-La alegría que suscita la noticia de un nacimiento en la familia, es contrapuesta por la enfermedad terminal de un abuelo cuyo final vemos aproximarse.
-No nos resignamos a la pérdida de un ser querido, y menos él mismo a dejarnos.
-La humanidad sabe y teme la desaparición forzada de todos y cada uno, pero se las arregla para pensar lo menos posible en tal desenlace.
-Los creyentes se consuelan con la esperanza de una continuidad que sigue a la muerte, y los no creyentes prefieren acomodarse a la idea del “dejar de ser”, o el eterno olvido de todo y de todos.
-Si racionalmente le buscamos la lógica a este dilema, deberíamos concluir con que lo único lógico sería la no existencia de nada; ni siquiera la del que así está pensando.
-El caso es, que no solamente tengo plena conciencia de mí mismo, sino de la de muchos más, incluso las cosas que desconozco por ignorancia, como las invisibles por su lejanía o por su pequeñez.
-Entonces, siendo nosotros tantos e infinitas las cosas existentes, en un orden maravilloso que incluye caos parciales y temporales, tengo que asumir que el Creador de todo debe tener un propósito definido con cada criatura y cosa en particular.
-El “dejar de ser” no tiene sentido.
-No nos resignamos a la pérdida de un ser querido, y menos él mismo a dejarnos.
-La humanidad sabe y teme la desaparición forzada de todos y cada uno, pero se las arregla para pensar lo menos posible en tal desenlace.
-Los creyentes se consuelan con la esperanza de una continuidad que sigue a la muerte, y los no creyentes prefieren acomodarse a la idea del “dejar de ser”, o el eterno olvido de todo y de todos.
-Si racionalmente le buscamos la lógica a este dilema, deberíamos concluir con que lo único lógico sería la no existencia de nada; ni siquiera la del que así está pensando.
-El caso es, que no solamente tengo plena conciencia de mí mismo, sino de la de muchos más, incluso las cosas que desconozco por ignorancia, como las invisibles por su lejanía o por su pequeñez.
-Entonces, siendo nosotros tantos e infinitas las cosas existentes, en un orden maravilloso que incluye caos parciales y temporales, tengo que asumir que el Creador de todo debe tener un propósito definido con cada criatura y cosa en particular.
-El “dejar de ser” no tiene sentido.