Diferencias entre el antiguo y el nuevo testamento
Por Constanza Valadéz
Me he preguntado con frecuencia como se podía meter en el mismo lote a Jesús y a Yahvé. ¿Cómo era posible que quién quisiera imitar a Jesús, quisiera imitar a su vez a Yahvé?. Un padre enseña con su ejemplo, y así lo demostró Jesús. No es posible seguir ambas enseñanzas, pues no se puede intentar ser pacifista y belicista a la vez, humilde y arrogante a un mismo tiempo, o misericordioso y rencoroso por igual. Esto no tiene sentido.
Pero ¿cuál puede ser el motivo de que se intenten buscar explicaciones imposibles a esa conjunción manifiestamente desastrosa?. Yo reflexioné largo sobre este tema y me hice varias preguntas, que le remito a ustedes, ¿qué temo? ¿que es la eternidad? ¿quiero la eternidad a toda costa?.
El resultado de esta reflexión fue el siguiente:
_ Quiero la eternidad que Jesús me ofrece, pues me parece maravilloso vivir en la armonía del amor y de la paz de nuestro señor.
_ Una eternidad junto a Yahvé, sería igual al infierno, ya que estaría temiendo continuamente un error que desatara su ira. Sería una eternidad de miedo.
_ No me preocupa equivocarme, pues si llegara alguien probándome de manera inequívoca que Yahvé es quién de verdad tiene el poder y que Jesús no fue más que un loco, (que dicho sea de paso, no lo creo). Yo seguiría a ese loco maravilloso hasta el fin del mundo y renunciaría a la vida que me ofreciera Yahvé.
_ No sigo a Jesús por su promesa de vida eterna. Le sigo porque no encontré a nadie que fuera tan digno de lealtad como él, y agradezco su promesa. No temo equivocarme pues no busco prodigios o señales, y nadie que las realice puede engañarme, yo busco el amor de mi señor Jesús, y éste no se puede fingir si no se tiene.
Después de estas reflexiones, me sentí verdaderamente libre, y para mí adquirió todo su significado la frases:
“Quien ame su vida la perderá, pero quién la desdeñe, la ganará”.
Jesús dijo: “A quien crea no le juzgaré, y quien no crea ya incurrió en juicio, y el juicio está en que vino la luz y prefirió las tinieblas”.
¿Se refiere aquí a nuestros actos pecaminosos?, ¿es que acaso todos los que no creyeron cometieron malos actos y todos los cristianos solo realizamos buenos actos?, sin embargo llamó tinieblas a lo que había entonces, hizo una clara distinción que no implicaba distinción en los actos, ¿y que había antes?, pues la Torá o el Antiguo Testamento. Además por si quedaba alguna duda también dijo: “Yo no vine a juzgar al mundo sino a salvarlo”, ¿Y a salvarlo de qué, si ellos creían regirse por la Ley de Dios?, ¿o no era así?. Veámoslo en otros pasajes:
“Nosotros no somos hijos de la prostitución, somos hijos de Dios”. “Vosotros creéis dar gloria a Dios, pero dais gloria a vuestro padre y vuestro padre es el Diablo, y queréis cumplir los deseos de vuestro padre, éste era homicida desde el principio y no se mantuvo en la verdad, porque no hay verdad en él, cuando dice mentira dice lo que le sale de dentro, porque es mentiroso y padre de la mentira”. Jesús llama también a Satanás Príncipe de este mundo.
_Homicida: ¿no es homicidio la matanza de los primogénitos de Egipto?, ¿no son homicidios todas y cada unas de las matanzas y guerras promovidas y alentadas por Yahvé?
_Mentiroso. Ezequiel 28:2 “ .. . Por cuanto tu corazón se enalteció, y porque, a pesar de ser hombre dijistes: Yo soy un Dios, y estoy sentado en la sede de los Dioses, en el corazón de los mares; porque igualastes tu corazón al corazón de Dios...”; Éxodo: “...Los confundiré para multiplicar así mis prodigios...”
