Decidí abrir este epígrafe, primeramente para gloria de mi Señor y Salvador Jesucristo quién tuvo misericordia de mí, llamándome de las tinieblas a Su luz admirable, quién me salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a mis obras, sino el propósito suyo y también para que todos los foristas que deseen honrar al único que puede cambiarnos en nuevas criaturas enviando también sus testimonios a este epígrafe. Dios les bendiga.
A mis 17 años después de haber vivido el injusto y duro divorcio de mis padres, me tocó vivir en casa de una familia católica, amistad de mi padrastro; ya que él ganó mi patria potestad; y para no ser un estorbo para él me envió allá hasta que cumpliera la mayoría de edad.
Me encontraba sola, en un país extranjero, sín familiar a quien recurrir y lo más triste sín Dios.
Un sábado salí temprano a la tienda para comprar unos cigarrillos cuando Dios envió alquien que me habló de la salvación en Jesucristo, lo único que recuerdo de sus palabras era que Dios me amaba y me daría el crecimiento a Su tiempo.
El Domingo lo acompañe a la iglesia y recibí a Jesucristo como único Salvador.
Hermanos, Dios me hizo ver entonces que hay un lugar más allá del alcance de los poderes de este mundo, más allá de la debilidad aun de mi propio corazón.
Oh, que hermosa experiencia, vivir por la fé - sola y exclusivamente por la fé, por nuestra relación con Dios. Dios me separó del mundo y todos sus pensamientos, ambiciones, temores, y pecados para entrar a otro mundo, el mundo de Dios, el mundo de la gracia y de la fé. Entré en el mundo donde la vida brota desde adentro; no se alimenta como la vida de este mundo. Cristo me marcó y me selló como aquel que de alguna manera ha recibido en su ser lo que no viene por la mente, ni viene por los recursos de este mundo, ni viene por la habilidad del hombre. Como aquel que ha recibido del cielo un don. El don de la vida. El don de la gracia. El don de la fé, del amor, la paciencia… Como aquel que ha escuchado la voz de Dios. El tomó la responsabilidad de mi vida, yo se la entregué, El a la vez se entregó a mí. Este es el camino verdadero. Esta es la vida. Esto es todo. No tengo ni quiero otro amparo más que El. El es mi esperanza, mi roca, mi salvación, mi refugio, mi gloria.
En este momento todo lo que queda afuera no tiene ningún reclamo. No importa el nivel de nuestro entendimiento; esto no tiene que ver con la mente sino con el corazón.
Vivimos en una civilización donde se habla tanto... se trata de explicar tanto... cómo es la cosa, cómo funciona, cómo opera. Estamos llenos de palabras pero la esencia de la vida no está en palabras y mucho menos cuando se trata de la vida espiritual. La esencia de la vida está en el corazón.
En Dios no hay preguntas. No sé cuantas veces Dios confía o espera de nosotros en vano. Sé que muchas veces en la vida uno flaquea al guiarse por lo visible y no por lo invisible, pero ésta es la lección que Dios pone delante de nosotros. Estuve 10 años apartada de El, la fuente de vida. Hoy día cosecho estos frutos pero he aprendido que Dios quiere llevarnos a un lugar de seguridad y el único lugar de seguridad está en El. No sólo que está en El sino que es El!
En Dios está mi reposo. Ni aun la vida es importante. En Dios mi alma tiene reposo porque de El es mi esperanza."
Cuando has sentido a Dios en tu ser la tierra ya no tenía importancia.
Es por eso que les insto a cuidar nuestro primer amor. Yo lo deseché por 10 años, pero en la gracia de Dios lo he recuperado y de esta vez será para siempre.
A mis 17 años después de haber vivido el injusto y duro divorcio de mis padres, me tocó vivir en casa de una familia católica, amistad de mi padrastro; ya que él ganó mi patria potestad; y para no ser un estorbo para él me envió allá hasta que cumpliera la mayoría de edad.
Me encontraba sola, en un país extranjero, sín familiar a quien recurrir y lo más triste sín Dios.
Un sábado salí temprano a la tienda para comprar unos cigarrillos cuando Dios envió alquien que me habló de la salvación en Jesucristo, lo único que recuerdo de sus palabras era que Dios me amaba y me daría el crecimiento a Su tiempo.
El Domingo lo acompañe a la iglesia y recibí a Jesucristo como único Salvador.
Hermanos, Dios me hizo ver entonces que hay un lugar más allá del alcance de los poderes de este mundo, más allá de la debilidad aun de mi propio corazón.
Oh, que hermosa experiencia, vivir por la fé - sola y exclusivamente por la fé, por nuestra relación con Dios. Dios me separó del mundo y todos sus pensamientos, ambiciones, temores, y pecados para entrar a otro mundo, el mundo de Dios, el mundo de la gracia y de la fé. Entré en el mundo donde la vida brota desde adentro; no se alimenta como la vida de este mundo. Cristo me marcó y me selló como aquel que de alguna manera ha recibido en su ser lo que no viene por la mente, ni viene por los recursos de este mundo, ni viene por la habilidad del hombre. Como aquel que ha recibido del cielo un don. El don de la vida. El don de la gracia. El don de la fé, del amor, la paciencia… Como aquel que ha escuchado la voz de Dios. El tomó la responsabilidad de mi vida, yo se la entregué, El a la vez se entregó a mí. Este es el camino verdadero. Esta es la vida. Esto es todo. No tengo ni quiero otro amparo más que El. El es mi esperanza, mi roca, mi salvación, mi refugio, mi gloria.
En este momento todo lo que queda afuera no tiene ningún reclamo. No importa el nivel de nuestro entendimiento; esto no tiene que ver con la mente sino con el corazón.
Vivimos en una civilización donde se habla tanto... se trata de explicar tanto... cómo es la cosa, cómo funciona, cómo opera. Estamos llenos de palabras pero la esencia de la vida no está en palabras y mucho menos cuando se trata de la vida espiritual. La esencia de la vida está en el corazón.
En Dios no hay preguntas. No sé cuantas veces Dios confía o espera de nosotros en vano. Sé que muchas veces en la vida uno flaquea al guiarse por lo visible y no por lo invisible, pero ésta es la lección que Dios pone delante de nosotros. Estuve 10 años apartada de El, la fuente de vida. Hoy día cosecho estos frutos pero he aprendido que Dios quiere llevarnos a un lugar de seguridad y el único lugar de seguridad está en El. No sólo que está en El sino que es El!
En Dios está mi reposo. Ni aun la vida es importante. En Dios mi alma tiene reposo porque de El es mi esperanza."
Cuando has sentido a Dios en tu ser la tierra ya no tenía importancia.
Es por eso que les insto a cuidar nuestro primer amor. Yo lo deseché por 10 años, pero en la gracia de Dios lo he recuperado y de esta vez será para siempre.