Conceptos: Mal, Pecado e Iniquidad

5 Enero 2001
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Hola Foristas:

Veo que algunas cosas no cambian mucho por estos lados.... algunas semanas atras quede en la deuda en entregar una presentacion sobre estos conceptos. Aqui les va...

El mal es la transgresión inconsciente o involuntaria de la ley divina, de la voluntad del Padre. El mal es igualmente la medida de la imperfección con que se obedece a la voluntad del Padre.

El pecado es la transgresión consciente, conocida y deliberada de la ley divina, de la voluntad del Padre. El pecado es la medida de la aversión a dejarse conducir divinamente y dirigir espiritualmente.

La iniquidad es la transgresión premeditada, determinada y persistente de la ley divina, de la voluntad del Padre. La iniquidad es la medida del rechazo contínuo del plan amoroso del Padre para la supervivencia de la personalidad y del ministerio misericordioso de salvación de Jesus.

Antes de renacer del espíritu, el hombre mortal está sujeto a las malas tendencias inherentes a su naturaleza, pero estas imperfecciones naturales de conducta no son ni el pecado ni la iniquidad. El hombre mortal acaba de empezar su larga ascensión hacia la perfección del Padre en el Paraíso. Ser imperfecto o parcial por dotación natural no es un pecado. Es verdad que el hombre está sometido al mal, pero no es en ningún sentido el hijo del maligno, a menos que haya escogido a sabiendas y deliberadamente los caminos del pecado y una vida de iniquidad. El mal es inherente al orden natural de este mundo, pero el pecado es una actitud de rebelión consciente que fue traída a este mundo por aquellos que cayeron desde la luz espiritual hasta las densas tinieblas.

Nosotros los cristianos estamos confundidos por las doctrinas de los griegos y los errores de los
persas. No comprendemos las relaciones entre el mal y el pecado porque consideramos que la humanidad empezó en la tierra con un Adán perfecto, y fue degenerando rápidamente, a través del pecado, hasta el deplorable estado actual del hombre.

Pero, ¿por qué nos negamos a comprender el significado del relato que revela cómo Caín, el hijo de Adán, fue a la tierra de Nod y allí consiguió una esposa? ¿Por qué nos negamos a interpretar el significado del relato que describe cómo los hijos de Dios encontraron esposas entre las hijas de los hombres?

Es verdad que los hombres son malos por naturaleza, pero no necesariamente pecadores. El nuevo nacimiento "el bautismo del espíritu" es esencial para liberarse del mal y necesario para entrar en el reino de los cielos, pero nada de esto disminuye el hecho de que el hombre es un hijo de Dios. Esta presencia inherente del mal potencial tampoco significa que el hombre esté separado, de alguna manera misteriosa, del Padre que está en los cielos, de tal forma que, como si fuera un extraño, un extranjero o un hijastro, tiene que intentar de alguna manera que el Padre lo adopte legalmente. Todas estas ideas han nacido, en primer lugar, de nuestra mala comprensión del Padre, y en segundo lugar, de vuestra ignorancia sobre el origen, la naturaleza y el destino del hombre.

Los griegos y otros nos han enseñado que el hombre va descendiendo contínuamente desde la perfección divina hacia el olvido o la destrucción; pero Jesus vino para mostrar que el hombre, gracias a su entrada en el reino, asciende de manera cierta y segura hacia Dios y la perfección divina. Cualquier ser que, de alguna manera, no alcanza los ideales divinos y espirituales de la voluntad del Padre eterno, es potencialmente malo, pero ese ser no es en ningún sentido un pecador, y mucho menos inícuo.

Cristiano ¿no has leído acerca de esto en las Escrituras, donde está escrito: 'Vosotros sois los hijos del Señor vuestro Dios.’ ‘Yo seré su Padre y él será mi hijo.’ ‘Lo he escogido para que sea mi hijo, yo seré su Padre.’ ‘Trae a mis hijos desde lejos y a mis hijas desde los confines de la tierra, e incluso a todos los que son llamados por mi nombre, porque los he creado para gloria mía.’ ‘Sois los hijos del Dios viviente.’ ‘Los que tienen el espíritu de Dios son en verdad los hijos de Dios’?

De la misma manera que el hijo terrestre posee un fragmento material de su padre humano, existe un fragmento espiritual del Padre celestial en cada hijo del reino por la fe.

