Cómo tratar con los profetas?

16 Enero 2001
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CATORCE RAZONES PARA SEGUIR AL PROFETA
Por el élder Ezra Taft Benson
Presidente del Consejo de los Doce
(Posteriormente Presidente o "Profeta de la Iglesia Mormona"

Discurso pronunciado el 26 de febrero de 1980 en la Universidad Brigham Young
Extraído de la Revista Liahona del mes de Junio de 1981-

Mis queridos hermanos, es un honor par mí dirigiros la palabra. Vosotros, jóvenes estudiantes, formáis parte de una gran generación que es posible que vea el retorno de Jesucristo.
La iglesia en la actualidad no sólo está creciendo en número, sino también en fidelidad; y lo que es más importante: En general, los jóvenes son más fieles s y mejores que sus padres. Dios ha esperado para mandaros a la tiera en estos últimos días próximos al "día grande y terrible del Señor" (D. Y C. 110:16); y vuestra responsabilidad no sólo será la de llevar adelante y hacer triunfar el reino de Dios, sino también la de salvaros y salvar a vuestras familias.
Para ayudaros a pasar las pruebas cruciales que tendréis en el futuro, voy a daros un consejo que os ayudará a triunfar y a alcanzar la gloria de Dios, a pesar del empeño de Satanás en desviaros.
En nuestra Iglesia cantamos a menudo el himno "Te damos, Señor, nuestras gracias" (Himnos, N°. 178); y pronto celebraremos los 85 años del presidente y profeta Spencer W. Kimball. El consejo que quiero daros es el siguiente: Seguid al Profeta. A continuación enumeraré catorce de las razones por las que debemos seguir al Profeta y Presidente de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.

