1ra corintios :
"Pero dirá alguno: ¿Cómo resucitan los muertos? ¿Con qué cuerpo vuelven a la vida? 36.¡Necio! Lo que tú siembras no revive si no muere. 37.Y lo que tú siembras no es el cuerpo que va a brotar, sino un simple grano, de trigo por ejemplo o de alguna otra planta. 38.Y Dios le da un cuerpo a su voluntad: a cada semilla un cuerpo peculiar. 39.No toda carne es igual, sino que una es la carne de los hombres, otra la de los animales, otra la de las aves, otra la de los peces. 40.Hay cuerpos celestes y cuerpos terrestres; pero uno es el resplandor de los cuerpos celestes y otro el de los cuerpos terrestres. 41.Uno es el resplandor del sol, otro el de la luna, otro el de las estrellas. Y una estrella difiere de otra en resplandor. 42.Así también en la resurrección de los muertos: se siembra corrupción, resucita incorrupción; 43.se siembra vileza, resucita gloria; se siembra debilidad, resucita fortaleza; 44.se siembra un cuerpo natural, resucita un cuerpo espiritual. Pues si hay un cuerpo natural, hay también un cuerpo espiritual. 45.En efecto, así es como dice la Escritura: Fue hecho el primer hombre, Adán, alma viviente; el último Adán, espíritu que da vida. 46.Mas no es lo espiritual lo que primero aparece, sino lo natural; luego, lo espiritual. 47.El primer hombre, salido de la tierra, es terreno; el segundo, viene del cielo. 48.Como el hombre terreno, así son los hombres terrenos; como el celeste, así serán los celestes. 49.Y del mismo modo que hemos llevado la imagen del hombre terreno, llevaremos también la imagen del celeste. 50.Os digo esto, hermanos: La carne y la sangre no pueden heredar el Reino de los cielos: ni la corrupción hereda la incorrupción. 51.¡Mirad! Os revelo un misterio: No moriremos todos, mas todos seremos transformados. 52.En un instante, en un pestañear de ojos, al toque de la trompeta final, pues sonará la trompeta, los muertos resucitarán incorruptibles y nosotros seremos transformados. 53.En efecto, es necesario que este ser corruptible se revista de incorruptibilidad; y que este ser mortal se revista de inmortalidad. 54.Y cuando este ser corruptible se revista de incorruptibilidad y este ser mortal se revista de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: La muerte ha sido devorada en la victoria. 55.¿Dónde está, oh muerte, tu victoria? ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? 56.El aguijón de la muerte es el pecado; y la fuerza del pecado, la Ley. 57.Pero ¡gracias sean dadas a Dios, que nos da la victora por nuestro Señor Jesucristo! 58.Así pues, hermanos míos amados, manteneos firmes, inconmovibles, progresando siempre en la obra del Señor, conscientes de que vuestro trabajo no es vano el el Señor."