¿Cómo enfrentar las circunstancias adversas?(por el pastor Fernando Alexis Jimenez)

1 Abril 2001
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¿Cómo enfrentar las circunstancias adversas?

Ps. Fernando Alexis Jiménez

La tranquilidad de la oficina se vio rota con una llamada telefónica de Sara Montenegro,una de las diaconisas de nuestra congregación a quien por su ternura y avanzada edad,consideré siempre muy frágil.

--Murió Raúl,mi hijo.Hace veinte minutos—Siete palabras que resumían el drama que experimentaba esta piadosa mujer. Llevaba varias semanas cuidándolo en el hospital.Cada que podía venía al servicio religioso, se arrodillaba en un extremo del templo y clamaba a Dios,unas ocasiones con desespero,otras con desasosiego y las más de las veces, con serenidad.—Tú puedes sanar a mi hijo—repetía una y otra vez.

No sabía que decir.Por algunos instantes guardé silencio.¿Qué palabras son las más apropiadas en momentos así? Estaba en una verdadera encrucijada.Imagino que usted también cuando se trata de extender una voz de aliento a quien ha perdido a un ser querido.

--Sarita, yo... –interrumpí. No sabía cómo avanzar...

--No se preocupe,pastor,estoy tranquila.Dios me ha dado paz.Llamaba para informarls que todo está dispuesto.El sepelio será mañana.Esté tranquilo,yo estoy tranquila—cortó la comunicación.Apenas natural. Andaba apurada.

Me quedó meditando.No sabía qué decir.Tampoco qué hacer.Minutos después reflexioné en la tranquilidad que embargaba a esta querida anciana de nuestra congregación.Su corazón estaba dolido por la pérdida de su hijo mayor.Pero en medio de las circunstancias, guardaba la calma.

Un día después del funeral la vi de nuevo. –Pastor,espero que sigamos avanzando en la preparación de la vigilia de oración—me dijo. Sonreía con paz en su corazón...

¿Cómo enfrentar la adversidad?

¿Cómo enfrentar exitosamente las circunstancias adversas que con frecuencia nos roban la paz? Ante todo,el secreto estriba en la actitud que asumamos en situaciones apremiantes.

Hay quienes dimensionan un problema y lo convierten en gigante. Otros por el contrario se toman el tiempo suficiente para medir cuidadosamente la magnitud del obstáculo que enfrentan.La actitud es determinante en la búsqueda de soluciones.¿Cuál es la actitud más indicada? La actitud de esperanza que se desprende de alguien que tiene una sólida fe en Dios y sabe que no hay problema grande que El no pueda resolver.

Hasta aquí hemos comenzado con el centro del asunto.Ahora vamos a analizar cuidadosamente cómo se presentan las circunstancias adversas y de qué manera afectan el estado de ánimo y nos impiden pensar con claridad.

La adversidad es inevitable

Con más frecuencia de lo que debiéramos,olvidamos que las circunstancias adversas son inevitables.Están ligadas a la vida de todo ser humano,tanto como su sombra o quizá, el cansancio después de un día ajetreado.No podemos evitarlas,pero sí que hagan mella en nuestro ser.

Habacuc -un profeta de la antigüedad- describe ese panorama ensombrecido y preocupante cuando,bajo inspiración del Espíritu Santo,escribió:“Aunque la higuera no florezca,Ni en las vides haya frutos,Aunque falte el producto del olivo,Y los labrados no den mantenimiento,Y las ovejas sean quitadas de la majada,Y no haya vacas en los corrales...”(Habacuc 3:17).

Trasládese a la situación que estaba enfrentando.Todo a su alrededor era caos.No tenía solidez económica.Sus expectativas de ganancia como ganadero o agricultor,se habían esfumado.No había absolutamente nada de qué echar mano.Y para agravar el cuadro,el horizonte poblado de nubarrones,parecía persistir.

¿Le ha ocurrido alguna vez?.Todo se conjuga para traer malas noticias.Problemas en casa,problemas en la iglesia,problemas en el trabajo,problemas con los vecinos.Abre la puerta,y encuentra dificultades.Nos acostamos y no quisiéramos despertar.Para qué –pensamos—si solo hallaremos nuevas dificultades cuando despierte el día.

