prometido

Apreciado amigo, tales son las señales distintivas de la verdadera Iglesia de Dios. Las destaca la Escritura Santa. ¿Desea usted de veras que la fe de Jesús llegue a ser el poder de Dios en su vida? En tal caso escoja la Iglesia que en doctrina y en proceder presenta estas seis características. Ella es sin duda la Iglesia verdadera. Unase a ella a fin de prepararse para ir a vivir con los santos en la tierra nueva.
 
¿ES LA IGLESIA ADVENTISTA DEL SÉPTIMO DÍA "LA IGLESIA REMANENTE"?
Sydney Cleveland

Tomado de DoveNET
Tradución de Román Quirós M.




Los Adventistas del Séptimo Día creen que su iglesia es la "Iglesia Remanente," y que ellos son el pueblo remanente. Esta idea es una poderosísima cadena que ata a los miembros a la iglesia, pues ellos creen que se perderán si abandonan la iglesia remanente. La idea entera de la importancia de permanecer en la iglesia remanente está basada en Ellen White: "Todos los que deseen apartarse del pueblo remanente de Dios (los Adventistas del Séptimo Día) para seguir sus propios corazones corruptos se estarán arrojando voluntariamente en los brazos de Satanás, y deberían tener el privilegio." - Testimonies, tomo 1, p. 439, escrito en 1864.

¿Tenía Ellen White razón acerca de los que abandonan el pueblo/la iglesia "remanente"? No. Las iglesias que no entienden claramente el Evangelio tienden a erigirse en mediadoras entre sus miembros y Cristo Jesús. Tienden a reclamar para sí mismas un singular papel que les concede identidad y les capacita para hacer cumplir los decretos de la iglesia. Considérese cómo las siguientes iglesias proclaman sus identidades y, de esta manera, el papel que juegan en las vidas de sus miembros:

Católica Romana: "La única Verdadera Iglesia"
Bautistas del Sur: "La Esposa de Cristo"
Mormones: "La Iglesia de Jesucristo"
Adventistas del Séptimo Día: "La Iglesia Remanente"
Mundial (Armstrong): "The Church of God"
Testigos de Jehová: "La Verdadera Religión," et cetera.
Estas iglesias han sido mediadoras en el sentido de que la organización eclesiástica se interponía entre el miembro y Jesucristo. Han sido exclusivas en el sentido de que la salvación y las bendiciones especiales de Dios generalmente se reservan sólo para sus propios miembros. La membresía en su iglesia se considera sinónima con la membresía en el Reino de Dios.
Las iglesias que reclaman una identidad singular a menudo requieren respeto para su profeta particular o guía espiritual al cual, en un sentido práctico, se le ha conferido autoridad final en cuestiones espirituales. Generalmente, estos individuos no vacilan en afirmar que reciben mensajes directamente de Dios aparte de la Biblia, y generalmente afirman que hablan en nombre de Dios. Esto les da autoridad para imponer rigurosamente su voluntad sobre sus propios miembros.

Un examen de los hechos indica que la afirmación de la Iglesia Adventista del Séptimo Día de que ella es "La Iglesia Remanente" no es más bíblica que las afirmaciones similares de otras iglesias. Esta afirmación es interesante porque requiere suposiciones extra-bíblicas para interpretar correctamente una frase clave en el Adventismo: "El Espíritu de Profecía." Esa frase subyace su afirmación de que es "La Iglesia Remanente." A continuación, siguen dos textos usados por los Adventistas del Séptimo Día para apoyar sus afirmaciones:

"Entonces el dragón se airó contra la mujer y se fue a hacer guerra contra el resto (la versión KJV dice remanente) de la descendencia de ella - los que obedecen los mandamientos de Dios y retienen el testimonio de Jesús." - Apocalipsis 1: 17 (NIV).

De acuerdo con los Adventistas del Séptimo Día, este texto contiene las dos "marcas" de identificación de La Iglesia Remanente: (1) obedece todos los mandamientos de Dios; y (2) retiene el testimonio de Jesús. Los Adventistas creen incorrectamente que sólo ellos obedecen todos los Diez Mandamientos de Dios, suponiendo que todos los demás adora en domingo. (Pasan por alto el hecho de que en Norteamérica existen actualmente más de 300 organizaciones que guardan el sábado y que son totalmente independientes de cualquier denominación). Para interpretar la segunda frase: "el testimonio de Jesús" (es decir, el "El Espíritu de Profecía"), los Adventistas del Séptimo Día lo dirigen a Ud. a Apocalipsis 19: 10:

"Yo me postré a sus pies para adorarle. Y él me dijo: Mira, no lo hagas; yo soy consiervo tuyo, y de tus hermanos que retienen el testimonio de Jesús. Adora a Dios; porque el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía." Apocalipsis 19: 10.

Al llegar a este punto, los Adventistas del Séptimo Día cierran sus Biblias, y dicen: "Ellen White es 'El Espíritu de Profecía,' y ella escribió los 'Testimonios.' Puesto que nosotros guardamos todos los diez Mandamientos y tenemos a Ellen White como nuestra profeta, ¡nosotros los Adventistas del Séptimo Día somos La Iglesia Remanente!"

Sin embargo, uno observa que ni la palabra "iglesia" ni el nombre "Ellen White" se mencionan en ninguno de los textos. Esas palabras fueron añadidas por los Adventistas del Séptimo Día para apoyar sus suposiciones extra-bíblicas. Es es una lógica que no está justificada en la Escritura, y se podría aplicar con igual facilidad al dirigente cultista David Koresh de la Rama Davidiana.

Pero, más que saltar fuera de la Biblia para aplicar artificialmente el título "El Espíritu de Profecía" a Ellen White, ¿qué habría sucedido si los fundadores del Adventismo del Séptimo Día hubieran seguido adelante dentro de la Escritura? ¿Qué habrían descubierto acerca de cómo la Biblia misma aplica el término "El Espíritu de Profecía"? ¿Quién dice la Palabra de Dios que es el auténtico y el único "Espíritu de Profecía"?

El Espíritu de Profecía

En 1 Corintios 1: 7-11, la Biblia dice que el Espíritu Santo es el único que concede dones espirituales a la iglesia de Dios. Uno de esos dones espirituales es el don de profecía (12:10). Por lo tanto, es lógico deducir que la frase "El Espíritu de Profecía" se aplica al Espíritu Santo como el único que concede el don espiritual de la profecía. Esto es aún más evidente si analizamos los varios nombres que la Biblia da al Espíritu Santo. Cada nombre en la siguiente lista describe una característica especial del Espíritu Santo. Ninguno de estos nombres puede aplicarse a ningún ser humano sin cometer blasfemia:

Nombres que la Biblia Aplica al Espíritu Santo:

Espíritu de Sabiduría -- Isaías 11: 2
Espíritu de Inteligencia -- Isaías 11: 2
Espíritu de Consejo -- Isaías 11: 2
Espíritu de Poder -- Isaías 11: 2
Espíritu de Conocimiento -- Isaías 11: 2
Espíritu de Temor de Jehová -- Isaías 1: 2
Espíritu de Jehová -- Miqueas 2: 7
Espíritu de Dios -- Mateo 3: 16
Espíritu de Vuestro Padre -- Mateo 10: 20
Espíritu de Verdad -- Juan 14: 17
Espíritu de Jesús -- Hechos 16: 7
Espíritu de Santidad -- Romanos 1: 4
Espíritu de Vida -- Romanos 8: 2
Espíritu de Cristo -- Romanos 8: 9
Espíritu de Adopción -- Romanos 8: 15
Espíritu del Dios Vivo -- 2 Corintios 3: 3
Espíritu de Su Hijo -- Gálatas 4: 6
Espíritu de Sabiduría -- Efesios 1: 17
Espíritu de Revelación -- Efesios 1: 17
Espíritu de Jesucristo -- Filipenses 1: 19
Espíritu de Gracia -- Hebreos 10: 29
Espíritu de Gloria -- 1 Pedro 4: 14
Espíritu de Profecía -- Apocalipsis 19: 10
Usando solamente la Biblia, y permitiendo que la Biblia se interprete a sí misma, es evidente que, cuando Apocalipsis 19: 10 dice que "el testimonio de Jesucristo es el espíritu de profecía," quiere decir el Espíritu Santo. En Juan 15: 26, Jesús dijo que una de las obras que el Espíritu Santo llevaría a cabo sería "dar testimonio de mí." Así, es claro que el Espíritu Santo es "el Testimonio de Jesús" porque testifica con exactitud acerca de Cristo. Y el Espíritu Santo es también "El Espíritu de Profecía" porque concede el legítimo don de profecía e inspira a los verdaderos profetas a dar una representación exacta de la voluntad de Dios.
Mientras puede decirse que una persona que ha recibido el genuino don espiritual de profecía está inspirado por el Espíritu de Dios, es blasfemia decir que el recipiente de ese don es El Espíritu de Profecía. Durante un siglo, los Adventistas atacaron al Papa por asumir títulos que pertenecen a Dios -- ¡pero han hecho lo mismo al llamar a Ellen White "El Espíritu de Profecía"!