¿No queda meridianamente claro?, pues sigamos:
“Yo soy el primero y el último, yo soy el Alfa y el Omega, no hubo nada antes ni lo habrá después”: ¿No implica este nada todas las personificaciones del Antiguo Testamento?
“Al padre nadie le vio sino el hijo que vino de él”. “Al padre no le habéis visto, ni oído, ni le conocéis”: ¿Y la lucha cuerpo a cuerpo con Jacob, en Génesis 32-23?, ¿y las numerosas conversaciones con Moisés, Abraham, Jacob, etc.?. Hay quienes dicen: No era Dios mismo, sino un Ángel del Señor, y yo le pregunto ¿que Ángel del Señor se atrevería a decir yo soy Dios?. Sólo uno, el rebelde. Otros dicen: era Jesús mismo y así podía hablar con verdad al decir yo soy vuestro Dios. Pero ¿como se explicaría entonces esta otra conversación con Felipe?: “Si me conocéis a mí, conocéis también al padre, desde ahora lo conocéis y lo habéis visto”. Dice Felipe: “Señor, muéstranos al padre y nos basta”. Dice Jesús: “¿Tanto tiempo estoy con vosotros y no me conoces? El que me ha visto a mí, ha visto al padre ¿Cómo dices tu? muéstranos al padre”.
“En verdad os digo, yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que han venido delante de mí son ladrones y salteadores, pero las ovejas no le escucharon. Yo soy la puerta, si uno entra por mí, estará a salvo, entrará y saldrá, y encontrará pasto. El ladrón no viene más que a robar, matar y destruir...”: Todos son todos, y no hace salvedad alguna, además los que ha venido, implica que no eran de aquí, pues si son de aquí, no vienen, están.
“El buen pastor da su vida por las ovejas. Pero el asalariado, que no es pastor, a quien no pertenecen las ovejas, ve venir el lobo, abandona las ovejas y huye, y el lobo hace presa de ellas y las dispersa, porque es asalariado y no le importan nada las ovejas. Yo soy el buen pastor y conozco las ovejas y las mías me conocen a mí, como me conoce el padre”: ¿Quién murió por las ovejas?, ¿y quién permitió que fueran dispersadas numerosas veces?.
Con estas frases y con las frases de “el juicio está en que llegó la luz y prefirió las tinieblas”, Jesús está intentando abrir los ojos de su verdad a quienes escuchan, pues la verdad es la que cada uno escoja, si tu verdad es un dios de temor y represión, que no te dá paz, esta es en realidad tu verdad, pues a tu deseo diriges tu espíritu, y dirás, estaba en lo cierto, esta era la verdad, pero esa verdad es el infierno. Si uno elige la verdad de Jesús, la verdad del Padre, la verdad del amor, allí se dirigirá tu espíritu y esa será tu verdad.
Podría poner ejemplos de este tipo hasta escribir un libro, pero eso también puede hacerlo usted, ya que no estoy tratando con ningún texto que no conozca.
Pero pondré por último algunos ejemplos más, de otro tipo.
Jesús dice, “si no podéis creer mis palabras, creed al menos por las obras”. Pues veamos que nos dicen las obras, con las que Jesús quiso damos ejemplo:
“El que habla por su cuenta, busca su propia gloria, pero el que busca la gloria del que le ha enviado, ese es veraz y no hay impostura en él”: Éxodo 9-14:. “..Porque esta vez voy a enviar todas mis plagas sobre ti y sobre tus siervos y sobre tu pueblo, para que sepas que no hay como yo en toda la tierra”. (busca su gloria a toda costa. )
Jesús dice: “Oísteis decir no matarás (oísteis y no, os dije, o el padre os dijo), pero yo os digo que si tuvierais la intención, o si has llamado necio a tu hermano ya pecastes”. Efectivamente, la intención desequilibra como el mismo acto, aunque es obvio que el acto tiene otras consecuencias añadidas. ¿Porqué entonces quería Dios hacer pecar a Abraham? pues Yahvé le hizo tener la intención de matar a su hijo. No digamos cuantas veces hace pasar a los Israelitas, de las intenciones a los hechos.