Una actitud de fe, cambia nuestra apreciación de la crisis

Susana iba a recoger los vasos vacíos.Al menos eso creía ella.Uno no estaba vacío.El mío.El contenido se volcó sobre el escritorio.Y en cuestión de segundos el manuscrito sobre el que había trabajado tanto tiempo para enviarlo a una revista, estaba empapado de café tinto.

¿Qué hacer?¿Cuál era la salida en una circunstancia así? ¿Enojarme? ¿Llamarle la atención y pedirle que tuviera más cuidado?¿Elevar el tono de voz y hacerle sentir que había cometido un “enorme error” por descuido? O más bien,ayudar a reparar el daño y poner a secar las páginas,tratando de salvar las que más pudiera.Sin duda la segunda opción.Enojarme no resolvería nada.Ofender menos.Y herirle en sus sentimientos,no es propio de un cristiano.¿Se da cuenta? Nuestra actitud frente a situaciones que roban la tranquilidad, es esencial.

Dueño de una disposición de fe y esperanza a toda prueba,el autor sagrado escribió al referirse a su reacción frente al cúmulo de dificultades que le asaltaban:“Con todo,yo me alegraré en Jehová,Y me gozaré en el Dios de mi salvación. “(Habacuc 3:18).

Lea el texto de nuevo.El plantea que con toda la sumatoria de tropiezos y obstáculos que sobrevengan,conservará la alegría y el gozo en Dios.Nuestro amado Señor es la fuente de la paz y de la serenidad que necesitamos en momentos críticos.

¿Siente que desfallece?

Cuando las circunstancias adversas toman fuerza,una inclinación natural es desfallecer,pensar que todo terminó,que nada vale la pena, que llegamos al final de la encrucijada para encontrarnos a boca de jarro con una pared inmensa.

Si experimenta una situación similar,es hora de volver la mirada a Dios.Pedirle fortaleza.El es quien puede ayudarnos.En nuestras fuerzas,sin duda profundizaremos en la desesperanza y la desesperación.Sin embargo,con ayuda del Señor las cosas son a otro precio.

El propio Habacuc lo advirtió así cuando señala:“Jehová el Señor es mi fortaleza,El cual hace mis pies como de ciervas,Y en mis alturas me hace andar. ”(Habacuc 3:19).

Sobreponernos a las dificultades es posible.Dios nos fortalece y nos muestra el sendero para salir adelante.

Antes que ir al hombre en busca de una salida,vuelva su mirada al Creador.Así perciba que enormes tormentas azotan su frágil embarcación,no desista,tenga fe,siga adelante.Con ayuda de Dios superará la crisis...

Ps. Fernando Alexis Jiménez
 
Gracias Luis.

A veces no quermeos o no sabemos diferenciar los problemas de los contratiempos. Dis nos guarde
 
Excelente testimonio, Luis
Un abrazo
 
¡Ciertamente edificante!

¡Ciertamente edificante!

Precioso mensaje que el Espíritu se goza en enviarnos a través de los hermanos Fernando y Luis. ¡Me viene como anillo al dedo! Ya lo he imprimido y en el nombre de nuestro Señor espero imprimirlo fundamentalmente en la tabla de mi duro corazón.

Bendiciones Luis, Oso y Tobi,

En Cristo Jesús,

C. J.
 
Re: ¿Cómo enfrentar las circunstancias adversas?(por el pastor Fernando Alexis Jimenez)

Re: ¿Cómo enfrentar las circunstancias adversas?(por el pastor Fernando Alexis Jimenez)

Originalmente enviado por: Luis Castaño
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¿Cómo enfrentar las circunstancias adversas?

Ps. Fernando Alexis Jiménez

La tranquilidad de la oficina se vio rota con una llamada telefónica de Sara Montenegro,una de las diaconisas de nuestra congregación a quien por su ternura y avanzada edad,consideré siempre muy frágil.