La pregunta importante que Ud. se debiera hacer al leer Apocalipsis 12: 17 como un texto aislado es: "¿He recibido yo poder, por la gracia de Cristo Jesús que mora en mí, para que Dios me vea a mí (1) obedeciendo sus mandamientos y (2) poseyendo plenamente el Espíritu Santo?" Si la respuesta es sí, entonces Ud. es una de las personas que la Biblia llama "el remanente" o "la descendencia" de la iglesia de Dios (Apocalipsis 12: 17), y Ud. es uno de los "consiervos" de Dios (Apocalipsis 19: 10). ¡Permitiendo simplemente que la Biblia se interprete a sí misma, Ud. tiene la seguridad de la Palabra de Dios de que Ellen White no es el Espíritu de Profecía y no tiene nada que ver con el lugar que Ud. ocupe en la verdadera iglesia: el Cuerpo de Cristo!

La Iglesia Remanente

Pero, ¿qué tiene que decir la Biblia acerca de La Iglesia Remanente?

Los Adventistas del Séptimo Día se sorprenden al descubrir que la Biblia jamás se refiere a La Iglesia Remanente como una organización terrenal. La Biblia nunca usa la frase "la iglesia remanente." Ni nunca dice la Biblia que las personas deben ingresar a una particular iglesia u organización "remanente" para ser salvas, o trabajar para Dios, o para ser contadas como pueblo de Dios. En su lugar, mientras la Biblia usa la palabra "remanente," "descendencia," o "de Dios," como 826 veces, habla de personas, algunas de las cuales a veces se opusieron a Dios, fueron castigadas por Dios, eran miembros de naciones que no eran Israel, o eran sobrevivientes reconvertidos. Pero nunca se refiere a ninguna iglesia, denominación, u organización terrenal como La Iglesia Remanente. La Biblia es clara en que el Reino de Dios -- o la Iglesia de Cristo, o aún el pueblo de Dios -- no es la nación judía ni ningún otro grupo particular de personas aparte de la cristiandad en general. El ser parte de la Iglesia de Dios no depende de que su nombre esté en los libros de ninguna iglesia terrenal.

De acuerdo con la Biblia, su salvación depende de su relación con Jesucristo. Jesús no era Adventista del Séptimo Día, ni lo fue ningún miembro del pueblo de Dios desde el tiempo de la creación hasta que la iglesia Adventista del SéptimoDía se organizó en 1863. La abrumadora mayoría del pueblo de Dios hoy día ¡no son miembros de la Iglesia Adventista del Séptimo Día! Aceptando a Cristo Jesús como su Salvador y viviendo cada día por medio del poder del Espíritu Santo que mora en Ud., su salvación está asegurada, ¡no importa en qué iglesia tenga su membresía!

"Y ahora, hijitos, permaneced en él, para que cuando se manifieste, tengamos confianza, para que en su venida no nos alejemos de él avergonzados." -- 1 Juan 2: 28.

"No amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad. Y en esto conocemos que somos de la verdad, y aseguraremos nuestros corazones delante de él." -- 1 Juan 3: 18, 19.

"Sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero. Y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y la vida eterna." -- 1 Juan 5: 20.

"Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida." -- 1 Juan 5: 11, 12.



http://www.geocities.com/alfil2_1999/remanente.html
 
opinión sobre la verdadera iglesia de Dios

opinión sobre la verdadera iglesia de Dios

Con todo mi amor les saludo y les bendigo en el santo nombre de mi Padre.Estoy feliz de haberles encontrado y muy agradecido el que me acepten como uno de los suyos.Es tan reconfortante compartir la palabra de Dios. Bien: he leído con atención y agrado las opiniones respecto a la iglesia verdadera. Veo que dominan la Biblia muy bien citándola con mucho conocimiento, pero en mi opinión,(con el respeto que todos los participantes a este foro me merecen)más que citar textos bíblicos me gustaría inclinarme mas por la reflexión y el discernimiento.
Si Jesús dijo:" Yo soy el camino, la verdad y la vida, y nadie va al Padre si no es por mi"...pienso que claramente nos estaba diciendo que él es la iglesia verdadera.
Si dijo después:" Derramaré mi espíritu sobre toda carne" (lo que aconteció en la fiesta de Pentecostés),refiriéndose al Espíritu de la Verdad, creo que deberíamos discernir que la Verdad está en todos. Ahora, esto no significa que la Verdad si está en todos, también está en todas las religiones, no. Todas las religiones tienen parte de la Verdad o algo de ella. Todas quieren alcanzar a Dios, y todas profesan el amor, ¿no es así?. Bien...si la verdad está en todos, debemos averiguar dónde. Les digo: en nuestro corazón. Ahí mora el espíritu de la Verdad en nosotros, es a él a quien debemos pedirle que nos tome de la mano y nos conduzca a través de él que es el camino, y nos lleve a nuestro Padre. Si eso no sucede, no nos debemos olvidar que también dijo: Volveré. Pero...mientras le esperáramos debíamos de practicar los dos mandamientos en los cuales pende toda la ley, " Amarás a Dios por sobre todas las cosas". Y " Amarás a tu prójimo como a ti mismo".
Si meditamos respecto a estas enseñanzas, podemos comprender que la Verdad es muy simple: Jesús, vino a este mundo a revelarnos la existencia de Dios como nuestro Padre, y a enseñarnos el amor fraterno. Lo que significa que todos somos hermanos, ya que somos hijos de un mismo y único Dios. Y si todos somos hijos de un mismo Dios, todos pertenecemos a la "Religión Verdadera". La Verdad está en nosotros y Jesúcristo que vino a rebelar esa Verdad, muy pronto ya estará, en medio de nosotros, "Develando", esa Verdad para que todos la comprendamos y podamos hacerla carne.
Antes de despedirme, quiero compartirles este hermoso cuento;
"En las profundidades del océano, alégremente, nadaba un pequeño pez tras una apetitosa carnada. Cuando estubo a punto de morder el anzuelo, un grito de alarma le hizo detenerse. ¡Cuidado!...dándose vueltas vio a sus espaldas a un afligido pececito que le seguía diciendo: -es que quieres matarte!- ¿Y tú quién eres?, preguntó el primero. Soy...soy una trucha, y...y vengo huyendo del río porque el hombre quiere matarme.-¿Y?,preguntó el pez.- Y...continuó la trucha, es que...he oído hablar de Dios, y quiero conocerle- ¿Y?, volvió a preguntar el pez. -es que...si el hombre me mata jamás lo lograré pués. ¿Y tú que hacías?, querías suicidarte?.-No-, respondió el pez con serenidad, solo cumplía mi propósito, porque yo también he oído acerca de Dios, y también quiero conocerle. Sólo cumpliéndo mi propósito, podré hacerlo, concluyó.-Pero cómo, ¿matándote?, preguntó aún más afligida la trucha. -Mira, agregó el pez, ahora su tono sonaba a la sabiduría de un gran maestro, si el hombre me caza, pasaré a ser su alimento. Así nutriré su organismo,y me haré uno con el. Seré parte de sus células, de su sangre...o de sus órganos. en fin. Y cuando pasen muchos, muchos, pero muchos años, y me encuentre frente a Dios, tal vez...sólo tal vez, recuerde que en un tiempo muy remoto, fuí un pequeño pez, que en las profundidades del océanos, nadaba, alegremente tras una carnada, porque quería conocerle".

