Cllfford P. Morehouse formó el "CREDO DE UN PERIODISTA CRISTIANO" a la manera de Efesios 4: 1; y dice así: "CREO en Dios y en su revelación al mundo por medio de Jesucristo, nuestro Señor, y de la Iglesia, que es su cuerpo. CREO en mis prójimos y en su capacidad de responder a la revelación divina y de encontrar en Cris-to el camino. la verdad y la vida. CREO en el ministerio de la prensa cristiana y en su potencia para el anuncio de las Buenas Nuevas como parte de esa re-lación; CREO en la capacidad humana de recibir esa revelación. CREO tener vocación especial para este ministerio de la prensa cristiana, vocación que a mí me resulta tan clara como otros mi-nisterios a los demás; ya que 'Él mismo dio a unos, ciertamente apóstoles: y a otros profetas,' y a otros. evangelistas.' y a otros, postores y doctores"; y a Otros, periodistas y escritores. CREO que he sido llamado, dentro de los límites de mis talentos, a descubrirle el mundo a la Iglesia, interpretando los acontecimien-tos del día en términos de los ideales cristianos; y procurando mostrar el Propósito de Dios que se encuentra oculto en los propósitos incongruentes de los hombres. CREO, asimismo, que he sido llamado a interpretarle la Iglesia al mundo, expresando la actitud cristiana ante los problemas vigentes y procuran-do mostrar la función moral y social de la religión cristiana en el mundo con-temporáneo. CREO que es mi deber y también mi privilegio -en tesitura de ca-ridad para con todos y de malicia para con nadie- el aportar una Orientación constructiva en el cumplimiento de los preceptos de la fe cristiana en tanto que ocurra, ya sea en lo iglesia. ya en el país, ya en el orden social, ya en este mundo que al momento sufre los dolores de las transiciones fundamentales; creo que deber y privilegios míos serán, de igual suerte, procurar, hasta donde pueda hacer que los hombres y la sociedad regresen cuanto antes al redil del Señor.
Por tanto, habré de estar firme y ser constante en la oración, implorando la orientación del Espíritu Santo, y no es-cribiendo jamás cosa alguna sin acto previo de oración callada, de manera que todo lo que yo redacte sea para gloria de Dios y la edificación de su Reino; seré tolerante en la crítica, te-niendo en cuenta que no siempre po-dré tener razón y que no será mi volun-tad, sino la de Dios, la que trate de expresar; seré valeroso en la proclama-ción de lo que crea que es verdad sin temores ni condescendencia; seré franco en confesar mis errores y en admitir mis fracasos; estaré siempre listo a ren-dir honor a quien honor merezca, pero sin caer en la adulación rastrera; en la crítica seré constructivo. sin hacerla de gran inquisidor; seré tardo en la ira, pero sin olvidarme de que la indignación por causa de la justicia es parte de la con-ciencia que Dios nos ha dado.
Me empeñaré, luego entonces, por-que el Reino de los Cielos se extienda en todo el mundo; porque la Iglesia llegue a ser Una sobre la sólida base de la fe verdadera; y por la edificación de una sociedad cristiana; y porque su vo-luntad sea hecha así en la tierra como en el cielo. Amén".
Si tenemos la convicción de que en nuestro interior nos mueve este sentir porque vivimos LA NUEVA VIDA EN CRISTO y deseamos ampliar cada vez más esta NUEVA COMUNIDAD que se ha mencio-nado anteriormente,.. ¿Qué nos impide obrar.. .? ¡Vayamos adelante con nues-tra "Gran Comisión"! ¡El Señor, espera que depositemos a sus pies los resulta-dos obtenidos! ¿CUÁNTOS TIENES TÚ...?
"Si se humillare, mi pueblo. sobre el cual es invocado mi nombre. y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos..., yo oiré..... (2 Crónicas 7:14.)
De la revista "Nuestra Labor"
Por tanto, habré de estar firme y ser constante en la oración, implorando la orientación del Espíritu Santo, y no es-cribiendo jamás cosa alguna sin acto previo de oración callada, de manera que todo lo que yo redacte sea para gloria de Dios y la edificación de su Reino; seré tolerante en la crítica, te-niendo en cuenta que no siempre po-dré tener razón y que no será mi volun-tad, sino la de Dios, la que trate de expresar; seré valeroso en la proclama-ción de lo que crea que es verdad sin temores ni condescendencia; seré franco en confesar mis errores y en admitir mis fracasos; estaré siempre listo a ren-dir honor a quien honor merezca, pero sin caer en la adulación rastrera; en la crítica seré constructivo. sin hacerla de gran inquisidor; seré tardo en la ira, pero sin olvidarme de que la indignación por causa de la justicia es parte de la con-ciencia que Dios nos ha dado.
Me empeñaré, luego entonces, por-que el Reino de los Cielos se extienda en todo el mundo; porque la Iglesia llegue a ser Una sobre la sólida base de la fe verdadera; y por la edificación de una sociedad cristiana; y porque su vo-luntad sea hecha así en la tierra como en el cielo. Amén".
Si tenemos la convicción de que en nuestro interior nos mueve este sentir porque vivimos LA NUEVA VIDA EN CRISTO y deseamos ampliar cada vez más esta NUEVA COMUNIDAD que se ha mencio-nado anteriormente,.. ¿Qué nos impide obrar.. .? ¡Vayamos adelante con nues-tra "Gran Comisión"! ¡El Señor, espera que depositemos a sus pies los resulta-dos obtenidos! ¿CUÁNTOS TIENES TÚ...?
"Si se humillare, mi pueblo. sobre el cual es invocado mi nombre. y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos..., yo oiré..... (2 Crónicas 7:14.)
De la revista "Nuestra Labor"