¡Sigue adelante con fe y esperanza!


#diostieneelcontrol
No puedo evitar no morderme la lengua
Voy a razonaros lo perverso de ese mensaje de "diostieneelcontrol" y el propósito de que todo lo que sucede es por algo bueno.
En primer lugar el tema del control. Si Dios tiene el control, ¿qué pintamos los seres humanos en su creación?, ¿acaso no nos nombro administradores de su creación?, ¿no nos dejó al cargo de las minas, nos dio talentos y nos dejó trabajar en su viña?
Numerosas parábolas no se refieren siempre al Reino de los cielos, sino al Reino de Dios en lo terrenal.
Dios no controla, nos delega como administradores y quiere que seamos justos y misericordiosos como verdadero Justo que es. Si entramos en un pernicioso círculo de "paso de controlar mi vida ya que no puedo controlarla porque Dios controla todo", eso inevitablemente nos encamina a una indolencia en la que probablemente terminemos como en aquella parábola de los talentos:
"Respondiendo su señor, le dijo: Siervo malo y negligente, sabías que siego donde no sembré, y que recojo donde no esparcí. 27 Por tanto, debías haber dado mi dinero a los banqueros, y al venir yo, hubiera recibido lo que es mío con los intereses"
Y aunque sus planes no sean nuestros planes, Dios sabe que nuestros planes se pueden perfectamente alinear con los suyos cuando partimos de las premisas fundamentales de la doctrina de Jesucristo. No puede haber incompatibilidad cuando usando nuestros talentos hacemos de este un mundo mejor.
¡Eso es tomar el control de nuestras vidas!
"Todo lo que sucede en tu vida es parte de su propósito"
¿Todo?
Perdonadme pero no.
Es una perversidad que intenta hablarnos (mal) de la voluntad o el "plan perfecto".
Si tan perfecto es, os invito a visitar los hospitales, especialmente aquellos donde algunos niños simplemente no tienen esperanza y sufren. Ellos encuentran su esperanza en el Amor, pero no pueden ni se debe decir a nadie que es voluntad de su Padre que está en los cielos esa enfermedad, esa es la perversidad del mal entendimiento de la libertad absoluta dada a nuestra creación y la clara imperfección de este lugar limitado, finito, necesariamente temporal porque se rige por las leyes del tiempo, y donde hay principio, habrá un final.
Siempre y cuando atribuyamos a Dios todo, caemos en el dilema de Epicuro, y ya va siendo hora de que avancemos un poco en el entendimiento que el Evangelio nos dio sobre Dios.