Primero: El Profeta es el único hombre que habla por el Señor en cuanto a la Iglesia.
En el libro Doctrinas y Convenios el Señor habla acerca del Profeta, o sea el Presidente de la Iglesia: "...nunca hay más de una persona a la vez sobre la tierra a quien se confieren este poder y las llaves de este sacerdocio..." (D. Y C. 132:7)
En la sección 21 el Señor también dice: "Por tanto, vosotros, refiriéndose a la Iglesia, daréis oído a todas sus palabras y mandamientos que os dará según los reciba, andando delante de mí con toda santidad; porque recibiréis su palabra con toda fe y paciencia como si viniera de mi propia boca. Porque si hacéis estas cosas, las puertas del infierno no prevalecerán contra vosotros" (D y C. 21:4-6).
Segundo: El Profeta de la Iglesia tiene más importancia para nosotros que las Escrituras.
El presidente Wilford Woodruff nos cuenta algo interesante que sucedió en la época del profeta José Smith:
"Os contaré lo que sucedió en una reunión en la cual estaba yo presente en Kirtland, Ohio. Ese día también se había mencionado el tema de los profetas y la palabra escrita de Dios. Se había expuesto el mismo principio del evangelio, aunque n con tanto detalle como se hizo aquí, cuando uno de los líderes de la Iglesia se levantó para hablar del tema: 'Aquí en la Biblia, en el Libro de Mormón, y en Doctrina y Convenios, tenéis la palabra de Dios; es la palabra de Dios escrita, y vosotros, los que dais revelaciones, debéis hacerlo de acuerdo con lo que los libros contienen, porque contienen la palabra de Dios. Debemos limitarnos a lo que dicen'.
Cuando finalizó, José Smith se dirigió a Brigham Young y le dijo: 'Hermano Brigham, quisiera que desde el púlpito nos dijera lo que piensa acerca de los probetas contemporáneos y la palabra escrita de Dios'. El hermano Brigham Young se paró ante el púlpito, pausadamente sacó los tres libros de Escrituras y los colocó uno por uno delante de sí: 'Aquí se encuentra lo que nos dijo Dios acerca de su obra, desde el principio del mundo casi hasta nuestros días. Y os digo, que si los comparamos con los oráculos vivientes, estos libros no tienen valor para mí; no nos transmiten la palabra de Dios dirigida a nosotros directamente, como lo hacen los profetas o los hombres que poseen el Santo Sacerdocio en nuestros días. Yo preferiría tener los oráculos viventes antes que todo lo escrito en los libros'. Esto fue lo que dijo en resumen; y cuanto terminó, el presidente José Smith dijo a la congregación: 'El hermano Brigham os ha dicho la palabra de Dios y os ha dicho la verdad'." (Conference Report, oct. 1897, págs. 18-19).
Tercero: Un profeta viviente es más importante que un profeta muerto.
Las revelaciones del Señor a Adán no le daban las instrucciones que Noé necesitó para construir el arca; Noé necesitaba recibir su propia revelación. Por lo tanto, el profeta más importante para todos nosotros es el que vive actualmente, aquel al cual el Señor revela su voluntad. En suma, lo más importante que podemos leer son las palabras de nuestro Profeta actual, publicadas en las revistas de la Iglesia. Cada seis meses se nos dan instrucciones durante las conferencias generales, y los artículos se publican en Liahona.
Tened cuidado con las personas que les dan más importancia a los profetas muertos que a los que viven, porque estos últimos siempre deben considerarse primero.
Cuarto: Un profeta nunca guiará a la Iglesia por mal camino.
El presidente Wilford Woodruff dijo:
"Digo a los miembros de la Iglesia: El Señor nunca permitirá que yo, ni ningún otro hombre que sea Presidente de la Iglesia, os lleva por el mal camino. Esos no son Sus planes ni Sus designios." (The Discourses of Wilford Woodruff, pág. 212-13).
El presidente Marion G. Romney nos cuenta lo que le pasó cuando era joven:
"Recuerdo que hace muchísimos años, cuando yo era obispo, el presidente Heber J. Grant fue a hablar a nuestro barrio. Después de la reunión lo llevé a su casa...estaba parado a mi lado cuando me puso su brazo sobre los hombres y me dijo: 'Muchacho, observa siempre al Presidente de la Iglesia, y si alguna vez él te dice que hagas algo y está equivocado, y tú lo haces, lo mismo el Señor te bendecirá'. Pero en seguida dijo en un tono alegre: 'Aunque no tienes que preocuparte, porque el Señor nunca permitirá que su Profeta, guíe a la gente por el mal camino." (Conference Report, oct. 1960, página 78).