Jesús enseña a ser pacífico con los hermanos y pone la otra mejilla, y cuando se encuentra en la tesitura de juzgar a la adúltera antepone la misericordia. Un padre educa con ejemplos, veamos el ejemplo que nos dá Yahvé: En Éxodo 10: Hijo, voy a confundir al vecino para poder machacarle, y así podrás contar a tus hijos como me divertí con él. En Yahvé no hay misericordia, es vengativo, hace robar a su pueblo (los despojos de Egipto) y un largo etc.
A la Ley del ojo por ojo y diente por diente, común por cierto en el Judaísmo y el Islamismo, Jesús declara “Si tu enemigo te maldice, bendícele” o “no juzguéis para no ser juzgados”.
Jesús enseña a Satanás que un padre se sacrifica por sus hijos, pero este no lo entiende, pues ya dice el refrán “cree el ladrón que todos son de su condición”. Hay un ritual templario, reservado a los iniciados que pasan un determinado nivel, donde estos escupen a la cruz, lo interesante de este ritual es su motivación, pues no lo hacen porque no crean en la divinidad de Jesús, esta no la ponen en duda, lo que ponen en duda es su verdadera humanidad y el hecho de que sufriera realmente el martirio en la cruz, creen que esto último no fue más que un montaje, y es que quien sabe bien quien era Jesús (recordar las palabras de un endemoniado “nosotros te conocemos, sabemos quien eres”), y juzga desde su propia perspectiva, como iba a creer que Dios sufriera aquél martirio por quienes, para él, no son más que seres inferiores o esclavos. Pero Jesús dijo: “si el pastor pierde una oveja, ¿no dejará el resto en el monte y saldrá en su busca?, y si la encuentra ¡cuanta será su alegría!.
Hay algo interesante con respecto a este tema del martirio sufrido por Jesús, parece ser que se precipitaron ¿o no?, desechando la prueba de la sábana santa, dando por válida la prueba del carbono 14, esta prueba es eficaz en piedra y su utilización en un tejido no fue nada científico, parece que recientemente se ha sometido este tejido a toda una serie de pruebas de otra índole más apropiada a su naturaleza, son pruebas como las que se utilizan en la serie de televisión CSI, el resultado ha sido que es auténtica, que pertenece a un hombre crucificado hace 2000 años, y que además de presentar restos de sangre del grupo AB, presenta restos de una sustancia segregada por el hígado que solo deja dos opciones: 1.º que el hombre allí cubierto fuese alcohólico, 2.º o como parece indicar las otras pruebas, que el hombre allí cubierto, era un hombre sano y que un terrible sufrimiento y estrés dañara de un modo terrible el hígado. No hay por otro lado una prueba de que aquél hombre se llamara Jesús de Nazaret, pero si no era así, habría que buscar explicación a como un hombre muerto y cubierto con aquella sábana dejó impresa su figura con una especie de radiación que imprimió un negativo fotográfico, que para más complicación, demuestra que en aquél cuerpo se cumplieron toda una serie de circunstancias singulares, y no comunes a los crucificados de la época, y que coinciden con los relatos evangélicos.
Yahvé exige sacrificios a sus hijos.
Jesús llora por quienes habrían de matarle, porque se habían sumido ellos mismos en las tinieblas.
Yahvé manda matar a quienes le estorban porque habitan en las tierras que él había prometido, y es implacable con quienes le desobedecen en la orden de cometer un pecado mortal, porque matar lo es ¿o no?. No perdona y extermina a quienes va estimando que no pertenecen a su pueblo.
Jesús dice, “aprended de vuestro padre celestial que hace salir el sol sobre buenos y malos”.
Yahvé sume a Egipto en las tinieblas.
