¿Cómo debemos GASTAR y AHORRAR?

Pancho Frijoles

Leyenda del foro
30 Noviembre 2016
8.283
2.474
Gastar dinero en obtener ciertos recursos materiales, o bien no gastarlo y permitir que nuestro dinero se acumule, son cosas en las que también aplicamos los principios del Evangelio eterno.

¿Cómo puede el creyente diferenciar entre gastar y derrochar? ¿O entre ahorrar y acumular riqueza?
¿Cómo saber cuando el dinero, o los bienes y servicios que consumimos, se están transformando en nuestro ídolo?
 
Gastar dinero en obtener ciertos recursos materiales, o bien no gastarlo y permitir que nuestro dinero se acumule, son cosas en las que también aplicamos los principios del Evangelio eterno.

¿Cómo puede el creyente diferenciar entre gastar y derrochar? ¿O entre ahorrar y acumular riqueza?
¿Cómo saber cuando el dinero, o los bienes y servicios que consumimos, se están transformando en nuestro ídolo?
-Gastarlo sabiamente, invertirlo prudentemente y darlo generosamente siempre será bueno. Lo malo es no hacerlo, sin otro placer y propósito que el acumularlo.
 
  • Like
Reacciones: Pancho Frijoles
-Gastarlo sabiamente, invertirlo prudentemente y darlo generosamente siempre será bueno. Lo malo es no hacerlo, sin otro placer y propósito que el acumularlo.
Así es, Ricardo. Gracias por su aporte.

La diferencia entre "ahorrar" y "acumular", en mi opinión, es que el ahorro tiene un objetivo claro: es finalmente un gasto diferido.
La persona ahorrativa se dice a sí misma "No gasto hoy en X porque pienso reunir lo suficiente para gastarlo mañana en Y".
En cambio, el mero acúmulo no tiene objetivos: obedece a una adicción, o a una falsa creencia de que el dinero acumulado me dará protección o paz.

Por eso, para evitar la avaricia, supongo que hay que ponernos metas financieras claras para cada "partida" de dinero que ahorremos. Por ejemplo, voy a ahorrar esta cantidad de dólares para la educación de mis hijos / el viaje a Tierra Santa / mi retiro y vejez por 20 años. Todo lo que no pueda asignar a una meta clara (y compatible con la vida en el espíritu), es mejor gastarlo para mi satisfacción presente y para el servicio a los demás. Ahí es cuando viene entonces el siguiente problema:

¿Cómo distinguir entre comprar un bien para producirme un placer lícito, de un bien que me impide servir a los demás?

Por ejemplo:
Supongamos que tengo un automóvil modesto pero en muy buenas condiciones que resuelve mi necesidad de transporte.
Hay cientos de niños que no tienen ni una bicicleta y tienen que recorrer largas distancias entre el barro de la calle para llegar a su escuela.

¿Sigo el ejemplo de Jesucristo si me compro un automóvil con mayores comodidades, prestaciones de motor, estética, acabados, etc. o bien debería invertir esa cantidad en comprar bicicletas para esos niños?
 
Así es, Ricardo. Gracias por su aporte.

La diferencia entre "ahorrar" y "acumular", en mi opinión, es que el ahorro tiene un objetivo claro: es finalmente un gasto diferido.
La persona ahorrativa se dice a sí misma "No gasto hoy en X porque pienso reunir lo suficiente para gastarlo mañana en Y".
En cambio, el mero acúmulo no tiene objetivos: obedece a una adicción, o a una falsa creencia de que el dinero acumulado me dará protección o paz.

Por eso, para evitar la avaricia, supongo que hay que ponernos metas financieras claras para cada "partida" de dinero que ahorremos. Por ejemplo, voy a ahorrar esta cantidad de dólares para la educación de mis hijos / el viaje a Tierra Santa / mi retiro y vejez por 20 años. Todo lo que no pueda asignar a una meta clara (y compatible con la vida en el espíritu), es mejor gastarlo para mi satisfacción presente y para el servicio a los demás. Ahí es cuando viene entonces el siguiente problema:

¿Cómo distinguir entre comprar un bien para producirme un placer lícito, de un bien que me impide servir a los demás?

Por ejemplo:
Supongamos que tengo un automóvil modesto pero en muy buenas condiciones que resuelve mi necesidad de transporte.
Hay cientos de niños que no tienen ni una bicicleta y tienen que recorrer largas distancias entre el barro de la calle para llegar a su escuela.

¿Sigo el ejemplo de Jesucristo si me compro un automóvil con mayores comodidades, prestaciones de motor, estética, acabados, etc. o bien debería invertir esa cantidad en comprar bicicletas para esos niños?
-Por la oración y la paciencia de saber esperar en el Señor podemos discernir su voluntad, que muchas veces no es lo que se nos antoja, por altruista que pareciera nuestra iniciativa.

-En mi país, una iglesia recibió de otra de Europa una donación de ropa infantil usada, pero limpia y en buen estado, la que fue repartida gratuitamente entre todo un asentimiento de indigentes. A poco, extrañó a los generosos distribuidores, que los niños no lucieran las prendas regaladas. Fue ahí cuando se enteraron que los padres las habían vendido en una feria vecinal para poder comprar vino.
 
  • Like
Reacciones: Pancho Frijoles

¿Cómo debemos GASTAR y AHORRAR?


Comprar lo necesario y lo que sobre... guardarlo, para una urgencia o encases.
 

¿Cómo debemos GASTAR y AHORRAR?


Comprar lo necesario y lo que sobre... guardarlo, para una urgencia o encases.
Pero qué signiifica “lo necesario”, compañero?
Por ejemplo, viajar es visto como necesario por unos pero como un lujo por otros
Será que el criterio correcto es “si me alcanza para pagarlo, está bien que lo pague”?
Hay gente que considera un derroche comer en restaurantes (aunque no sean de lujo).
Otras creen que no hacerlo es ser tacaño y avaro.
 
Pero qué signiifica “lo necesario”, compañero?
Por ejemplo, viajar es visto como necesario por unos pero como un lujo por otros
Será que el criterio correcto es “si me alcanza para pagarlo, está bien que lo pague”?
Hay gente que considera un derroche comer en restaurantes (aunque no sean de lujo).
Otras creen que no hacerlo es ser tacaño y avaro.
Lo necesario es lo que uno usualmente utiliza. Cuando para alguna otra cosa adicional u opcional si se gastase, podría no alcanzar ni para ahorrar o para alguna urgencia vital. Que si llegase a requerirlo, uno se arrepentiría de haber gastado en algo que no era urgente.
 
Lo necesario es lo que uno usualmente utiliza. Cuando para alguna otra cosa adicional u opcional si se gastase, podría no alcanzar ni para ahorrar o para alguna urgencia vital. Que si llegase a requerirlo, uno se arrepentiría de haber gastado en algo que no era urgente.
Gracias por el aporte, compañero. Has empezado a tocar un tema importante que es el de la planeación.
Si sabemos nuestras necesidades y también nuestros gustos o preferencias, y planeamos cuánto vamos a gastar, será importante ajustarnos a tal plan.
En ese sentido, el pecado (el error) sería salirnos del plan para satisfacer una necesidad momentánea A COSTA de sacrificar algo que para nuestra razón (y no solo para nuestra carne) es más valioso.

Es decir, el creyente en Dios que ha nacido a una nueva vida debe saber que el espíritu debe gobernar la carne, y una forma de lograrlo en el ámbito financiero es planear con racionalidad, en oración, y luego mantenerse en ese plan. ¿Estás de acuerdo?