“SERIE DE ETUDIOS BÍBLICOS”
Lección # 1
I. La Inspiración de la Biblia
Lección # 1
¿DE DONDE HEMOS RECIBIDO LA BIBLIA?
La Biblia es la revelación divina al hombre. Contiene 60 libros formando un solo tomo. De esos libros, veintidós son principalmente históricos, veintiuno son, en su mayoría, proféticos, veintiuno son cartas y dos son poéticos.
La Biblia fue escrita por lo menos por treinta y seis autores, que fueron reyes, agricultores, científicos, generales, pescadores, ministros, sacerdotes, uno fue medico y otro cobrador de impuestos, algunos pobres y otros ricos; es la historia de nuestro mundo en un solo libro, una unidad porque Dios es su autor. Veamos cómo sucedió.
1. ¿Quién inspiró las profecías de la Biblia mediante el Espíritu Santo?
«La profecía no fue en los tiempos pasados traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados del Espíritu Santo.» 2 Pedro 1:21. Léase también I Pedro 1:10,11.
Nota: «El Espíritu de Cristo inspiró a los profetas para que toda la Biblia fuera un libro cristiano.
2. ¿Qué parte de la Biblia es inspirada por Dios?
«Toda Escritura es inspirada divinamente.» 2 Timoteo 3:16. 3.
3. ¿Quién reveló el futuro a los profetas mediante inspiración del Espíritu Santo?
«No hará nada el Señor Jehová, sin que revele su secreto a sus siervos los profetas.» Amós 3:7. 4.
4. ¿Reconocieron los profetas que sus mensajes eran de Dios?
Ciertamente. Veamos algunos ejemplos:
David dijo: «El Espíritu de Jehová ha hablado por mi, y su palabra ha sido en mi lengua.» 2 Samuel 23:2.
Jeremías dejó escrito: «Díjole Jehová: He aquí que he puesto mis palabras en tu boca.» Jeremías 1:9. Puede leerse también Jeremías 1:4-9.
Dios ordenó al profeta Ezequiel: «Les hablarás pues mis palabras escuchen o dejen de escuchar.» Ezequiel 2:7.
Cuando Zacarías, el padre de Juan el Bautista, habló «lleno del Espíritu Santo», afirmó que Dios había hablado «por boca de sus santos profetas». Lucas 1:67,70. 5.
5. ¿Cómo se comunicó al apóstol Juan el Apocalipsis?
«La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder presto; y la declaró, enviándola por su ángel a Juan su siervo, el cual ha dado testimonio de la palabra de Dios, y del testimonio de Jesucristo, y de todas las cosas que ha visto.» Apocalipsis 1:1,2.
Nota: En este ejemplo de los pasos seguidos por los mensajes de Dios dados a los profetas, se observa que Dios es la fuente de la verdad. Cristo recibió la verdad del Padre y la transmitió al ángel escogido. El ángel comunicó el mensaje al apóstol Juan, el cual lo pasó al pueblo de palabra y por escrito.
Conclusión
Resulta evidente que fue Dios quien habló «muchas veces y en muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas.» Hebreos 1:1.
Entonces, La Biblia es el libro de Dios. Debido a que es su Palabra, permanecerá para siempre. Así lo afirma Isaías: «Sécase la hierba, cáese la flor; mas la palabra de Dios nuestro permanece para siempre.» Isaías 40:8.
Debemos dar a la Palabra de Dios el mismo valor que le dio el patriarca Job: «Del mandamiento de sus labios nunca me separé; guardé las palabras de su boca en mi corazón.» Job 23:12. 2.
Que el Señor les bendiga a todos.
Su hermano en Cristo, Portador.
Lección # 1
I. La Inspiración de la Biblia
Lección # 1
¿DE DONDE HEMOS RECIBIDO LA BIBLIA?
La Biblia es la revelación divina al hombre. Contiene 60 libros formando un solo tomo. De esos libros, veintidós son principalmente históricos, veintiuno son, en su mayoría, proféticos, veintiuno son cartas y dos son poéticos.
La Biblia fue escrita por lo menos por treinta y seis autores, que fueron reyes, agricultores, científicos, generales, pescadores, ministros, sacerdotes, uno fue medico y otro cobrador de impuestos, algunos pobres y otros ricos; es la historia de nuestro mundo en un solo libro, una unidad porque Dios es su autor. Veamos cómo sucedió.
1. ¿Quién inspiró las profecías de la Biblia mediante el Espíritu Santo?
«La profecía no fue en los tiempos pasados traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados del Espíritu Santo.» 2 Pedro 1:21. Léase también I Pedro 1:10,11.
Nota: «El Espíritu de Cristo inspiró a los profetas para que toda la Biblia fuera un libro cristiano.
2. ¿Qué parte de la Biblia es inspirada por Dios?
«Toda Escritura es inspirada divinamente.» 2 Timoteo 3:16. 3.
3. ¿Quién reveló el futuro a los profetas mediante inspiración del Espíritu Santo?
«No hará nada el Señor Jehová, sin que revele su secreto a sus siervos los profetas.» Amós 3:7. 4.
4. ¿Reconocieron los profetas que sus mensajes eran de Dios?
Ciertamente. Veamos algunos ejemplos:
David dijo: «El Espíritu de Jehová ha hablado por mi, y su palabra ha sido en mi lengua.» 2 Samuel 23:2.
Jeremías dejó escrito: «Díjole Jehová: He aquí que he puesto mis palabras en tu boca.» Jeremías 1:9. Puede leerse también Jeremías 1:4-9.
Dios ordenó al profeta Ezequiel: «Les hablarás pues mis palabras escuchen o dejen de escuchar.» Ezequiel 2:7.
Cuando Zacarías, el padre de Juan el Bautista, habló «lleno del Espíritu Santo», afirmó que Dios había hablado «por boca de sus santos profetas». Lucas 1:67,70. 5.
5. ¿Cómo se comunicó al apóstol Juan el Apocalipsis?
«La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder presto; y la declaró, enviándola por su ángel a Juan su siervo, el cual ha dado testimonio de la palabra de Dios, y del testimonio de Jesucristo, y de todas las cosas que ha visto.» Apocalipsis 1:1,2.
Nota: En este ejemplo de los pasos seguidos por los mensajes de Dios dados a los profetas, se observa que Dios es la fuente de la verdad. Cristo recibió la verdad del Padre y la transmitió al ángel escogido. El ángel comunicó el mensaje al apóstol Juan, el cual lo pasó al pueblo de palabra y por escrito.
Conclusión
Resulta evidente que fue Dios quien habló «muchas veces y en muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas.» Hebreos 1:1.
Entonces, La Biblia es el libro de Dios. Debido a que es su Palabra, permanecerá para siempre. Así lo afirma Isaías: «Sécase la hierba, cáese la flor; mas la palabra de Dios nuestro permanece para siempre.» Isaías 40:8.
Debemos dar a la Palabra de Dios el mismo valor que le dio el patriarca Job: «Del mandamiento de sus labios nunca me separé; guardé las palabras de su boca en mi corazón.» Job 23:12. 2.
Que el Señor les bendiga a todos.
Su hermano en Cristo, Portador.