DIOS Y ALMAS
La música es una de las artes más bellas que también puede ser usada para nuestro beneficio espiritual, pero ¿qué pasa cuando la música es tóxica para el espíritu?.
¿Conoces a alguien que vive "crucificado en un pentagrama"?.
A lo que me refiero con esa expresión, es a las personas que viven de forma que resulta dañino para su alma y escuchan a su vez música que "refuerza" su equivocado modo de vida o de pensar.
Una de las canciones más antiguas que recuerdo con un mensaje pecaminoso es aquella de:
"si amarte es un pecado, yo seguiré pecando..."
Conocí a una persona que se encontraba involucrada en una relación ilícita, y literalmente se ponía a escuchar esta canción antigua (me parece que es española y la canta alguien como Sarita Montiel) y la tarareaba y la tenía como "su himno"; es decir, esta persona vivía "crucificada en un pentagrama".
¿Y qué sucede con las canciones que tienen como fin explícito el provocar el suicidio de las personas?.
Todos recordamos el "incidente" de que un joven en los EE.UU. se suicidó escuchando la canción de temática suicida de Blink182 titulada "Adam's song", que entre otras frases suicidas decía la de:
"please tell mom this is not her fault"
Claro está que ni el grupo musical ni la compañía disquera aceptaron jamás su responsabilidad.
Pero no hablemos ya de casos tan extremos, sino algo más de la vida diaria: la degradación de las costumbres morales afectivas.
Basta con escuchar cualquier canción de un "artista de moda" como lo han sido Britney Spears, Christina Aguilera y muchos más para ver que se propone en esas canciones un "estilo de vida" totalmente contrario a la verdad de Jesucristo que es una vida plena conforme a la gracia.
¿O qué otro objetivo podría tener cientos de canciones que proponen a los jóvenes vivir sin ninguna voluntad propia y de acuerdo al "evangelio materialista"?.
En este punto encontramos dos vertientes de canciones degradantes: las que proponen un modelo de vida degradante como algo viable (por ejemplo: "I'm a slave 4u" o etc...) o bien las que simplemente tienen como objetivo la vulgarización sin sentido de la sociedad (por ejemplo cualquiera "de relajo" como las de los raperos/hiphoperos de EE.UU. o bien las de los grupos tropicales latinos como "la gasolina", o la de "mesa a quien más aplauda" o etc...).
Propongo como una tercera clasificación de canciones: las que son todavía más sutiles en sus sugerencias de valores no-cristianos que las de "estilos de vida", como todas las que tienen una "incomprensible visión del amor" como aquella de la Factoría que dice:
"no vuelvas a mí aunque te quiero, no vuelvas a mí aunque te extraño, te necesito aquí pero tu amor ya no es para mí"
Dicho tipo de canciones tienen como fin la desarticulación de la lógica emocional que debe regir la vida de toda persona, es decir la lógica cristiana de valores, donde el amor es el máximo valor en sus respectivos grados. Éstas canciones anteponen otros conceptos como "orgullo" u otros al amor.
También en esas mismas notas recuerdo la de Paulina Rubio de "el último adiós".
Hay que tener mucho ojo con éste tipo de canciones pues son las que están más de moda y hay muchos artistas que las cantan (como Chayane, Maná, Elefante, etc...).
Por último, en una cuarta clasificación ubico las que yo llamo: "mesiánico-materialistas", es decir, las que apelan al sentido religioso de las personas pero que se desvían en la variable idolátrica de amor mundano, y aquí tenemos varios ejemplos:
Anahí canta: "sálvame del olvido, sálvame de la obscuridad..... estoy hecha a tu voluntad"
Ni siquiera es necesario señalar el sentido religioso de esa canción.
Ya ni hablemos de aquella que decía que: "por tí lo dejaría todo..... mi nombre mi pasado y mi religión"
Y esa otra muy parecida que decía: "yo por él..... cambiaría de sexo y de religión"
Por todo esto les recomiendo que sean muy cuidadosos con lo que escuchan ustedes y con lo que escuchan las personas allegadas a ustedes. También recuerden que si estas canciones están en el mercado es porque sus autores saben que sí tienen un impacto real en la cultura (en este caso: un impacto negativo).
