Cómo tener esperanza en el 2024 ¿Qué dice la Biblia?

cristianobernabeu8

Cristiano Bernabeu 8
22 Octubre 2023
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El 2024 viene cargado de problemas, y muchas personas piensan que no se van a solucionar.
Pero hay esperanza para el futuro. ¿Dónde podemos encontrarla?
 
El 2024 viene cargado de problemas, y muchas personas piensan que no se van a solucionar.
Pero hay esperanza para el futuro. ¿Dónde podemos encontrarla?
“No os preocupéis por el mañana”, dijo Jesús en su gran Sermón del Monte, “porque el mañana se preocupará por sí mismo. Cada día tiene sus propios problemas” (Mateo 6:34). Por tercera vez, Cristo da a sus discípulos este mandato de no preocuparse, repitiéndolo tal vez porque conocía la tendencia humana universal a hacer todo lo contrario: centrarse ansiosamente en las preocupaciones futuras en lugar de en el Dios que tiene el mañana en sus manos (Jeremías 29:11; Salmo 23).

En este segmento de Su sermón, Jesús enseña a los discípulos a no preocuparse por lo que comerán y lo que vestirán. Estas dos cosas representan necesidades humanas básicas. Jesús insta a sus seguidores a confiar en Dios como su proveedor. El fiel siervo del reino que está totalmente comprometido con el Rey no necesita preocuparse ni distraerse con los cuidados de la vida cotidiana. Poner nuestra confianza en Dios significa confiar en que Él cuidará de nosotros y nos proporcionará todo lo que necesitamos.

En Mateo 6:34, Jesús amplía su lección, desafiando específicamente a los discípulos a no preocuparse por las preocupaciones que puedan surgir en el futuro. Acababa de enseñarle al discípulo a orar: “El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy”, en el Padrenuestro (Mateo 6:11). Los siervos del reino de Dios deben vivir en el presente. Dios cuida de sus siervos hoy. Les da el pan de cada día y todo lo que puedan necesitar hoy. No necesitan preocuparse por el mañana porque Dios estará allí con ellos para resolver cualquier inquietud en el “hoy” del mañana (Mateo 28:20; Salmo 73:23-26).

En el desierto, Dios enseñó a los hijos de Israel el mismo principio de depender de Yahvé para la provisión del día. Los alimentó con suficiente maná para sustentar sus vidas ese día. Cuando se preocupaban por el mañana y almacenaban comida para el día siguiente, ese suministro de maná se pudriría. Cada día y cada paso del camino, el pueblo de Dios debe depender de su suministro fiel.

El Señor sabe que enfrentamos muchas circunstancias y situaciones que pueden causar ansiedad en este mundo caído. Entonces, ¿cómo podemos seguir Su mandato de dejar de preocuparnos por el mañana?

Apoyate en la Oracion.

Filipenses 4:6–7 presenta nuestra arma más poderosa contra la preocupación: “No os preocupéis por nada; en lugar de eso, oren por todo. Dile a Dios lo que necesitas y agradécele por todo lo que ha hecho. Entonces experimentarás la paz de Dios, que excede todo lo que podamos entender. Su paz guardará vuestros corazones y vuestras mentes mientras viváis en Cristo Jesús”.

Siempre que nos sintamos ansiosos o preocupados por el mañana, podemos llevar nuestras preocupaciones al Señor en oración. Podemos vivir ese momento, reconociendo que Dios está ahí con nosotros. Cuando le decimos lo que necesitamos, le agradecemos por todo lo que ha hecho. Una actitud agradecida sugiere una expectativa de Su provisión y cuidado continuos. Cuando pasamos tiempo en la presencia de nuestro Padre celestial, expresando nuestras preocupaciones, Él responde dándonos una paz sobrenatural que protege nuestros corazones y nuestras mentes. Cuando recordamos acudir al Padre en oración, Él instantáneamente viene a ayudarnos en nuestros momentos de ansiedad.

