¿Cómo ha cambiado el cristianismo en estos tiempos de pandemia?

Efe-E-Pe

Círculos concéntricos
4 Octubre 2008
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¿Cómo ha cambiado el cristianismo en estos tiempos de pandemia?

Aclaración: En otro post mencioné "la iglesia" y no el cristianismo. Pensándolo mejor, tuve que replantear la pregunta, ya que el cristianismo no se limita a una reunión de personas en un lugar (a eso conocemos como "iglesia"), ni el culto o devoción no es una práctica limitada a un lugar y momento específicos. Congregarse para dar culto al Señor siempre será bueno en la medida que recordemos la intención de practicar el amor fraternal entre hermanos al compartir una misma fe. Hecha esta salvedad, prosigo...

A mi buen entender... Hemos presenciado una transformación bastante peculiar del cristianismo (si protestante, evangélico o pentecostal, cada uno sabrá). Unos se tragaron, con todo y frijoles, la conspiración del virus chino, las CDS milagrosas y las vacunas con sello 5G, otros perdieron el fuelle al no poder seguir los cultos presenciales y se acomodaron a seguir las transmisiones en casita, sin molestarse en ver los eventos como si fuese una película del neiflis. Otros tantos santurrones, atragantados en su venenosa envidia, se alegraron porque los cameos de la yisus culture, con sus declaraciones metafísicas, no lograron detener el contagio que trae vuelto loco a este mundo. Ente estos últimos, algunos criticones hebrañoles se alegraron por ver que este cristianismo postmoderno se ha colapsado casi en su totalidad.

Me atrevo a decir que se ha inaugurado un cristianismo disruptivo de pocos -bien pocos- que tuvieron que volver a las raíces de lo primero. Por principio de cuentas y recuento de daños, se han sentido avergonzados porque, en vez de que la tierra se haya llenado del conocimiento de la gloria de Dios para salvación, se llenó de un bicho más pequeño que un grano de arena, el cual ha arrasado con vidas por montones. Ahora mismo, mientras cozo con el hilo y la aguja de la honestidad las letras que algunos leerán, los muertos en la India se van incinerando por montones sin ver un final a este pandemónium desbocado. Lo mismo ha pasado en otras partes y en otras culturas, y quién sabe hasta cuando se acabará esta pesadilla global.

Es como si de pronto, las noticias de islamistas migrando al viejo continente, cada vez más ateo que incrédulo, o fundamentalistas rabiosos cabalgando su yijad contra todo lo que tenga forma de cruz, y el dragón rojo comiéndose el mundo, se hayan esfumado mientras que la ideología (¿perversión?) de género se va apoderando de la aldea global en esta generación de cristal. ¿Cual es la preocupación actual para muchos? ¿Retener lo poco que queda de la época gloriosa de la globalización, o esperar la mejor vacuna que comprar para conservar la vida?

Bueno, la pandemia ha derrumbado economías, reclamando las vidas de muchos que creían eran los reyes del mundo. Necesariamente, este naciente cristianismo disruptivo habrá de marcar una profunda huella en la medida que no se repitan los viejos vicios del pasado. El primero de ellos, es forzar el evangelio de Cristo en una ideología dulcificada de prosperidad y el pan de azúcar del gospel singer intocable e invulnerable.

No quiero decir que haya un nuevo movimiento religioso con la devaluada etiqueta de "cristiano", como con un estigma de maldición más que de esperanza. Más bien, es como siempre ha sido, una pequeña manada enfrentando una bestial jauría de lobos y demonios, dispuestos a llevar a los seres humanos al mismo destino del ángel asesino.

¿Qué piensan ustedes?
 
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-Cierto. El mundo está al borde de la locura, y los religiosos, estupefactos, sin saber para adonde agarrar.

-Lo que más incomoda a los rutinarios dominicales, es que ya no pueden ufanarse de su texto predilecto:

"...no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre" (Hebreos 10:25).