Jesús dice: “Cargáis al pueblo con pesadas cargas que no pueden soportar”: ¿Y cuales eran estas cargas sino las muchísimas normas de Yhavé, que dirigía hasta el más mínimo detalle de todo, vestir, comer, andar, descansar, etc. Está claro que pretendía no dejar el más mínimo resquicio a la libertad humana y a su pensamiento, tal vez, porque estas dos facultades, que para el Padre son sagradas, hasta el punto de no permitirse traspasarlas, a Yahvé le asustan muchísimo ¿por qué?. No podemos olvidar que todas las normas de represión a la mujer o de condena a la homosexualidad proceden del A.T., lo interesante es el porqué tanto interés en esa represión. Parece que lo femenino (no solo la mujer), por alguna razón dispone de alguna característica mental distinta que le acerca más a intuir lo trascendente, siempre lo hemos llamado sexto sentido de las mujeres, yo diría que tiene más que ver con una mayor fluidez en relacionar el hemisferio derecho e izquierdo del celebro. Recordemos una frase, de las pocas que considero de Dios padre o de un enviado suyo, que en el Génesis dice a la serpiente “pondré enemistad entre tu estirpe y la suya, y ella aplastará tu cabeza”.
Jesús dice: “Mi yugo es ligero. Jesús realmente solo dejó un mandamiento, “amaos los unos a los otros como yo os he amado”.
Tanto amó Dios al mundo, que entregó a su hijo unigénito.
Yahvé no ama, domina y manda, y no al mundo sino a Israel. Su gobierno se basa en el terror y no en el amor.
Al rencor de Yahvé que abandonó a Israel durante 40 años en el desierto, Jesús contrapone la misericordia de la parábola del hijo pródigo, parábola que por cierto excluye el purgatorio católico, pues Jesús deja claro que el padre desea que el hijo vuelva y cuando lo hace, aunque este le pida que le ponga a trabajar en sus campos para purgar sus malas acciones, el padre ordena que le pongan los mejores vestidos y que preparen un banquete en su honor.
Algunos pueden preguntarse, y si esto es así, ¿porqué no vino antes y deshizo el entuerto?. Hay un pasaje difícil del evangelio de San Juan que lo explica.
Es cuando la cananea se acerca pidiendo ayuda a Jesús y éste le dice que no ha sido enviado sino a las ovejas descarriadas de Israel. Cuando la mujer dice, señor, hasta los perritos comen las migajas que caen de la mesa de su señor. Él contesta tu fe te ha salvado.
Es enigmática esta parte, sin embargo Jesús dio dos veces la clave.
“Si no hubiese venido, y no me hubieseis conocido no tendríais pecado, pero ahora que me conocéis vuestro pecado permanece”.
“Si fueseis ciegos, no tendríais pecado, pero como decís “vemos” vuestro pecado permanece”.
La base es exactamente la misma que en el Edén. Dios estimó imprescindible bajar a Israel, porque con él, Satanás se ensañó y creó una situación límite. Pero Jesús también sabía que esa decisión de ofrecer conocimiento conlleva una importante responsabilidad y no quería generalizar esa responsabilidad. Pero la inesperada respuesta de la cananea, llena de fe y desprovista por completo de orgullo le convencieron de que esa mujer en cuestión, sí estaba preparada.
Jesús nunca llamó Yahvé al Padre, y nunca pidió temor de Dios sino amor a Dios, el temor no puede llevar al hombre más que a realizar obras innobles, para preservar su propia vida, el amor es valiente y realiza obras nobles, nada bueno salió nunca del miedo, solo el amor ha escrito páginas maravillosas en la historia, entre ellas la propia vida de Jesús. Pretender hacer sinónimas estas dos palabras es una insensatez, pues no las hay más contrapuestas, no se les puede hallar ninguna similitud de forma artificial, para justificar lo injustificable.
Si creéis en el Yahvé de los prodigios, de la justificación del castigo desproporcionado, del temor y la sumisión sin lógica en el amor, podéis perdeos cuando llegue el momento de elegir, el día del anticristo, pues esa es la imagen que encontraréis en él, o no lo habéis leído, hará prodigios e infundirá temor. ¿Cómo lo distinguiréis de aquél que creéis es Dios?, si metéis en un mismo saco el amor de Jesús y el temor de Yahvé ¿Cómo vais a conocerlo, en su momento, por su obras?.
