DIOS ES NUESTRO FARO

21 Marzo 2002
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Has visto alguna película donde una embarcación, que en medio de la tormenta, ha sido salvada por la luz de un faro.
Toda la tripulación se afana en arriar velas, amarrarse a los mástiles para no ser arrancados del barco y ser devorados por la furia del mar.
Al ver a lo lejos la pequeña luz parpadeante del faro, todos renuevan la esperanza de llegar sanos y salvos a tierra firme.
Esto me hace pensar que nosotros nacidos de nuevo en Cristo, estábamos en medio de la tormenta y que nuestra barca pequeña y frágil estaba a punto de hundirse. Pero Dios como un faro nos a guiado a tierra firme. Dios (el faro ) siempre estuvo allí, esperando, pero nosotros no lo queríamos ver, al contrario nos alejábamos mas de tierra firme creyendo que por nosotros mismos podíamos cruzar esa tormenta.
Por la gracia de Dios Jesucristo, llegamos sanos y salvos a tierra firme.
Pero hoy quiero decirte que muchos que hemos visto esa luz, navegamos hacía ella y cuando ya nos sentimos seguros cambiamos nuestra dirección buscando otras señales que creemos nos salvarán también.
Cuantos hermanos vemos que dicen buscar a Cristo cuando en realidad están buscando solamente algún beneficio para ellos.
Cuantos dicen servir a Cristo y lo que hacen es estar sirviéndose de él para alcanzar alguna necedad de ellos.
Cuantos han puesto alguna cosa o alguna persona por encima de Dios y se han afanado tanto a ello, que han olvidado que nuestra prioridad es Dios.
Dios es tan grande y misericordioso que va a estar esperándote como el faro, hasta que lo vuelvas a ver y guiarte por el buen camino.
No te arriesgues hermano, no vaya a ser demasiado tarde y nunca llegues a pisar tierra firme, no busques primero las cosas y después a Dios.
Recuerda: Busca primero el reino de Dios y todo lo demás será por añadidura.

Yo le doy gracias a Dios, que siendo él tan grande y poderoso, ha puesto sus ojos en mí y en mi familia y le pido con gran fervor que nunca permita que desvíe mi vista de él.
A Dios Espíritu Santo le ruego que guíe mis pasos por esta vida y me libre de vivir sin temor de Dios.
Pido a Dios que a todos ustedes que están siguiendo esa luz los bendiga y a esos hermanos que han cambiado el rumbo o creen que van por el camino recto, los tome con su mano poderosa y los traiga al camino verdadero. Amén.

Dios los bendiga y los llene de bendiciones.