En tiempos donde se celebra la autosuficiencia y se disfraza la debilidad, incluso dentro de nuestras iglesias, vale la pena detenernos y reflexionar:¿Estamos construyendo comunidades auténticas o fachadas espirituales?
El apóstol Pablo escribió una de las verdades más contraculturales en 2 Corintios 12
"Te basta con mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad".Y añadió:
"Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo".Pablo no escondía sus luchas. Las exponía con humildad.
¿Y tú?
La paradoja del poder cristiano
Vivimos en una cultura que idolatra la perfección y la fuerza exterior. En muchas iglesias, se proyecta una imagen de "cristianos invencibles", mientras el alma llora en silencio.Pero la Biblia dice otra cosa:
Isaías 40:29: "Él fortalece al cansado y acrecienta las fuerzas del débil." Hebreos 4:15: "Tenemos un Sumo Sacerdote que se compadece de nuestras debilidades." 2 Corintios 1:9: "Para que no confiáramos en nosotros mismos, sino en Dios."
El poder de Dios no habita en la autosuficiencia, sino en el corazón rendido y honesto.
La Iglesia: ¿Hospital o escaparate?
La iglesia fue llamada a ser un hospital para los rotos, no un podio para los fuertes.Pero muchas veces, el miedo al juicio hace que guardemos silencio.
¿Cuándo fue la última vez que pediste oración sin temor?
¿Hace cuánto escondes tu lucha por miedo a no cumplir las expectativas?Jesús vino por los enfermos, no por los sanos (Marcos 2:17).
Pablo, aún con su "aguijón en la carne", aprendió que la gracia de Dios brilla más en los momentos oscuros.
Es hora de ser reales.
No necesitamos más cristianos con máscaras.
Necesitamos más creyentes que se atrevan a decir: “Soy débil, pero Cristo es fuerte en mí”. No se trata de aparentar fortaleza, sino de abrazar nuestra humanidad para que Dios se glorifique.
Porque cuando somos débiles… entonces somos fuertes (2 Corintios 12:10).
Preguntas desafiantes para la iglesia:
¿Estamos creando comunidades donde la vulnerabilidad es bienvenida o donde se premia la apariencia?
¿Nuestra iglesia es un refugio para los quebrantados, o solo celebramos a los que ya vencieron?
¿Nos gloriamos en nuestras debilidades como Pablo, o seguimos disfrazando nuestra humanidad?
Atrévete a ser débil.
Permite que Cristo brille en tus grietas. ¿Qué opinas tú?