Este relato nos enseña que Dios, está en todo y en todos. Y que todo aquel que quiera conocerle, le conocerá. No importa la religión que profesen, no importa el credo político ni filosofico que tengan.Lo único que debemos saber es que hay un solo camino, y este solo lo enseña el Hijo, el Unigénito (El Cristo), porque él es el único nacido del Padre, por ende, es el único que le conoce. Tengan paciencia. Ya pronto ha de comenzar la enseñanza...la gran enseñanza.
Ya nos reveló que somos hijos de Dios. Ahora nos enseñará el como haremos de esa tan hermoza filiación, la razón de nuestras vidas.

Mi paz os doy...mi paz os dejo.
Hasta muy pronto, mis amados.
 
El espíritu de profecía

El espíritu de profecía

Seco dice:
----------------------------------------------------------------------
Refiriéndose a ella, el apóstol San Juan profetiza:

Entonces el dragón fue airado contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra los otros de la simiente de ella, los cuales guardan, los mandamientos de Dios, y tienen el testimonio de Jesucristo (Apocalipsis 12:17).

De acuerdo con este texto, las señales distintivas de este último resto de la Iglesia verdadera son 1) guarda los mandamientos de Dios; 2) tiene el testimonio de Jesús. En Apocalipsis 19:10 se nos dice que el testimonio de Jesucristo es el espíritu de profecía.
---------------------------------------------------------------------


ACLARAMOS UN POCO EL ASUNTO
Cuando un adventista habla del "espíritu de profecía" en realidad se está refiriendo siempre a su profetiza Ellen White.

Esa en una de las 13 preguntas que todo candidato al bautismo tiene que contestar afirmativa y obligatoriamente antes de entrar en la secta adventista.
La pregunta es la número ocho y dice así: ¿Aceptáis la doctrina de los dones espirituales, y creéis que el espíritu de profecía en la iglesia remanente es una de las características de la verdadera iglesia?


¿QUÉ ES EL ESPÍRITU DE PROFECÍA?

Pedro de Felipe del Rey

--------------------------------------------------------------------------------

I. En el primer tomo del Comentario Bíblico Adventista, págs. 1152 y 1154, se da esta explicación:

"Los dones del Espíritu de Dios aparecerían en la última iglesia, y 'el testimonio de Cristo' (V. M.) sería 'confirmado en' ella (véase I Cor. 1: 4-8). ¿Y cuál es este 'testimonio de Cristo'? La voz del ángel le declaró a Juan que 'el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía' (Apoc. 10:10), o sea el don de profecía."
"Puesto que una de las características específicas de la iglesia remanente, de acuerdo con Apocalipsis 12: 17, es que ella tiene 'le testimonio de Jesús', es claro que esa iglesia debe tener en su medio 'el espíritu de profecía' y, por lo tanto, un profeta o profetas por medio de los cuales Jesús presente su testimonio (Léase cuidadosamente Apoc. 12:17; 19:10; 22:9.)"

II. Leyendo los textos empleados en estas citas vemos que:
1) En ese texto de I Corintios se dice: "... el testimonio de Cristo ha sido confirmado en vosotros." Por consiguiente, en ese Comentario Bíblico, se ha tergiversado este texto, pues se ha cambiado el tiempo del verbo (ha sido) por (sería), y el pronombre (vosotros) por (ella). Mediante ese manejo se pretende que la experiencia de la iglesia local de Corinto se refiera a la Iglesia Adventista, que apareció dieciocho siglos después. Mejor sería que los dirigentes adventistas tuvieran en cuenta II Cor. 4: 2.
2) Más adelante, mediante un "o sea" sacado de la manga, se transforma "el espíritu de la profecía" en "el don de profecía". Por si ese abuso fuera poco, se da un paso más y se llega a decir: "el espíritu de profecía", escamoteando el artículo "la"; así aparece esa frase que se aplica a la Sra. White; pero esa frase no está en ese texto de Apocalipsis 19: 10; por eso, han mutilado ese texto para inventarla suprimiendo una sola palabra (el artículo); puede consultarse el original griego. Eso es no creer en la Biblia (Apoc. 22: 19).

III. ¿Qué es "el testimonio de Jesús"? y ¿qué es el espíritu de la profecía? (Apoc. 19: 10).
1) Jesús dio testimonio de la verdad (Juan 18: 37). Ese testimonio que dio Jesús personalmente, por medio de su enseñanza y de sus obras, ha quedado registrado en el Evangelio; por eso, el Evangelio es el testimonio de Jesús, y no debemos avergonzarnos de ese testimonio, sino predicarlo (2 Tim. 1: 8; Rom. 1: 16); porque ése es el testimonio que Jesús mandó que dieran sus discípulos (Mat. 24: 14; Juan 15: 26,27; 21: 24; Hech. 4: 33; 22: 18; 2 Tes. 1: 10); y ese testimonio de Jesús es el testimonio que tenían (y daban) los apóstoles (Apoc. 12: 17; Hech. 20: 24); el Apocalipsis también es el testimonio de Jesús (Apoc. 22: 16, 20).
2) Pero ese testimonio de Jesús (el Evangelio) había sido dado antes por los profetas (Hech: 10: 42, 43; Juan 5: 39); de ahí que "el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía". (Apoc. 19: 10): lo dicho por los profetas, pues éstos y el Evangelio enseñan, entre otras cosas, que sólo debe adorarse a Dios (Deut. 6: 13; Mat. 4: 10); por eso, se hace esa declaración de Apoc. 19: 10; porque el mismo Espíritu ha testificado el Evangelio de Jesús por medio de los profetas (I Ped. 1: 10-12) y ha ayudado a los apóstoles a dar el mismo testimonio (Juan 15: 26, 27; Hech. 5: 32), de palabra (Hech. 2: 4) y por escrito (Juan 21: 24).

3) El Antiguo Testamento es la palabra de Dios (Rom. 3: 1, 2), que da testimonio de Jesús (Juan 5: 39) . Por predicar el apóstol Juan ese testimonio de Jesús (el Evangelio), fue desterrado (Apoc. 1: 2, 9), y muchos cristianos fueron muertos por la misma causa (Apoc. 20: 4).

Conclusión:
1) El espíritu de la profecía es una frase que está en Apoc. 19: 10; pero "el espíritu de profecía" es una frase falsa, inventada para dar una base bíblica a la Sra. White y a sus escritos; pero esa base bíblica no existe en la Biblia, a no ser en alguna traducción errónea de Apoc. 19: 10.
2) Por eso, en la pregunta número ocho del voto bautismal (del Manual de la Iglesia), se mezcla esa falsa frase con la doctrina de los dones espirituales, para que, al responder a todo junto, se trague el anzuelo.

3) ¿Podría alguien demostrar que "el testimonio de Jesús", en Apoc. 1: 2, 9; 20: 4, se refiere al don de profecía?



I Pedro 4: 11



--------------------------------------------------------------------------------
 
Re: DONDE ESTA LA VERDADERA IGLESIA DE DIOS?

Segun la biblia, debe de haber una iglesia de Dios, porque dice que Cristo vendra por su Iglesia. En Hechos 2:47 nos dice que el Senor anadia a su iglesia a los que habian de ser salvos. Una iglesia tiene que ser la escogida. El rey Salomon dijo: muchas son las reinas y concubina pero una es la paloma mia. La bibla es clara cuando describe la iglesia del Senor, por ejemplo, dice la biblia en Hechos 2:46 que los primitivos cristianos se unian en el templo cada dia. Actualmente no he visto ninguna iglesia que se reuna todos los dias en culto para alabar a Dios v.47. Solo conozco una. Se llama la Luz del Mundo. No solo esta caracteristica describe a la iglesia de Dios, sino muchas mas.
"Escudrinad las Escrituras porque ellas son las que dan testimonio de mi"(Juan 5:39).
 
INMEZCLABLE (Sobre la pureza y la integridad

INTRODUCCIÓN



SOBRE LUTERO Y LA SEPARACIÓN BÍBLICA:


La Reforma trajo consigo la separación de la I.C.R. de los que fueron llamados "protestantes", de entre los cuáles, Lutero fue su mayor ideólogo.

¿Era Lutero un divisionario, un separatista, un rebelde, o bien existe la doctrina de la separación bíblica?.

