REFLEXIONEMOS
Sabiendo que lamentablemente hemos tenido que crear tal entidad por la gran desprotección que están padeciendo en el mundo estas criaturas, y digo lamentablemente porque es algo que no debería existir si todos aportaran su granito de arena y así luchar unidos.Es decir si bien hay gente que hace grandes cosas, o que desde su vida cotidiana ayuda al bienestar general, no resulta suficiente, y parece una utopía el hecho de pretender que todos luchemos por todos, pero ¿no seria lo mas maravilloso poder hacerlo realidad? A veces queremos culpar a los demás de nuestros propios errores, de no tener la voluntad suficiente de hacer algo por el otro, y decimos ¿Por qué no se ocupan de estos niños? ¿Por qué son tan ineficientes? -no hacen nada por los demás y tienen ese cargo en el gobierno-, somos críticos, sin que nadie nos haya otorgado un permiso para hacerlo, siempre lo haríamos mejor que ellos, y quien dice tal vez así sea, pero; cuando empezaremos? Y así, casi sin darnos cuenta nos pasamos la vida culpando a los demás de algo que debería empezar uno.
Y entonces cuando tenemos que justificarnos lo hacemos diciendo; -yo tengo mis propios problemas, y debo ocuparme de mi familia-, no me puedo estar ocupando de los demás-, o también nos hemos oído decir; esto es muy arriesgado, no quiero exponer a mi familia, o; yo solo quiero estar tranquilo y tener una vida sin problemas- y creemos y nos convencemos de que tales decisiones son las correctas, nos limitamos a dar una limosna en la calle, a lamentarnos por el niño que tiene que salir a limpiar parabrisas, por situaciones que a veces ni nos imaginamos, o en el peor de los casos, no nos queremos imaginar, para no cargar con ese peso, y así hacemos de cuenta que nunca vimos nada. Es algo a lo que lamentablemente estamos acostumbrados, ya es parte de nuestra vida cotidiana, ver un niño en la calle, escuchar en las noticias que un padre abuso de su hijo/a, -viste lo que paso hoy? Si, es noticia vieja. Y como sociedad nos acostumbramos, y solo vamos a donde nuestras propias ambiciones nos llevan. Es algo humano y hasta bíblico echarle la culpa al que tenemos al lado, como cuando Adán culpo a Eva de haberlo hecho comer la manzana y por tanto haber desobedecido a DIOS. Como sociedad e individualmente no nos queremos hacer cargo de que los hechos que suceden, también son nuestra responsabilidad, les guste o no a los que estén leyendo este mensaje. Y digo esto porque estamos acostumbrados a delegar responsabilidades, y no me pongo del lado de nadie, porque así también se como procede la justicia o dicho de otra manera, sabemos como NO procede.
La justicia que debería mantener un equilibrio como lo muestra su simbólica imagen, no actúa y no procede como debería, ya no sabemos que puertas tocar, todas se nos cierran a la hora de reclamar por algún delito - si, se que te da impotencia, se que derramaste lagrimas y pateaste paredes porque tu problema debía resolverse! Y te dijeron que había otros antes que vos, te dijeron que no era tan grave, o que no había pruebas suficientes. Se que no te escucharon, tus hijos no tienen para comer, te miran esperando alguna respuesta, ya no sabes que hacer, y así es como fuiste dejando de creer, perdiste la fe en la justicia terrenal, y hasta en DIOS. ¡Aun cuando era el momento donde mas debiste acercarte a ÉL¡. JESUS mismo fue el que dijo; no confíes en los hombres, por esto, no hay nada mas sabio que recurrir a DIOS en los buenos y en los peores momentos de nuestras vidas, el en su infinita sabiduría sabe el porque y el para que de tu situación hoy, aun así el se encargará de que a tu lado hayan personas que te brinden un apoyo-, pero nada mejor que confiar en EL.
No hay que pensarlo demasiado, es mas, ni siquiera hay que pensarlo, empecemos hoy desde nosotros mismos a construir un mundo mejor, empezando por la persona que tenemos a al lado, preguntémosle como se siente, que necesita, si acaso quiere ser escuchado, y si ha cometido alguna falta, saber perdonarlo. Nuestros hijos que si son buenos receptores de los valores que les inculquemos, serán el puente donde se termine de gestar esto que podemos iniciar nosotros desde ya y quizá, me atrevo a soñar que crecerá por generaciones.