Por Constanza Valadéz
Me he preguntado con frecuencia como se podía meter en el mismo lote a Jesús y a Yahvé. ¿Cómo era posible que quién quisiera imitar a Jesús, quisiera imitar a su vez a Yahvé?. Un padre enseña con su ejemplo, y así lo demostró Jesús. No es posible seguir ambas enseñanzas, pues no se puede intentar ser pacifista y belicista a la vez, humilde y arrogante a un mismo tiempo, o misericordioso y rencoroso por igual. Esto no tiene sentido.
Pero ¿cuál puede ser el motivo de que se intenten buscar explicaciones imposibles a esa conjunción manifiestamente desastrosa?. Yo reflexioné largo sobre este tema y me hice varias preguntas, que le remito a ustedes, ¿qué temo? ¿que es la eternidad? ¿quiero la eternidad a toda costa?.
El resultado de esta reflexión fue el siguiente:
_ Quiero la eternidad que Jesús me ofrece, pues me parece maravilloso vivir en la armonía del amor y de la paz de nuestro señor.
_ Una eternidad junto a Yahvé, sería igual al infierno, ya que estaría temiendo continuamente un error que desatara su ira. Sería una eternidad de miedo.
_ No me preocupa equivocarme, pues si llegara alguien probándome de manera inequívoca que Yahvé es quién de verdad tiene el poder y que Jesús no fue más que un loco, (que dicho sea de paso, no lo creo). Yo seguiría a ese loco maravilloso hasta el fin del mundo y renunciaría a la vida que me ofreciera Yahvé.
_ No sigo a Jesús por su promesa de vida eterna. Le sigo porque no encontré a nadie que fuera tan digno de lealtad como él, y agradezco su promesa. No temo equivocarme pues no busco prodigios o señales, y nadie que las realice puede engañarme, yo busco el amor de mi señor Jesús, y éste no se puede fingir si no se tiene.
Después de estas reflexiones, me sentí verdaderamente libre, y para mí adquirió todo su significado la frases:
“Quien ame su vida la perderá, pero quién la desdeñe, la ganará”.
Jesús dijo: “A quien crea no le juzgaré, y quien no crea ya incurrió en juicio, y el juicio está en que vino la luz y prefirió las tinieblas”.
¿Se refiere aquí a nuestros actos pecaminosos?, ¿es que acaso todos los que no creyeron cometieron malos actos y todos los cristianos solo realizamos buenos actos?, sin embargo llamó tinieblas a lo que había entonces, hizo una clara distinción que no implicaba distinción en los actos, ¿y que había antes?, pues la Torá o el Antiguo Testamento. Además por si quedaba alguna duda también dijo: “Yo no vine a juzgar al mundo sino a salvarlo”, ¿Y a salvarlo de qué, si ellos creían regirse por la Ley de Dios?, ¿o no era así?. Veámoslo en otros pasajes:
“Nosotros no somos hijos de la prostitución, somos hijos de Dios”. “Vosotros creéis dar gloria a Dios, pero dais gloria a vuestro padre y vuestro padre es el Diablo, y queréis cumplir los deseos de vuestro padre, éste era homicida desde el principio y no se mantuvo en la verdad, porque no hay verdad en él, cuando dice mentira dice lo que le sale de dentro, porque es mentiroso y padre de la mentira”. Jesús llama también a Satanás Príncipe de este mundo.
_Homicida: ¿no es homicidio la matanza de los primogénitos de Egipto?, ¿no son homicidios todas y cada unas de las matanzas y guerras promovidas y alentadas por Yahvé?
_Mentiroso. Ezequiel 28:2 “ .. . Por cuanto tu corazón se enalteció, y porque, a pesar de ser hombre dijistes: Yo soy un Dios, y estoy sentado en la sede de los Dioses, en el corazón de los mares; porque igualastes tu corazón al corazón de Dios...”; Éxodo: “...Los confundiré para multiplicar así mis prodigios...”