-Antes, al menos tenían a su favor la asistencia y puntualidad a los cultos. Ahora ¡ni eso!
 
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Puede ser cómico o deprimente que no pocos -que se hacen llamar- cristianos, se hayan creído el cuento y las leyendas negras de moda: las vacunas, el grafeno, la marca de la bestia, y así por el estilo.

Tal condición demuestra su grado de inseguridad hacia el futuro. Estar en Cristo asegura una condición inquebrantable, en la que nada ni nadie puede separarnos de Él. Llegado el momento, todos los que recibimos el precioso regalo de la salvación, abandonaremos este mundo con sus pandemias y los intentos de unos por conquistar el mundo, este mundo contaminado que poco a poco se muere. Los que se queden, experimentarán la peor de las pesadillas en una realidad de terror.
 
¿Cómo ha cambiado el cristianismo en estos tiempos de pandemia?

Aclaración: En otro post mencioné "la iglesia" y no el cristianismo. Pensándolo mejor, tuve que replantear la pregunta, ya que el cristianismo no se limita a una reunión de personas en un lugar (a eso conocemos como "iglesia"), ni el culto o devoción no es una práctica limitada a un lugar y momento específicos. Congregarse para dar culto al Señor siempre será bueno en la medida que recordemos la intención de practicar el amor fraternal entre hermanos al compartir una misma fe. Hecha esta salvedad, prosigo...

A mi buen entender... Hemos presenciado una transformación bastante peculiar del cristianismo (si protestante, evangélico o pentecostal, cada uno sabrá). Unos se tragaron, con todo y frijoles, la conspiración del virus chino, las CDS milagrosas y las vacunas con sello 5G, otros perdieron el fuelle al no poder seguir los cultos presenciales y se acomodaron a seguir las transmisiones en casita, sin molestarse en ver los eventos como si fuese una película del neiflis. Otros tantos santurrones, atragantados en su venenosa envidia, se alegraron porque los cameos de la yisus culture, con sus declaraciones metafísicas, no lograron detener el contagio que trae vuelto loco a este mundo. Ente estos últimos, algunos criticones hebrañoles se alegraron por ver que este cristianismo postmoderno se ha colapsado casi en su totalidad.

Me atrevo a decir que se ha inaugurado un cristianismo disruptivo de pocos -bien pocos- que tuvieron que volver a las raíces de lo primero. Por principio de cuentas y recuento de daños, se han sentido avergonzados porque, en vez de que la tierra se haya llenado del conocimiento de la gloria de Dios para salvación, se llenó de un bicho más pequeño que un grano de arena, el cual ha arrasado con vidas por montones. Ahora mismo, mientras cozo con el hilo y la aguja de la honestidad las letras que algunos leerán, los muertos en la India se van incinerando por montones sin ver un final a este pandemónium desbocado. Lo mismo ha pasado en otras partes y en otras culturas, y quién sabe hasta cuando se acabará esta pesadilla global.

Es como si de pronto, las noticias de islamistas migrando al viejo continente, cada vez más ateo que incrédulo, o fundamentalistas rabiosos cabalgando su yijad contra todo lo que tenga forma de cruz, y el dragón rojo comiéndose el mundo, se hayan esfumado mientras que la ideología (¿perversión?) de género se va apoderando de la aldea global en esta generación de cristal. ¿Cual es la preocupación actual para muchos? ¿Retener lo poco que queda de la época gloriosa de la globalización, o esperar la mejor vacuna que comprar para conservar la vida?

Bueno, la pandemia ha derrumbado economías, reclamando las vidas de muchos que creían eran los reyes del mundo. Necesariamente, este naciente cristianismo disruptivo habrá de marcar una profunda huella en la medida que no se repitan los viejos vicios del pasado. El primero de ellos, es forzar el evangelio de Cristo en una ideología dulcificada de prosperidad y el pan de azúcar del gospel singer intocable e invulnerable.