Si existe tal doctrina, veremos si aún sigue vigente, y veremos cómo el movimiento opuesto, o su antítesis, es el denominado ecumenismo.

Comencemos por decir que la I.C.R. surge de una proposición política del Imperio Romano a la Iglesia de Cristo, para constituirla en órgano de religión oficial del estado. La iglesia fijó sus miras, más que en la conveniencia espiritual, en la posibilidad de evitar la terrible persecución a la que implacablemente se hallaba expuesta. Y esto, junto al pujante deseo de la iglesia en Roma de constituirse en el centro de los dictados doctrinales de toda la Iglesia Universal, favoreció la corrupción de sus estructuras y la adulteración de su doctrina.

CRISTIANISMO PROSCRITO:


Algunas consideraciones sobre las persecuciones a los cristianos:

¿Le es posible al Cristianismo no padecer persecución en algún momento de la Historia?. Según las Sagradas Escrituras, no es posible, pues afirman: "Y en verdad, todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús, serán perseguidos." (2TIM. 3:12)

Esta afirmación del apóstol Pablo es absoluta, sin parcialidad: es para todo cristiano y en todo tiempo, pues usa el tiempo presente con una consecuencia futura, dándole a la oración una vigencia permanente. Y de este modo, solo nos deja dos opciones: o vivimos piadosamente en Cristo Jesús, y seremos proscritos; o no viviremos piadosamente en Cristo Jesús, sino que buscaremos agradar a los hombres, hasta convertirnos en apóstatas.

Rebuscando en toda la Historia, podemos confirmar que el cristiano verdadero siempre ha padecido persecución por la justicia, salvo el caso expuesto en el que la iglesia se institucionaliza y sirve a los poderes políticos, abandonando la búsqueda del reino de Dios y su justicia. Entonces, cabe que nos preguntemos, ¿hoy no somos perseguidos?, ¿hay verdadera libertad religiosa, o se está preparando la apostasía en medio de la iglesia, de modo que ésta no sabe ver cómo la serpiente antigua está volviendo a engullirla, y por eso nos sentimos libres, y no perseguidos?. ¿No nos estarán engañando, creando un falso modelo de libertad religiosa (un sucedáneo), de manera que los que no aceptemos ése modelo seamos acusados de estar contra Dios y los hombres?. Si es así, veamos cómo funciona el engaño actual para poder estar apercibidos de los peligros que nos acechan.


¿Son las sectas el mayor peligro para la conservación de la sana doctrina entre el pueblo de Dios?

Diccionario en mano, la definición de secta tiene una acepción que define el término como un grupo religioso minoritario; pero la definición más temida del vocablo es aquella que describe a ciertos grupos religiosos como un conjunto de peculiaridades de sus líderes y sus doctrinas que la convierten en un apelativo de alerta como cosa peligrosa.

No obstante, cualquiera entablaría una lid dialéctica contra el que pretendiese argumentar que los grupos religiosos minoritarios, denominados por ello sectas, no son las verdaderas organizaciones que entrañan un certero peligro para la sana doctrina religiosa. Curiosamente, aquellas religiones influyentes, de arraigado e histórico fundamento, cuya filiación es mayoritaria en el mundo, éstas son las que ofrecen un verdadero peligro. Como evangélico celoso de la sana doctrina, siento la necesidad de estar apercibido de la evolución de las diferentes denominaciones evangélicas, ya que milito en una de ellas.


¿Cuál es el propósito de las persecuciones religiosas?

Las persecuciones religiosas solo vienen provocadas por una inminente amenaza a los principios que sustentan al Poder, o al Estado. Las minorías serán siempre perseguidas, porque no sirven a los propósitos de Estado, y comúnmente siguen principios o doctrinas que lo disgregan o debilitan. Pero lo que realmente importa al Estado es el ejercicio del mismo poder o dogma por el cuál las religiones crean adeptos, por lo que históricamente se han visto asociadas al mismo las religiones mayoritarias, las cuáles fueron asimiladas por los políticos.


La actual tolerancia religiosa, ¿no estará gestando una nueva forma de persecución?

La I.C.R., el Protestantismo (y entre ellos las diferentes denominaciones evangélicas), el Budismo y el Islamismo, como religiones dominantes, ¿no serán éstas las religiones que llegarán a convertirse en amenaza para la sana doctrina del Cristianismo Verdadero?. ¿Cómo, pues, se cumplirían las palabras del Maestro con las que nos advierte de que miremos que nadie nos engañe?: "Porque se levantarán falsos Cristos y falsos profetas, y mostrarán grandes señales y prodigios, para así engañar, de ser posible, aún a los escogidos." (MAT 24:24). Jesús estaba diciendo con ello que estarían entre nosotros, sin ser de los nuestros.

Testigos de Jehová, Adventismo, Mormonismo ( y otros grupos sectarios aún menos influyentes) no son una amenaza, a largo plazo, para el Cristianismo Verdadero. Si observamos atentamente los acontecimientos que se están desarrollando en todo el mundo, hoy en día, en torno a las religiones mayoritarias, las cuáles no son tenidas como sectas, veremos cómo serán estas religiones las que ahogarán el Cristianismo Verdadero.


La secularización como religión: instrumento destructor de la Verdad usado por los humanistas.

En una sociedad que se halla cada vez más secularizada, se identifica más la idea de secta con organizaciones que constituyen una defensa de lo que sería la Conducta Antisocial. En este contexto, sociólogos, psicólogos clínicos y médicos especialistas han aportado al campo del conocimiento científico definiciones académicas de lo que constituye o no una secta, acompañados de criterios rigurosos para su clasificación, porque la tendencia hoy es la de diferenciar a éstos de aquellos cuya motivación está dentro de la clasificación de Disidencia Ideológica. Los ideólogos sociales nos educan, orientándonos a la aceptación igualitaria de toda creencia religiosa como algo válido, cuya verdad es de identidad personal y opcional.

Esto comporta que la tendencia social ya se haya marcado hacia la extinción de la diferenciación de creencias religiosas. He ahí la gran secularización1. Por ello, a los que deseamos seguir la Verdadera Verdad, no debería preocuparnos el ingrediente de la Conducta Antisocial (o la peligrosidad social), pues ya se ocupa de ello el sector secular de la sociedad, el cuál es mayoritario. Sin embargo, ¿qué ocurrirá con la Verdad, como término de valores absolutos?. La Verdad Absoluta, tanto para los filósofos seculares como para los religiosos, está siempre asociada, por definición, a la idea de un Ser Supremo.


Conducta Antisocial del Cristianismo Verdadero.

En efecto, para los cristianos, la Verdad es una persona: Jesucristo, no un concepto. La verdad, como concepto filosófico tiene más de 1000 definiciones diferentes bien clasificadas. El creciente secularismo social ha hecho de la definición Verdad Absoluta algo solo existente en el lenguaje cristiano, pues el relativismo filosófico comúnmente aceptado ha dado al término una dimensión de intolerancia irracional. Luego es fácil entender que existe una lucha creciente por llegar a declarar al Cristianismo Verdadero como intolerante, y, consiguientemente, antisocial. De hecho, si el mundo actual no nos tachase de intolerantes y antisociales, cabría decir que deberíamos revisar nuestra teología y fidelidad al que nos salvó.

Constituye una Conducta Antisocial afirmar que Jesucristo es el Único Dios Verdadero y de Verdad en una sociedad donde todas las religiones gozarán del derecho a no ser llamadas sectas, en pro del único objetivo social de la convivencia en tolerancia. Pero esta tolerancia es hacia el pecado, no hacia el individuo. Porque la verdadera intolerancia se halla en que el mundo modela patrones humanos y los impone mediante la manipulación ideológica, no permitiendo que el verdadero modelo o patrón diseñado por Dios, el Creador, pueda ser defendido.


Intelectuales abriendo camino hacia la extinción de la Ortodoxia Doctrinal.

