Ἀποκάλυψις (apokálipsis) literalmente es revelación
Quitar el velo es αφαιρώ τό βέλο η το πέπλο aferó to velo i to peplo
Ἀποκάλυψις (apokálipsis) revelación, la palabra más bella de la lengua helénica y de la Divina Escritura y ἀνακάλυψις (anakálipsis, descubrimiento).
Ἀποκάλυψις (apokálipsis) revelación, desgraciadamente en Occidente la han malinterpretado mucho esta palabra, cuando un occidental oye apocálipsis se asusta y la identifica mayormente con el libro del Apocalipsis o como una catástrofe y es todo lo contrario. En cambio cuando la oye un heleno (griego) le produce admiración, sosiego y alegría; actualmente en griego moderno sigue siendo una palabra de uso común. En todas las traducciones la usamos en el sentido griego: la apocálipsis y las apocalipsis y el verbo apocaliptar-revelar; insistimos en ello para que el lector se vaya familiarizando con este bellísimo término. En cambio, cuando nos referimos al libro del Apocalipsis como tal, lo escribimos en masculino “El Apocalipsis”.
La apocálipsis-revelación de Dios se da en hombres concretos, los cuales llegaron a un grado espiritual de su vida y vieron a Dios y así conocieron la apocálipsis-revelación. Estos hombres se llaman portadores de la apocálipsis-revelación. Así Dios no se devela, manifiesta simplemente en la historia, sino en los santos quienes viven en la historia. Además es conocida la bienaventuranza de Cristo; “Bienaventurados, dichosos y felices los καθαροί
kazarí, los que han hecho la catarsis (purgación y sanación) de su corazón, porque estos contemplarán, verán y conocerán a Dios. (Mt 5,8).
El Apóstol Pablo en su epístola a los Hebreos dice: “Habiendo Dios hablado en el tiempo antiguo muchas veces y de muchas maneras a los padres por los profetas, en estos postreros días nos habló por medio del Hijo, a quien constituyó heredero de todas las cosas, por el cual también hizo el universo, (Heb 1,1) y a los Corintios dice que escuchó logos, verbos inefables que el hombre no puede expresar, (2ªCor 12,4). Apocalipsis son los logos y verbos inefables, increados que se formulan con logos, conceptos y verbos creados. La apocálipsis o revelación es praxis y energía de la Deidad y como tal, pertenece a otro nivel, transciendo a las energías cósmicas. Así que apocálipsis significa aparición, manifestación o revelación de la divina doxa (gloria luz increada) del Dios Trina y participación del hombre en la divina jaris (gracia energía increada) y doxa, y la zéosis que es la vivencia, experiencia de la Apocálipsis. El grado más alto de apocálipsis o revelación es el Pentecostés. Apocálipsis tal y como se manifiesta la palabra es la revelación, por lo tanto, es manifestación o aparición de algo que antes estaba cubierto y oculto.
En contraposición de la ἀνακάλυψις (anakálipsis, descubrimiento) que se mueve a los límites de la lógica de la diania (mente, intelecto o cerebro), del esfuerzo y la invención humana, pero la Apocálipsis es la venida de esta luz increada que la lógica humana no podía comprender, ya que ella es limitada. Los filósofos y los sabios a través de los siglos alguna vez llegaron a percibir algunas cosas por la inspiración humana (logos espermático), puesto que con la lógica potente y persistente de ellos, les hizo moverse un poco fuera de los marcos en los que se movían los demás hombres. La Apocálipsis reveló cosas totalmente desconocidas a la lógica humana. Los Profetas, los Apóstoles y los Santos son los portadores de la divina Apocálipsis que trajo al mundo el Cristo y los que expresan la Tradición Ortodoxa. La vivieron al límite de sus vidas personales y se la enseñaron a sus rebaños. Con ella se enfrentaron a todas las herejías que aparecieron mediante los siglos; también con la apocálipsis superaron y vencieron a la muerte y la opresión del tiempo.