No quiero decir que haya un nuevo movimiento religioso con la devaluada etiqueta de "cristiano", como con un estigma de maldición más que de esperanza. Más bien, es como siempre ha sido, una pequeña manada enfrentando una bestial jauría de lobos y demonios, dispuestos a llevar a los seres humanos al mismo destino del ángel asesino.

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Excelente comentario
 
pienso que la "pandemia" es el pecado que abunda en el mundo, este es el mata a todos y no solo a una minima parte de la población según estadísticas, ni todos los muertos en la India ni en todo el mundo achacados al covid son ni la mitad del 1% de la población, sin embargo 8 billones de personas morirán en el lapso de 80 años o sea 100 millones por año aunque puedo estar equivocado pues son cifras muy altas para mi.
aun asi, a nadie parece importarle esto, ¿porque? porque solo vemos lo que dice la prensa y le creemos, aunque un dia digan una cosa y al siguiente digan todo lo contrario le seguimos creyendo. nadie piensa que es totalmente ridiculo escoger una de las personas que nos ponen en frente para que dirija la nacion de acuerdo a la ley establecida y luego acatar "toda" orden sin siquiera decir eso no esta en el trato.
si la prensa hablara de las consecuencias del pecado otra cosa sería. pienso yo.
 
pienso que la "pandemia" es el pecado que abunda en el mundo, este es el mata a todos y no solo a una minima parte de la población según estadísticas, ni todos los muertos en la India ni en todo el mundo achacados al covid son ni la mitad del 1% de la población, sin embargo 8 billones de personas morirán en el lapso de 80 años o sea 100 millones por año aunque puedo estar equivocado pues son cifras muy altas para mi.
aun asi, a nadie parece importarle esto, ¿porque? porque solo vemos lo que dice la prensa y le creemos, aunque un dia digan una cosa y al siguiente digan todo lo contrario le seguimos creyendo. nadie piensa que es totalmente ridiculo escoger una de las personas que nos ponen en frente para que dirija la nacion de acuerdo a la ley establecida y luego acatar "toda" orden sin siquiera decir eso no esta en el trato.
si la prensa hablara de las consecuencias del pecado otra cosa sería. pienso yo.

No sea un injusto entonces y le meta zancadillas a la justicia de Dios como tantos hombres, respecto a este fuego desatado y cuasi mortal.


La culpabilidad del hombre

Rom. 1:18 Porque la ira de Dios se revela desde el cielo
contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad;


1:19 porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó.

(Ni Dios ni el Diablo, la misma mala o buena gente lo estamos haciendo)
 
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Debo reconocer que el kudo lo tiene bien merecido...

Siempre tendemos a echarle la culpa a alguien de nuestras calamidades. Si es al diablo, bueno... Pero ¿a Dios? ¿Culpar a Dios por una aparente indiferencia?

No, no lo creo. Más bien, estamos atrapados en nuestro propio poder. Salir de este problema no será nada fácil. Mientras tanto, Uno es el que habita la eternidad...
 
No sea un injusto entonces y le meta zancadillas a la justicia de Dios como tantos hombres, respecto a este fuego desatado y cuasi mortal.


La culpabilidad del hombre

Rom. 1:18 Porque la ira de Dios se revela desde el cielo
contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad;


1:19 porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó.

(Ni Dios ni el Diablo, la misma mala o buena gente lo estamos haciendo)
no entendi ni "J",¿ a que te refieres?
 
Parece ser que la pandemia ha hecho que aumente el número de creyentes en algunos lugares. Han habido conversiones y bautismos. Y esto en lugares donde antes de la pandemia había una tendencia secularista descristianizadora.

Parece algunas personas han necesitado consuelo y refugio; y como no lo han encontrado en nada de este mundo material moderno, han tenido que recurrir a Dios y la religión.