ALABADO SEA JESUCRISTO
La música es una de las artes más bellas que también puede ser usada para nuestro beneficio espiritual, pero ¿qué pasa cuando la música es tóxica para el espíritu?.
¿Conoces a alguien que vive "crucificado en un pentagrama"?.
A lo que me refiero con esa expresión, es a las personas que viven de forma que resulta dañino para su alma y escuchan a su vez música que "refuerza" su equivocado modo de vida o de pensar.
Una de las canciones más antiguas que recuerdo con un mensaje pecaminoso es aquella de:
"si amarte es un pecado, yo seguiré pecando..."
Conocí a una persona que se encontraba involucrada en una relación ilícita, y literalmente se ponía a escuchar esta canción antigua (me parece que es española y la canta alguien como Sarita Montiel) y la tarareaba y la tenía como "su himno"; es decir, esta persona vivía "crucificada en un pentagrama".
¿Y qué sucede con las canciones que tienen como fin explícito el provocar el suicidio de las personas?.
Todos recordamos el "incidente" de que un joven en los EE.UU. se suicidó escuchando la canción de temática suicida de Blink182 titulada "Adam's song", que entre otras frases suicidas decía la de:
"please tell mom this is not her fault"
Claro está que ni el grupo musical ni la compañía disquera aceptaron jamás su responsabilidad.
Pero no hablemos ya de casos tan extremos, sino algo más de la vida diaria: la degradación de las costumbres morales afectivas.
Basta con escuchar cualquier canción de un "artista de moda" como lo han sido Britney Spears, Christina Aguilera y muchos más para ver que se propone en esas canciones un "estilo de vida" totalmente contrario a la verdad de Jesucristo que es una vida plena conforme a la gracia.
¿O qué otro objetivo podría tener cientos de canciones que proponen a los jóvenes vivir sin ninguna voluntad propia y de acuerdo al "evangelio materialista"?.
En este punto encontramos dos vertientes de canciones degradantes: las que proponen un modelo de vida degradante como algo viable (por ejemplo: "I'm a slave 4u" o etc...) o bien las que simplemente tienen como objetivo la vulgarización sin sentido de la sociedad (por ejemplo cualquiera "de relajo" como las de los raperos/hiphoperos de EE.UU. o bien las de los grupos tropicales latinos como "la gasolina", o la de "mesa a quien más aplauda" o etc...).
Propongo como una tercera clasificación de canciones: las que son todavía más sutiles en sus sugerencias de valores no-cristianos que las de "estilos de vida", como todas las que tienen una "incomprensible visión del amor" como aquella de la Factoría que dice:
"no vuelvas a mí aunque te quiero, no vuelvas a mí aunque te extraño, te necesito aquí pero tu amor ya no es para mí"
Dicho tipo de canciones tienen como fin la desarticulación de la lógica emocional que debe regir la vida de toda persona, es decir la lógica cristiana de valores, donde el amor es el máximo valor en sus respectivos grados. Éstas canciones anteponen otros conceptos como "orgullo" u otros al amor.
También en esas mismas notas recuerdo la de Paulina Rubio de "el último adiós".
Hay que tener mucho ojo con éste tipo de canciones pues son las que están más de moda y hay muchos artistas que las cantan (como Chayane, Maná, Elefante, etc...).
Por último, en una cuarta clasificación ubico las que yo llamo: "mesiánico-materialistas", es decir, las que apelan al sentido religioso de las personas pero que se desvían en la variable idolátrica de amor mundano, y aquí tenemos varios ejemplos:
Anahí canta: "sálvame del olvido, sálvame de la obscuridad..... estoy hecha a tu voluntad"
Ni siquiera es necesario señalar el sentido religioso de esa canción.
Ya ni hablemos de aquella que decía que: "por tí lo dejaría todo..... mi nombre mi pasado y mi religión"
Y esa otra muy parecida que decía: "yo por él..... cambiaría de sexo y de religión"
Por todo esto les recomiendo que sean muy cuidadosos con lo que escuchan ustedes y con lo que escuchan las personas allegadas a ustedes. También recuerden que si estas canciones están en el mercado es porque sus autores saben que sí tienen un impacto real en la cultura (en este caso: un impacto negativo).
ALABADO SEA JESUCRISTO