Hijo(a) mío amado,
Al cerrar este año, te hablo como tu Padre: Aquel que te vio cuando nadie más lo hizo, que contó cada lágrima y recibió en silencio cada avance que otros pasaron por alto. No diste un solo paso sin que Mi mano estuviera cerca de ti. Aun cuando pensaste que Yo guardaba silencio, seguía sosteniendo tu vida y guardándote de peligros que nunca llegaste a ver.
“Jehová está cerca de los quebrantados de corazón” (Salmos 34:18).
No mires este final solo como un calendario que termina, sino como un capítulo que estamos cerrando juntos. Hijo(a), mejor es el fin que el principio cuando lo cierras conmigo. Por eso te animo a no soltar lo que comenzaste, a no rendirte por el cansancio ni por lo que parece tardar. Todo lo que venga a tu mano para hacer, hazlo con todas tus fuerzas, sabiendo que no trabajas para impresionar a los hombres, sino para honrar al Dios que te ama.
“Mejor es el fin del negocio que su principio” (Eclesiastés 7:8).
“Todo lo que te viniere a la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas” (Eclesiastés 9:10).
Mientras este ciclo se cierra, siembra con sabiduría para el que viene. Recuerda que no planeas solo: Yo estoy sentado a la mesa contigo. Planifica con calma, no decidas por impulso ni por miedo, y valora los pasos pequeños, porque muchas de Mis mayores obras comienzan en procesos que a los ojos humanos parecen insignificantes. No esperes condiciones perfectas para obedecerme; la fe verdadera camina aun cuando no todo está claro.
“El que al viento observa, no sembrará” (Eclesiastés 11:4).
“Encomienda a Jehová tus obras, y tus pensamientos serán afirmados” (Proverbios 16:3).
Sobre todo, guarda tu corazón, porque allí quiero derramar Mi vida, Mi paz y Mi propósito. Apártate de las voces que te contaminan por dentro, que roban tu esperanza o intentan apagar lo que Yo sembré en ti. No todo lo que suena fuerte viene de Mí. Deja que Mi Palabra sea el filtro de tus pensamientos y decisiones, porque cuando tu interior se alinea conmigo, ningún nuevo tiempo —por difícil que parezca— podrá derrotarte.
“Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida” (Proverbios 4:23).
“No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento” (Romanos 12:2).
Avanza ahora hacia el tiempo nuevo que se abre delante de ti con esta certeza: no vas solo(a), voy contigo. No te dejo ni te abandono. He estado en tu pasado, estoy en tu presente y ya estoy en tu futuro. Tu historia no es un azar en tu contra; todas las cosas obran para bien cuando decides caminar en Mi verdad y responder a Mi llamado con un corazón sencillo y obediente.
“Yo estaré con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo” (Mateo 28:20).
“Reconóceme en todos tus caminos, y enderezaré tus veredas” (Proverbios 3:6).
Cierra este año tomado(a) de Mi mano: con gratitud por lo que hice, con arrepentimiento sincero por lo que necesitas entregar y con esperanza firme en lo que aún voy a hacer en ti. Entra al nuevo tiempo con fe, no en tus fuerzas, sino en Mi fidelidad. Yo hago nuevas todas las cosas, y sí, también quiero hacer nuevas áreas de tu vida que creías perdidas.
“He aquí, yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz” (Isaías 43:19).
“Esfuérzate y cobra ánimo… Jehová tu Dios está contigo dondequiera que vayas” (Josué 1:9).
Con amor eterno, más real y profundo que todo lo que has conocido,
Tu Padre, que no se cansa de caminar contigo.
“La paz os dejo, Mi paz os doy; no se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo”
(Juan 14:27).
Última edición: