culto alas imagenes??????

micklo

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20 Abril 2005
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EL CULTO A LAS IMAGENES”






"Todos los hombres están obligados a buscar la verdad, sobre todo en lo que se refiere a Dios y a su Iglesia, y, una vez conocida, a abrazarla y practicarlal? (Catecismo de la Iglesia Católica núm. 2104)

"Ayer como hoy, Jesucristo es el mismo y lo será siempre. No se dejen seducir por doctrinas vanas y extrañas." (San Pablo a los Hebreos 13, 8-9

No pretendemos con este escrito atacar a los Hermanos Separados o Protestantes, ni faltar el respeto a nadie. Toda persona humana merece nuestro respeto y es digna que la amemos como Cristo nos ama a nosotros. En este texto denunciamos los errores, pero no atacamos a la persona. Al error hay que llamarlo error. A la persona que vive en el error o en la ignorancia de la fe, la tratamos con amor, prudencia y paciencia, convencidos de que si tiene disposiciones rectas encontrará a Jesucristo, el Camino, la Verdad y la Vida.

Pbro. Pablo Arce Gargollo - Pbro. Luis René Lozano


DIOS ORDENÓ O PERMITIÓ LA INSTITUCIÓN DE IMÁGENES

2130. Sin embargo, ya en el Antiguo Testamento Dios ordenó o permitió la institución de imágenes que conducirían simbólicamente a la salvación por el Verbo encarnado: la serpiente de bronce (cf Nm 21, 4-9; Sb 16, 5-14; Jn 3, 14-15), el arca de la Alianza y los querubines (cf Ex 25,10-12;1 R 6, 23-28; 7, 23-26).

EL HIJO DE DIOS, AL ENCARNARSE, INAUGURÓ UNA NUEVA «ECONOMÍA» DE LAS IMÁGENES

2131. Fundándose en el misterio del Verbo encarnado, el séptimo Concilio Ecuménico (celebrado en Nicea
el año 787), justificó contra los inonoclastas el culto de las sagradas imágenes: las de Cristo, pero también
las de la Madre de Dios, de los ángeles y de todos los santos. El Hijo de Dios, al encarnarse, inauguró una nueva «economía» de las imágenes.

EL CULTO CRISTIANO DE LAS IMÁGENES NO ES CONTRARIO AL PRIMER MANDAMIENTO QUE PROSCRIBE LOS ÍDOLOS

2132. El culto cristiano de las imágenes no es contrario al primer mandamiento que proscribe los ídolos. En efecto, «el honor dado a una imagen se remonta al modelo original» (S. Basilio, spir. 18, 45), «el que venera una imagen, venera en ella la persona que en ella está representada» (Cc. de Nicea II: DS 601; cf Cc. de Trento: DS 1821-1825;
Cc. Vaticano II: SC 126; LG 67). El honor tributado a las imágenes sagradas es una «veneración respetuosa», no una adoración, que sólo corresponde a Dios: El culto de la religión no se dirige a las imágenes en sí mismas como realidades, sino que las mira bajo su aspecto propio de imágenes que nos conducen a Dios encarnado. Ahora bien, el movimiento que se dirige a la imagen en cuanto tal, no se detiene en ella, sino que tiende a la realidad de la
que ella es imagen (S. Tomás de Aquino, s. th. 2-2, 81, 3, ad 3).

LA IGLESIA DEL CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA
( Los subtítulos son nuestros )

DOCTRINA PROTESTANTE
1.- EL CULTO SOLO HAY QUE DARLO A DIOS COMO DICE LA BIBLIA.

SIN EMBARGO LA BIBLIA DICE
1.- Adorarán al Señor tu Dios, y a El sólo servirán (Mateo 4, 10)

POR LO MISMO
1.- El culto de adoración (culto de Latría) en el que se da sólo a Dios como principio y fin de todo lo que existe. En estos estamos completamente de acuerdo los Católicos y los protestantes


DOCTRINA PROTESTANTE
2.- ES CONTRARIO A LA BIBLIA ADORAR A DIOS POR MEDIO DE ALGUNA FIGURA.

SIN EMBARGO LA BIBLIA DICE
2.- Haz una serpiente de bronce, colócala en un poste. El que haya sido mordido, al verla, sanará. (Números 21, 8

POR LO MISMO
2.- Es evidente que Dios quiere que los hombres vean esta imagen y a través de ella lleguen a Dios para pedirle perdón.


DOCTRINA PROTESTANTE
3.- DIOS MISMO HA PROHIBIDO ABSOLUTAMENTE ESCULPIR IMÁGENES Y VENDERLAS.

SIN EMBARGO LA BIBLIA DICE
3.- Harán también dos querubines de oro, labrados a martillo (...) Y desde ahí te declararé mis órdenes y hablaré contigo- desde en medio de los querubines (Exodo 25, 12-22)

POR LO MISMO
3.- Luego Dios mismo ha ordenado expresamente que se hagan imágenes y se usen para fines religiosos.


DOCTRINA PROTESTANTE
4.- LOS CATÓLICOS SON IDÓLATRAS PUES ADORAN LAS IMÁGENES DE LOS ÁNGELES Y SANTOS.