Esto es tan simple, solo tenemos que pensar ¿que nos gustaría que los demás hicieran por nosotros? – Yo alguna vez me sentí morir y quise ser escuchado- tuve aquel problema que ni siquiera a mi misma me lo pude contar- o quizás no fue tan grave, pero aun así quise que alguien se me acercara y me preguntara- como te sentís hoy?- o quizá solo una caricia hubiera bastado para sentirme mejor, a veces hasta hay detalles que nos consuelan. Las caricias no siempre son de contacto físico- te preguntaste si hoy tu madre quería que la acompañaras al supermercado? -O quizá al medico- tal vez se estuvo sintiendo mal estos días, y quiso que te acercaras. Ella hiso de todo para que te dieras cuenta: te preparo el desayuno, te pregunto si estabas mejor del leve dolor de cabeza que tuviste hace una semana, te plancho la ropa, y hasta te brindo su tierna sonrisa. Ella te estuvo acariciando con detalles y no te diste cuenta.
Ella encontró consuelo en las caricias que te brindo, en verte bien al recibirlas, en ver como estabas saludable. A veces hay ejemplos de amor a nuestro alrededor de los que no nos damos cuenta.
Para comenzar a cambiar las cosas, solo tenemos que ponernos en los pies de la otra persona,-o quizá de aquel niño que hoy te limpio el parabrisas del auto, o de aquel anciano que te pidió un pedazo de pan y pasaste de largo diciendo tan solo -pobre hombre- ojala que alguien lo ayude-.
Es así, es como actuamos, y otra vez delegamos responsabilidades. Nos cuesta ponernos en los pies del otro, sentir su dolor, sentir su hambre, su angustia, su soledad.
Esto es una realidad, y ante esto y otras problemáticas que surgen a la par estamos haciéndole frente y luchando cotidianamente para mejorar esta situación. Desde aquí, desde este pequeño circulo de personas que un día se reunieron y tuvieron la determinación de cambiar las cosas. Sabiendo que esto puede crecer si entre todos nos decidiéramos a no tener ya utopías, y a convertir el sueño de un mundo mejor en una mejor realidad.
Usuario
Daniela Maidana
Fundación Luz en la Oscuridad es una institución sin fines de lucro dedicada a rescatar y reconstruir la vida de niños y adolescentes víctimas de un pasado de violencia familiar, abusos y abandono. Personería jurídica decreto N 1169/07.
No hay tiempo para perder por cuanto es urgente intervenir con la mayor celeridad posible ante los hechos graves de violencia, abuso y desamparo que actualmente sufren los menores.
Fundación Luz en la Oscuridad
“El querer y el hacer, son como sombra y luz”
PARA SUMARSE A NOSOTROS O SI QUIEREN SABER MAS, PONGANSE EN CONTACTO A TRAVES DE ESTAS VIAS.
Nuestro número de teléfono fijo es 0054-03722- 462008. Mi celular es Personal 3732506841. Recibe mensajes de la pagina www.personal.com.ar. Significa que si entran allí pueden mandarme mensajes de forma gratuita.-
Personalmente en domicilio legal en Casa 31 de la Manzana 53 del Barrio España, Ciudad de Resistencia, capital de la Provincia del Chaco. Argentina. Código Postal 3500.-
e-mail: [email protected]
[email protected]
Nuestro nombre de usuario a través de Skype es: mision.casa.natan
http://es.youtube.com/watch?v=uFoK5USecBI allí van a encontrar nuestro primer video, donde se ve reflejada la situación de nuestra ciudad con respecto a la pobreza entre otras cosas.
Cuenta Corriente Especial Fundación Luz en la Oscuridad N°4299383624 Banco de la Nación Argentina-sucursal Resistencia Chaco.
Presidente: Dr. Luis G. Díaz
Vicepresidente: Prof. Santa Esther Lezcano
Secretaria: Daniela Maidana
Tesorero: Wilson Díaz
Vocal: Juan Manuel Ramirez
Conductores radiales: Daniela Maidana, Ángela Diaz, Zulema Segovia y Juan Manuel Ramírez .En técnica el señor Wilson Díaz.
