Confieso que creo en Yeshúa, el Mesías, nuestro Señor, encarnación del Verbo, Alfa y Omega, que se hizo carne. Hijo del Padre, que está en el Padre como el Padre está en Él.
Considero una aberración postrarse ante imágenes, pues indigna al Padre, admiro a todos los santos y los respeto como ejemplo a seguir, pero no los adoro.
Pienso que los hechos pasados son señal y aviso para los hechos presentes y futuros, y que la medida de ángel es medida de hombre.
Sé que el orín corroe, y estoy aquí para aprender lo que pueda. Disculpadme si a veces hablo demasiado, si parezco expansivo o prepotente.
Así os digo también que he pecado gravemente durante toda mi vida, llegando a ser lector habitual de Nietzsche y otras obras que hoy considero influencia del enemigo, como el Señor de los Anillos y en general toda la cultura popular denigrante que infecta el mundo. Caí en prácticamente todos los pecados de mi generación, desde la pornografía hasta el adulterio.
No estoy orgulloso de mi pasado. Ojalá pueda estarlo de mi futuro.
Sé que el enemigo no puede ser perfecto, pues escrito está: "Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado, hasta que se halló en ti maldad". Si algo he aprendido es que parece haber una relación perfecta entre negar a Cristo y el enemigo, y considero el negar como negar cualquiera de sus enseñanzas o su condición. Desconfiad de las imperfecciones.
Publico esto sólo para que mis hermanos sepan a qué atenerse conmigo.
Considero una aberración postrarse ante imágenes, pues indigna al Padre, admiro a todos los santos y los respeto como ejemplo a seguir, pero no los adoro.
Pienso que los hechos pasados son señal y aviso para los hechos presentes y futuros, y que la medida de ángel es medida de hombre.
Sé que el orín corroe, y estoy aquí para aprender lo que pueda. Disculpadme si a veces hablo demasiado, si parezco expansivo o prepotente.
Así os digo también que he pecado gravemente durante toda mi vida, llegando a ser lector habitual de Nietzsche y otras obras que hoy considero influencia del enemigo, como el Señor de los Anillos y en general toda la cultura popular denigrante que infecta el mundo. Caí en prácticamente todos los pecados de mi generación, desde la pornografía hasta el adulterio.
No estoy orgulloso de mi pasado. Ojalá pueda estarlo de mi futuro.
Sé que el enemigo no puede ser perfecto, pues escrito está: "Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado, hasta que se halló en ti maldad". Si algo he aprendido es que parece haber una relación perfecta entre negar a Cristo y el enemigo, y considero el negar como negar cualquiera de sus enseñanzas o su condición. Desconfiad de las imperfecciones.
Publico esto sólo para que mis hermanos sepan a qué atenerse conmigo.