Clamamos por avivamiento, pero ¿estamos listos?


El Virus soltado por la élite, es un fuego, ¿Qué... no los avivó?

Los mil años
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Rev. 20:1 Vi a un ángel que descendía del cielo, con la llave del abismo, y una gran cadena en la mano.
Era Satanás


20:2 Y prendió al dragón, la serpiente antigua, que es el diablo y Satanás, y lo ató por mil años;
Y prendió a todos los malos, incluido el último; Lvzbel el Rey de Tiro y la Serpiente, cuyas hijas no son cadenas, son serpientes.

20:3 y lo arrojó al abismo, y lo encerró, y puso su sello sobre él, para que no engañase más a las naciones, hasta que fuesen cumplidos mil años; y después de esto debe ser desatado por un poco de tiempo.

Ahí sigue en el abismo. Hasta que se cumpla el Tiempo del Rapto, luego vendrá él por sus suyos en las nubes correspondientes.

20:4 Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar; y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil años.

El alma de la persona es la que juzga, y las almas de los guillotinados son personas vivas de la élite ya transformadas, porque todos seremos transformados por este misterio, ellos, causante de propagar el fuego viral.

Y nosotros no recibimos ni pronunciamos las marca de esta enfermedad, nombre que todo el mundo trae entre manos,
porque lo que nosotros traemos es una Espada... y que corta, y quema como todas las armas filosas.