--Murió Raúl,mi hijo.Hace veinte minutos—Siete palabras que resumían el drama que experimentaba esta piadosa mujer. Llevaba varias semanas cuidándolo en el hospital.Cada que podía venía al servicio religioso, se arrodillaba en un extremo del templo y clamaba a Dios,unas ocasiones con desespero,otras con desasosiego y las más de las veces, con serenidad.—Tú puedes sanar a mi hijo—repetía una y otra vez.

No sabía que decir.Por algunos instantes guardé silencio.¿Qué palabras son las más apropiadas en momentos así? Estaba en una verdadera encrucijada.Imagino que usted también cuando se trata de extender una voz de aliento a quien ha perdido a un ser querido.

--Sarita, yo... –interrumpí. No sabía cómo avanzar...

--No se preocupe,pastor,estoy tranquila.Dios me ha dado paz.Llamaba para informarls que todo está dispuesto.El sepelio será mañana.Esté tranquilo,yo estoy tranquila—cortó la comunicación.Apenas natural. Andaba apurada.

Me quedó meditando.No sabía qué decir.Tampoco qué hacer.Minutos después reflexioné en la tranquilidad que embargaba a esta querida anciana de nuestra congregación.Su corazón estaba dolido por la pérdida de su hijo mayor.Pero en medio de las circunstancias, guardaba la calma.

Un día después del funeral la vi de nuevo. –Pastor,espero que sigamos avanzando en la preparación de la vigilia de oración—me dijo. Sonreía con paz en su corazón...

¿Cómo enfrentar la adversidad?

¿Cómo enfrentar exitosamente las circunstancias adversas que con frecuencia nos roban la paz? Ante todo,el secreto estriba en la actitud que asumamos en situaciones apremiantes.

Hay quienes dimensionan un problema y lo convierten en gigante. Otros por el contrario se toman el tiempo suficiente para medir cuidadosamente la magnitud del obstáculo que enfrentan.La actitud es determinante en la búsqueda de soluciones.¿Cuál es la actitud más indicada? La actitud de esperanza que se desprende de alguien que tiene una sólida fe en Dios y sabe que no hay problema grande que El no pueda resolver.

Hasta aquí hemos comenzado con el centro del asunto.Ahora vamos a analizar cuidadosamente cómo se presentan las circunstancias adversas y de qué manera afectan el estado de ánimo y nos impiden pensar con claridad.

La adversidad es inevitable

Con más frecuencia de lo que debiéramos,olvidamos que las circunstancias adversas son inevitables.Están ligadas a la vida de todo ser humano,tanto como su sombra o quizá, el cansancio después de un día ajetreado.No podemos evitarlas,pero sí que hagan mella en nuestro ser.

Habacuc -un profeta de la antigüedad- describe ese panorama ensombrecido y preocupante cuando,bajo inspiración del Espíritu Santo,escribió:“Aunque la higuera no florezca,Ni en las vides haya frutos,Aunque falte el producto del olivo,Y los labrados no den mantenimiento,Y las ovejas sean quitadas de la majada,Y no haya vacas en los corrales...”(Habacuc 3:17).

Trasládese a la situación que estaba enfrentando.Todo a su alrededor era caos.No tenía solidez económica.Sus expectativas de ganancia como ganadero o agricultor,se habían esfumado.No había absolutamente nada de qué echar mano.Y para agravar el cuadro,el horizonte poblado de nubarrones,parecía persistir.

¿Le ha ocurrido alguna vez?.Todo se conjuga para traer malas noticias.Problemas en casa,problemas en la iglesia,problemas en el trabajo,problemas con los vecinos.Abre la puerta,y encuentra dificultades.Nos acostamos y no quisiéramos despertar.Para qué –pensamos—si solo hallaremos nuevas dificultades cuando despierte el día.

Una actitud de fe, cambia nuestra apreciación de la crisis

Susana iba a recoger los vasos vacíos.Al menos eso creía ella.Uno no estaba vacío.El mío.El contenido se volcó sobre el escritorio.Y en cuestión de segundos el manuscrito sobre el que había trabajado tanto tiempo para enviarlo a una revista, estaba empapado de café tinto.