Confía en la gracia de Dios

El apóstol Pablo soportó un aguijón en la carne que le causó considerable ansiedad: “Para evitar que me vuelva engreído, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás, para que me atormente. Tres veces le rogué al Señor que me lo quitara. Pero él me dijo: 'Te basta mi gracia, porque mi poder se perfecciona en la debilidad'. Por tanto, de buena gana me gloriaré más en mis debilidades, para que el poder de Cristo repose sobre mí” (2 Corintios 12: 7–9). Pablo llevó su preocupación al Señor en oración. Cuando el problema persistió, el apóstol confió en el Señor para que le diera la gracia para seguir adelante.

La gracia de Dios le dio a Pablo la capacidad de ver cómo el Señor sería glorificado en su debilidad: “Por eso, por amor de Cristo, me deleito en las debilidades, en los insultos, en las penalidades, en las persecuciones, en las dificultades. Porque cuando soy débil, entonces soy fuerte” (2 Corintios 12:10). Podemos erradicar nuestras preocupaciones sobre el mañana si vemos a Dios con nosotros en el futuro, brindándonos la gracia que necesitamos para salir adelante. Cuando llegue el mañana, el Padre estará allí con gracia para satisfacer todas nuestras necesidades.

Disciplina tu mente

Después de orar y recibir la paz de Dios, debemos disciplinar nuestra mente: “Y ahora, queridos hermanos y hermanas, una última cosa. Fija tus pensamientos en lo que es verdadero, honorable, justo, puro, amable y admirable. Piensa en cosas excelentes y dignas de alabanza” (Filipenses 4:8. Es difícil preocuparse cuando nuestros pensamientos se centran en las verdaderas y fieles promesas de Dios. El pensamiento perezoso e indisciplinado produce preocupación. En cambio, debemos entrenar nuestra mente en la Palabra, que nos dice que “Dios nos dio un espíritu no de temor, sino de poder, de amor y de dominio propio” (2 Timoteo 1:7).

No te quedes con los brazos cruzados.

No podemos dedicarnos totalmente a Dios si nos dedicamos a preocuparnos por el mañana. Preocuparse por el mañana es una falta de confianza en Dios y no logra nada (Mateo 6:27-29). Pedro aconseja sabiamente: “Entrégale todas tus preocupaciones y preocupaciones a Dios, porque él se preocupa por ti” (1 Pedro 5:7.

A veces, obedecer el mandato del Señor de no preocuparse por el mañana requiere acción: “Sigue poniendo en práctica todo lo que aprendiste y recibiste de mí, todo lo que escuchaste de mí y todo lo que me viste hacer. Entonces el Dios de paz estará con vosotros” (Filipenses 4:9. Si los temores sobre su mañana están consumiendo su hoy, considere hacer un estudio bíblico en profundidad específicamente sobre el tema que le preocupa. Quizás incluso necesites buscar consejo de un líder de la iglesia. Tome medidas para crear un plan de acción bíblico que anule sus preocupaciones infructuosas y destructivas.

El mandato del Señor: “No os preocupéis por el mañana”, es un recordatorio conmovedor para que los siervos del reino vivan el momento y pongan su confianza en Él en cada circunstancia y situación. Ninguna dificultad es mayor que nuestro gran Dios. Preocuparse por el mañana es mirar nuestro futuro como si Dios no estuviera ahí para cuidarnos. Pero Jesús nos enseña a vivir en la presencia de Dios un día a la vez y a enfrentar cada problema cuando se presente, a través de la oración. Nuestro Padre celestial estará con nosotros mañana para cuidarnos.

Saludos.
 
El 2024 viene cargado de problemas, y muchas personas piensan que no se van a solucionar.
Pero hay esperanza para el futuro. ¿Dónde podemos encontrarla?

Es raro que ya mencionen los de tu especie que Jesús volverá...

Porque se han cumplido 110 años de la gran cagada (1914), y aún siguen haciendo güiños, a ver si es chicle y pega :)