Se dice que la Biblia, la Santa Escritura, contiene el Logos de Dios, pero no es así. La Biblia no es el Logos de Dios, sino la descripción y el registro de la Apocálipsis de Dios en el corazón de los Santos, los Apóstoles y los Profetas. El Dios no se comunica con lenguaje humano, ni con textos escritos. El Dios se comunica a través de Su Increada Luz y Energía introduciéndose dentro del corazón, como esencia, o nus, como energía del hombre, recibiendo éste así la Jaris (gracia, increada energía de Dios). Por lo tanto, la Biblia por sí misma no es el Logos de Dios; es “logos” sobre el Logos de Dios. Primero fue la Apocálipsis (revelación) y después el registro o descripción en letra y así se origina La Biblia.
La religión se crea con el movimiento del hombre hacia Dios (racionalismo), y el mejor y mayor racionalista y filósofo es el diablo, conoce las Escrituras mejor que el hombre. En el Cristianismo ortodoxo sucede lo contrario, se presenta como movimiento de Dios hacia al hombre, del Logos increado encarnado y sacrificado para el hombre, “la oveja perdida”, etc. En la religión el hombre se sacrifica por el Dios. En el Cristianismo ortodoxo, el Dios se sacrifica por el hombre, es el Θεάνθρωπος
Zeántropos Dios-Hommbre Cristo el primer Teólogo quien nos ha apocaliptado-revelados logos increados, inefables…, es la apocálipsis de la verdad que es en sí el mismo Dios, Cristo.
DOGMÁTICA EMPÍRICA I PARTE C´
LOS PORTADORES DE LA APOCÁLIPSIS REVELACIÓN
por Ioanis Romanidis e Ierotheo Vlajos
Entre los santos θεόπτοις
zeoptis (los que ven la divina luz increada) y que se llaman también glorificados o deificados están incluidos los Profetas. Profetas son los santos aquellos que predicen las cosas futuras, pero también aquellos que enseñan los misterios del reinado de la Realeza increada de Dios, que los conocen personalmente. Pero esto presupone un nivel de vida espiritual y experiencia en un grado grande de la divina Jaris (energía increada gracia). Por lo tanto con el término Profeta es calificado y llamado el santo que tiene κοινωνία (conexión, comunión y unión) con Dios, conoce por apocálipsis-revelación la voluntad de Dios, ha alcanzado la zéosis y se convierte en didáskalos-maestro del laós-pueblo.
Los Profetas en el Antiguo Testamento veían la Segunda Persona-Hipóstasis de la Santa Trinidad, el Logos no encarnado, ya que todas las teofanías de Dios en el Antiguo Testamento eran apocálipsis-revelación del increado Logos no encarnado, en cambio los Profetas/Santos/as del Nuevo Testamento ven el Logos encarnado. Esta es la diferencia básica entre Antiguo y Nuevo Testamento…
Apocálipsis-revelación es develación, de Dios a los santos glorificados tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento, y esto por supuesto se hizo en varios grados y siempre el Dios se apocaliptaba-revelaba escondido y se escondía develado. El Dios es secreto o escondido porque se apocalipta por Sus energías increadas, pero Su esencia-usía inconcebible, ininteligible no es participada. Esto muestra que la Santa Escritura no es la apocálipsis-revelación de Dios, sino logos, dichos sobre la apocálipsis-revelación...
…¿La Santa Escritura es sobre la apocálipsis o es ella la misma apocálipsis-revelación? ¿Los logos, dichos, verbos y conceptos son sobre Dios, son sobre la apocálipsis? ¿Qué es la apocálipsis-revelación?
Existen aquellos que piensan y creen que la apocálipsis-revelación es venir el Espíritu Santo sobre el escritor de la Santa Escritura, sentarse aquí en sus hombros, diciendo, toma el bolígrafo, -en el antiguo tiempo la pluma- y escribe, y se sienta el Espíritu Santo en sus hombros y dice: “escribe: tal cosa dice el Señor o estas cosas dice Dios”, son las mismas palabras que dijo Dios al Profeta, al Apóstol.
Los Padres no están de acuerdo con esta percepción sobre la Apocálipsis-Revelación, es decir, sobre zeopnefstía-inspiración divina. No fue dictado de Dios el Antiguo Testamento ni el Nuevo, ni los escritores son secretarios de Dios que se sentaban y escribían lo que decía Dios, ni los Sínodos Ecuménicos son tal cosa…
«La idea de que la Escritura se puede identificar con la apocálipsis-revelación no sólo es ridícula y de risa desde el punto de vista patrístico, pero también herejía clara. La Escritura no es apocálipsis, sino logos (conceptos y dichos) sobre la apocálipsis. La Escritura es el único criterio de la auténtica, ortodoxa y pura apocálipsis, pero la apocálipsis además en la Escritura no se delimita al tiempo, crónicamente.