Saludos cordiales,

Anibal
 
PECADO Junto con el concepto de la ® Salvación, el concepto de pecado se manifiesta a través de toda la Biblia, y constituye la antítesis del amor redentor de Dios, el cual las Escrituras proponen como tesis principal. Pecado es aquel poder misterioso primordial que se opone por naturaleza a Dios y a su buena voluntad para con el hombre, así como también todo el conjunto de manifestaciones y cosecuencias trágicas del mismo. Por consiguiente, existe un amplio vocabulario relacionado con el pecado. Además, como la naturaleza pecaminosa se manifiesta claramente en la historia, es elocuente el valor y la actualidad constantes de las porciones narrativas de la Biblia al respecto (cf. Ro 15.4 y 1 Co 10.1–11).

Términos Descriptivos
Para hablar sobre el pecado los hebreos emplearon palabras tomadas de las relaciones humanas: por ejemplo, falta, iniquidad, rebelión, injusticia, etc. El judaísmo intertestamentario agregó otro del cual el Nuevo Testamento había de hacer mucho uso: «deuda». Los principales aspectos destacados de acuerdo con los diferentes vocablos de los idiomas bíblicos son los siguientes:
1. La realidad objetiva del pecado sin miras o con miras a sus consecuencias, motivaciones, etc. Inclusive se toma en cuenta la posibilidad de pecar sin saberlo («por yerro», cf. Lv 4.2; Nm 15.27; etc.).
2. La rebelión como acto consciente de la voluntad. La manifestación más extrema de esta voluntad rebelde es el pecado cometido «con ® SOBERBIA» (RV; el hebreo dice «con mano alzada», Nm 15.30; etc.).
3. Culpabilidad (® Iniquidad; Maldad).
4. Errar, salir del camino. Aparece con frecuencia como verbo: «errar», «desviarse», «andar perdido» o «ciego» y «divagar».
5. El concepto que en el Nuevo Testamento se traduce «deuda» u «ofensa».
Como la mentalidad hebrea no distinguía rígidamente entre la acción y sus consecuencias o motivaciones, el mismo vocablo podía significar el acto de pecar, la culpabilidad consecuente o el castigo merecido. Debido a este fenómeno, por ejemplo, la expresión «visitar la maldad» (Éx 20.5, etc.) significa «castigar por su maldad».

Naturaleza Del Pecado
El pecado consiste en cualquier infracción de las normas que salvaguardan la vida normal, o sea, la comunión entre Dios y el hombre o entre los hombres. El pecado (como ® Justicia) se interpreta en términos de relaciones personales: pecar contra alguien, sea Dios u otro hombre. Y como es Dios el que ha establecido las normas que se infringen, cada pecado es, al final de cuentas, rebelión contra Él (2 S 12.13; Sal 51.4). Esta actitud no solo es la característica más distintiva del concepto bíblico del pecado, sino también la medida de su funesta naturaleza. De ahí que para el pueblo hebreo cualquier infracción del sistema jurídico o cultural también representaba pecado y traía como consecuencia culpa delante de Dios. Es evidente que cada acto pecaminoso de la voluntad es fruto de la condición del alma pervertida de la humanidad (cf. Pr 4.23; 23.7; Mc 7.20–23; Ro 8.15–25). Esta condición se conoce como depravación. Es la incapacidad de evitar el pecado y hacer el bien sin la ayuda de Dios. Esto culminaría, si no fuera por la ® Redención que ofrece Cristo, en la ® Muerte (Stg 1.15, cf. Jn 3.14).
El relato de Gn 3, a pesar de que no aparece en él ninguno de los vocablos clásicos para señalar el pecado, nos muestra gráficamente las características primordiales de este. Es un acto de desobediencia motivado por el deseo del ser humano de autoestablecer las normas y ser el dueño de su propio destino. Rompe la comunión íntima que antes existía entre Dios y el hombre, y también la que existía entre los hombres (® Adán; Eva). Trae como consecuencia la ® Muerte y el sufrimiento, y desata fuerzas contrarias al hombre y su felicidad; produce el estado en el que el género humano se encuentra desde entonces. El pecado de Adán implicaba un significado único para toda la especie humana (Ro 5.12, 14–19; 1 Co 15.22), pues en alguna manera él representaba a sus descendientes en un ® Pacto con Dios (Os 6.7), y su pecado se le imputó a ellos (Ro 5.19). Sin embargo, Dios no castiga a la especie humana por el pecado de Adán, sino que cada uno incurre en su propia culpabilidad. En relación con el tema, los pasajes clásicos son Ez 18 y Ro 3.9–20 entre otros.