SIN EMBARGO LA BIBLIA DICE
4.- No tendrás dioses ajenos delante de mí (Exodo 20, 3) Allí tendrán que servir a Dioses hechos por el hombre, dioses de ma- dera y piedra, que ni viven , ni oyen, ni comen, ni sienten. (Deuteronomio 4, 28, Mi queas devolvió la plata a su madre, la cual separó doscientos ciclos para el fundidor. Este le hizo una estatua de madera cubierta de metal y estuvo en casa de Miqueas. Así que Miqueas tuvo una casa de Dios (Jueces 17, 4-5) colocaron la imagen que había y ahí permaneció mientras estuvo en Silo la casa de Dios. (Jueces 18, 30-31)

POR LO MISMO
4.- La Biblia misma nos relata casos en que se hacen imágenes de ángeles o del mismo Dios bajo su expresa voluntad o beneplácito (Jueces 17, 5) En realidad prohibe la adoración de los ídolos, como en el caso del becerro de oro (Exodo 32, 4-8. Es suficiente recordar que el Templo de Salomón estaba completamente decorado con imágenes (1 Reyes 6, 23-35; 7, 25-51) En la Iglesia católica nunca hemos adorado ninguna imagen una imagen de Dios, la Virgen o un santo es sólo imagen que nos ayuda, como medio, para llegar a ellos


DOCTRINA PROTESTANTE
5.- LA BIBLIA PROHIBE POSTRARSE DELANTE DE LA IMÁGENES O DE ALGUNAS PERSONAS.

SIN EMBARGO LA BIBLIA DICE
5.- Y Josué rasgó sus vestiduras y estuvo postrado en tierra delante del arca del Señor (Josué 7, 6) Llegó hasta el hombre de Dios y se abrazo a sus pies. (2 Reyes 4, 27)

POR LO MISMO
5.- Como se puede ver en otros casos, el arrodillarse delante del arca de la alianza (que representa a Dios) o de un hombre de Dios, no es un acto de adoración, sino de veneración y respeto.

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Ke onda con este jale, como contradidicen la palabra , la malinterpretan.
ke opinan ustedes.?
DlB
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Re: culto alas imagenes??????

DIOS ORDENÓ O PERMITIÓ LA INSTITUCIÓN DE IMÁGENES

2130. Sin embargo, ya en el Antiguo Testamento Dios ordenó o permitió la institución de imágenes que conducirían simbólicamente a la salvación por el Verbo encarnado: la serpiente de bronce.

Números 21:9
Y Moisés hizo una serpiente de bronce, y la puso sobre una asta; [ Jn. 3.14. ] y cuando alguna serpiente mordía a alguno, miraba a la serpiente de bronce, y vivía.


en esto tienes razon pero mira lo que paso despues.

2 Reyes 18:4
El quitó los lugares altos, y quebró las imágenes, y cortó los símbolos de Asera, e hizo pedazos la serpiente de bronce que había hecho Moisés, [ Nm. 21.9. ] porque hasta entonces le quemaban incienso los hijos de Israel; y la llamó Nehustán. [ Esto es, Cosa de bronce. ]
 
Re: culto alas imagenes??????

Alex, bien has respondido al argumento a favor del culto a las imágenes.

El catolicismo ha tratado de explicar el problema que han creado con el culto a los santos, las imágenes y reliquias. Se defienden argumentando que esto no es adoración, sino veneración. Les pregunto: ¿donde está la diferencia? Si a una estaua se le ponen flores, se le arrodillan ante ella, se le habla, se le pasea por las calles, se le atribuyen milagros, ¿no es esto adoración?

Las Biblias católicas, todas ellas muy buenas, traducen el segundo mandamiento como: "No te harás imágenes... no le rendirás culto". ¿van a negar que su relación con las esatuas y cuadros no es un culto?

Al citar a Jueces 18, el amigo Micklo olvidó citar el texto completo. La imagenes que levantaron los hijos de Dan era una crasa rebelión contra el mandamiento de Dios.

Como indicó Alex, la serpiente de bronce que levantó Moisés se convirtió en una pieza de idolatría y tuvo que ser destruida. No fue esa la intención de Dios, sino mostrar la obra de Cristo. Esto lo indica el Maestro en Juan 3:14,15.

Algunos piensan que porque las imágenes católicas son bonitas, con ojos de vidrio y mantos vistosos, no es idolatría. Pero para Dios estas imágenes son tan repugnantes como los fetiches más grotescos.

Dios es invisible y para acercarnos a El, basta una concentración mental. Por eso oramos con los ojos cerrados.

LUis G. Cajiga, Puerto Rico
 
Al citar a Jueces 18, el amigo Micklo olvidó citar el texto completo. La imagenes que levantaron los hijos de Dan era una crasa rebelión contra el mandamiento de Dios.

He bro , lo ke expuse fue algo ke sake de la doctrina de los catolicos , en una page sale todo, osea, lo malintrpretan.


El venerar u adorar es lo mismo no?

pots de todas formar es ta muy mal el venerar imagenes o rendirles culto.

que se dicen ser cristianos,pero cuando les combiene.
 
Re: culto alas imagenes??????