El profesor Jorge Erdely Graham, Licenciado en Ciencias Biológicas por la Universidad de Mary Hardyn-Baylor, Profesor de Teología con énfasis en Religiones Comparadas, y Escritor de varios libros entre los que destaca el Best-Seller "Pastores que Abusan", y que actualmente realiza estudios de Doctorado en Filosofía y Ciencias de la Educación en la Universidad de Newport, California y es Director académico del Centro de Investigaciones del Instituto Cristiano de México, presentó su Ponencia sobre Sectas Destructivas, Definiciones y Metodología de Análisis en la Escuela Nacional de Antropología e Historia en Ciudad de México, el 25 de septiembre de 1997 a las 6:00 p.m.. En ella ofrecía lo que él mismo llamó Una Alternativa Viable, expresándose al fin de la ponencia del modo siguiente:

"Retomando el punto acerca de la preocupación por promover un término neutral sin carga negativa, con el fin de disminuir la intolerancia que se genera al catalogar determinadas agrupaciones como sectas, el calificativo secta destructiva puede servir para distinguir a las organizaciones religiosas delictivas, indistintamente de su doctrina, de las que son vistas como heterodoxas en cuanto a creencias, pero que no constituyen un peligro para la sociedad. Nuevos Movimientos Religiosos para catalogar a los últimos y Sectas Destructivas para distinguir a los primeros puede ser una alternativa viable en el campo sociológico y médico, mientras que en el ámbito académico teológico se deben hacer puntualmente las distinciones."

"La heterodoxia confesional no es equivalente a conducta antisocial o delictiva. Al usar una definición teológica es correcto aclarar siempre el enfoque religioso de dicha definición, sus propósitos y limitaciones."

Estos son los vientos que soplan hoy. Se reduce a la mínima expresión a la Ortodoxia2 doctrinal, supeditándola a la, más que convivencia, "connivencia"3 de los líderes religiosos con la heterodoxia4 confesional, en pro de la aceptación tolerable basada en que ésta última no constituya un peligro para la sociedad. Paulatinamente se van acortando las distancias doctrinales que se basaban en la pureza original de las creencias. Ya carece de importancia la doctrina, solo importan las estructuras con el fin de llevarlas a su secularización.

Los intelectuales vendidos a (o engañados por) Satanás están elaborando las pautas de un complejísimo aparato ideológico mundial que instaurará lo que será la religión secular oficial del Nuevo Orden Mundial. Un invento diabólico por el que los hombres creerán en Dios, sirviendo al pecado, despojando de todo sentido al celo bíblico por la sana doctrina.

Esto nos lleva a plantearnos que, por antonomasia5, será declarada como peligrosa social toda creencia que abogue por la ortodoxia doctrinal. En este caso, ¿cómo se coloca el Cristianismo Verdadero?: LITERALMENTE PROSCRITO Y PERSEGUIDO.



Las religiones mayoritarias siguen un camino paralelo a los humanistas seculares.

Las noticias que nos llegan desde los diversos medios de comunicación hablan de ortodoxos, católicos, protestantes (y evangélicos), musulmanes y budistas que se sientan a la misma mesa:


La Iglesia Anglicana se somete al Papa;


las diversas religiones con su origen en el Cristianismo se reconocen mútuamente sus diferentes fórmulas bautismales (incluso el bautismo antibíblico de los niños);


la Federación Luterana Mundial suscribe una declaración conjuntamente con la I.C.R. en la que aceptan que la salvación es por fe mediante las obras;


I.C.R. y Musulmanes se acercan cada vez más, mientras que muchos de los fieles católicos europeos simpatizan con, y abrazan, las doctrinas netamente Budistas;


Luteranos y Episcopales (rama mayoritaria de los Anglicanos) se fusionan en los E.E.U.U. de América, sin que se adopte un criterio único doctrinal, sino que se mantendrán los distintos credos y sacramentos diferentes de cada iglesia (no ha primado la Verdad, sino que se la ha relativizado).

Y todo ello desde principios de 1999 hasta mediados de septiembre. Una carrera imparable. Los veteranos que recuerdan la raíz de nuestras mutuas diferencias afirman que se trata solo de un acercamiento hacia el respeto y la convivencia pacífica hacia aquellos más alejados en el origen doctrinal, y que, en cuanto a los que entran dentro del cristianismo más amplio, se trata de un progreso hacia una declaración de mínimos que permita hacer realidad en un futuro próximo las exigencias del Evangelio, en cuanto a la premisa de la unidad universal o ecumenismo6. Pero aunque este papa de la I.C.R. advierta en contra del sincretismo religioso que supone el que católicos acepten y asimilen doctrinas budistas junto con las propias del catolicismo, y aunque los ortodoxos no se sometan todavía al obispo primado de Roma, y aunque todavía los luteranos no hayan afirmado que la salvación se alcanza por las obras, y aunque todavía los evangélicos no bauticemos a los recién nacidos, ¿cuánto tardaremos en ver hechas realidad éstas y otras cosas peores cuando desaparezcan los líderes actuales dejando a sus seguidores sumidos en una situación en la que todos se llaman literalmente "hermanos"?.

¡Estos líderes ya han sentado cátedra sobre la cuestión de fondo:

LO ÚNICO QUE LES IMPORTA ES LA PAZ DEL MUNDO, NO COMO DIOS LA DA, SINO COMO LA DA EL MUNDO; JUNTO CON OTRA PREMISA QUE NO ES LA DE LA UNIDAD DEL ESPÍRITU, SINO LA DE AUNAR UN PODER DIMANANTE DEL NÚMERO DE SEGUIDORES!. Esto no es unidad de fe, sino unificación aritmética con fines de señorío, o poder de este mundo.

Habiéndonos configurado una panorámica del actual momento histórico, en el cuál estamos advirtiendo la concentración mundial del poder político-económico, así como del religioso, con absoluta coincidencia con lo profetizado sobre la aparición del anticristo en la Biblia, veamos cómo debemos situarnos, a la luz de las Escrituras, respecto a todas estas cosas.



¿LE ES LÍCITO AL CRISTIANO MEZCLAR LO SANTO CON LO PROFANO?

LA GREY DE DIOS Y LA GREY DEL MUNDO -DOS CAMINOS; DOS DESTINOS-:

Aún el mismo Cristo de Dios que habría de rasgar el velo del templo con su sacrificio, para que ya no deba estar separado el pueblo del Lugar Santísimo, dijo: "No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos, no sea que las hoyen con sus patas, y volviéndose os despedacen." (MAT. 7:6)

Cuando los cristianos se conforman al mundo, éste acaba por volverse en contra, después de pisotear la santa doctrina, despedazándoles, si es que antes no apostatan de la fe.


"Las naciones hablan de paz, mientras se preparan para la guerra". (Herman Hesse)

El día de la batalla del Señor, grande y temible.

El mundo de hoy oye las cosas de Dios, pero no para aceptarlas o someterse a ellas, sino que en su corazón solo piensan en unirse contra Él, aunque hablen de "respeto" y "tolerancia" hacia nuestras creencias basadas en la Palabra de Dios revelada, pues en los hombres de estos postreros días se cumple la profecía de Sofonías: "Por tanto, esperadme - declara el Señor - hasta el día en que me levante como testigo, porque mi decisión es reunir a las naciones, juntar a los reinos, para derramar sobre ellos mi indignación, todo el ardor de mi ira; porque por el fuego de mi celo toda la tierra será consumida." (SOF. 3:8)

Encontramos referencias paralelas en cuanto a:

-Reunir las naciones: Joel 3:2; Zacarías 14:2.

-Juntar los reinos: Salmos 69:24, 79:6; Jeremías 10:25.

Según el significado del apelativo "nación", los cristianos somos una descendencia o linaje, o nación santa; y según la significación del término "reino", como estructura de poder y dominio, o hegemonía, los cristianos somos un reino. Y ambos términos se asocian a una circunscripción de mutua dependencia; es decir: pertenecemos a una tierra y nos pertenece una tierra; en otras palabras: somos herederos de la Tierra. Las otras religiones también son reinos y naciones que, según los citados pasajes paralelos de Sofonías 3:8, no conocen al Señor, ni invocan Su nombre, por lo cuál el fuego del celo del Señor los consumirá.

