¿cómo se puede seguir confiando en Dios, que se supone Padre misericordioso, en un Dios que (como revela el Nuevo Testamento y como usted repite con tanta pasión) es el Amor mismo, a la vista del sufrimiento, de la injusticia, de la enfermedad, de la muerte, que parecen dominar la gran historia del mundo y la pequeña historia cotidiana de cada uno de nosotros?
¿el Dios que permite todo esto es todavía Amor, como proclama san Juan en su primera carta? Mas aun, ¿es acaso justo con su creación? ¿no carga en exceso la espalda de cada uno de los hombres? ¿ no deja al hombre solo con este peso, condenándolo a una vida sin esperanza?
Sin duda es una pregunta que muchos cristianos y no cristianos se hacen, en mi caso (como en muchos otros me imagino) fue otra persona la que me la planteo, y al igual que otros a los que les han hecho esta pregunta, di la respuesta mas clásica de todo “cristiano” que no se toma la molestia de meditar tan complicada pregunta y desea deshacerse del problema...
“Dios no es malo, malo es el hombre que se aleja de el para hacer cualquier cosa por poder y dinero”.
Respuesta que no esta lejos de la realidad, aunque no llena las expectativas de quien izo la pregunta ni a nosotros que dimos la respuesta, por que siempre nos queda una espina, que no debemos negar, a mi me a pasado.
Ahora quiero publicar una respuesta a dicha pregunta, que no hace mucho leí en un maravilloso libro titulado “Juan Pablo II, Cruzando el umbral de la esperanza”; mi intención no es hacer propaganda a una religión, ni menos al Papa. Mi única intención es compartir una respuesta a tan seria pregunta, que sin duda Dios nos revela en uno de sus servidores...
La pregunta que leíste al principio, es exactamente una de las preguntas que le hicieron a Juan pablo en la entrevista publicada en dicho libro a lo que el respondió...(las preguntas que ves al principio con letra cursiva son preguntas que quizás en forma sarcástica añadió Juan Pablo al principio de su respuesta)
STAT CRUZ DUM VOLVITUR ORBIS (<la cruz permanecerá mientras el mundo gire).tantos enfermos incurables en los hospitales, tantos niños disminuidos, tantas vidas humanas a quienes les es total mente negada la felicidad humana corriente que proviene del amor, del matrimonio, de la familia. Todo esto junto crea un cuadro sombrío, que a encontrado su expresión en la literatura antigua y moderna.
Dios a creado al hombre racional y libre y, por eso mismo, se ha sometido a su juicio. La historia de la salvación es también la historia del juicio del hombre sobre Dios. No se trata solo de interrogantes, de dudas, sino de un verdadero juicio. En parte, el veterotestamentario libro de Job es el paradigma de este juicio. A eso se añade la intervención del espíritu maligno que, con perspicacia aun mayor, esta dispuesto a juzgar no solo al hombre, sino también la acción de Dios en la historia del hombre. Esto queda confirmado en el libro de Job.
ESCANDALUM CRUCIS, el escándalo de la cruz. En una de las preguntas precedentes planteo usted de modo preciso el problema: ¿era necesario para la salvación del hombre que Dios entregase a su hijo a la muerte en la cruz?
En el contexto de estas reflexiones es necesario preguntarse: ¿podría ser de otro modo? ¿podría Dios, digamos, justificarse ante la historia del hombre, tan llena de sufrimientos, de otro modo que no fuera poniendo en el centro de esa misma historia la misma cruz de cristo? Evidentemente, una respuesta podría ser que Dios no tiene necesidad de justificarse ante el hombre: es suficiente con que sea todo poderoso; desde esa perspectiva, todo lo que hace o permite debe ser aceptado. Esta es la postura del bíblico Job. Pero Dios, que además de ser Omnipotencia, es Sabiduría y –repitámoslo una ves mas- Amor, desea, por así decirlo, justificarse ante la historia del hombre. No es absoluto que esta fuera del mundo, y al que por tanto le es indiferente el sufrimiento humano. Es el Emmanuel, el Dios-con-nosotros, un Dios que comparte la suerte del hombre y participa de su destino. Aquí se hace patente otra insuficiencia, precisamente la falsedad de aquella imagen de Dios que el iluminismo acepto sin objeciones. Respecto al evangelio, eso constituye un evidente paso atrás, no un paso en dirección a un mejor conocimiento de Dios y del mundo, sino un paso hacia su comprensión.