Todos los pueblos con los que el antiguo Israel se relacionó practicaban la idolatría en los sentidos mencionados. En el antiguo Egipto se acostumbraba representar a los dioses en forma de animales (toro, halcón, etc.) o con forma humana y algunas características animales (hombre con cabeza de chacal o de toro). Se acostumbraba también adorar al faraón, quien se suponía que al morir se reunía con los dioses. Por último, algunos animales, tales como los cocodrilos del Nilo, también recibían culto en Egipto. Contra estas idolatrías impotentes se dirigieron las Plagas que Jehová envió antes del éxodo. En Mesopotamia, los ídolos con forma de animales eran más escasos; preferían imágenes con forma humana, hechas de madera y cubiertas de oro (cf. Dn 2.31–45). En Persia había una multitud de dioses, cada uno con su propia imagen. Pero con el tiempo la religión persa se fue concentrando en el dios Ahura-mazda, al que se presentaba como un hombre con alas de ave.
Cuando los israelitas conquistaron Canaán, encontraron pueblos idólatras, a los que no exterminaron completamente (Jue 1.19s,27–33; 2.11–17). Como la religión de Canaán giraba alrededor de Baal, durante el resto de su historia tuvo que enfrentarse repetidamente al baalismo y otros cultos semejantes ( Asterot; Bel; Dagón; Moloc; Nisroc; Nebo; Quemos; Terafín, etc.). Por tanto, todo el libro de Jueces (por ejemplo, 2.12; 3.7) trata de cómo, cada vez que los israelitas se apartaban de su Dios para seguir tras los baales, Él los entregaba en manos de sus enemigos. Asimismo otros libros históricos (por ejemplo, Nm 25.3; 1 R 14.22ss; 2 R 21.2ss) y proféticos (por ejemplo, Jer 2.23ss; Os 2.8–13) destacan esta lucha. Como es un Dios celoso, Jehová prohíbe la idolatría con todo rigor (Éx 20.3–6; Dt 5.7–10), como una especie de Adulterio (Jer 2.33; Os 2.4ss). Aun así, algunas prácticas religiosas de los pueblos vecinos lograron introducirse en el culto de Israel (por ejemplo, la Prostitución sagrada, Am 2.7s), y los profetas se vieron obligados a ridiculizar a los «dioses de Mentira» «cortados en el bosque» (Is 2.8, 20s; Jer 10.3; Ez 6.3–7; Hab 2.18, etc.).
Al surgir el cristianismo, sus seguidores tomaron de Israel este fervor contra la idolatría (Hch 7.41; 15.20; Ro 2.22). Los ídolos no son en realidad dioses (Gl 4.8), sino inventos humanos (Ro 1.23), de manera que el culto a ellos se dirige en efecto a los ® Demonios (1 Co 8.4s; 10.19ss). Pero esto, a su vez, planteó otros problemas para los cristianos que vivían en un mundo en el que la idolatría era parte fundamental de la vida pública y social. Por ejemplo, fue necesario decidir si los cristianos debían o no participar de actos sociales que tenían a la vez cierto cariz idolátrico ( Ídolos, Carne ofrecida a). Otro problema fue el culto al emperador, que era un modo que tenían sus súbditos para expresarle lealtad. Cuando alguien quería expresar su rebeldía contra el emperador, dejaba de adorarle y quemaba incienso en honor de algún otro pretendiente al trono. Los cristianos se negaban a llamar «señor» al emperador, y por ello los gobernantes los tenían como gente sediciosa y digna de muerte ( Roma, Imperio). Este antecedente de la persecución explica ciertos detalles de las siete cartas a las iglesias de Asia (Ap 2.1–3.22).

ÍDOLOS, CARNE OFRECIDA A (en griego, eidolothyta). El evangelio, al trascender los límites del judaísmo, no solo afrontó la Idolatría como religión, sino también las ramificaciones de ella en la vida social del pueblo gentil. Solo una parte de las víctimas sacrificadas a los dioses se ofrecía en el templo. Lo demás se comía en un banquete cúltico en los atrios de cada templo o en la casa del oferente. Había invitados. A veces la invitación era extensiva o general y en algunos casos lo que sobraba de la carne consagrada se vendía en el mercado público.
Este fenómeno social creó problemas a los cristianos primitivos. Los de Corinto pidieron consejo a Pablo al respecto (1 Co 8.1). Fue necesario decidir si un cristiano debía aceptar una invitación a una comida en que se servía tal carne, pues había distintas opiniones entre los hermanos. Algunos se basaban en la libertad cristiana (1 Co 6.12; 10.23) y en un llamado conocimiento mayor (que un ídolo no es sino la ficción de la mente humana, 1 Co 8.4–6) para alegar que los creyentes podían asistir a estos banquetes sin incurrir en mal alguno. Otros mantenían que al asistir a semejantes fiestas participaban en la misma idolatría, la cual se le prohibía terminantemente a los cristianos (Ro 14.2; 15.1; 1 Co 8.9).
 
Re: culto alas imagenes??????

