Dios es mi papá

6 Enero 2000
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Dios los bendiga. Quería compartir algo que me ocurrío hace unos meses, es sólo uno de los tantos regalos que Dios me hace.
Me encontraba en una asamblea, y el Señor contestó uno de los interrrogantes que por aquel entonces agobiaba mi vida, y lo hizo de una forma grandiosa. Yo no sabía como actuar frente a el modo de vida que nos propone la sociedad secularizada y ateizada, no sabía como entender el porque de tanta maldad y mucho menos comprender los anti-testimonios de personas que se dicen cristianas; y Él, Él, lleno de amor, me mostró que el camino del cristiano es muy pero muy diferente al del mundo, que sólo a través del sacrificio y de la abnegación se llega a la felicidad verdadera, y por más que el tiempo de siembra sea doloroso y por momentos casi insoportable, es la única manera de cosechar aquello que no se termina nunca y que nos plenifica como seres humanos. Y que los valores que Jesús nos muestra en el Evangelio, estarán aquí en la medida en que yo, sí, en la medida en que yo los viva (siendo siempre consciente de que en el mundo hay hermanos que también viven los valores evangélicos y que no estoy sólo) Sí, Abba, gracias por que por tu amor me mostraste que la santidad es un camino que se hace día a día, en los pequeños "sí" que damos, y en los "no" que oponemos a todo aquello que quiere apartarnos de ti (idolatría, fornicación, engaño, venganzas, deshonestidad, envidia, chismes, traición, soberbia).
Que toda la Gloria sea para el Dios Padre bueno que nos ama y nos llamó por su Amor, gracias a Dios por todo lo que hace en mi vida.
Les aseguro que si buscan de corazón al Señor y son sinceros con Él, recibirán respuesta y nacerán a una nueva vida en la que Él será el dueño de sus corazones y los llevará por los caminos del bien en los que se debe ser valiente y firme, como le dijo a Josué (Jos 1: 9).
Alabado y exaltado sea el Dios de Israel, Padre de Nuestro Señor Jesucristo, alabado y glorificado por todas criaturas, pues no hay otro cómo Él. Al Dios todopoderoso y lleno de fidelidad y misericordia, que nunca nos abandona, a Él sea toda la gloria.
Y que quede constancia, no hay nadie más grande que el Dios vivo, nadie, nadie, nadie.
Que la paz del Señor esté con ustedes.