Frente a las diversas circunstancias que hoy todos los cristianos debemos considerar y afrontar, muchas veces oscilamos entre los extremos, sin atinar con el equilibrio necesario para escuchar la voz de Dios dándonos la Sabiduría de lo Alto para tener un justo juicio.
Cierta vez alguien habló acerca de ser cristianos termostatos en vez de meros termómetros. Refiriéndose con estos últimos a los cristianos inestables.
Los cristianos inestables, hoy se muestran firmes y tocan el cielo con las manos; y mañana tiemblan y gritan de pavor hundiéndose en el infierno.
Son termómetros que indican la temperatura circundante, la temperatura que hace subir o bajar el mercurio de sus estados anímicos sin que ellos mismos hagan algo verdaderamente efectivo para que tal cosa no les ocurra.
El Señor nos quiere más que como termómetros que miden la temperatura ambiental circundante; como termostatos. Estos instrumentos tienen la característica de nivelar los extremos de la temperatura poniendo en funciones los mecanismos anticongelantes o refrigerantes, según sea necesario, para que el motor no se enfríe ni se funda.
La Iglesia del Señor debe evitar hacerle el juego al enemigo, yendo de un extremo al otro con sus estados anímicos y espirituales, y mantenerse sensibles a aquello que Su Señor está llevando a cabo ahora mismo, y obedecer Su Palabra para que Su voluntad se cumpla en nosotros y en la tierra.
Dado los días que corren, muchos cristianos somos tentados a ir de la fe al miedo, sin realizar ningún tipo de trámite en las estaciones intermedias.
La Biblia tiene preciosos ejemplos que ilustran muy bien lo que decimos. Tal vez a usted hermana/o, el Señor le recuerde alguno y mediante él nos pueda bendecir y fortalecer a todos.
Por citar algunos: El profeta Habacuc y el poeta Asaf.
Jesucristo es Dios
Sayper

Cierta vez alguien habló acerca de ser cristianos termostatos en vez de meros termómetros. Refiriéndose con estos últimos a los cristianos inestables.
Los cristianos inestables, hoy se muestran firmes y tocan el cielo con las manos; y mañana tiemblan y gritan de pavor hundiéndose en el infierno.
Son termómetros que indican la temperatura circundante, la temperatura que hace subir o bajar el mercurio de sus estados anímicos sin que ellos mismos hagan algo verdaderamente efectivo para que tal cosa no les ocurra.
El Señor nos quiere más que como termómetros que miden la temperatura ambiental circundante; como termostatos. Estos instrumentos tienen la característica de nivelar los extremos de la temperatura poniendo en funciones los mecanismos anticongelantes o refrigerantes, según sea necesario, para que el motor no se enfríe ni se funda.
La Iglesia del Señor debe evitar hacerle el juego al enemigo, yendo de un extremo al otro con sus estados anímicos y espirituales, y mantenerse sensibles a aquello que Su Señor está llevando a cabo ahora mismo, y obedecer Su Palabra para que Su voluntad se cumpla en nosotros y en la tierra.
Dado los días que corren, muchos cristianos somos tentados a ir de la fe al miedo, sin realizar ningún tipo de trámite en las estaciones intermedias.
La Biblia tiene preciosos ejemplos que ilustran muy bien lo que decimos. Tal vez a usted hermana/o, el Señor le recuerde alguno y mediante él nos pueda bendecir y fortalecer a todos.
Por citar algunos: El profeta Habacuc y el poeta Asaf.
Jesucristo es Dios
Sayper