Exegéticamente, la Santa Escritura nos está advirtiendo, en un pasaje sin otro precedente bíblico, sino en éste del libro del profeta Sofonías, de que Dios va a permitir que se junten todas las religiones del Orbe, como ya dicen políticos y religiosos, en un "Novus Ordo Seclorum" (Nuevo Orden Mundial). En cuanto a la llamada "Globalización", se refiere a la unificación de los mercados y las políticas económicas y sociales en el mundo. Los grandes bancos se unen, se unen las multinacionales, se unen las monedas, se unen las religiones, se unen las naciones en busca de un único reinado universal de poder político-económico-religioso, porque Dios decidió reunirlas y ya se está acercando el día de Su ira contra ellas.


¿No podéis discernir las señales de los tiempos?

Algunos parecen no ver esta verdad bíblica, pero contra ellos se oye la voz del Maestro diciendo a las multitudes:

""Cuando veis una nube que se levanta en el poniente, al instante decís: "Viene un aguacero", y así sucede. Y cuando sopla el viento del sur, decís: "Va a hacer calor", y así pasa. ¡Hipócritas! Sabéis examinar el aspecto de la tierra y del cielo; entonces, ¿por qué no examináis este tiempo presente?"". (LUC 12:54-56)

Y a los fariseos y los saduceos que se acercaron a Jesús para ponerle a prueba, pidiéndole que les mostrara una señal del cielo, les respondió:

""Al caer la tarde decís: "Hará buen tiempo, porque el cielo está rojizo." Y por la mañana: "Hoy habrá tempestad, porque el cielo está rojizo y amenazador." ¿Sabéis discernir el aspecto del cielo, pero no podéis discernir las señales de los tiempos? "". (MAT 16:1-3)

Jesús está indicando que si el corazón es guiado por la justicia, podemos reconocer las señales de Dios sin que se precisen más pruebas que las que el Señor ya ha dado. No menospreciemos las profecías y reconozcamos este tiempo presente.

Según LBLA, en Lucas 17:20 nos dice: "Habiéndole preguntado los fariseos cuándo vendría el reino de Dios, Jesús les respondió, y dijo: El reino de Dios no viene con señales visibles"; mientras que en la RV’60 traduce: "El reino de Dios no vendrá con advertencia". Por ello podemos entender que solo el libro de Sofonías hable de la Globalización con un sentido y propósito claros.

En el mismo libro de Lucas (21:29-32), nos dice:

"Y les refirió una parábola: Mirad la higuera y todos los árboles.

Cuando ya brotan las hojas, al verlo, sabéis por vosotros mismos que el verano ya está cerca.

Así también vosotros, cuando veáis que suceden estas cosas, sabed que el reino de Dios está cerca.

En verdad os digo que no pasará esta generación hasta que todo esto suceda."

La parábola nos habla de la "higuera", la cuál es el pueblo de Israel; y de "todos los árboles", los cuáles son todas las demás naciones reunidas en torno a Israel, en un mismo tiempo. Y éstas son palabras fieles que se cumplirán inexorablemente, como podemos apreciar en el énfasis de Jesús a continuación, en los versículos 33 al 36:

"El cielo y la tierra pasarán, mas mis palabras no pasarán.

Estad alertas, no sea que vuestro corazón se cargue con disipación7 y embriaguez y con las preocupaciones de la vida, y aquel día venga súbitamente sobre vosotros como un lazo; porque vendrá sobre todos los que habitan sobre la faz de toda la tierra.

Mas velad en todo tiempo, orando para que tengáis fuerza para escapar de todas estas cosas que están por suceder, y podáis estar en pie delante del Hijo del Hombre."


¿Quién es Cristiano, y cuál su origen?. ¿Cómo identificamos ambas cosas?

El cristianismo no se deriva de religión alguna, sino que es la única creencia cuyas raíces son genuinamente8 Divinas y del Dios Único, y todas las religiones son del diablo y de los hombres. No es por tanto Cristiano aquél cuya religión tiene un cierto origen, sino aquél cuya raíz doctrinal tiene su origen en la Palabra de Dios el Creador, cuyo linaje de su fe es el de Abraham, y cuyo linaje en el Espíritu es por adopción inmerecida mediante la fe en el Cristo de Dios resucitado. Por tanto, el origen de todo cristiano verdadero, está en Dios mismo, y no en un hombre o sistema humano de creencias, o aparato religioso, o institución humana, sino que éste es nacido del Espíritu Santo de Dios. "Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios; y todo aquel que ama al Padre, ama al Hijo nacido de El." (1JUAN 5:1). "Pues habéis nacido de nuevo, no de una simiente corruptible, sino de una que es incorruptible, es decir, mediante la palabra de Dios que vive y permanece." (1PEDRO 1:23). JUAN 3:5: "Jesús respondió: En verdad, en verdad te digo que el que no nace de agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios."

JUAN 3:6: "Lo que es nacido de la carne, carne es, y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es."

Orígenes de la I.C.R.: Sincretismo del Cristianismo con el Imperio Romano de la mano del emperador Constantino, cuya religión era ya un sincretismo de las cosmogonías y ritos asimilados de las culturas de los pueblos conquistados por el Imperio.

Orígenes del Islam: Sincretismo propugnado por Mahoma de las tendencias religiosas de la región del Próximo Oriente, las cuales eran: los grupos monoteístas árabes (descendientes de la fe de Abraham), ismaelitas por su linaje; el judaismo rabínico, del cuál tomó los preceptos y estatutos que el Dios de Isaac dió por su siervo Moises al pueblo Hebreo; el cristianismo nestoriano o monofisita, herético por su concepto sobre la divinidad de Jesucristo; y el Zoroastrismo, el cuál es otra religión sincretista derivada de las mitologías de origen indoeuropeas en Irán.

Orígenes del Budismo: Sincretismo propugnado por Siddharta Gotama, conocido por el Budda (o el "despierto"), el cuál desarrolló su doctrina a partir de una supuesta "iluminación" alcanzada por medio de la práctica de las religiones búdicas anteriores y la meditación trascendental y el animismo, panteísmo e hinduísmo de su región asiática.

Y aún cuando algunos de los elegidos se extraviasen, teniendo un orígen genuino, su extravío será por mezclarse con las cosas profanas.

El cristianismo no es una religión, sino una forma de vivir, un modo de conducta que concuerda con el carácter del Santo Creador de todas las cosas, revelado en la persona de su Hijo Jesucristo. Cristo no es contradictorio: "¿Acaso una fuente por la misma abertura echa agua dulce y amarga?. (SAN 3:11)



CRISTO ES INMEZCLABLE

DOCTRINA DE LA SEPARACIÓN BÍBLICA:


Separación bíblica de Israel.

Dios no dejó al pueblo de Israel que se mezclase con otras naciones, habiéndoles dado por medio de Moisés la ordenanza de conquistar la tierra prometida y de destruir sus ídolos: "Y el Señor tu Dios echará estas naciones de delante de ti poco a poco; no podrás acabar con ellas rápidamente, no sea que las bestias del campo lleguen a ser demasiado numerosas para ti."

"Pero el Señor tu Dios las entregará delante de ti, y producirá entre ellas gran confusión hasta que perezcan."

"Y entregará en tus manos a sus reyes de modo que harás perecer sus nombres de debajo del cielo; ningún hombre podrá hacerte frente hasta que tú los hayas destruido."

"Las esculturas de sus dioses quemarás a fuego; no codiciarás la plata o el oro que las recubren, ni lo tomarás para ti, no sea que por ello caigas en un lazo, porque es abominación al Señor tu Dios."

"Y no traerás cosa abominable a tu casa, pues serás anatema como ella; ciertamente la aborrecerás y la abominarás, pues es anatema."

"Todos los mandamientos que yo os ordeno hoy, tendréis cuidado de ponerlos por obra, a fin de que viváis y os multipliquéis, y entréis y toméis posesión de la tierra que el Señor juró dar a vuestros padres." (DEU 7:22-8:1)

Sin embargo, el SAL 106:34-36 nos habla de una ceremonia de arrepentimiento que presenta los constantes pecados cometidos por el pueblo de Israel contra su Esposo, en forma de idolatría, entendida como prostitución, fornicación, adulterio o infidelidad a Jehová:

"No destruyeron a los pueblos, como el Señor les había mandado, sino que se mezclaron con las naciones, aprendieron sus costumbres, y sirvieron a sus ídolos que se convirtieron en lazo para ellos." (Ver Jue. 2:1-3; 3:5-6)

Y el Señor les respondió así: "En cuanto a vosotros, casa de Israel" - así dice el Señor Dios- "vaya cada uno a servir a sus ídolos; pero más tarde ciertamente me escucharéis y no profanaréis más mi santo nombre con vuestras ofrendas y con vuestros ídolos." (EZE 20:39)


Separación bíblica de la Iglesia de Cristo.

