Como nos ayuda la Biblia a ser tolerates

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Cristiano Bernabeu 8
22 Octubre 2023
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La tolerancia es “la virtud que hace posible la paz” (Declaración de Principios sobre la Tolerancia de la Unesco, 1995).
La intolerancia, por otro lado, puede hacer que la gente no respete a otros o los odie. Y esos sentimientos frecuentemente acaban en un discurso de odio o en discriminación y violencia.
 
Discurso de odio, es la bandera que ondea en el campamento de la comunidad LGTB para callar a los que los critican.
 
La tolerancia es “la virtud que hace posible la paz” (Declaración de Principios sobre la Tolerancia de la Unesco, 1995).
La intolerancia, por otro lado, puede hacer que la gente no respete a otros o los odie. Y esos sentimientos frecuentemente acaban en un discurso de odio o en discriminación y violencia.
Pedro expresó ante el Sanedrín un principio general que abarca muchas cuestiones: “¡Debemos obedecer a Dios antes que a los seres humanos!” (Hechos 5:29). Cualquiera que sea la presión que la sociedad ejerza, el seguidor de Cristo sabe quién es su Señor y decide obedecerlo. En un mundo pecador que odiaba a Cristo, esto naturalmente conducirá a algún conflicto. La “tolerancia” propugnada por el mundo no deja lugar a las convicciones cristianas, pero, para los redimidos que caminan en el Espíritu, las convicciones cristianas son indispensables. La Biblia dice que hay un bien y un mal, y ninguna cantidad de entrenamiento de sensibilidad o sesiones grupales de encuentro pueden cambiar eso.

Si definimos tolerar como “soportar algo que a uno no le gusta”, entonces podríamos decir que la tolerancia no requiere aprobación ni apoyo. En este sentido, los cristianos debemos ser lo más tolerantes posible, para que nuestro carácter amoroso sea visible para todos (Mateo 5:16). Deberíamos poder “soportar” muchas cosas. En la mayoría de los casos, deberíamos poder controlar nuestro impulso de resentirnos por algo que nos resulta desagradable. El problema surge cuando tolerar se define de una manera que implica aceptar o incluso aprobar lo que uno considera ofensivo. Un cristiano con convicciones basadas en la Biblia puede aceptar el hecho de que la gente peca, pero aun así debe llamarlo “pecado”. Las convicciones de un cristiano no permiten la aprobación del pecado en absoluto.

Cuando un creyente descubre que sus convicciones cristianas están en conflicto con la tolerancia de alguien, debe hacer inmediatamente lo siguiente: 1) Orar por sabiduría y valor. 2) Examine sus convicciones para asegurarse de que se basen en lo que realmente dice la Biblia, en lugar de preferencias personales. Tomar una postura en contra de tener un servicio de adoración conjunto hindú-cristiano es bíblicamente respaldable; tomar una postura en contra de servir comida étnicamente diversa en la comida compartida de la iglesia no lo es. 3) Comprometerse a amar a sus enemigos y hacerles el bien (Mateo 5:38–48). 4) Propósito en su corazón de afrontar el conflicto “con compasión, bondad, humildad, mansedumbre y paciencia” (Colosenses 3:12). 5) Si entran en juego cuestiones legales, explore sus derechos bajo la ley (ver Hechos 16:37–38; 21:39).

Incluso en medio de un conflicto entre las convicciones piadosas y la tolerancia secular, los cristianos deben demostrar el amor y la justicia de Cristo, ejemplificando cómo la verdad y el amor pueden coexistir. En cada situación, debemos exhibir “obras hechas con humildad que proviene de la sabiduría” (Santiago 3:13). Nuestra conducta debe ser tal “que los que hablan maliciosamente contra [nuestra] buena conducta en Cristo se avergüencen de su calumnia” (1 Pedro 3:16).

Saludos.