Idolatría

La palabra idolatría viene del griego eidololatría, que es un compuesto de la palabra eídolon, «ídolo» y latreía, «adoración» o «servicio». Fung dice que idolatría debe su significado, aunque no su origen como palabra, a estos dos términos. Y del tratamiento escueto hecho en su comentario sobre Gálatas del carácter de la idolatría, extraigo los diez hechos siguientes acerca del tipo que existía en la época del Nuevo Testamento:
1. Era un pecado «típico de los gentiles».
2. Se oponía por completo «al culto del “Dios vivo y verdadero”» (1 Tesalonicenses 1.9).
3. Su error fundamental consistía en honrar y dar «culto a las criaturas antes que al Creador» (Romanos 1.25; cf. vv. 19–23).
4. El término «ídolos» podía referirse a las imágenes de los seres divinos (Hechos 7.41; Apocalipsis 9.20) o a los dioses que se escondían tras esas imágenes (1 Corintios 8.4, 7; 10.19).
5. El término idolatría comparte esta «ambivalencia en su significado». Podía referirse a la adoración del ídolo mismo como un dios o del ser espiritual representado por el ídolo. Ambas cosas son idolatría y están prohibidas por Dios (Éxodo 20.3–5). También tanto la una como la otra invitan a los espíritus religiosos malignos a dar a conocer su presencia.
6. Pablo considera a los ídolos como «meras cosas inexistentes, y al mismo tiempo reconoce las fuerzas demoníacas que acechan tras de ellos, de manera que participar en una fiesta sacrificial pagana es hacerse partícipes con los demonios» (1 Corintios 10.19–21).
7. Debido a esta dimensión demoníaca de todas las formas de idolatría, Pablo amonesta a los creyentes a apartarse de ella (1 Corintios 10.14; cf. v. 7; 5.11; Efesios 5.5; Colosenses 3.5). Si los misioneros pasan por alto o no disciernen esta dimensión demoníaca de la idolatría, tendrán graves problemas, tanto en la evangelización de los idólatras como en lo relativo a guiar a los nuevos convertidos a la victoria en Cristo. Habrán de producirse tanto choques de poder como de verdad.
8. En la Biblia, la inmoralidad sexual y la idolatría están muy conectadas. A menudo es también el caso hoy en día, como lo demuestran los símbolos fálicos en los templos de la India.
9. A consecuencia de ello, el típico adorador de ídolos de los tiempos bíblicos cometía tanto un pecado religioso como sexual siempre que participaba en determinadas ceremonias religiosas. Y esto era cierto en particular cuando la religión incluía la prostitución cúltico-ritual, como el culto a Afrodita, la diosa del amor de Corinto.
10. En el sentido más amplio de la palabra, «idolatría es rendir culto a cualquier cosa que usurpe el lugar que sólo Dios merece». Pablo habla de la «avaricia, que es idolatría» (Colosenses 3.5).