¡No, absolutamente no! Dios no es solamente alguien que esta fuera del mundo, feliz de ser en Si mismo el mas sabio y omnipotente. Su sabiduría y omnipotencia se ponen, por libre elección, al servicio de la criatura. Si en la historia humana esta presente el sufrimiento, se entiende entonces porque su omnipotencia se manifestó con la omnipotencia de la humillación mediante la cruz. El escándalo de la cruz sigue siendo la clave para interpretar el gran misterio del sufrimiento, que pertenece de modo tan integral a la historia del hombre.
En eso concuerda incluso los críticos contemporáneos del cristianismo. Incluso esos ven que cristo crucificado es una prueba de la solidaridad de Dios con el hombre que sufre. Dios se pone de parte del hombre. Lo hace de manera radical: <se humillo a si mismo asumiendo la condición de ciervo, haciéndose obediente hasta la muerte y muerte de cruz>(cfr. Filipenses 2,7-8). Todo esta contenido en esto: todos los sufrimientos individuales y los sufrimientos colectivos, los causados por la fuerza de la naturaleza y los provocados por la libre voluntad humana, las guerras y los GULAG y los holocaustos, el holocaustos hebreo, pero también, por ejemplo, el holocausto de los esclavos negros de África.
Quisiera anexar la pregunta que sigue en el libro...
<sin embargo, es muy conocida la objeción que muchos plantean: de este modo la pregunta sobre el dolor y el mal del mundo no se afronta de verdad, sino que solo se pospone. De echo, la fe afirma que Dios es omnipotente, ¿por qué, entonces, no ha eliminado y sigue sin eliminar el sufrimiento del mundo que El ha creado? ¿no estamos aquí ante una especie de < impotencia divina >, como dicen incluso personas de sincera aunque atormentada religiosidad?
que crees que respondio Juan Pablo... mas aun que piensas tu?
¿el Dios que permite todo esto es todavía Amor, como proclama san Juan en su primera carta? Mas aun, ¿es acaso justo con su creación? ¿no carga en exceso la espalda de cada uno de los hombres? ¿ no deja al hombre solo con este peso, condenándolo a una vida sin esperanza?
Sin duda es una pregunta que muchos cristianos y no cristianos se hacen, en mi caso (como en muchos otros me imagino) fue otra persona la que me la planteo, y al igual que otros a los que les han hecho esta pregunta, di la respuesta mas clásica de todo “cristiano” que no se toma la molestia de meditar tan complicada pregunta y desea deshacerse del problema...
“Dios no es malo, malo es el hombre que se aleja de el para hacer cualquier cosa por poder y dinero”.
Respuesta que no esta lejos de la realidad, aunque no llena las expectativas de quien izo la pregunta ni a nosotros que dimos la respuesta, por que siempre nos queda una espina, que no debemos negar, a mi me a pasado.
Ahora quiero publicar una respuesta a dicha pregunta, que no hace mucho leí en un maravilloso libro titulado “Juan Pablo II, Cruzando el umbral de la esperanza”; mi intención no es hacer propaganda a una religión, ni menos al Papa. Mi única intención es compartir una respuesta a tan seria pregunta, que sin duda Dios nos revela en uno de sus servidores...
La pregunta que leíste al principio, es exactamente una de las preguntas que le hicieron a Juan pablo en la entrevista publicada en dicho libro a lo que el respondió...(las preguntas que ves al principio con letra cursiva son preguntas que quizás en forma sarcástica añadió Juan Pablo al principio de su respuesta)
STAT CRUZ DUM VOLVITUR ORBIS (<la cruz permanecerá mientras el mundo gire).tantos enfermos incurables en los hospitales, tantos niños disminuidos, tantas vidas humanas a quienes les es total mente negada la felicidad humana corriente que proviene del amor, del matrimonio, de la familia. Todo esto junto crea un cuadro sombrío, que a encontrado su expresión en la literatura antigua y moderna.