Pecado Y Redención
Tras el primer pecado se nos dio la primera palabra de ® Esperanza (Gn 3.15), y se señaló el camino que Dios seguiría en el desenvolvimiento de la «historia de la salvación». Tras siglos de trato con su pueblo hebreo a base de una ® Alianza en la que les ofrecía ® Perdón y redención (® Redentor, redención), pero a la que repetidamente respondían con rebelión e infidelidad, Dios mandó a su Hijo en la persona de Jesús de Nazaret para que destruyera a los poderes de maldad definitivamente y en nombre de toda la humanidad Jesús encarnaba el amor de Dios que se opone al pecado y a sus consecuencias.
Jesús buscaba la compañía de pecadores, y vio su misión como la de perdonar pecados (Mt 9.6; Jn 8.34–36, etc.). Sus discípulos predicaron en su nombre el perdón de los pecados en todas las naciones (Lc 24.47; cf. Hch 2.38; 3.19; 5.31, etc.).

El Pecado Y El Cristiano
Las enseñanzas y obras de Jesucristo y los apóstoles dan un nuevo enfoque al concepto del pecado. En vez de medir las acciones de las personas de acuerdo con el legalismo de las «interpretaciones oficiales» de una serie de ® Mandamientos, Jesús partió siempre de la motivación (Mt 15.19s; cf. 7.17s). Vio el ® Amor como la única fuerza capaz de derrotar al pecado (Mc 12.28ss; Lc 7.47). La misma victoria suya sobre el pecado es motivada por el amor divino (Jn 3.16; 13.1), y tal amor de Dios había de motivar y capacitar asimismo a los suyos para vencer el pecado (Ro 12.8–10; 1 Jn 4.7–11; cf. Ro 14.23, la fe actúa siempre por el amor).
Es a la luz de esta manera de ver el pecado que se puede comprender también otra novedad del Nuevo Testamento: la relación entre la culpabilidad y el nivel de desarrollo de la ® Conciencia de los fieles (Ro 14; 1 Co 8.7–13; etc.).
Es notable que Pablo, siguiendo la LXX, hable del pecado casi exclusivamente en singular, viéndolo como un todo, como una potencia espiritual enemiga de Dios y del hombre al cual Cristo ha derrotado. Sin embargo, el Nuevo Testamento advierte a los creyentes sobre una serie de pecados individuales, y reconoce que la historia de Cristo está para realizarse por la fe en la vida de cada uno de los suyos (1 Jn 5.4).
La Biblia atribuye al ® Diablo el haber introducido y perpetuado el pecado en el mundo, pero deja sin resolver el enigma del origen del mal. (® Impiedad; Transgresión.)

Nelson, Wilton M., Nuevo Diccionario Ilustrado de la Biblia, (Nashville, TN: Editorial Caribe) 2000, c1998.
 
INIQUIDAD Término empleado en la Biblia como sinónimo de ® Pecado. En el Antiguo Testamento corresponde con frecuencia a una voz hebrea cuyo matiz particular tiende a subrayar la culpabilidad personal (Éx 34.7; Nm 14.34; Sal 32.2; Hab 2.12, etc.; cf. Mt 23.28).
Por otra parte, como los hebreos no distinguían estrictamente entre la condición interior del hombre y los actos ocasionados por ella, las obras producidas por la iniquidad también se llaman así. En los Salmos es particularmente común la expresión «hacer iniquidad» (cf. Mt 13.41). La iniquidad siempre es producto de una determinación voluntaria tomada en contra de las normas divinas, por lo cual implica culpabilidad.
En los escritos de Pablo la palabra iniquidad aparece exclusivamente en forma singular, y designa el pecado en toda su extensión. Es el poder espiritual activamente opuesto a Dios y al evangelio de su amor.

Nelson, Wilton M., Nuevo Diccionario Ilustrado de la Biblia, (Nashville, TN: Editorial Caribe) 2000, c1998.
 
Benji:

Si ud tiene algun comentario, ojala utilice sus mismas palabras para demostrar que esta haciendo uso de su mente (broma), favor pinche donde dice responder.

Buena suerte con el software.....

Anibal