La idolatría en el Antiguo Testamento

El Antiguo Testamento tiene mucho más que decir acerca de las prácticas idolátricas del mundo pagano circundante que el Nuevo. La idolatría del Nuevo Testamento no era más que un desarrollo posterior de lo que comenzó en el mundo antiguo. Para hablar de este tema me apoyaré en dos estudios panorámicos magistrales de la idolatría: el primero lo hace P. H. Garber en la International Standard Bible Encyclopedia [Enciclopedia Bíblica Internacional]; y el segundo, F. B. Huey, hijo, en the Zondervan Pictorial Encyclopedia of the Bible.
Garber examina en primer lugar el término ídolo y luego idolatría. Y ya que estamos enfocando el tema desde una perspectiva bíblica y no de religiones comparadas, utilizaremos muchas citas de la Escritura. P. H. Garber comienza con una larga lista de palabras del Antiguo y del Nuevo Testamentos que se utilizaban para referirse a los ídolos y la idolatría. Existen unos veinticinco términos hebreos para la primera palabra y cuatro para la segunda. El Nuevo Testamento se limita a unos pocos términos básicos tanto para el concepto de ídolos como para el de idolatría. Examinemos los cinco más corrientes.
En primer lugar tenemos eídolon, la palabra utilizada con más frecuencia para ídolos y «algunos términos de la misma familia». En segundo lugar eidolóthyton, que se emplea de manera específica para la carne sacrificada a ídolos. En tercer lugar está eidololatría, la palabra que ya consideramos en Gálatas 5.20, se utiliza también en la polémica bien desarrollada de Pablo contra los ídolos y la idolatría en 1 Corintios 10.7–33. En cuarto lugar tenemos kateídolos, que aparece sólo en Hechos 17.16, en el contexto del difícil ministerio del apóstol en Atenas, cuando vio «la ciudad entregada a la idolatría».
Y por último, está la palabra eikónos, que se utiliza en Romanos 1.23: una de las condenas más firmes que hace el apóstol Pablo de toda idolatría y adoración de imágenes. Allí el apóstol dice que la humanidad en general cambió «la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen (eikónos) de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles».
Garber explica que una palabra hebrea empleada para los ídolos se deriva de zana, que significa «tener relaciones sexuales ilícitas. Sus connotaciones sexuales sugieren la participación de prostitución idolátrica, una característica habitual de la adoración pagana cananea (y más tarde de los cultos grecorromanos)».
En el Antiguo Testamento, los peligros de los ídolos y la idolatría constituían la mayor preocupación para Dios y los líderes por Él nombrados. Incluso la firme prohibición de los matrimonios mixtos con los pueblos paganos de la tierra de Canaán se debía primordialmente a la corrupción religiosa y moral que esta práctica podía traer y trajo a Israel.
La terrible destrucción de las ciudades y los pueblos de Canaán por los judíos, ordenada por Dios, resultaba esencial a causa de la entrega completa de aquellos pueblos a la idolatría y las increíbles prácticas religiosas y morales asociadas con ella. Dichas prácticas incluían orgías sexuales cúlticas, tanto heterosexuales como homosexuales, y lo más horrible de todo: sacrificios humanos. Al principio los adoradores sacrificaban a sus propios hijos. El abuso ritual satánico (ARS) de niños en el satanismo moderno y en las sectas satánicas tan extendidas por los EE.UU. y otras partes del mundo occidental, parece estar relacionado con un avivamiento popular del paganismo antiguo enraizado en aquellas prácticas antiguas y malignas.
Garber dice que la familiaridad de los hebreos con las diversas formas de idolatría y con los dioses extranjeros se debió a varios factores. Uno decisivo fue el origen pagano del propio Israel (Génesis 11–12.3). La familia de Abraham era idólatra, es probable que fueran adoradores de Sin, el dios luna. Algunos de los centros de culto más importantes de esa divinidad estaban en Ur y en Harán, las ciudades donde se crió el patriarca.
El segundo factor fue la geografía de Palestina en los tiempos veterotestamentarios. Israel se codeaba con pueblos totalmente dados al politeísmo y la idolatría en algunas de las formas más perversas que hayan existido nunca. Los principales eran los sirios, los fenicios, los egipcios, los filisteos y los cananeos. Estos últimos abarcaban a una amplia variedad de pueblos cuyos nombres terminaban en «eos» (Deuteronomio 7.1), pero que a menudo se incluían en el término «amorreos» (Génesis 15.16).
La Tierra Prometida estaba situada en la principal ruta comercial y militar que unía Egipto, en el Sur, con Mesopotamia, en el Norte. Los hititas, los sirios, los babilonios, los asirios y los egipcios atravesaban la tierra de Palestina de un extremo a otro tanto para fines comerciales como guerreros. Si a esto añadimos los cuatrocientos años que Israel pasó en una de las naciones más idólatras de la historia, Egipto, los judíos se vieron expuestos a toda forma de idolatría y de sincretismo religioso existentes.
En cuanto a la batalla de Israel contra la idolatría y el sincretismo idolátrico, no falta material en el Antiguo Testamento que nos la narre. Dicha batalla comienza en el Génesis y continúa hasta los profetas menores, especialmente Oseas, Amós, Miqueas, Habacuc y Sofonías.
Para los protagonistas del monoteísmo ético hebreo, los peores pecados del pueblo de Dios eran la idolatría y el sincretismo idolátrico; es decir, combinar el culto a Yahvé con elementos del paganismo. Esto casi siempre incluía actividad ritual erótica bien de un tipo bien de otro.
El mayor pecado de Israel era el sincretismo y no tanto el rechazo abierto de Yahvé. La nación adoraba a otros dioses junto con el Dios verdadero; sincretismo que incluía hacerse imágenes de esos dioses y otras que representaran a Yahvé, inclinarse a ellas y adorarlas.
Eso fue lo que ocurrió con la adoración del becerro de oro después de la salida de Egipto (Éxodo 32). Una vez terminado el mismo, los líderes del pueblo proclamaron: «Israel, estos son tus dioses, que te sacaron de la tierra de Egipto[ … ] Y pregonó Aarón, y dijo: Mañana será fiesta para Jehová» (Éxodo 32.4–5). Todo Israel sabía que había sido sólo Yahvé quien los había sacado de Egipto. El becerro debía ser por lo tanto una imagen o un símbolo de Él.
El Decálogo (Éxodo 20.3–5; Deuteronomio 5.7) prohibía a los judíos hacerse ningún objeto de culto o imagen. No debían inclinarse a ellas ni honrarlas. Y ya que impedía hacer cualquier imagen «de lo que esté arriba en el cielo» (v.4), el mandamiento tenía también que ver con toda imagen física o símbolo de Yahvé. Sin embargo aquello no excluía el arte religioso. Se les dijo que colocaran querubines sobre el arca del pacto; pero no tenían que postrarse ante ellos ni venerarlos de ninguna forma (Éxodo 25.18–22).
No parece que hubiera ningún período en la historia de Israel en el cual el pueblo estuviera libre de la atracción de la idolatría ni del sincretismo idolátrico. Estas cosas se dieron durante la etapa de los patriarcas (Génesis 31) y mientras Israel estaba en Egipto (Josué 24.14; Ezequiel 20.1–32; 22–23).
Más adelante, aunque salieron de Egipto, Egipto no salió de ellos; y justo cuando se disponían a entrar en la Tierra Prometida, su adicción a la idolatría y la inmoralidad que ésta implicaba les hizo «fornicar con las hijas de Moab». Los moabitas los invitaron «a los sacrificios de sus dioses; y el pueblo comió, y se inclinó a ellos. Así acudió el pueblo a Baal-peor; y el furor de Jehová se encendió contra Israel» (Números 25.1–3).
Este fue el suceso culminante de idolatría, inmoralidad y rebeldía contra Dios desde que salieron de Egipto. Y fue entonces cuando Dios juzgó a la nación manteniéndolos fuera de la tierra hasta que toda la generación rebelde, excepto Josué y Caleb, murió en el desierto (Número 26).
Por último, justo antes de que la nueva generación entrase en la Tierra Prometida bajo el mando de Josué, Moisés les dio su largo mensaje de despedida (Deuteronomio 1–33). Y una parte importante de dicho mensaje versó sobre no hacerse ninguna imagen de Jehová ni de ningún otro tipo. Tampoco debían contraer matrimonios mixtos con las naciones del país. Los pasajes de Deuteronomio 4.15–20 y 7.1–6 son ejemplos excelentes de las apasionadas advertencias de Moisés:

Y no emparentarás con ellas [las naciones]; no darás tu hija a su hijo, ni tomarás a su hija para tu hijo.
Porque desviarán a tu hijo de en pos de mí, y servirán a dioses ajenos; y el furor de Jehová se encenderá sobre vosotros, y te destruirá pronto.
Mas así habéis de hacer con ellos: sus altares destruiréis, y quebraréis sus estatuas, y destruiréis sus imágenes de Asera, y quemaréis sus esculturas en el fuego (Deuteronomio 7.3–5).