Dios a creado al hombre racional y libre y, por eso mismo, se ha sometido a su juicio. La historia de la salvación es también la historia del juicio del hombre sobre Dios. No se trata solo de interrogantes, de dudas, sino de un verdadero juicio. En parte, el veterotestamentario libro de Job es el paradigma de este juicio. A eso se añade la intervención del espíritu maligno que, con perspicacia aun mayor, esta dispuesto a juzgar no solo al hombre, sino también la acción de Dios en la historia del hombre. Esto queda confirmado en el libro de Job.
ESCANDALUM CRUCIS, el escándalo de la cruz. En una de las preguntas precedentes planteo usted de modo preciso el problema: ¿era necesario para la salvación del hombre que Dios entregase a su hijo a la muerte en la cruz?
En el contexto de estas reflexiones es necesario preguntarse: ¿podría ser de otro modo? ¿podría Dios, digamos, justificarse ante la historia del hombre, tan llena de sufrimientos, de otro modo que no fuera poniendo en el centro de esa misma historia la misma cruz de cristo? Evidentemente, una respuesta podría ser que Dios no tiene necesidad de justificarse ante el hombre: es suficiente con que sea todo poderoso; desde esa perspectiva, todo lo que hace o permite debe ser aceptado. Esta es la postura del bíblico Job. Pero Dios, que además de ser Omnipotencia, es Sabiduría y –repitámoslo una ves mas- Amor, desea, por así decirlo, justificarse ante la historia del hombre. No es absoluto que esta fuera del mundo, y al que por tanto le es indiferente el sufrimiento humano. Es el Emmanuel, el Dios-con-nosotros, un Dios que comparte la suerte del hombre y participa de su destino. Aquí se hace patente otra insuficiencia, precisamente la falsedad de aquella imagen de Dios que el iluminismo acepto sin objeciones. Respecto al evangelio, eso constituye un evidente paso atrás, no un paso en dirección a un mejor conocimiento de Dios y del mundo, sino un paso hacia su comprensión.
¡No, absolutamente no! Dios no es solamente alguien que esta fuera del mundo, feliz de ser en Si mismo el mas sabio y omnipotente. Su sabiduría y omnipotencia se ponen, por libre elección, al servicio de la criatura. Si en la historia humana esta presente el sufrimiento, se entiende entonces porque su omnipotencia se manifestó con la omnipotencia de la humillación mediante la cruz. El escándalo de la cruz sigue siendo la clave para interpretar el gran misterio del sufrimiento, que pertenece de modo tan integral a la historia del hombre.
En eso concuerda incluso los críticos contemporáneos del cristianismo. Incluso esos ven que cristo crucificado es una prueba de la solidaridad de Dios con el hombre que sufre. Dios se pone de parte del hombre. Lo hace de manera radical: <se humillo a si mismo asumiendo la condición de ciervo, haciéndose obediente hasta la muerte y muerte de cruz>(cfr. Filipenses 2,7-8). Todo esta contenido en esto: todos los sufrimientos individuales y los sufrimientos colectivos, los causados por la fuerza de la naturaleza y los provocados por la libre voluntad humana, las guerras y los GULAG y los holocaustos, el holocaustos hebreo, pero también, por ejemplo, el holocausto de los esclavos negros de África.
Quisiera anexar la pregunta que sigue en el libro...
<sin embargo, es muy conocida la objeción que muchos plantean: de este modo la pregunta sobre el dolor y el mal del mundo no se afronta de verdad, sino que solo se pospone. De echo, la fe afirma que Dios es omnipotente, ¿por qué, entonces, no ha eliminado y sigue sin eliminar el sufrimiento del mundo que El ha creado? ¿no estamos aquí ante una especie de < impotencia divina >, como dicen incluso personas de sincera aunque atormentada religiosidad?
que crees que respondio Juan Pablo... mas aun que piensas tu?