Estimados Criven19 y Jeremías.
¡Estoy completamente de acuerdo con ambos!
con Criven19 porque muchas veces nos entrampamos nosotros mismos en conocer ACERCA de Dios pero no tenemos una experiencia tan profunda que permita a quienes nos rodean saber que somos cristianos. Es decir, por nuestras palabras sí que lo saben, pero nuestros actos, actitudes o reacciones demuestran que todavía no lo somos completamente. Típico caso de los judíos, que siendo los receptores de la Palabra, del mensaje de salvación PARA la humanidad, creyeron que Dios los amaba a ellos solamente y que todos los demás se perderían, y por su testimonio negaron conocer a Dios ("Mi pueblo fue destruido porque le faltó conocimiento. Porque desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos.... Porque misericordia quiero, y no sacrificio, y CONOCIMIENTO DE DIOS [experiencia personal con Dios} más que holocaustos" (Oseas 4:6; 5:6)Otro caso típico se da entre los dirigentes de la iglesia, o entre los mismbros de ella, que mientras están en la iglesia, con sus hermanos, son amables y condescendientes, pacientes y tolerantes, sin embargo pareciera que en sus hogares son personas totalmente diferentes, ya que afloran muchas características negativas que hay todavía en sus vidas, hasta la violencia en algunos casos, produciendo mucho dolor al interior del núcleo familiar.
El testimonio de una vida santificada debiera ser el sermón más eficaz que dieramos cada día, más que un estudio bíblico, más que HABLAR de la Biblia, porque eso demostraría con hechos, con mi propia vida, que Dios tiene poder de transformar al pecador.
con Jeremías también estoy de acuerdo, porque
hay formas legítimas de adorar a Dios y otras que son sólo imitaciones ("... tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella. A éstos evita" (2 Tim 3:5), parábola del trigo y de la cizaña. Por lo tanto, para saber cuál es la adoración que Dios requiere de nosotros debemos estar bien informados y sólo la Biblia, que es la PALABRA DE DIOS, nos puede conducir a él. Por otro lado el estudio de las Escrituras hace mucho más que entregarnos conocimientos escriturales, sino que es parte importante en la santificación. "Santifícalos en tu verdad, TU PALABRA ES VERDAD" (Juan 17:17)
Por lo tanto, mi pensamiento, es que ninguna de las dos formas se excluyen, sino que se complementan.
Bendiciones.
Geo.