Moisés afirmó además que cualquier persona que intentase seducir la fe de un judío para guiarle a la idolatría o al sincretismo debía ser ejecutada (Deuteronomio 13.6–16) y cualquier judío que adorase a algún otro dios distinto de Yahvé, o le sirviese, también debía ser muerto (Deuteronomio 17.1–7).
Huey escribe que los judíos:
[ … ]no obedecieron a las amonestaciones de Moisés en cuanto a destruir a la gente por completo, sino que se establecieron entre ellos. Continuaron adorando a los dioses extranjeros que habían traído de Egipto (Josué 24.14, 15, 23) y fueron también seducidos por los de los cananeos una vez que se hubieron asentado en el país (Jueces 2.11–13; 6.25–32; véase también Jueces 17–18).
La continua rebelión de Israel contra Dios y su contemporización con la idolatría y el sincretismo no hace sino empeorar en el resto del período histórico y en el profético. Samuel tuvo que luchar contra ella durante toda su vida (1 Samuel 7.3–4). Garner escribe al respecto:

La tensión entre la idolatría y el espíritu esencial de la religión israelita está reflejada en la protesta profética temprana de Samuel, cuando dice: «Porque como pecado de adivinación es la rebelión, y como ídolos e idolatría la obstinación» (1 Samuel 15.23). En esta afirmación, Samuel coloca la desobediencia a Dios y la idolatría en la misma categoría. En último análisis, la idolatría era rebelión, ya que constituía una violación de los mandamientos de Dios.

El período más brillante fue durante el largo reinado de David. Sin embargo, su hijo Salomón, que comenzó muy bien, en su vejez fue arrastrado a las peores formas de idolatría y paganismo por sus muchas mujeres (1 Reyes 11.1–9). Llenó sus jardines reales de repulsivas imágenes de los dioses de sus esposas y concubinas, y Dios tuvo que juzgarle y arrancarle de la mano diez de las doce tribus de Israel (1 Reyes 11.11s).
Jeroboam se convirtió entonces en el líder de las diez tribus separadas, a las que ahora se llamó Israel. Él también parecía empezar con buen pie (1 Reyes 11.26–40), pero pronto erigió dos becerros de oro, uno en Bet-el y otro en Dan, y obligó al pueblo a que adoraran allí en vez de ir al templo de Jerusalén (1 Reyes 12.25–14.19). De ahí en adelante se le llegó a conocer en la historia de Israel como «Jeroboam, el que hizo pecar a Israel».
Roboam, el hijo de Salomón, no fue mejor que él. También hizo que Judá pecara (1 Reyes 14.21–24). El escritor bíblico revela que bajo este rey, no sólo construyó Judá para sí misma lugares altos, estatuas e imágenes de Asera [símbolos de diosas asociadas con la fertilidad y la sexualidad] en todo collado alto, sino que «hubo también sodomitas [prostituto/prostitutas religiosos] en la tierra, e hicieron conforme a todas las abominaciones de las naciones que Jehová había echado delante de los hijos de Israel».
De allí en adelante, hasta el tiempo del exilio babilónico, la historia de Israel y Judá se caracteriza por una guerra espiritual continua e intensa. Tal guerra había sido muy fuerte durante toda la existencia del pueblo desde el momento de su salida de Egipto, pero ahora Israel se comprometía por entero en las maldades de la carne, el mundo y el diablo. Todos sus líderes eran perversos, sobre todo Acab y Jezabel (1 Reyes 16.29–22.40; 2 Reyes 9).
Al principio Judá permaneció más fiel al pacto que Israel. Aunque algunos de sus reyes anduvieron en los pecados de las otras diez tribus, otros hicieron volver al pueblo a Dios, destruyeron los ídolos y abolieron la prostitución idolátrica y los sacrificios de niños. Los avivamientos más notables tuvieron lugar bajo los reinados de Ezequías (2 Reyes 18–20) y Josías (2 Reyes 22–23.28).
Sin embargo estos avivamientos llegaron demasiado tarde, y Judá se envileció tanto como Israel; por esta razón Dios determinó que ellos también irían a la cautividad babilónica (2 Reyes 24–25) a causa de su idolatría, inmoralidad y rebelión contra Él. Esta fue la derrota final de Judá en su larga historia de guerra espiritual.
Durante este período, los profetas combatieron la idolatría y los males asociados a ella. En primer lugar lo hicieron los profetas predicadores tales como Elías y Eliseo; luego los profetas escritores. Desde el siglo VIII a.C., y a lo largo de todo el exilio, dichos profetas hablaron y escribieron la Palabra de Dios con valentía y pasión.
Oseas denunció la terca infidelidad física y espiritual de Israel (Oseas 2.16, 17; 8.4–6; 13.2). Amós habló contra los lugares altos cananeos que existían entre el pueblo y el culto a las imágenes por parte del pueblo de Dios. Isaías se lamentó de la idolatría de Israel.
Sofonías «advirtió contra la adoración a las deidades astrales, contra Milcom y contra las supersticiones paganas (Sofonías 1.2–9)», dice Huey. «Habacuc pronunció ayes sobre los que adorasen a un dios que hubieran hecho con sus propias manos (Habacuc 2.18–19). No hubo otros profetas que combatieran las apostasías de Judá con más vehemencia que Jeremías y Ezequiel, este último denunciando ardientemente los sacrificios de niños a los dioses» (16.20–21).
Luego vino el período postexílico: Esdras, Nehemías y Malaquías se opusieron con vigor a cualquier matrimonio de judíos con extranjeros, y aquellos que ya lo habían contraído tuvieron que dejar a sus esposas paganas. El pueblo respondió, y al final aprendieron la lección de su historia pasada. Escribiendo acerca del período intertestamentario, Huey dice:

En el siglo II a.C., los reyes seléucidas de Palestina intentaron revivir el culto a los dioses locales de la fertilidad y las deidades helenísticas. Antíoco IV Epífanes (175–164 a.C.) promulgó un edicto estableciendo una religión para todos sus súbditos. Erigió un altar a Zeus sobre el del holocausto en el templo de Jerusalén. Exigió de los judíos que tomaran parte en las fiestas paganas bajo amenaza de muerte. Sus opresivas medidas produjeron la revuelta de los Macabeos, la cual dio como resultado un breve período de libertad religiosa y política para los judíos.