Del mismo modo, el Señor nos dio a los Cristianos la comisión de "conquistar la tierra" mediante el poder y la potestad que Él ganó para nosotros de antemano, e igualmente no nos es lícito mezclarnos con aquellos que llamándose hermanos hacen las cosas del mundo: "En mi carta os escribí que no anduvierais en compañía de personas inmorales; no me refería a la gente inmoral de este mundo, o a los avaros y estafadores, o a los idólatras, porque entonces tendríais que salir del mundo. Sino que en efecto os escribí que no anduvierais en compañía de ninguno que, llamándose hermano, es una persona inmoral, o avaro, o idólatra, o difamador, o borracho, o estafador; con ése, ni siquiera comáis. Pues ¿por qué he de juzgar yo a los de afuera? ¿No juzgáis vosotros a los que están dentro de la iglesia? Pero Dios juzga a los que están fuera. Expulsad de entre vosotros al malvado." (1CO 5:9-13)

(EFE 5:5) "Porque con certeza sabéis esto: que ningún inmoral, impuro, o avaro que es idólatra, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios."


Separación natural del orden físico y moral en la Creación, dado por cabeza al hombre.

Dios nos llama a la integridad, y así lo prescribió en LEV 19:19 "Mis estatutos guardaréis. No ayuntarás dos clases distintas de tu ganado; no sembrarás tu campo con dos clases de semilla, ni te pondrás un vestido con mezcla de dos clases de material.".

Este versículo pertenece al grupo de ordenanzas del Levítico que habla al pueblo de Israel sobre aquellas cosas cuya observancia le era necesaria para mantener su comunión con Dios con respecto al orden social para mantener sagrado el orden físico y moral del mundo, y la sección que le sucede de inmediato habla sobre el castigo contra la desobediencia. Según los comentaristas bíblicos, lo que Dios está diciendo aquí al pueblo es que aquellas cosas, que por creación estaban separadas, tenían que permanecer así. No se permitía el cruce de diversas clases de animales. No se podían sembrar juntas diversas clases de semilla. No se podía hacer un paño de mezcla de lino y lana. Los versículos paralelos del libro de Deuteronomio, cap. 22, vers. 9 al 11 nos hablan así:

"No sembrarás tu viña con dos clases de semilla, no sea que todo el fruto de la semilla que hayas sembrado y el producto de la viña queden inservibles."

"No ararás con buey y asno juntos."

"No vestirás ropa de material mezclado de lana y lino."

Aparte del hecho de que algunos ritos mágicos antiguos empleaban la mezcla de elementos distintos, por el contexto en el que se hallan éstos estatutos se puede entender cláramente que el objetivo es inculcar en el pueblo elegido una costumbre que llevase al interior del corazón una señal del exterior por el uso práctico; es decir, aunque nos hable de cosas materiales, se sobreentiende el contenido espiritual de los elementos tomados por Dios:


No ayuntar dos clases de animales domésticos habla de la pureza del linaje, reflejada aún en los animales sojuzgados en la casa de Israel.


No arar con asno y buey júntamente nos habla de la necesidad de no hacer un uso impropio o abusivo, ni que se expusiese a degeneración o a mal a las criaturas o las cosas que Dios entregaba en mano de sus escogidos.


Y de tal modo, no hacer mezclas de semillas en la siembra, confiriere un orden de pureza original a los frutos del pueblo santo. Hasta aquí, todo esto constituye un anuncio de restauración de la Tierra por medio del pueblo elegido, al que se le dio conservar la raíz pura de las cosas creadas y que en su simiente fueran restauradas todas las cosas.


Pero el no hacer vestidos de lana y de lino nos habla del hombre santo mismo, al cuál no le es lícito revestirse de identidades cuyos orígenes sean tan dispares como la contraposición animal-vegetal (lana-lino), cuyas naturalezas deben permanecer diferenciadas y separadas. De igual modo, el hombre santo no debe vestirse de luz y tinieblas; esto es: debe permanecer en santo orden moral, desde el interior de su mente o corazón, pues de él emanan las acciones y las palabras (ya sean malas o buenas) que son la verdadera vestidura, la imagen, el testimonio, la apariencia, lo que los hombres ven, el reflejo exterior de la integridad, sencillez y humildad interior.

Por causa de Aquél que ordena que las cosas permanezcan íntegras en la naturaleza con que Dios las creó, debemos mantenernos separados de aquellos cuyo fin es el extravío: "Mirad que nadie os haga cautivos por medio de su filosofía y vanas sutilezas, según la tradición de los hombres, conforme a los principios elementales del mundo y no según Cristo." (COL 2:8)

Dios nos manda integridad. El cristiano ha de ser de una pieza, sin doblez ni sombra de mudanza, sin mezcla con los principios elementales del mundo.


Separación bíblica de la Iglesia y el Estado.

La iglesia de Dios, cuyo fundamento es Jesucristo de Nazaret, no debe constituirse en un reino distinto de Aquél que es su Rey: "Jesús respondió: Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, entonces mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; mas ahora mi reino no es de aquí." (JUAN 18:36). Y Él mismo enseñó a los discípulos que orasen así: "Y El les dijo: Cuando oréis, decid: ""Padre, santificado sea tu nombre. Venga tu reino""." (LUCAS 11:2). Se aprecia claramente en los evangelios que aún no se ha instaurado el reino de Dios y su Mesías en la tierra, por cuanto Cristo lo anunciaba diciendo que con Él se había acercado el reino a los hombres, no que hubiese venido.

La iglesia, como Cuerpo, no puede ejercer señorío, o poder político, por cuanto a ésta no se le insta a la conquista del mundo por medios mundanos o temporales, sino que se aprecia en todo el Nuevo Testamento una separación escrupulosa entre las autoridades y la Iglesia, siendo el mismo Jesús el que estableció la diferencia:

"Y llamándolos junto a sí, Jesús les dijo: Sabéis que los que son reconocidos como gobernantes de los gentiles se enseñorean de ellos, y que sus grandes ejercen autoridad sobre ellos.

Pero entre vosotros no es así, sino que cualquiera de vosotros que desee llegar a ser grande será vuestro servidor, y cualquiera de vosotros que desee ser el primero será siervo de todos.

Porque ni aun el Hijo del Hombre vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos." (MARCOS 10:42-45) (Y Mateo 20:25, y Lucas 22:25)

Así mismo, nuestro reino tampoco es de este mundo: "Vosotros sois los que habéis permanecido conmigo en mis pruebas; y así como mi Padre me ha otorgado un reino, yo os otorgo que comáis y bebáis a mi mesa en mi reino; y os sentaréis en tronos juzgando a las doce tribus de Israel." (LUC 22:30).

Dios mismo pone a las autoridades gobernantes sobre la tierra, según nos dice Pablo: "Sométase toda persona a las autoridades que gobiernan; porque no hay autoridad sino de Dios, y las que existen, por Dios son constituidas." (ROMANOS 13:1). Aunque algunos no entiendan que el soberano Rey de reyes pueda poner autoridades malignas, lo cierto es que Dios hace que se cumpla su Palabra, y Él no debe rendir cuentas a los hombres: "Si Él arrebatara algo, ¿quién le estorbaría? Quién podrá decirle: ""¿Qué haces?"". " (JOB 9:12).

Por todo ello, Dios ha decretado que el señorío de la Iglesia y de su Rey no sea para este tiempo. Este es el tiempo en que gobierna el príncipe de las tinieblas (Hechos 26:18), y toda la Palabra de Dios se ha de cumplir, y no podemos persuadirnos de que el mundo llegue a convertirse en el reino de paz, antes de que Dios remueva todas las cosas.

"Pero el día del Señor vendrá como ladrón, en el cual los cielos pasarán con gran estruendo, y los elementos serán destruidos con fuego intenso, y la tierra y las obras que hay en ella serán quemadas.