Quinto: Para hablar sobre cualquier tema o hacer lo que sea necesario en cualquier momento, no es necesario que el Profeta haya cursado estudios o tenga diplomas que lo acrediten.
Hay personas que piensan que el conocimiento que adquirieron por medio de sus estudios de un tema determinado es superior al conocimiento que recibe un profeta directamente de Dios. Piensan que antes de aceptar cualquier cosa que el Profeta diga, si esto puede contradecir lo que han aprendido, éste debe tener el mismo estudio que ellos. ¿Cuántos años de estudio escolar tuvo José Smith? Sin embargo, él dio revelaciones sobre toda clase de temas. Ninguno de nuestros profetas obtuvo un doctorado. Nuestra Iglesia nos alienta a que obtengamos conocimiento en muchos campos; pero recordemos que si existe un conflicto tener lo que sen enseña en las escuelas y las palabras del Profeta, debéis creer lo que dice este último, pues no sólo seremos bendecidos, sino que, con el correr del tiempo, también se nos dará la razón.
Sexto: El Profeta no tiene porqué decir "Así dice el Señor" para qu lo consideremos Escritura.
A veces hay gente que se preocupa por niñerías; dice que él nos da consejos, pero que no tenemos obligación de seguirlos a menos que especifique es un mandamiento. Sin embargo, el Señor dice acerca del Profeta: "Daréis oído a todas sus palabras y mandamientos que os dará" (D y C 21:4).
Y acerca de seguir los consejos del Profeta, el Señor dice:
"De cierto, así te dice el Señor, mi siervo Lyman: Te son perdonados tus pecados, porque has obedecido mi voz al venir aquí esta mañana para recibir consejo del que yo he nombrado." ( D y C 108:1).
Brigham Young dijo: "Todos los discursos que he predicado y dado a conocer a los hombres, sin excepción, pueden considerarse Escritura". (Journal of Discourses, 13:95).
Séptimo: El Profeta nos dice lo que necesitamos saber, que no siempre es lo que queremos oír.
"Tu nos has declarado cosas duras, más de lo que podemos aguantar", se quejaron los hermanos de Nefi; y él les contestó: "Los culpables hallan la verdad dura, porque los hiere hasta el centro" (1 Nefi 16:1,2).
El presidente Harold B. Lee dijo: "Es posible que no os agrade lo que dicen las autoridades de la Iglesia, porque puede discrepar de vuestras opiniones políticas o sociales, porque puede interferir en nuestras actividades sociales...Nuestra seguridad depende de que sigamos sus consejos...Tengamos siempre en cuenta la guía del Presidente de la Iglesia". (Conference Report, oct. 1970, págs. 152-153).
El presiente Kimball dijo: "Aun dentro de la Iglesia, muchos se inclinan ante la tumba de los profetas muertos mientras que mentalmente arrojan piedras a los vivos" (Instructor, 95:257).
¿Por qué sucede esto? Porque el Profeta actual les dice lo que necesitan saber, pero prefieren que los profetas estén muertos o que no se ocupen de ellos. Los que se autodenominan "expertos en ciencia política" preferirían que el Profeta no dijera una palabra de política; los "eruditos" en cuanto a la teoría de la evolución desearían que el Profeta no tocara este tema, y así la lista sería interminable.
Las decisiones que tomamos cuando el Profeta nos dice lo que necesitamos saber, pero prefeririamos no escuchar, son una prueba de nuestra fidelidad.
El presidente Marion G. Romney dijo: "Es muy fácil creer en los profetas que ya han fallecido, pero muy difícil tener fe en los que todavía viven". Y luego agregó: "Un día, después de una sesión de la conferencia general, en el tiempo en que el presidente Grant todavía vivía, estaba sentado en mi oficina cuando un señor de edad fue a verme. Estaba muy enojado a causa de lo que otras Autoridades Generales y yo habíamos dicho en la conferencia. Me di cuenta por su manera de hablar que venía del extranjero, asío que luego de haberlo calmado un poco para que me escuchara le dije : ¿Por qué ha venido a los Estados Unidos? 'Estoy aquí porque un Profeta de Dios me dijo que viniera.? '¿Quién era ese Profeta?' Le pregunté. 'Wilford Woodruff'. '¿Cree que Wilford Woodruff era un Profeta de Dios?' 'Sí, señor.' '¿Cree que el presidente Joseph F. Smith fue un Profeta de Dios?' 'Sí, señor." Entonces le hice la pregunta clave: '¿Y cree que el presidente Heber J. Grant es un Profeta de Dios?' Y me respondió: 'Pienso que debería callarse la boca en cuanto a la ayuda que reciben los ancianos'.