Garber comenta: «Nunca más volvieron los judíos a tomar en serio la idolatría. Antes bien, el culto a los ídolos se convirtió para ellos en un asunto de sátira y ridiculización semihumorística (cf. Bel y el Dragón)».

La idolatría en el Nuevo Testamento

Todo el mundo del Nuevo Testamento se hallaba sumergido en la idolatría y en la inmoralidad sexual que ésta conlleva. La prostitución sagrada estaba por todas partes. Algunos de los ritos religiosos paganos eran incluso más inmorales que aquellos de las naciones paganas del Antiguo Testamento, incluyendo a los cananeos. Roma gobernaba al mundo, pero la cultura griega dominaba. Grecia tenía su panteón de dioses mayores y sus innumerables deidades y espíritus menores. Los romanos adoptaron como suyo el panteón griego y le añadieron su propio laberinto de divinidades y espíritus inferiores, así como aquellos de todos los pueblos conquistados.
A esto vino a sumarse el culto al Emperador y más tarde los cultos de misterios. Dioses, diosas y espíritus, tanto buenos como malos, estaban por todas partes y lo penetraban todo. La religión abarcaba desde el politeísmo y henoteísmo hasta el animismo y el panteísmo. Siempre que la gente honrara también a los dioses del panteón grecorromano y venerase, y más tarde adorase, al Emperador, podía creer lo que quisiera y hacer lo que deseara en el culto excepto sacrificios humanos. Los romanos mataban a menudo a quienes ellos querían y cuando querían, pero los sacrificios humanos directos no formaban parte de su cosmovisión religiosa.
Al emerger como salía del ferviente monoteísmo de un Israel postexílico, la iglesia cristiana primitiva, aunque nacida en un mundo tan idólatra, tenía fuertes raíces monoteístas y opuestas a la idolatría. Por lo tanto, aunque existía y constituía siempre una amenaza, ya no resultaba tan peligrosa como lo había sido para el pueblo de Israel antes del exilio .
Los miembros de la iglesia que vivían en comunidades paganas recibieron sus primeras advertencias acerca de la contemporización idolátrica, de los líderes de la iglesia primitiva que se habían reunido en el gran concilio relatado en Hechos 15 (vv. 26–29). Lucas describe el encuentro de Pablo con la idolatría y el paganismo en Hechos 13–20.
El apóstol tuvo que tratar el problema de los convertidos gentiles y el comer carne sacrificada a los ídolos en 1 Corintios 8.1–13 y 10.14–22. Y aunque negaba que los ídolos tuvieran ninguna existencia real en sí mismos (1 Corintios 12.2; Gálatas 4.8; 1 Tesalonicenses 1.9), sabía que la participación en el culto ofrecido, incluso por ignorancia, significaba tener parte con los demonios (1 Corintios 10.20–21). Por lo tanto reconocía plenamente las dimensiones de guerra espiritual demoníaca de la idolatría.
También el apóstol Juan advirtió a los creyentes contra la idolatría (1 Juan 5.21). El libro de Apocalipsis tiene mucho que decir sobre la misma, tanto en relación con las iglesias como con los incrédulos.
Apocalipsis 2–3 habla de la idolatría y de la morada de Satanás entre las iglesias de Asia. En el capítulo 9, versículo 20, dice que todos los incrédulos, de un modo u otro, participan de la adoración a los «demonios» y a «las imágenes de oro, de plata, de bronce, de piedra y de madera, las cuales no pueden ver ni oír ni andar», citando el Salmo 115.4–7. Ese mismo libro advierte contra la adoración de la imagen de la bestia y promete la gloria a aquellos que se niegan a darle culto (Apocalipsis 13.14–15; 14.9–11; 20.4).
Para terminar, cito el libro de F. B. Huey WHy Idolatry Is Condemned in the Bible [Por qué la Biblia condena la idolatría].

[La idolatría] niega la existencia del verdadero Dios que creó el mundo y a la humanidad, y cuya gloria no puede ser representada adecuadamente de ninguna manera tangible. Resulta absurdo que una persona pueda tallar un ídolo con sus propias manos y luego tener miedo de lo que ha hecho, o utilizarlo como un objeto de culto … Una representación visible de la deidad tiende a limitar el concepto que la persona tiene de Dios, ya que de manera consciente o inconsciente basará dicho concepto en la imagen o el cuadro que ve.
Finalmente, el hombre acaba por ser como aquello que adora (Oseas 9.10). Si su dios no tiene vida y es frío, no puede darle ni esperanza ni consuelo real algunos. Sólo el Dios vivo y verdadero puede satisfacer la esperanza de vida eterna.
 
Re: culto alas imagenes??????

He bro , lo ke expuse fue algo ke sake de la doctrina de los catolicos , en una page sale todo, osea, lo malintrpretan.


El venerar u adorar es lo mismo no?