La Escritura de por sí no constituye, no es la doxa-luz increada gloria de Dios en Cristo y por tanto la Escritura no es el Pentecostés, sino que habla sobre el Pentecostés. La experiencia del Pentecostés está contenida en la Santa Escritura y a la vez transciende la Escritura.» «La Santa Escritura no es apocálipsis, como algunos piensan y creen. La apocálipsis trasciende la Santa Escritura. Porque la apocálipsis es la experiencia del Pentecostés, la que no se puede describir. Lo que tenemos en la Santa Escritura no es una descripción del Pentecostés, sino que una redacción o conversación, consideración sobre el Pentecostés, sobre la apocálipsis-revelación. Porque sólo el que participa de la apocálipsis conoce lo que es la apocálipsis. Por eso conoce y trasciende la comprensión-noesis y la expresión. La Santa Escritura se escribe sobre la apocálipsis y el propósito de Ella no es darnos la apocálipsis-revelación dentro de los marcos de dos portadas. No podemos tomar la Santa Escritura, como hacen la mayoría de los Protestantes y Romanocatólocos, y decir que comienza con el libro del Génesis y termina con el libro del Apocalipsis y todas estas páginas con todas estas palabras en esta colección decir que esta es la apocálipsis-revelación, éste es el logos de Dios. La Santa Escritura no es el logos de Dios, sino logos (creados) sobre el Logos increado de Dios. Siempre “sobre”, no es esta misma apocálipsis-revelación o el logos increado de Dios. Para la Tradición Ortodoxa el describir nosotros la Santa Escritura como apocálipsis o como logos increado de Dios es tontería, necedad; es decir, sería vergonzoso decir herejía, y lo más correcto es decir tontería y necedad.»
La apocálipsis es experiencia de la realidad increada, “el Dios no se apocalipta en la palabras”, mientras que el que participa de la apocálipsis escribe con palabras creadas…
«Además de esto, la Santa Escritura no es apocálipsis, sino que tiene conceptos sobre la apocálipsis-revelación, los cuales conceptos son zeopnefstos-inspirados de Dios, pero el propósito y objetivo de estos conceptos no son para enseñar verdades creadas sobre el mundo creado. No es este el fin. El fin o propósito de los conceptos inspirados de Dios es enseñar sobre la increada realidad, no sobre la creada. Por lo tanto, no es admisible en cada uno utilizar la Santa Escritura para sostener cualquier filosofía o ciencia positivista que el mismo piensa y cree que cultiva…
Efectivamente, la opinión desde el punto de vista de que la Santa Escritura es identificada con la apocálipsis-revelación ha creado muchos problemas a la Iglesia y todas las herejías, incluso ha creado conflictos también con la ciencia. La Teología del Medievo identificó la Santa Escritura con la apocálipsis.
El Pentecostés es la apocálipsis-revelación de la verdad. Entonces la Iglesia se hace Cuerpo de Cristo, por eso festejamos el nacimiento de la Iglesia el día del Pentecostés, la resucitada en Cristo…
Por lo tanto, podemos resumir que tenemos plena apocálipsis-revelación en el Antiguo Testamento. Tenemos en el Antiguo Testamento apocálipsis de la verdad, desde el punto de vista del dogma de la Santa Trinidad. Después tenemos la apocálipsis en Cristo de la encarnación. Después tenemos apocálipsis de la deidad de Cristo, cuando el Cristo se apocalipta-revela a Sí Mismo, no sólo con logos, palabras y milagros, sino apocaliptando también Su deidad por la experiencia de la zéosis. Y después la forma definitiva de la revelación-apocálipsis es ya el día del Pentecostés en donde no sólo la Luz increada brilla e irradia interiormente sino también la naturaleza humana de Cristo alumbra e irradia interiormente en los hombres que llegan a la experiencia de la zéosis.