Puedo aseguraros que un hombre con esta actitud se encuentra en camino a la apostasía y desperdicia la oportunidad de obtener la vida eterna. En esta misma posición se encuentran los que no pueden o no quieren seguir los consejos del actual Profeta de Dios." (Conference Report, ab. 1953, pág. 125).
Octavo: Lo que dice el Profeta no está limitado a la lógica ni la razón.
Hay veces en que tendréis que escoger entre las revelaciones de Dios y la lógica del hombre; entre el Profeta y el profesor. El Profeta José Smith dijo: "Todo cuanto Dios requiere es justo, no importa lo que sea, aunque no podamos ver la razón por ello sino hasta mucho después que se hayan verificado los hechos." (Enseñanzas del Profeta José Smith, pág. 312).
A un ocultista no le parecía muy razonable que le dijeran que curara a un hombre ciego escupiendo en la tierra, haciendo lodo con ella para ponérselo al hombre sobre los ojos, y mandándole lavárselos en un estanque de agua contaminada. Sin embargo, esto es exactamente lo que hizo Jesús para curar a un ciego (véase Juan 9:6-7). Parece descabellado decirle a un leproso que vaya a bañarse siete veces al río para curarse, y sin embargo, esto es precisamente lo que hizo el profeta Eliseo (véase 2 Reyes 5).
"Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos". (Isaías 55:8-9)
Noveno: El Profeta puede recibir revelaciones de cualquier naturaleza, ya sea temporal o espiritual.
El Presidente Brigham Young dijo: "Algunos de los hombres más importantes de la ciudad de Kirtland estaban muy en contra de que el profeta José Smith diera su opinión en cuanto a asuntos temporales...En una de las reuniones yo les dije: 'Elderes de Israel...¿alguno de vosotros se atreve a trazar una línea divisoria entre lo espiritual y lo temporal en el reino de Dios, para que yo pueda entenderlo?' Ninguno pudo hacerlo...
Yo desafío a cualquier hombre a que se atreva a indicarle a un Profeta de Dios el camino que debe seguir, o a enseñarle cuál es su deber, o a ponerle límites a lo que pueda decir sobre temas temporales o espirituales. Lo espiritual y lo temporal están tan relacionados entre sí que son inseparables, y lo serán para siempre." (Journal of Discourses, 10:363-64)
Décimo: El Profeta tiene derecho a aconsejarnos en asuntos cívicos.
Cuando el pueblo es justo, quiere que los que lo gobiernen sean las mejores personas. Alma estaba a la cabeza de la Iglesia y del gobierno, según se cuenta en el Libro de Mormón; José Smith fue alcalde de la ciudad de Nauvoo y Brigham Young gobernador de Utah. Isaías dio muchísimos consejos en cuanto a asuntos políticos, y el Señor mismo dijo de sus palabras: "Grandes son las palabras de Isaías" (3 Nefi 23:1)
Undécimo: Las dos clases de personas que tienen más dificultad en seguir las palabras de los profetas son los orgullosos que tienen mucho conocimiento o demasiado dinero.
Los intelectuales quizás piensen que el Profeta ha sido inspirado solamente cuando concuerda con ellos; de lo contrario, afirman que simplemente está dando su opinión. Los ricos puede que piensen que no necesitan del consejo de un humilde profeta.
En el Libro de Mormón leemos: "¡Oh ese sutil plan del maligno! ¡Oh las vanidades, y las flaquezas, y las necedades de los hombres! Cuando son instruidos se creen sabios, y no escuchan el consejo de Dios, porque lo menosprecian, suponiendo que saben de sí mismos; por tanto, su sabiduría es locura, y de nada les sirve; y perecerán. Pero bueno es ser sabio, si se hacen caso de los consejo de Dios. Y al que llamare, él abrirá; y los sabios y los instruidos, y los que son ricos, que se inflan a causa de su conocimiento y su sabiduría y sus riquezas, sí, éstos son los que él desprecia; y a menos que renuncien a estas cosas, y se consideren insensatos ante Dios y desciendan a las profundidades de la humildad, él no les abrirá." (2 Nefi 9:28,29,42).
Duodécimo: Es muy posible que el Profeta no sea bien mirado por los hombres del mundo.
Cuando el profeta revela la verdad, la gente se divide; los de corazón sincero obedecen sus palabras, mientras que los débiles no prestan atención o lo atacan. Cuando señala los pecados del mundo, los inicuos quieren hacerlo callar, o, en lugar de arrepentirse, actúan como si él no existiera. Pero la verdad no puede sacrificarse a cambio de la popularidad. La gente ha matado o exiliado a muchos de los profetas. Cuanto más se acerque la Segunda Venida de Cristo, la gente del mundo se hará más malvada, y el profeta tendrá cada vez menos influencia sobre ella.