¿Qué hacer?¿Cuál era la salida en una circunstancia así? ¿Enojarme? ¿Llamarle la atención y pedirle que tuviera más cuidado?¿Elevar el tono de voz y hacerle sentir que había cometido un “enorme error” por descuido? O más bien,ayudar a reparar el daño y poner a secar las páginas,tratando de salvar las que más pudiera.Sin duda la segunda opción.Enojarme no resolvería nada.Ofender menos.Y herirle en sus sentimientos,no es propio de un cristiano.¿Se da cuenta? Nuestra actitud frente a situaciones que roban la tranquilidad, es esencial.

Dueño de una disposición de fe y esperanza a toda prueba,el autor sagrado escribió al referirse a su reacción frente al cúmulo de dificultades que le asaltaban:“Con todo,yo me alegraré en Jehová,Y me gozaré en el Dios de mi salvación. “(Habacuc 3:18).

Lea el texto de nuevo.El plantea que con toda la sumatoria de tropiezos y obstáculos que sobrevengan,conservará la alegría y el gozo en Dios.Nuestro amado Señor es la fuente de la paz y de la serenidad que necesitamos en momentos críticos.

¿Siente que desfallece?

Cuando las circunstancias adversas toman fuerza,una inclinación natural es desfallecer,pensar que todo terminó,que nada vale la pena, que llegamos al final de la encrucijada para encontrarnos a boca de jarro con una pared inmensa.

Si experimenta una situación similar,es hora de volver la mirada a Dios.Pedirle fortaleza.El es quien puede ayudarnos.En nuestras fuerzas,sin duda profundizaremos en la desesperanza y la desesperación.Sin embargo,con ayuda del Señor las cosas son a otro precio.

El propio Habacuc lo advirtió así cuando señala:“Jehová el Señor es mi fortaleza,El cual hace mis pies como de ciervas,Y en mis alturas me hace andar. ”(Habacuc 3:19).

Sobreponernos a las dificultades es posible.Dios nos fortalece y nos muestra el sendero para salir adelante.

Antes que ir al hombre en busca de una salida,vuelva su mirada al Creador.Así perciba que enormes tormentas azotan su frágil embarcación,no desista,tenga fe,siga adelante.Con ayuda de Dios superará la crisis...

Ps. Fernando Alexis Jiménez


Estimado hermano en Cristo Luis y foristas:

Siendo un tema por cierto importante y fundamental para cristianos y no cristianos a continuación me permito aportar algunos títulos de libros que tratan amplia y biblicamente el tema desde ditintos puntos de vista.

1)"ENFRENTANDO LA MUERTE Y LA VIDA EN EL MÁS ALLÁ" PASTOR BILLY GRAHAM (editorial Unilit)

2)"COMO SOBREPONERSE A LA ADVERSIDAD" PASTOR CHARLES STANLEY (editorial Unilit)

3)"CUANDO LO QUE DIOS HACE NO TIENE SENTIDO" DOCTOR JAMES DOBSON RECONOCIDO CONSEJERO FAMILIAR Y SICÓLOGO CRISTIANO (editorial Unilit)

QUE DIOS NOS SIGA BENDICIENDO
 

Muchas veces no nos dejamos llevar de la mano por la fe que fue dada a los santos,y por eso nos desesperamos,pues creemos(a pesar de creer en la resurrección y en la vida eterna) que nuestro ser querido que ha caido en brazos de la muerte ya lo hemos perdido para siempre.Es una experiencia bien difícil.Yo estuve muchos años sin comprender por qué Dios no le extendió la vida a mi madre,la cual perdí a los 17 años,y hasta llegué a sentir rencor hacia EL.Hoy entiendo que fue lo mejor para ella,que ya no soportaba los estragos y el sufrir de su enfermedad,pero como joven no lo entendía así.Sólo supe que cuando más falta me hacía la muerte me la arrebató.
Hoy espero verla en el cielo.
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Originalmente enviado por: Luis Castaño

Muchas veces no nos dejamos llevar de la mano por la fe que fue dada a los santos,y por eso nos desesperamos,pues creemos(a pesar de creer en la resurrección y en la vida eterna) que nuestro ser querido que ha caido en brazos de la muerte ya lo hemos perdido para siempre.Es una experiencia bien difícil.Yo estuve muchos años sin comprender por qué Dios no le extendió la vida a mi madre,la cual perdí a los 17 años,y hasta llegué a sentir rencor hacia EL.Hoy entiendo que fue lo mejor para ella,que ya no soportaba los estragos y el sufrir de su enfermedad,pero como joven no lo entendía así.Sólo supe que cuando más falta me hacía la muerte me la arrebató.
Hoy espero verla en el cielo.
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Tu mamà es la rubia ( hermosa mujer fuè ) ya que a pelusa la he visto por otros lares .