Puesto que todas estas cosas han de ser destruidas de esta manera, ¡qué clase de personas no debéis ser vosotros en santa conducta y en piedad, esperando y apresurando la venida del día de Dios, en el cual los cielos serán destruidos por fuego y los elementos se fundirán con intenso calor!

Pero, según su promesa, nosotros esperamos nuevos cielos y nueva tierra, en los cuales mora la justicia.

Por tanto, amados, puesto que aguardáis estas cosas, procurad con diligencia ser hallados por El en paz, sin mancha e irreprensibles." (2PEDRO 3:10-14).

Los que esperamos "nuevos cielos y nueva tierra, en los cuales mora la justicia", debemos estar apercibidos de las señales que acompañan a "la venida del día de Dios", y procurando diligentemente "ser hallados por Él en paz, sin mancha e irreprensibles", sin juntar lo que Dios separó.



CONCLUSIÓN

PRINCIPIOS BÍBLICOS FUNDAMENTALES CONTRARIOS AL ECUMENISMO:


No nos es lícito cooperar en las causas de aquellas personas que persiguen propósitos contrarios a Dios.

II Crónicas 19.2:

"Y salió a su encuentro el vidente Jehú, hijo de Hananí, y dijo al rey Josafat: ¿Vas a ayudar al impío y amar a los que odian al Señor, y con esto traer sobre ti la ira del Señor?"


Debemos apartarnos de los que contradicen el único y verdadero evangelio.

Gálatas 1. 6-9:

" Me maravillo de que tan pronto hayáis abandonado al que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente; que en realidad no es otro evangelio, sólo que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo.

Pero si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciara otro evangelio contrario al que os hemos anunciado, sea anatema.

Como hemos dicho antes, también repito ahora: Si alguno os anuncia un evangelio contrario al que recibisteis, sea anatema."


Debemos probar los fundamentos teológicos de los que intenten unirse a nosotros antes de mezclarnos con ellos en propósitos o asuntos espirituales.

I Juan 4.1:

"Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus para ver si son de Dios, porque muchos falsos profetas han salido al mundo."


No debemos aliarnos con los que no creen, o en algún modo niegan o tuercen la sana doctrina.

II Corintios 6.14:

"No estéis unidos en yugo desigual con los incrédulos, pues ¿qué asociación tienen la justicia y la iniquidad? ¿O qué comunión la luz con las tinieblas?"


No debemos enfatizar la unidad con los que de algún modo no comparten los fundamentos de nuestra fe, a expensas de la pureza doctrinal, sino más bien hemos de contender con ellos.

Judas 3:

"Amados, por el gran empeño que tenía en escribiros acerca de nuestra común salvación, he sentido la necesidad de escribiros exhortándoos a contender ardientemente por la fe que de una vez para siempre fue entregada a los santos."


Hemos de separarnos de aquellos con apariencia de piedad, pero que no siguen la sana doctrina.

II Timoteo 3.5:

"teniendo apariencia de piedad, pero habiendo negado su poder; a los tales evita."


No debemos alentar o dar cooperación a las personas cuya doctrina no es sana.

II Juan 10,11:

"Si alguno viene a vosotros y no trae esta enseñanza, no le recibáis en casa, ni le saludéis, pues el que le saluda participa en sus malas obras."

Dios tiene pueblo en muchos lugares, y no creo que la Iglesia Católica, ni la Iglesia Evangélica salve, sino solo la genuina fe en Jesucristo, cuando nacemos de nuevo, del agua y del Espíritu Santo. Por tanto, no es mi deseo que los hombres cambien de religión, sino que estén en el lugar correcto, para que sean hallados aprobados por Cristo en Su venida. No estoy con ninguna organización, si se aparta del Camino, pero estoy con todos los que no se apartan.

Existen dos reinos: el de luz y el de tinieblas; y si no estás en uno, estás en otro. Después de todo, Jesucristo no fundó organización alguna, y fué Él quien dijo:

"El que no está conmigo, contra mí está; y el que conmigo no recoge, desparrama." (LUCAS 11:23)

"Juan le dijo: Maestro, vimos a uno echando fuera demonios en tu nombre, y tratamos de impedírselo, porque no nos seguía.

Pero Jesús dijo: No se lo impidáis, porque no hay nadie que haga un milagro en mi nombre, y que pueda enseguida hablar mal de mí.

Pues el que no está contra nosotros, por nosotros está.

Porque cualquiera que os dé de beber un vaso de agua, por razón de vuestro nombre, ya que sois seguidores de Cristo, en verdad os digo que no perderá su recompensa.

Y cualquiera que haga tropezar a uno de estos pequeñitos que creen, mejor le fuera si le hubieran atado al cuello una piedra de molino de las que mueve un asno, y lo hubieran echado al mar." (MAR 9:38-42)

Estos textos deben traer mucho temor de Dios al corazón, pues no hemos de ser de tropiezo al que cree; pero aquí vemos en la Biblia que Jesús no tiene denominación, ni religión, ni organización humana, sino que las hemos hecho nosotros los hombres. Sin embargo, la otra cara de la moneda es que si juntamos todas esas organizaciones humanas no hemos resuelto el problema, pues no habremos conseguido la unidad de Espíritu en un solo Cuerpo de Jesucristo, sino que habremos creado un aparato monstruoso cuyo poder mundano ofrecerá un catastrófico soporte a los políticos gobernantes de la tierra. Y ésto está profetizado: ocurrirá indefectiblemente, porque es Palabra de Dios. La Biblia habla en innumerables ocasiones al pueblo de Dios, diciendo: "mirad que nadie os engañe".

Estamos entre los evangélicos, pero nuestro compromiso es solo con la Verdad; y si alguno está comprometido con Jesucristo, el cuál es la Verdad, nosotros hemos de estar comprometidos también con él, y no me importa que esté entre católicos, o solo. Permanezcamos fieles Al que nos llamó a Su luz admirable.



Angel Alcarria
 
Re: Estimado don Juan:

Re: Estimado don Juan:

Originalmente enviado por: Ricardo
Refugiarnos en la ignorancia del evangelio para poderlo vivir
más plenamente y sin complicaciones, es una utopía; solamente sirve para que los tuertos reinen sobre los ciegos.
Quedo de usted, su seguro servidor,
Ricardo.

Amigo Ricardo, yo en ningún momento he ignorado el Evangelio, sino que lo proclamo por encima de todo. Es precisamente lo contrario de lo que has entendido.

Sólo a la luz del Evangelio, y con la ayuda de Dios, podremos descubrir en las escrituras lo que es verdadero y lo que es falso. Pues todo aquello que contradiga al Evangelio no es palabra de Dios.
 
LA VERDADERA IGLESIA DE DIOS

LA VERDADERA IGLESIA DE DIOS

LA VERDADERA IGLESIA DE DIOS ES AQUELLA QUE NOS SALVA. Y un día un joven rico le preguntó al Señor por la salvación:

"Entonces vino uno y le dijo: Maestro bueno, ¿qué bien haré para tener la vida eterna? El le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno sino uno: Dios. Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. Le dijo: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio. Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti mismo. El joven le dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué más me falta? Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme. Oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones". (MATEO 19:16-22)

Fijarse qué fácil es encontrar la verdadera iglesia de Dios, la que cumple con todos los mandamientos que Jesucristo le da al joven rico. Así que dejarse ya de elucubraciones y largos testamentos. En el Evangelio está sencillamente explicado dónde está la verdadera Iglesia de Dios. Lo difícil es querer vivirla, pues los primeros cristianos vivían una comunidad de bienes donde todo lo tenían en común (Hechos 2 y 4).

Así que ya lo sabéis, amigos, la verdadera Iglesia de Dios es aquella que cumple con los preceptos que nos enseña Jesucristo para no hacer daño a nadie, pero sin olvidar también que los bienes deben ser comunes entre todos los hermanos que aman a Jesucristo.

Las grandes religiones y otras muchas, con sus tratados filosóficos, han intentado siempre hacer ver que no es necesario tener los bienes en común entre los hermanos, pues los que dominaban sobre esas religiones, como hizo el joven rico, así hicieron ellos: le dieron la espalda a Jesucristo, y siguieron el camino de la codicia... Y como la codicia es la raíz de todos los males, entonces ninguna de estas religiones es la Iglesia de Jesucristo.