Decimotercero: El Profeta y sus consejeros forman la Primera Presidencia, o sea, el quórum más importante de toda la Iglesia.
En el libro Doctrina y Convenios el Señor dice que la Primera Presidencia es "el consejo más alto de la Iglesia de Dios" (107:80), y agrega: "Quien me recibe a mí, recibe a los de la Primera Presidencia, a quienes he enviado..." (112:20)
Decimocuarto: Seguid al Profeta y a la Primera Presidencia y seréis bendecidos; rechazad su consejo y sufriréis.
El presidente Harold B. Lee relata este incidente de la historia de la Iglesia: "Un tiempo después que se organizó la Iglesia, algunos de los hermanos que dirigían en los consejos presidentes, creo que en Kirtland, Ohio, ser reunían en secreto con el propósito de idear la forma de deshacerse del presidente y profeta José Smith. Cometieron el error de invitar a Brigham Young a asistir a una de esas reuniones secretas. Después de enterase del plan que tenían entre manos, se enojó con ellos diciéndoles entre otras cosas: 'No podéis destruir la autoridad de un Profeta de Dios, pero sí podéis cortar los lazos que os unen a él y hundiros en el infierno'." (Conference Report, ab. 1963, página 81).
El presidente N. Eldon Tanner dijo en una conferencia general de la Iglesia: "El viernes de mañana, el Profeta nos djo con claridad cuáles serán nuestras responsabilidades...Más tarde un hermano me dijo: 'Hay personas que creen que deben seguir los consejos del Profeta cuando les conviene, pero en cuanto dice algo que no está de acuerdo con lo que piensan, la cosa cambia; de pronto se erigen ellas mismas en profetas y deciden por su cuenta cuál es la voluntad de dios'.
Pensé, '¡Qué gran verdad!', y qué serio es el problema cuando elegimos cuáles mandamientos vamos a obedecer y cuáles no. Cuando decidimos no cumplir con algunos, estamos modificando la ley del Señor, y pretendiendo transformarnos nosotros mismos en profetas, lo cual, puedo aseguraros, os perderá; porque si no seguimos al Profeta de Dios, no podemos guiarnos a nosotros mismos. ¡Nunca caigamos en este error!" (Conference Report, oct. 1966, página 98).
"Confiad en la presidencia y recibid sus instrucciones", dijo el Profeta (Enseñanzas del Profeta José Smith, página 187). Pero Almon Babbitt no siguió este consejo, y el Señor le dijo: "Y en cuanto a mi siervo Almon Babbitt, hay muchas cosas que no me complacen; he aquí, ambiciona poner su propio criterio en lugar del consejo que yo he ordenado, sí, el de la Presidencia de mi Iglesia..." (D y C 124:84).
Finalmente, hagamos un resumen de las catorce razones para segur a un Profeta, porque nuestra salvación depende de que las comprendamos:
1. El Profeta es el único hombre que habla por el Señor en cuanto a las cosas de la Iglesia.
2. El Profeta de la Iglesia tiene más importancia para nosotros que las Escrituras.
3. Un profeta viviente es más importante que un profeta muerto.
4. Un profeta nunca guiará a la Iglesia por mal camino.
5. No es necesario que el Profeta haya cursado estudios o tenga diplomas que lo acrediten, para ser capaz de hablar sobre cualquier tema.
6. El Profeta no tiene porqué decir "Así dice el Señor" para que lo consideremos Escritura.
7. El Profeta nos dice lo que necesitamos saber, y por lo tanto, a veces nos dice cosas que no queremos oír.
8. Lo que dice el Profeta no está limitado a la lógica ni la razón.
9. El Profeta puede recibir revelaciones acerca de cualquier tema, ya sea temporal o espiritual.
10. El Profeta tiene derecho de aconsejarnos en cuestiones cívicas.
11. Las dos clases de personas que tienen más dificultad en seguir las palabras de los profetas son los intelectuales o los ricos que son orgullosos.
12. Es muy posible que el Profeta no sea bien mirado por los hombres del mundo.
13. El Profeta y sus consejeros forman la Primera Presidencia, que es el Quórum más importante de la Iglesia.
14. Seguid al Profeta y a la Primera Presidencia y seréis bendecidos; rechazad su consejo y sufriréis.
Testifico que lo que os he dicho es verdad; que si queremos saber si el Señor está complacido con nosotros, debemos preguntarnos si estamos siguiendo de cerca los consejos del ungido del Señor - nuestro Profeta actual y Presidente de la Iglesia y las palabras de la Primera Presidencia.
Que Dios nos bendiga a todos para que sigamos los consejos de estos líderes en esta época tan difícil por la que tenemos que pasar.
 
