WASHINGTON — La implantación de chips en el cuerpo humano causa una gran polémica en Estados Unidos, ya que algunas empresas los utilizan para “mantener vigilados” a sus empleados.
Asociaciones de derechos civiles han protestado contra lo que consideran “un nuevo paso en la invasión de la intimidad de los trabajadores”. Las firmas creen que es una idea revolucionaria.
La empresa de vídeo-vigilancia “Citywatcher.com”, de Cincinnati, en Ohio, es la primera que ha utilizado los “chips” para controlar el acceso de sus empleados a las zonas de seguridad restringidas de la compañía.
Su presidente, Sean Darks, afirmó que él y dos de sus empleados se han implantado un chip de silicona que tiene el tamaño de un grano de arroz, se coloca dentro de la piel y funciona como una tarjeta de acceso a las áreas protegidas de la compañía.
“La implantación de los chips ha sido, y seguirá siendo, completamente voluntaria. Además, no daña en absoluto al cuerpo. Para nosotros es una medida de seguridad muy eficaz”, agregó.
Los chips son obra de la empresa VeriChip, que tiene el permiso de la de la Dirección de Alimentos y Fármacos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) para comercializar el producto.
Según Verichip, el minicircuito se inserta bajo la piel del brazo o la mano con una jeringa. Éste contiene un número de 16 dígitos que permite también el acceso al historial médico del portador.
Fuentes de la firma aseguraron que la Secretaría de Justicia mexicana utiliza este tipo de tecnología puntera para identificar a sus funcionarios.
Lunes, 20 Febrero, 2006
Asociaciones de derechos civiles han protestado contra lo que consideran “un nuevo paso en la invasión de la intimidad de los trabajadores”. Las firmas creen que es una idea revolucionaria.
La empresa de vídeo-vigilancia “Citywatcher.com”, de Cincinnati, en Ohio, es la primera que ha utilizado los “chips” para controlar el acceso de sus empleados a las zonas de seguridad restringidas de la compañía.
Su presidente, Sean Darks, afirmó que él y dos de sus empleados se han implantado un chip de silicona que tiene el tamaño de un grano de arroz, se coloca dentro de la piel y funciona como una tarjeta de acceso a las áreas protegidas de la compañía.
“La implantación de los chips ha sido, y seguirá siendo, completamente voluntaria. Además, no daña en absoluto al cuerpo. Para nosotros es una medida de seguridad muy eficaz”, agregó.
Los chips son obra de la empresa VeriChip, que tiene el permiso de la de la Dirección de Alimentos y Fármacos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) para comercializar el producto.
Según Verichip, el minicircuito se inserta bajo la piel del brazo o la mano con una jeringa. Éste contiene un número de 16 dígitos que permite también el acceso al historial médico del portador.
Fuentes de la firma aseguraron que la Secretaría de Justicia mexicana utiliza este tipo de tecnología puntera para identificar a sus funcionarios.
Lunes, 20 Febrero, 2006