Esperemos que la tendencia siga así. Que almenos salga algo de bueno de todo este horror.
 
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Hola, @DRB

Este auge circunstancial de las personas entregándose a Dios, más que una buena noticia, me parece penoso. ¿Por qué buscar a Dios solo cuando hay problemas?

Ahora bien, ¿estas personas se mantendrán apegadas a la religión por acallar sus conciencias, o porque en verdad quieren aceptar el regalo de la salvación que representa el sacrificio de Cristo en la cruz? Solo el tiempo lo dirá.


Un abrazo.
 
Hola, @DRB

Este auge circunstancial de las personas entregándose a Dios, más que una buena noticia, me parece penoso. ¿Por qué buscar a Dios solo cuando hay problemas?

Ahora bien, ¿estas personas se mantendrán apegadas a la religión por acallar sus conciencias, o porque en verdad quieren aceptar el regalo de la salvación que representa el sacrificio de Cristo en la cruz? Solo el tiempo lo dirá.


Un abrazo.

Dios está un bastante olvidado en la sociedad moderna. No es como en otros tiempos que era el centro de todo. Ahora algunos solo se acuerdan de Dios cuando ocurre algo que les causa un gran impacto emocional.

Espero que en muchos casos sea mantengan apegadas a la religión por una conversión real y sincera. Quizás algunas personas encuentren refugio en la fe de forma definitiva. Pero es probable que no ocurra esto en todos los casos.
 
y esperate a que ocurra la gran tribulación, allí sera el mas grande avivamiento!
 
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y esperate a que ocurra la gran tribulación, allí sera el mas grande avivamiento!

Ciertamente; cuando llegue el momento habrá un acontecimiento que causará un impacto enorme en las mentes y corazones. Esto va a transformar el mundo. La fe, la esperanza y la caridad pueden despertar como nunca.

Pero deberíamos preguntarnos como será esta Gran Tribulación: ¿Puede ser un desastre natural o inducido por las actividades humanas? ¿Puede ser una crisis? ¿Puede ser una guerra? O quizás sea una combinación de todo esto. Hay que observar los signos de los tiempos. Tal como están las cosas puede ocurrir algo muy grande en cualquier momento.
 
¿Cómo ha cambiado el cristianismo en estos tiempos de pandemia?

[...]

¿Qué piensan ustedes?

Nada de lo antiguo tiene lugar en lo nuevo.

Hay muchas cosas "antiguas" en el "cristianismo secular", es decir, el "cristianismo organizado". Lo "antiguo" es el mundo y sus parámetros. Su forma de pensar, su forma de conseguir poder, notoriedad y dejar huella. Su forma de expresarse, su forma de enfrentar la vida. Su forma de enfrentarse a los dilemas de la vida, incluido a Dios. Pero Dios no se ajusta al mundo, por lo que se "salta" estos "ajustes", por así decirlo. Lo de Dios NO pertenece al mundo ni está controlado por sus "ajustes", no se somete a ellos. Someterse a las "autoridades superiores" no quiere decir someterse al espíritu detrás de las "autoridades superiores". Es distinto, y hay que tener discernimiento. Daniel se sujetaba a los reyes a los que servía, pero no al espíritu detrás de ellos. Daniel solamente se sujetaba al espíritu de Dios.

Entiendo, pues, que esta pandemia, las guerras y hambrunas que está viviendo el mundo (persecución y angustia), y los diferentes terremotos que han sacudido a la humanidad (y aquí yo entiendo "ideologías mundanas que han surgido") y cualquier otra cuestión que pertenezca a este mundo y tiempo, sin duda afectan al cristiano que vive aquí (pues Dios garantizó que nos afectarían), pero este no es "sometido" al espíritu que hay detrás de ello. Se dice en Apocalipsis que los santos son vencidos, pero esta derrota no implica un sometimiento al espíritu detrás del mundo, sino a una derrota "aparente" y "temporal", permitida por Dios. Esta derrota pasará y quedará atrás, pues aún ella forma parte de un capítulo de la victoria progresiva, global y absoluta de Dios.