¿No queda meridianamente claro?, pues sigamos:
“Yo soy el primero y el último, yo soy el Alfa y el Omega, no hubo nada antes ni lo habrá después”: ¿No implica este nada todas las personificaciones del Antiguo Testamento?
“Al padre nadie le vio sino el hijo que vino de él”. “Al padre no le habéis visto, ni oído, ni le conocéis”: ¿Y la lucha cuerpo a cuerpo con Jacob, en Génesis 32-23?, ¿y las numerosas conversaciones con Moisés, Abraham, Jacob, etc.?. Hay quienes dicen: No era Dios mismo, sino un Ángel del Señor, y yo le pregunto ¿que Ángel del Señor se atrevería a decir yo soy Dios?. Sólo uno, el rebelde. Otros dicen: era Jesús mismo y así podía hablar con verdad al decir yo soy vuestro Dios. Pero ¿como se explicaría entonces esta otra conversación con Felipe?: “Si me conocéis a mí, conocéis también al padre, desde ahora lo conocéis y lo habéis visto”. Dice Felipe: “Señor, muéstranos al padre y nos basta”. Dice Jesús: “¿Tanto tiempo estoy con vosotros y no me conoces? El que me ha visto a mí, ha visto al padre ¿Cómo dices tu? muéstranos al padre”.
“En verdad os digo, yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que han venido delante de mí son ladrones y salteadores, pero las ovejas no le escucharon. Yo soy la puerta, si uno entra por mí, estará a salvo, entrará y saldrá, y encontrará pasto. El ladrón no viene más que a robar, matar y destruir...”: Todos son todos, y no hace salvedad alguna, además los que ha venido, implica que no eran de aquí, pues si son de aquí, no vienen, están.
“El buen pastor da su vida por las ovejas. Pero el asalariado, que no es pastor, a quien no pertenecen las ovejas, ve venir el lobo, abandona las ovejas y huye, y el lobo hace presa de ellas y las dispersa, porque es asalariado y no le importan nada las ovejas. Yo soy el buen pastor y conozco las ovejas y las mías me conocen a mí, como me conoce el padre”: ¿Quién murió por las ovejas?, ¿y quién permitió que fueran dispersadas numerosas veces?.
Con estas frases y con las frases de “el juicio está en que llegó la luz y prefirió las tinieblas”, Jesús está intentando abrir los ojos de su verdad a quienes escuchan, pues la verdad es la que cada uno escoja, si tu verdad es un dios de temor y represión, que no te dá paz, esta es en realidad tu verdad, pues a tu deseo diriges tu espíritu, y dirás, estaba en lo cierto, esta era la verdad, pero esa verdad es el infierno. Si uno elige la verdad de Jesús, la verdad del Padre, la verdad del amor, allí se dirigirá tu espíritu y esa será tu verdad.
Podría poner ejemplos de este tipo hasta escribir un libro, pero eso también puede hacerlo usted, ya que no estoy tratando con ningún texto que no conozca.
Pero pondré por último algunos ejemplos más, de otro tipo.
Jesús dice, “si no podéis creer mis palabras, creed al menos por las obras”. Pues veamos que nos dicen las obras, con las que Jesús quiso damos ejemplo:
“El que habla por su cuenta, busca su propia gloria, pero el que busca la gloria del que le ha enviado, ese es veraz y no hay impostura en él”: Éxodo 9-14:. “..Porque esta vez voy a enviar todas mis plagas sobre ti y sobre tus siervos y sobre tu pueblo, para que sepas que no hay como yo en toda la tierra”. (busca su gloria a toda costa. )
Jesús dice: “Oísteis decir no matarás (oísteis y no, os dije, o el padre os dijo), pero yo os digo que si tuvierais la intención, o si has llamado necio a tu hermano ya pecastes”. Efectivamente, la intención desequilibra como el mismo acto, aunque es obvio que el acto tiene otras consecuencias añadidas. ¿Porqué entonces quería Dios hacer pecar a Abraham? pues Yahvé le hizo tener la intención de matar a su hijo. No digamos cuantas veces hace pasar a los Israelitas, de las intenciones a los hechos.
