A quien interese:
Deseo que me envíe un breve testimonio de cómo se convirtió ud. del catolicismo a Cristo y del protestantismo a Cristo.
Yo me convertí del catolicismo al protestantismo y del protestantismo a Cristo.Era católico, luego me convencí que la doctrina católica no eran tan bíblica y pase al protestantismo, no había nacido de nuevo. Luego, nací de nuevo mediante el arrepentimiento. Recibí una experiencia con el Espíritu Santo y se me aclaró la misión.
Soy misionero fuera de mi país desde 1986, pastoreo una iglesia, fundamos Shalom un centro de servicios comunitarios en Villa Penca, Haina, REp.Dominicana, en uno de los barrios más pobres del mundo, porque entendimos que el evangelio no consiste en entregar un tratado evangelístico y salir corriendo sino en acompañar como agente de Dios al que sufre y necesita salvación y liberación de ataduras de ignorancia y enfermedad.
Así mismo entramos a trabajar a la sección de menores de la cárcel de Najayo, iniciamos un Programa de restauración del menor delincuente y estamos orando y pidiendo que el Señor nos envíe recursos para fundar la Casa del Alfarero, un lugar para continuar el trabajo de restauración con los menores que salen de la cárcel y que no saben cómo integrarse a la sociedad.
Después de tener esa experiencia con el Espíritu Santo se me hace insoportable el clericalismo, el fanatismo de algunos evangélicos que acostumbran a enviar gente al infierno por asuntos superficiales, culturales, modas etc. Me choca la demagogia de ciertos exponentes de la neo-Teología de la Liberación que se escudan en la pobreza de los pueblos para justificar programas de lucro personal e institucional. Me repugnan los magos del profetismo y de la superfe porque hacen de los dones del Espíritu Santo un espectáculo y una cueva de ladrones.
Dios bendiga a todos a feos y bonitos.
Deseo que me envíe un breve testimonio de cómo se convirtió ud. del catolicismo a Cristo y del protestantismo a Cristo.
Yo me convertí del catolicismo al protestantismo y del protestantismo a Cristo.Era católico, luego me convencí que la doctrina católica no eran tan bíblica y pase al protestantismo, no había nacido de nuevo. Luego, nací de nuevo mediante el arrepentimiento. Recibí una experiencia con el Espíritu Santo y se me aclaró la misión.
Soy misionero fuera de mi país desde 1986, pastoreo una iglesia, fundamos Shalom un centro de servicios comunitarios en Villa Penca, Haina, REp.Dominicana, en uno de los barrios más pobres del mundo, porque entendimos que el evangelio no consiste en entregar un tratado evangelístico y salir corriendo sino en acompañar como agente de Dios al que sufre y necesita salvación y liberación de ataduras de ignorancia y enfermedad.
Así mismo entramos a trabajar a la sección de menores de la cárcel de Najayo, iniciamos un Programa de restauración del menor delincuente y estamos orando y pidiendo que el Señor nos envíe recursos para fundar la Casa del Alfarero, un lugar para continuar el trabajo de restauración con los menores que salen de la cárcel y que no saben cómo integrarse a la sociedad.
Después de tener esa experiencia con el Espíritu Santo se me hace insoportable el clericalismo, el fanatismo de algunos evangélicos que acostumbran a enviar gente al infierno por asuntos superficiales, culturales, modas etc. Me choca la demagogia de ciertos exponentes de la neo-Teología de la Liberación que se escudan en la pobreza de los pueblos para justificar programas de lucro personal e institucional. Me repugnan los magos del profetismo y de la superfe porque hacen de los dones del Espíritu Santo un espectáculo y una cueva de ladrones.
Dios bendiga a todos a feos y bonitos.