Hum , pero pelusa està a tu lado , es tu compañera . Espero que estè bien
 

Hermana Elisa,mi mamá era rubia,de ojos azules,al igual que sus hermanos,pero la única que salió parecida a ella fue mi hermana mayor,pues mi hermano y yo salimos parecidos a mi papá.
Mi pelusilla linda está muy bien,gracias a Dios.
Es cierto que la pérdida de mi madre fue un trauma bien difícil de superar(aún no lo he superado del todo,pero sí ya he pasado el rencor que tenía contra Dios).La vida es así,y muchas veces no comprendemos el porqué de las cosas que nos sobrevienen,pero...Dios continúa al timón de nuestras vidas.
Que el Señor te bendiga.
Desde Miami,Luis Castaño.
 

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Originalmente enviado por: Luis Castaño

Hermana Elisa,mi mamá era rubia,de ojos azules,al igual que sus hermanos,pero la única que salió parecida a ella fue mi hermana mayor,pues mi hermano y yo salimos parecidos a mi papá.
Mi pelusilla linda está muy bien,gracias a Dios.
Es cierto que la pérdida de mi madre fue un trauma bien difícil de superar(aún no lo he superado del todo,pero sí ya he pasado el rencor que tenía contra Dios).La vida es así,y muchas veces no comprendemos el porqué de las cosas que nos sobrevienen,pero...Dios continúa al timón de nuestras vidas.
Que el Señor te bendiga.
Desde Miami,Luis Castaño.

Luis , yo tambièn culpè a Dios del asesinato ( asì como lo oyes ) de un ser muy querido para mi .

Bueno , y me perdonò . Despuès de eso comprendì que Dios lo perdona todo , con tal de que ya no exista mas la maldad en el hombre y su actitud
 

Es que hay veces que uno pasa por "el valle de sombras",y no se imagina por qué Dios lo permite.Aparte de lo de mi madre,en Cuba,y eso no lo he dicho jamás en ningún foro,perdí mis dos chiquitos,mis hijitos de solo meses(en el 78 y en el 79 - una hembra y un varón),y ese recuerdo sí me quema el alma,pero sé que están junto a EL.Hoy en día tuviera dos lindos hijos de 24 y de 25 años.
 
Re: ¿Cómo enfrentar las circunstancias adversas?(por el pastor Fernando Alexis Jimenez)

Re: ¿Cómo enfrentar las circunstancias adversas?(por el pastor Fernando Alexis Jimenez)

No se si es tiempo todabia pero todo esto que he leido parece un poco mi vida,no se si esto lo va a leer alguien pero me alegra poder compartirlo igual.Mi segunda hija de 20 años falleció en un accidente realmente traumático.Fue la última de la familia que murió trágicamente.Dos sobrinos míos tambiém fallecieron trágicamente .Despues de un tiempo mi pastor me visitó en mi hogar y me dijo Ani... aceptó al Señor un día que fue a la iglesia con su amiga.No recuerdo nada más eso era lo importante ¿porque? porque durante mucho tiempo presté atensión al dolor de las circunstancias que me tocaron vivir dolorosas pero se convirtieron para mi en lo mas importante.Cuando reci´bi al Señor Jesús como mi Dios .Todo cambió pero a los 3 meses de esto falleció mi hija.El dolor que sentía era porque no le había presentado al Señor Jesus. Cuando supe que ella fue la primera en conocerlo todo el dolor desapareció.Es un milagro.Pero muchas veces me pregunto como puede ser que no la extrañe,pero el E.Santo viene con paz a mi vida.Hay otros dolores en mi corazón que necesitan ser sanados.En eso estoy HOY.