El cristiano debe poner al mundo a un lado o oponerse al él como se opone al pecado personal. El mundo es el precio del pecado, es el resultado, el fruto del pecado. Del cristiano se dice que pertenece a otro lugar distinto, al Reino, y no está involucrado en las cosas de este mundo excepto en la medida y gracia que Dios, en Su poder, otorga al cristiano, y conforme a Su inteligencia y plan predeterminado para que aquel se involucre. El cristiano no está aquí para "cambiar el mundo", sino para dar testimonio del Reino, y lo que el cristiano trae al mundo es una expresión del Reino. El cristiano no se involucra en el mundo conforme a la mente del mundo y los rudimentos del mundo. Se implica en el mundo conforme al propósito eterno de Dios en Cristo Jesús. Cuando Dios hace partícipe al cristiano de Su plan glorioso, el cristiano, como extranjero, profetiza. El Espíritu del Señor es el Espíritu de la Profecía, es decir, un espíritu que está más allá del tiempo y del espacio y que "trae" el "Reino de Dios". Lo trae primero al corazón, porque el corazón del hombre es donde vive Dios por Su Espíritu. Y del corazón del hombre, se "expande" para crear un "todo". El Reino de Dios es el único Reino pues es un Reino Eterno, el único Eterno que hay, y por tanto es Seguro y Firme. El Reino de Dios y el reino del mundo no se mezclan. Son incompatibles. Están reñidos. Cristo nada tiene del mundo en Sí Mismo, y el cristiano nada ama del mundo. Cuando hablo del mundo, no hablo de Su creación, sino de la creación del hombre caído EN la creación. El mundo es la "mente del mundo".

¿Por qué hablo del "mundo" y del cristiano en este momento?

Porque veo que hay una mezcla tan grande entre el "cristianismo" y el mundo, que parece como si la iglesia hubiera desaparecido del mapa detrás de esta mezcla ponzoñosa. Pero es sólo apariencia. La Iglesia no ha desaparecido. El testimonio sigue vigente, como lo estuvo en tiempos pretéritos, aunque mantenerlo costará cada vez más en tanto se aproxima el fin de los tiempos, y estará cada vez más escondido (si es que alguna vez no lo estuvo), tal y como Cristo profetizó: "y si no fueran acortados aquellos días, nadie sería salvo". Pero por causa de los Suyos, yo creo que ya estamos viviendo en ese "acortamiento de los tiempos", y lo discernimos precisamente por la velocidad en que el pecado y el mal están aparentemente adueñándose de la situación. El mundo en breve será sujetado a la vara de hierro del Reino de Dios y de Su justicia, en lo que yo creo será el "milenio venidero", el mayor regalo que este mundo puede tener. Los justos gobernarán aquí en un tiempo de justicia y paz impensable en la dispensación presente.

La pandemia, para mí, es una "oportunidad de oro" en la que muchos creyentes pueden ser emblanquecidos, y muchos incrédulos pueden arrepentirse y empezar a caminar por el Camino de la Vida. Pero no es más ni menos "oportunidad" que las guerras, pestes y hambres que han asolado el siglo XX, así como los terremotos ideológicos que han brotado en el mundo en estos últimos 100 años. ¿Será usada la pandemia por parte del mundo para expanderse aún más si cabe, e intentar implantar su ideología humanista, donde el ser humano aparca a Dios definitivamente para erigir su propio Babel gigantesco (otra vez)? Sí, ya lo está haciendo (si como plan original, no lo sabemos, si como accidente causístico, no lo sabemos)... pero nunca olvidemos que Dios es el primer ingeniero de la cadena, y que si el hombre ha modificado un virus para implantar su agenda, Dios es el dueño y señor del diseño original.

