Comedores de hombres

2 Junio 1999
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Nuestro Pan Diario
20 de junio, 2000


Comedores de hombres
Lectura: Efesios 4:25-32

La Biblia En Un Año: Ester 1-2, Hechos 5:1-21

Pero si os mordéis y os coméis unos a otros, mirad que también no os consumáis unos a otros. --Gálatas 5:15.




¿Alguna vez has oído hablar de una serpiente que se come a otra? Según los que cuidan los zoológicos, dos de estos reptiles agarran a veces diferentes extremos de la misma porción de comida. Tarde o temprano, su lucha por el último bocado las coloca frente a frente. Pero entonces viene la sorpresa. La serpiente con la mordida más amplia sigue adelante y en realidad ¡se traga a la otra!

Los cristianos se han conocido porque se «consumen unos a otros» también. A veces puede que digamos algo grosero a un hermano en la fe, el cual se vuelve entonces defensivo, y empieza una discusión. Sabemos que sería mucho mejor si nos mordiéramos la lengua y confiáramos el resultado final al Señor, pero proseguimos.

Es fácil asumir que somos muy maduros como para dejar que las cosas lleguen demasiado lejos. Pero el apóstol Pablo nos recordó en Gálatas 5:15 que las palabras y las emociones pueden descontrolarse. . . incluso entre los cristianos. Cuando esto sucede, la gente se hiere, las amistades se destruyen, la iglesia se divide, y el cuerpo de Cristo sufre.

Es crucial que pidamos al Señor diariamente que nos ayude a ser «benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros» (Ef. 4:32). Es sólo cuando confiemos en Él que el amor de Cristo en nuestros corazones eliminará los impulsos «caníbales» de una lengua hiriente y un espíritu amargado. --MRD II


ES MEJOR MORDERSE LA LENGUA QUE
HACER UN COMENTARIO MORDAZ.


http://www.gospelcom.net/rbc/npd/npd-06-20-00.html
 
Nuestro Pan Diario
30 de abril, 2001



Dos gorriones muertos
Lectura: Gálatas 5:13-26

La Biblia En Un Año: 2 Crónicas 23-25

Pero si os mordéis y os coméis unos a otros, mirad que también no os consumáis unos a otros. --Gálatas 5:15.





Conducía por la carretera a unos 95 kph cuando vi delante de mí dos gorriones en una feroz batalla al lado de la carretera. Se estaban atacando mutuamente con gran furia, y las plumas se veían volando.

A medida que mi auto se acercaba, se atascaron en el combate. Juntos se levantaron por el aire y aletearon ciegamente hacia el auto. Haciendo un violento ruido sordo se estrellaron contra el parabrisas dejando una mancha de sangre y plumas. Estaban tan absortos en su pelea que no vieron un peligro mayor. Su riña les costó la vida.

¡Cuántas veces actuamos como esos dos gorriones! No nos damos cuenta de que en una pelea, nadie gana nunca. Ambos pierden. Guardamos resentimientos y nuestros enfados crecen desproporcionadamente. No sé por qué habrán peleado esos dos gorriones, pero no valía la pena morir por ello. Tampoco vale la pena morir por nuestras riñas.

Aprende una lección de los gorriones. Olvida tus agravios, disponte a perdonar, y admítelo cuando te equivoques. Pídele al Espíritu de Dios que produzca en ti «amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza» (vv.22-23).

Cuando tengas ganas de pelear, acuérdate de esos dos gorriones junto a la carretera. --MRD


CUANDO ATACAS FEROZMENTE, SEGURO QUE TE HACES DAÑO TÚ TAMBIÉN.


http://www.gospelcom.net/rbc/npd/npd-04-30-01.html