Unos misioneros llegaron hace un tiempo a la iglesia de unos amigos, ellos les invitaron a su casa para hacer un estudio y estando allí les pidieron orar por un pariente que tenía diabetes. El enfermo era un tipo muy rico y joven, durante la reunión había buscado muchos pretextos para no participar de ella, cuando los hermanos dijeron que la reunión se había acabado él recién entró a la casa. Entonces ellos se pusieron de pie y le dijeron que querían orear por su salud, llevándole a una habitación de la casa se dispusieron a orar, de pronto uno de los que estaban orando salió de la habitación y pidió ayuda porque se habían manifestado espíritus inmundos. En la habitación todos oraban en voz baja pero el enfermo comenzó a gritar con varias voces incluso de mujer y a hablar en inglés (sin saber hablar inglés) maldiciendo a los que oraban por él. Para hacer corto el relato luego de un tiempo de oración el endemoniado vomitó una baba negra y quedó libre y sano.
Lo interesante de esta historia es que el amigo este desde muy pequeño había tenido excepcionales oportunidades de manejar fuertes sumas de dinero, un corto tiempo antes de su liberación había comenzado a perderlo todo, durante la liberación los hermanos se enteraron que lo que este muchacho había recibido se lo habían puesto en su camino los demonios que le poseían (a saber 7), ahora está sin un peso, sin trabajo pero libre y feliz, a pesar que sus acreedores le han amenazado si no les paga. Oremos por él.
Lo extraño de caso es que hace algo más de 10 años que se relaciona todo tipo de prosperidad económica con Dios y cualquier tipo de pobreza con un alejamiento de Dios. ¿Cómo explican este caso los que predican el evangelio de la prosperidad?
Lo interesante de esta historia es que el amigo este desde muy pequeño había tenido excepcionales oportunidades de manejar fuertes sumas de dinero, un corto tiempo antes de su liberación había comenzado a perderlo todo, durante la liberación los hermanos se enteraron que lo que este muchacho había recibido se lo habían puesto en su camino los demonios que le poseían (a saber 7), ahora está sin un peso, sin trabajo pero libre y feliz, a pesar que sus acreedores le han amenazado si no les paga. Oremos por él.
Lo extraño de caso es que hace algo más de 10 años que se relaciona todo tipo de prosperidad económica con Dios y cualquier tipo de pobreza con un alejamiento de Dios. ¿Cómo explican este caso los que predican el evangelio de la prosperidad?