Amigo marciano, me parece muy interesante lo expuesto por Ud sobre los profetas, eso demuestra que Dios no sólo habló a los profetas del pasado sino que continua haciendolo en nuestros días, y que las SAGRADAS escrituras no es el único lugar donde está la palabra de DIOS.

Ofecus.
 
Marciano:

¿Vienes a debatir o a dejar panfletos y largarte como has hecho en el tema de los rollos del Mar Muerto? :eek:


Maripaz
 
Una pregunta ¿eres mormon?.DTB.
 
Plutoniano:

Este es un foro de discusión, para que dejas mensajes si al final ni los defiendes ni nada???

Participa, es un consejo. :)

Bendiciones Selenita Joviano. :D

PD: Cuando pases por la luna salúdame a José Smith, alli debio de estar cuando escribío el Libro de Mormon. (Un chistecito)
 
Cómo tratar con los profetas?

oye muy buen aporte de los profetas claro que es necesario que haya profetas en la tierra más en estos tiempos tan difíciles tanto en economía y grandes cosas están mas por venir. Como dice en la biblia en el libro de Amos 3:7 por que no hará nada el señor sin que revele sus secretos a sus siervos los profetas. todo lo que nos han dicho los profetas cada palabra se a cumplido, y hemos leído por los relatos que las personas que no hacían caso a sus palabras y no creían y se burlaban de ellos por que también los tomaban como locos como el comentario que hicieron de jose smith hemos leído y andado testimonio miles de personas que ese tipo de gente incrédula y burlona lo lamentaron mucho el burlarse y no hacer caso a sus hermosos consejos tal fueron muchos los casos que da miedo el ponerse en contra de ellos, y a pesar de los tantos testimonios hay gente que un no cree y se burla.
 
Re: Cómo tratar con los profetas?

oye muy buen aporte de los profetas claro que es necesario que haya profetas en la tierra más en estos tiempos tan difíciles tanto en economía y grandes cosas están mas por venir. Como dice en la biblia en el libro de Amos 3:7 por que no hará nada el señor sin que revele sus secretos a sus siervos los profetas. todo lo que nos han dicho los profetas cada palabra se a cumplido, y hemos leído por los relatos que las personas que no hacían caso a sus palabras y no creían y se burlaban de ellos por que también los tomaban como locos como el comentario que hicieron de jose smith hemos leído y andado testimonio miles de personas que ese tipo de gente incrédula y burlona lo lamentaron mucho el burlarse y no hacer caso a sus hermosos consejos tal fueron muchos los casos que da miedo el ponerse en contra de ellos, y a pesar de los tantos testimonios hay gente que un no cree y se burla.

No, Yo si creo, Yo soy profeta.

Y te profetizo hoy;

No hay mas palabra, que las palabras del Verbo Cristo Jesús.

Todo aquel que vaya, mas allá de sus palabras, no tendran valor, si predican otra cosa, que no sea que la única salvación es Cristo Jesús.

Tambien te profetizo, que nadie sabe, cuando regresará Jesucristo.

Arrodillate a su Evangelio, porque es verdad unica.