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amigo micklo si ubieras estado el los tiempos de moises

Moisés afirmó además que cualquier persona que intentase seducir la fe de un judío para guiarle a la idolatría o al sincretismo debía ser ejecutada (Deuteronomio 13.6–16) y cualquier judío que adorase a algún otro dios distinto de Yahvé, o le sirviese, también debía ser muerto (Deuteronomio 17.1–7).
 
es lo ke esta pasando man. aki se esta adorando imagenes, aki nos vienen los catolicos con pasajes biblicos, pero del antigu testamente, despues vino Jesus, despues dejo al Espiritu santo, y asie fue como le fue revelada la sana Doctrina a Pablo y los demas disipulos, en lo cual habla acerca de la idolatria , eso esta mal, Dios tambien dijo que esra seloso, y ke no ubiera mas dioses delante de El.

DlB
 
Re: culto alas imagenes??????

no es asi estimado amigo como dices en el nuevo testamento vemos como la idolatria sige prohibida.
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Adoran hombres, Hechos 14.8–18.
Nuevos convertidos dejan de comprar ídolos, Hechos 19.23–28.
Idolatría ateniense, Hechos 17.16–34.
Evangelio obstaculiza fabricación de ídolos, Hechos 19.20–41.
Adoran criaturas y no al Creador, Romanos 1.25.
Un ídolo es nada, 1 Corintios 8.4.
Ídolos son demonios, 1 Corintios 10.20.
Ídolos mudos, 1 Corintios 12.2.
Esclavos de rudimentos débiles, Gálatas 4.9.
Una forma de idolatría, Colosenses 3.5.
Alejarse de ídolos, 1 Juan 5.21.
Idólatras van a lago de fuego, Apocalipsis 21.8; 22.15.
No orar ni alabar a los ángeles, Apocalipsis 22.8–9
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no si te recieres ala trinidad pero no es ningun otro Dios.


La Trinidad es uno de los grandes misterios teológicos. Algunos piensan que como somos monoteístas y creemos en un solo Dios, no podemos aceptar el concepto de la Trinidad. Pero la Biblia enseña que la divinidad consiste en tres personas —el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo—, cada una de ellas plenamente Dios y manifestación plena de la naturaleza divina (Lc 3.21, 22).
El Padre es la persona central de la Trinidad, el Creador, la causa primera, la idea original, el concepto de todo lo que ha sido y será creado. Jesús dijo: «Mi padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo» (Jn 5.17).
El Hijo es el «Logos» o expresión de Dios —el «Unigénito» del Padre— Él mismo es Dios. Aun más, como Dios encarnado nos revela al Padre (Jn 14.9). El Hijo de Dios es tanto el agente de la creación como el único Redentor de la humanidad.
El Espíritu Santo, la tercera Persona de la Trinidad, procede del Padre y es adorado y glorificado junto al Padre y el Hijo. Inspiró las Escrituras, derrama su poder sobre el pueblo de Dios, y «convence al mundo de pecado, de justicia y de juicio» (Jn 16.8).
Las tres Personas de la Deidad son eternas. El Padre existe y ha existido desde la eternidad. Junto a Él siempre existió su expresión, el Hijo. Siempre el Padre amó al Hijo y el Hijo amó y sirvió al Padre. En esta relación de amor está el Espíritu de Dios, quien ha existido desde la eternidad. No es que el Padre existiera primero, el Hijo después y por último el Espíritu. Los tres han sido desde siempre, antes que nada existiese; tres Personas distintas en un solo Dios. En la ocasión del bautismo de Jesús, las tres personas de la Trinidad estaban presentes y actuantes. El Padre habló desde el cielo, el Hijo cumplía toda justicia, y el Espíritu descendió sobre el Hijo como una paloma (Mt 3.16, 17).
La Trinidad es un misterio que un día podrá ser comprendido con claridad. Por ahora, sabemos que la Biblia habla de ella y Jesús la revela; la iglesia cristiana desde el principio ha confesado y salvaguardado esta preciosa verdad (1 Co 12.4–6; 2 Co 13.14; Ef 4.4–6; 2 Ts 2.13, 14).
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señor , yo creo en Dios Padre, en su unico Hijo Jesús, y en su Espiritu Santo, y se que ellos son UNO.

Yo se mi Hno, esta mal eso de la idolatria, pero no se por ke le suiguen dando a eso, al momento de idolatrar algo o alguen , adoran indirectamente a Satan.

tampoco logro explicarme , por ke meten otro abagado para con el Padre
no se por que le oran y le piden alos santos y ala virgen.

Que mi Dios kite es venda. en el nombre de Jesús, Amen

DlB
 
Re: culto alas imagenes??????

no te entiendo amigo lo que me quieres decir? de la virgen los santos,yo voy directamente a cristo como esta escrito no voy aningun santo ni la virgen,primero que no te oyen y segundo no es biblico.
 
ok, mira man, ellos le tienen como intersesores para con el Padre alos Santos y ala Viger, no se por que hacen eso, ya que eso no esta en la Sana Doctrina que esta en el NT(nuevo testamento) alli hasta Pablo meciona que solo hay un abogado , ese es Jesús.
 
Re: culto alas imagenes??????

Hola. Me interesa mucho este tema, pero estamos participando ya un un foro muy pero muy similar a éste, llamado "Católicos idólatras" que lleva mucho tiempo y páginas de discusión. Tal vez estén interesados en participar. La dirección es: http://forocristiano.iglesia.net/showthread.php?t=15298

Saludos.
 
he man, yo ya respondi alli desde uhhh, ase mucho, soy el ultimo que respondio.

DlB