Esta pandemia, como cualquier otra "señal", es una oportunidad para acercarse a Dios y ser emblanquecido... o alejarse de Él y ser envilecido. Esta fue la enseñanza de Jesús:

En este mismo tiempo estaban allí algunos que le contaban acerca de los galileos cuya sangre Pilato había mezclado con los sacrificios de ellos. Respondiendo Jesús, les dijo: ¿Pensáis que estos galileos, porque padecieron tales cosas, eran más pecadores que todos los galileos? Os digo: No; antes si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente. O aquellos dieciocho sobre los cuales cayó la torre en Siloé, y los mató, ¿pensáis que eran más culpables que todos los hombres que habitan en Jerusalén? Os digo: No; antes si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente.
(Luc 13:2-5)

Así pues, en lo que a mí respecta, debo buscar el arrepentimiento y ser purificado a través de los dolores que Dios está permitiendo que yo viva en este mundo, incluyendo esta pandemia. Creo que estas voces que hablan de "ser librado de la peste" citando un Salmo, no se aplican a los tiempos que estamos viviendo. Estos son tiempos personales, donde Dios te puede purificar y hacer un favor enorme afligiendo tu vida por medio de esta peste... o pasar por medio de ella sin siquiera percibir los tiempos que estamos viviendo. Es decir, vivir estos tiempos en la propia ignorancia del mundo mientras se usa la Biblia como una especie de talismán mágico. Esto no es del Espíritu.

Amor,
Ibero
 
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Entre el sonido de los tambores de guerra, se ha anunciado un rebrote de sars-cov-2 en un poblado en PCCh.

Tal ha sido el daño psicológico por el confinamiento en esta pandemia, que cualquier cosa puede espantar aún a los que dicen ser cristianos. Estas noticias recientes lo demuestran.

Es cierto que el miedo siempre estará ahí. Paralizarse por ello, de ningún modo es opción. ¡Tenemos que avanzar a pie firme si queremos salvarnos! porque ¿en quién depositaremos nuestra confianza en el futuro, ya sea en esta vida o en la otra?
 
Aqui las muertes por el covid siguen pero han bajado drásticamente junto con los contagios y eso que hace mas de un año que la vida social se normalizó y no hemos vuelto a confinamientos ni a medidas de restricción, solo usamos tapabocas aunque hay otra mitad que ya no lo hace. Aqui ya nos olvidamos del covid.
Debe ser que con el tiempo vamos adquiriendo inmunidad o el virus va perdiendo fuerza o ambas cosas.
 
He visto noticias que para mí eran quizá presagios. Piense cada uno si lo son o no.

Recuerdo especialmente aquella ocasión en la que el actual Papa lanzó unas palomas al aire en la plaza de San Pedro pidiendo paz y justamente después unas aves se presentaron a molestarlas, como se ve en este enlace.

También pienso en el posible carácter simbólico del incendio de Notre Dame y la catedral de Nantes, así como en las demás iglesias que ardieron en América. Que un templo arda es perturbador y se habla muy poco de ello.

¿Recuerdan la serpiente que apareció en los muros de Yerushalayim justo un año antes del COVID?
 
Aqui las muertes por el covid siguen pero han bajado drásticamente junto con los contagios y eso que hace mas de un año que la vida social se normalizó y no hemos vuelto a confinamientos ni a medidas de restricción, solo usamos tapabocas aunque hay otra mitad que ya no lo hace. Aqui ya nos olvidamos del covid.
Debe ser que con el tiempo vamos adquiriendo inmunidad o el virus va perdiendo fuerza o ambas cosas.

Supuestamente se hará la declaratoria mundial del fin de la pandemia. El sars-cov-2 pasará a ser un virus endémico, del que habrá que vacunarse periódicamente, igual que como con la influenza.

En cuanto a las medidas antiarias, bueno... Me ha tocado usar el STC, y pareciera que a la gente no le importa quedar contagiada.