¿Cuál es el Significado del 666?
Multitudes hoy asumen que 666 es un número que representa una bestia moderna que está a punto de ser revelada. Sin embargo, situar a la Bestia en el siglo XXI bien puede plantear dificultades insuperables.
Primero, el apóstol Juan, autor de Apocalipsis, le dijo a una audiencia del primer siglo que con “sabiduría” y “perspicacia”
ELLOS podrían “calcular el número de la bestia, porque es número de hombre. Su número es 666” (Apocalipsis 13:18).
Obviamente, ninguna cantidad de sabiduría y perspicacia habría permitido a una audiencia del primer siglo calcular el número de una bestia del siglo veintiuno. Habría sido cruel y peligrosamente engañoso que Juan sugiriera a los cristianos del primer siglo que podían identificar a la Bestia si, de hecho, la Bestia fuera un individuo o una institución del siglo XXI.
A diferencia de hoy, la transformación de nombres en números (gematria) era común en la antigüedad. Por ejemplo, en
las Vidas de los Doce Césares, el historiador romano Suetonio identificó a Nerón con una designación numérica equivalente a un acto infame. Esta igualdad numérica (isomorfismo) se resume en la frase: "Cuenta los valores numéricos de las letras en el nombre de Nerón y en 'asesinó a su propia madre' y encontrarás que la suma es la misma". En griego, el valor numérico de las letras del nombre de Nerón ascendía a 1.005, al igual que los números de la frase asesinó a su propia madre. Este antiguo criptograma numérico reflejaba el conocimiento generalizado de que Nerón había matado a su propia madre.
Finalmente, mientras Nerón en la gematría griega sumaba 1.005, el lector de la carta de Juan familiarizado con el idioma hebreo podría reconocer que la ortografía griega de “Nerón Cesar” transliterada al hebreo equivale a 666. Además, la presencia en algunos manuscritos antiguos de una variación en la que 666 se traduce como 616 da mayor credibilidad a Nerón como el referente previsto. La transliteración hebrea de la ortografía latina de “Nerón Cesar” totaliza 616, al igual que la transliteración hebrea del griego, que incluye una letra adicional (griego: “n”=50, transliteración inglesa: “n”=50), da 666.
Por lo tanto, dos números aparentemente no relacionados te llevan al mismo umbral: el de una bestia llamada: Nerón Cesar.
Los creyentes del siglo XXI, al igual que sus contrapartes del primer siglo, pueden estar absolutamente seguros de que 666 es el número del nombre de Nerón y que Nerón es y fue la bestia que devastó a la novia de Cristo en una medida histórica que incluyó tres años y medio de persecucion.
--Hank Hanegraaff
Multitudes hoy asumen que 666 es un número que representa una bestia moderna que está a punto de ser revelada. Sin embargo, situar a la Bestia en el siglo XXI bien puede plantear dificultades insuperables.
Primero, el apóstol Juan, autor de Apocalipsis, le dijo a una audiencia del primer siglo que con “sabiduría” y “perspicacia”
ELLOS podrían “calcular el número de la bestia, porque es número de hombre. Su número es 666” (Apocalipsis 13:18).
Obviamente, ninguna cantidad de sabiduría y perspicacia habría permitido a una audiencia del primer siglo calcular el número de una bestia del siglo veintiuno. Habría sido cruel y peligrosamente engañoso que Juan sugiriera a los cristianos del primer siglo que podían identificar a la Bestia si, de hecho, la Bestia fuera un individuo o una institución del siglo XXI.
A diferencia de hoy, la transformación de nombres en números (gematria) era común en la antigüedad. Por ejemplo, en
las Vidas de los Doce Césares, el historiador romano Suetonio identificó a Nerón con una designación numérica equivalente a un acto infame. Esta igualdad numérica (isomorfismo) se resume en la frase: "Cuenta los valores numéricos de las letras en el nombre de Nerón y en 'asesinó a su propia madre' y encontrarás que la suma es la misma". En griego, el valor numérico de las letras del nombre de Nerón ascendía a 1.005, al igual que los números de la frase asesinó a su propia madre. Este antiguo criptograma numérico reflejaba el conocimiento generalizado de que Nerón había matado a su propia madre.
Finalmente, mientras Nerón en la gematría griega sumaba 1.005, el lector de la carta de Juan familiarizado con el idioma hebreo podría reconocer que la ortografía griega de “Nerón Cesar” transliterada al hebreo equivale a 666. Además, la presencia en algunos manuscritos antiguos de una variación en la que 666 se traduce como 616 da mayor credibilidad a Nerón como el referente previsto. La transliteración hebrea de la ortografía latina de “Nerón Cesar” totaliza 616, al igual que la transliteración hebrea del griego, que incluye una letra adicional (griego: “n”=50, transliteración inglesa: “n”=50), da 666.
Por lo tanto, dos números aparentemente no relacionados te llevan al mismo umbral: el de una bestia llamada: Nerón Cesar.
Los creyentes del siglo XXI, al igual que sus contrapartes del primer siglo, pueden estar absolutamente seguros de que 666 es el número del nombre de Nerón y que Nerón es y fue la bestia que devastó a la novia de Cristo en una medida histórica que incluyó tres años y medio de persecucion.
--Hank Hanegraaff
