Para qué ocurra lo puesto en el título leer lo que nos promete nuestra madre la Santísima Virgen Maria en esta preciosa devoción a sus lágrimas , es la número 7. Bendiciones para todos
LOS SIETE DOLORES DE MARIA SEGÚN FUERON REVELADOS
A SANTA BRÍGIDA
Todo el que medita la Pasión de Cristo, también debe tener en cuenta a su Madre. La Madre de Dios reveló a Santa Brígida que todo el que reza siete Ave Marías diariamente mientras medita sus lágrimas y dolores y luego extiende a los demás esta devoción recibirá las siguientes gracias:
1-Pondré paz en sus familias.
2.-Serán iluminadas en los divinos Misterios.
3.-Las consolaré en sus penas y acompañaré en sus trabajos.
4.- Les daré cuanto me pidan, con tal que no sea opuesto a la voluntad adorable de mi Divino Hijo y a la santificación de sus almas.
5.-Las defenderé en los combates espirituales con el enemigo infernal, y protegeré en todos los instantes de la vida.
6.-Las asistiré visiblemente: en el momento de su muerte y verán el rostro de su Madre.
7.- He conseguido de mi Divino Hijo que, cuantas propaguen esta devoción, sean trasladadas de esta vida terrenal a la felicidad eterna directamente, pues serán borrados todos sus pecados y mi Hijo y Yo seremos su consolación eterna y alegría.
PRIMER DOLOR: La Profecía de Simeón
LOS SIETE DOLORES DE MARIA SEGÚN FUERON REVELADOS
A SANTA BRÍGIDA
Todo el que medita la Pasión de Cristo, también debe tener en cuenta a su Madre. La Madre de Dios reveló a Santa Brígida que todo el que reza siete Ave Marías diariamente mientras medita sus lágrimas y dolores y luego extiende a los demás esta devoción recibirá las siguientes gracias:
1-Pondré paz en sus familias.
2.-Serán iluminadas en los divinos Misterios.
3.-Las consolaré en sus penas y acompañaré en sus trabajos.
4.- Les daré cuanto me pidan, con tal que no sea opuesto a la voluntad adorable de mi Divino Hijo y a la santificación de sus almas.
5.-Las defenderé en los combates espirituales con el enemigo infernal, y protegeré en todos los instantes de la vida.
6.-Las asistiré visiblemente: en el momento de su muerte y verán el rostro de su Madre.
7.- He conseguido de mi Divino Hijo que, cuantas propaguen esta devoción, sean trasladadas de esta vida terrenal a la felicidad eterna directamente, pues serán borrados todos sus pecados y mi Hijo y Yo seremos su consolación eterna y alegría.
PRIMER DOLOR: La Profecía de Simeón