¿Cómo se vuelve carne el hombre?
«Lo que nace de la carne es carne.» Así lo afirmó Jesús a Nicodemo hace mucho tiempo (Jn. 3:6). Hay tres preguntas que quedan contestadas con esta concisa afirmación:
1) qué es la carne;
2) cómo se vuelve carne el hombre; y
3) cuál es su categoría o naturaleza.
1) ¿Qué es la carne? «Lo que nace de la carne es carne.» ¿Qué nace de la carne? El hombre. Por consiguiente el hombre es carne, y todo lo que el hombre hereda de sus padres pertenece a la carne. No se hace distinción de si el hombre es malo, impío, estúpido, inútil y cruel. El hombre es carne. Todo lo que tiene el hombre al nacer pertenece a la carne y se encuentra dentro de ese mundo. Todo aquello con que nacemos y lo que desarrollamos posteriormente queda incluido en la carne.
2) ¿Como se vuelve carne el hombre? «Todo lo que nace de la carne es carne.» El hombre no se vuelve carnal aprendiendo a ser malo con una práctica progresiva del pecado, ni abandonándose a actos licenciosos, ávido de seguir el deseo de su cuerpo y de su mente hasta que finalmente todo él es vencido y controlado por las malas pasiones de su cuerpo. El Señor Jesús afirmó con énfasis que una persona es carnal en cuanto nace. Esto no es determinado ni por su conducta ni por su carácter. Hay una cosa que es decisiva en este punto: ¿de quién nació? Todo hombre de este mundo ha sido engendrado de padres humanos y por consiguiente Dios lo considera que es de la carne (Gn. 6:3). ¿Cómo puede alguien que nace de la carne no ser carne? Según la palabra de nuestro Señor, un hombre es carne porque nace de sangre, de la voluntad de la carne y de la voluntad del hombre (Jn. 1:13) y no por la forma en que viva él o sus padres.
3) ¿Cuál es la naturaleza de la carne? «Lo que nace de la carne es carne.» No existe ninguna excepción ni distinción. Ni la educación, ni las mejoras, ni la cultura, ni la moralidad o la religión pueden hacer que el hombre deje de ser carnal. Ninguna acción o poder humano puede modificarlo. Si no es regenerado de la carne permanecerá como carne. Ningún sistema humano puede hacer que deje de ser lo que era al nacer. El Señor Jesús dijo «es», con lo cual este asunto quedó decidido para siempre. La carnalidad de un hombre no va determinada por él mismo sino por su nacimiento. Si nace de carne, todos los planes para su transformación serán infructuosos. No importa cómo cambie externamente; sea a través de un cambio diario o de cambios bruscos, el hombre sigue siendo carne tan firmemente como siempre.
W. Nee
Jesus es el Señor!
La iglesia en Armenia
Nuestro proposito no es comunicar conocimiento, ni métodos bíblicos a los santos, sino ayudar a los que ya siguen al Señor y caminan en esta senda con el objeto de avanzar.
Watchman Nee
El verdadero ministerio se concibe en el vientre del sufrimiento, nace con fatiga y con dolor, y se mece en una cruz.
Ciertamente hay un camino solitario para los que buscan andar con Dios. Pero cuando andemos con el Señor, vamos a encontrar compañia en otros que tambien conocieron el rechazo y el sufrimiento cuando anduvieron con Dios, y aprendieron sus caminos
«Lo que nace de la carne es carne.» Así lo afirmó Jesús a Nicodemo hace mucho tiempo (Jn. 3:6). Hay tres preguntas que quedan contestadas con esta concisa afirmación:
1) qué es la carne;
2) cómo se vuelve carne el hombre; y
3) cuál es su categoría o naturaleza.
1) ¿Qué es la carne? «Lo que nace de la carne es carne.» ¿Qué nace de la carne? El hombre. Por consiguiente el hombre es carne, y todo lo que el hombre hereda de sus padres pertenece a la carne. No se hace distinción de si el hombre es malo, impío, estúpido, inútil y cruel. El hombre es carne. Todo lo que tiene el hombre al nacer pertenece a la carne y se encuentra dentro de ese mundo. Todo aquello con que nacemos y lo que desarrollamos posteriormente queda incluido en la carne.
2) ¿Como se vuelve carne el hombre? «Todo lo que nace de la carne es carne.» El hombre no se vuelve carnal aprendiendo a ser malo con una práctica progresiva del pecado, ni abandonándose a actos licenciosos, ávido de seguir el deseo de su cuerpo y de su mente hasta que finalmente todo él es vencido y controlado por las malas pasiones de su cuerpo. El Señor Jesús afirmó con énfasis que una persona es carnal en cuanto nace. Esto no es determinado ni por su conducta ni por su carácter. Hay una cosa que es decisiva en este punto: ¿de quién nació? Todo hombre de este mundo ha sido engendrado de padres humanos y por consiguiente Dios lo considera que es de la carne (Gn. 6:3). ¿Cómo puede alguien que nace de la carne no ser carne? Según la palabra de nuestro Señor, un hombre es carne porque nace de sangre, de la voluntad de la carne y de la voluntad del hombre (Jn. 1:13) y no por la forma en que viva él o sus padres.
3) ¿Cuál es la naturaleza de la carne? «Lo que nace de la carne es carne.» No existe ninguna excepción ni distinción. Ni la educación, ni las mejoras, ni la cultura, ni la moralidad o la religión pueden hacer que el hombre deje de ser carnal. Ninguna acción o poder humano puede modificarlo. Si no es regenerado de la carne permanecerá como carne. Ningún sistema humano puede hacer que deje de ser lo que era al nacer. El Señor Jesús dijo «es», con lo cual este asunto quedó decidido para siempre. La carnalidad de un hombre no va determinada por él mismo sino por su nacimiento. Si nace de carne, todos los planes para su transformación serán infructuosos. No importa cómo cambie externamente; sea a través de un cambio diario o de cambios bruscos, el hombre sigue siendo carne tan firmemente como siempre.
W. Nee
Jesus es el Señor!
La iglesia en Armenia
Nuestro proposito no es comunicar conocimiento, ni métodos bíblicos a los santos, sino ayudar a los que ya siguen al Señor y caminan en esta senda con el objeto de avanzar.
Watchman Nee
El verdadero ministerio se concibe en el vientre del sufrimiento, nace con fatiga y con dolor, y se mece en una cruz.
Ciertamente hay un camino solitario para los que buscan andar con Dios. Pero cuando andemos con el Señor, vamos a encontrar compañia en otros que tambien conocieron el rechazo y el sufrimiento cuando anduvieron con Dios, y aprendieron sus caminos