Jesús enseña a ser pacífico con los hermanos y pone la otra mejilla, y cuando se encuentra en la tesitura de juzgar a la adúltera antepone la misericordia. Un padre educa con ejemplos, veamos el ejemplo que nos dá Yahvé: En Éxodo 10: Hijo, voy a confundir al vecino para poder machacarle, y así podrás contar a tus hijos como me divertí con él. En Yahvé no hay misericordia, es vengativo, hace robar a su pueblo (los despojos de Egipto) y un largo etc.
A la Ley del ojo por ojo y diente por diente, común por cierto en el Judaísmo y el Islamismo, Jesús declara “Si tu enemigo te maldice, bendícele” o “no juzguéis para no ser juzgados”.
Jesús enseña a Satanás que un padre se sacrifica por sus hijos, pero este no lo entiende, pues ya dice el refrán “cree el ladrón que todos son de su condición”. Hay un ritual templario, reservado a los iniciados que pasan un determinado nivel, donde estos escupen a la cruz, lo interesante de este ritual es su motivación, pues no lo hacen porque no crean en la divinidad de Jesús, esta no la ponen en duda, lo que ponen en duda es su verdadera humanidad y el hecho de que sufriera realmente el martirio en la cruz, creen que esto último no fue más que un montaje, y es que quien sabe bien quien era Jesús (recordar las palabras de un endemoniado “nosotros te conocemos, sabemos quien eres”), y juzga desde su propia perspectiva, como iba a creer que Dios sufriera aquél martirio por quienes, para él, no son más que seres inferiores o esclavos. Pero Jesús dijo: “si el pastor pierde una oveja, ¿no dejará el resto en el monte y saldrá en su busca?, y si la encuentra ¡cuanta será su alegría!.
Hay algo interesante con respecto a este tema del martirio sufrido por Jesús, parece ser que se precipitaron ¿o no?, desechando la prueba de la sábana santa, dando por válida la prueba del carbono 14, esta prueba es eficaz en piedra y su utilización en un tejido no fue nada científico, parece que recientemente se ha sometido este tejido a toda una serie de pruebas de otra índole más apropiada a su naturaleza, son pruebas como las que se utilizan en la serie de televisión CSI, el resultado ha sido que es auténtica, que pertenece a un hombre crucificado hace 2000 años, y que además de presentar restos de sangre del grupo AB, presenta restos de una sustancia segregada por el hígado que solo deja dos opciones: 1.º que el hombre allí cubierto fuese alcohólico, 2.º o como parece indicar las otras pruebas, que el hombre allí cubierto, era un hombre sano y que un terrible sufrimiento y estrés dañara de un modo terrible el hígado. No hay por otro lado una prueba de que aquél hombre se llamara Jesús de Nazaret, pero si no era así, habría que buscar explicación a como un hombre muerto y cubierto con aquella sábana dejó impresa su figura con una especie de radiación que imprimió un negativo fotográfico, que para más complicación, demuestra que en aquél cuerpo se cumplieron toda una serie de circunstancias singulares, y no comunes a los crucificados de la época, y que coinciden con los relatos evangélicos.
Yahvé exige sacrificios a sus hijos.
Jesús llora por quienes habrían de matarle, porque se habían sumido ellos mismos en las tinieblas.
Yahvé manda matar a quienes le estorban porque habitan en las tierras que él había prometido, y es implacable con quienes le desobedecen en la orden de cometer un pecado mortal, porque matar lo es ¿o no?. No perdona y extermina a quienes va estimando que no pertenecen a su pueblo.
Jesús dice, “aprended de vuestro padre celestial que hace salir el sol sobre buenos y malos”.
Yahvé sume a Egipto en las tinieblas.