Agradecimientos: Óptica del Sol (Alberdi y Ameghino) Resistencia – Chaco.-
Inmobiliaria Adelson (Saavedra 368) Resistencia – Chaco.-
Fundación luz en la oscuridad
“El querer y el hacer, son como sombra y luz”
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Y entonces cuando tenemos que justificarnos lo hacemos diciendo; -yo tengo mis propios problemas, y debo ocuparme de mi familia-, no me puedo estar ocupando de los demás-, o también nos hemos oído decir; esto es muy arriesgado, no quiero exponer a mi familia, o; yo solo quiero estar tranquilo y tener una vida sin problemas- y creemos y nos convencemos de que tales decisiones son las correctas, nos limitamos a dar una limosna en la calle, a lamentarnos por el niño que tiene que salir a limpiar parabrisas, por situaciones que a veces ni nos imaginamos, o en el peor de los casos, no nos queremos imaginar, para no cargar con ese peso, y así hacemos de cuenta que nunca vimos nada. Es algo a lo que lamentablemente estamos acostumbrados, ya es parte de nuestra vida cotidiana, ver un niño en la calle, escuchar en las noticias que un padre abuso de su hijo/a, -viste lo que paso hoy? Si, es noticia vieja. Y como sociedad nos acostumbramos, y solo vamos a donde nuestras propias ambiciones nos llevan. Es algo humano y hasta bíblico echarle la culpa al que tenemos al lado, como cuando Adán culpo a Eva de haberlo hecho comer la manzana y por tanto haber desobedecido a DIOS. Como sociedad e individualmente no nos queremos hacer cargo de que los hechos que suceden, también son nuestra responsabilidad, les guste o no a los que estén leyendo este mensaje. Y digo esto porque estamos acostumbrados a delegar responsabilidades, y no me pongo del lado de nadie, porque así también se como procede la justicia o dicho de otra manera, sabemos como NO procede.
La justicia que debería mantener un equilibrio como lo muestra su simbólica imagen, no actúa y no procede como debería, ya no sabemos que puertas tocar, todas se nos cierran a la hora de reclamar por algún delito - si, se que te da impotencia, se que derramaste lagrimas y pateaste paredes porque tu problema debía resolverse! Y te dijeron que había otros antes que vos, te dijeron que no era tan grave, o que no había pruebas suficientes. Se que no te escucharon, tus hijos no tienen para comer, te miran esperando alguna respuesta, ya no sabes que hacer, y así es como fuiste dejando de creer, perdiste la fe en la justicia terrenal, y hasta en DIOS. ¡Aun cuando era el momento donde mas debiste acercarte a ÉL¡. JESUS mismo fue el que dijo; no confíes en los hombres, por esto, no hay nada mas sabio que recurrir a DIOS en los buenos y en los peores momentos de nuestras vidas, el en su infinita sabiduría sabe el porque y el para que de tu situación hoy, aun así el se encargará de que a tu lado hayan personas que te brinden un apoyo-, pero nada mejor que confiar en EL.
No hay que pensarlo demasiado, es mas, ni siquiera hay que pensarlo, empecemos hoy desde nosotros mismos a construir un mundo mejor, empezando por la persona que tenemos a al lado, preguntémosle como se siente, que necesita, si acaso quiere ser escuchado, y si ha cometido alguna falta, saber perdonarlo. Nuestros hijos que si son buenos receptores de los valores que les inculquemos, serán el puente donde se termine de gestar esto que podemos iniciar nosotros desde ya y quizá, me atrevo a soñar que crecerá por generaciones.
Esto es tan simple, solo tenemos que pensar ¿que nos gustaría que los demás hicieran por nosotros? – Yo alguna vez me sentí morir y quise ser escuchado- tuve aquel problema que ni siquiera a mi misma me lo pude contar- o quizás no fue tan grave, pero aun así quise que alguien se me acercara y me preguntara- como te sentís hoy?- o quizá solo una caricia hubiera bastado para sentirme mejor, a veces hasta hay detalles que nos consuelan. Las caricias no siempre son de contacto físico- te preguntaste si hoy tu madre quería que la acompañaras al supermercado? -O quizá al medico- tal vez se estuvo sintiendo mal estos días, y quiso que te acercaras. Ella hiso de todo para que te dieras cuenta: te preparo el desayuno, te pregunto si estabas mejor del leve dolor de cabeza que tuviste hace una semana, te plancho la ropa, y hasta te brindo su tierna sonrisa. Ella te estuvo acariciando con detalles y no te diste cuenta.
Ella encontró consuelo en las caricias que te brindo, en verte bien al recibirlas, en ver como estabas saludable. A veces hay ejemplos de amor a nuestro alrededor de los que no nos damos cuenta.
Para comenzar a cambiar las cosas, solo tenemos que ponernos en los pies de la otra persona,-o quizá de aquel niño que hoy te limpio el parabrisas del auto, o de aquel anciano que te pidió un pedazo de pan y pasaste de largo diciendo tan solo -pobre hombre- ojala que alguien lo ayude-.
Es así, es como actuamos, y otra vez delegamos responsabilidades. Nos cuesta ponernos en los pies del otro, sentir su dolor, sentir su hambre, su angustia, su soledad.
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Presidente: Dr. Luis G. Díaz
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Vocal: Juan Manuel Ramirez
Conductores radiales: Daniela Maidana, Ángela Diaz, Zulema Segovia y Juan Manuel Ramírez .En técnica el señor Wilson Díaz.
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