Jesús dice: “Cargáis al pueblo con pesadas cargas que no pueden soportar”: ¿Y cuales eran estas cargas sino las muchísimas normas de Yhavé, que dirigía hasta el más mínimo detalle de todo, vestir, comer, andar, descansar, etc. Está claro que pretendía no dejar el más mínimo resquicio a la libertad humana y a su pensamiento, tal vez, porque estas dos facultades, que para el Padre son sagradas, hasta el punto de no permitirse traspasarlas, a Yahvé le asustan muchísimo ¿por qué?. No podemos olvidar que todas las normas de represión a la mujer o de condena a la homosexualidad proceden del A.T., lo interesante es el porqué tanto interés en esa represión. Parece que lo femenino (no solo la mujer), por alguna razón dispone de alguna característica mental distinta que le acerca más a intuir lo trascendente, siempre lo hemos llamado sexto sentido de las mujeres, yo diría que tiene más que ver con una mayor fluidez en relacionar el hemisferio derecho e izquierdo del celebro. Recordemos una frase, de las pocas que considero de Dios padre o de un enviado suyo, que en el Génesis dice a la serpiente “pondré enemistad entre tu estirpe y la suya, y ella aplastará tu cabeza”.
Jesús dice: “Mi yugo es ligero. Jesús realmente solo dejó un mandamiento, “amaos los unos a los otros como yo os he amado”.
Tanto amó Dios al mundo, que entregó a su hijo unigénito.
Yahvé no ama, domina y manda, y no al mundo sino a Israel. Su gobierno se basa en el terror y no en el amor.
Al rencor de Yahvé que abandonó a Israel durante 40 años en el desierto, Jesús contrapone la misericordia de la parábola del hijo pródigo, parábola que por cierto excluye el purgatorio católico, pues Jesús deja claro que el padre desea que el hijo vuelva y cuando lo hace, aunque este le pida que le ponga a trabajar en sus campos para purgar sus malas acciones, el padre ordena que le pongan los mejores vestidos y que preparen un banquete en su honor.
Algunos pueden preguntarse, y si esto es así, ¿porqué no vino antes y deshizo el entuerto?. Hay un pasaje difícil del evangelio de San Juan que lo explica.
Es cuando la cananea se acerca pidiendo ayuda a Jesús y éste le dice que no ha sido enviado sino a las ovejas descarriadas de Israel. Cuando la mujer dice, señor, hasta los perritos comen las migajas que caen de la mesa de su señor. Él contesta tu fe te ha salvado.
Es enigmática esta parte, sin embargo Jesús dio dos veces la clave.
“Si no hubiese venido, y no me hubieseis conocido no tendríais pecado, pero ahora que me conocéis vuestro pecado permanece”.
“Si fueseis ciegos, no tendríais pecado, pero como decís “vemos” vuestro pecado permanece”.
La base es exactamente la misma que en el Edén. Dios estimó imprescindible bajar a Israel, porque con él, Satanás se ensañó y creó una situación límite. Pero Jesús también sabía que esa decisión de ofrecer conocimiento conlleva una importante responsabilidad y no quería generalizar esa responsabilidad. Pero la inesperada respuesta de la cananea, llena de fe y desprovista por completo de orgullo le convencieron de que esa mujer en cuestión, sí estaba preparada.
Jesús nunca llamó Yahvé al Padre, y nunca pidió temor de Dios sino amor a Dios, el temor no puede llevar al hombre más que a realizar obras innobles, para preservar su propia vida, el amor es valiente y realiza obras nobles, nada bueno salió nunca del miedo, solo el amor ha escrito páginas maravillosas en la historia, entre ellas la propia vida de Jesús. Pretender hacer sinónimas estas dos palabras es una insensatez, pues no las hay más contrapuestas, no se les puede hallar ninguna similitud de forma artificial, para justificar lo injustificable.
Si creéis en el Yahvé de los prodigios, de la justificación del castigo desproporcionado, del temor y la sumisión sin lógica en el amor, podéis perdeos cuando llegue el momento de elegir, el día del anticristo, pues esa es la imagen que encontraréis en él, o no lo habéis leído, hará prodigios e infundirá temor. ¿Cómo lo distinguiréis de aquél que creéis es Dios?, si metéis en un mismo saco el amor de Jesús y el temor de Yahvé ¿Cómo vais a conocerlo, en su momento, por su obras?.