No es difícil, al abrir cualquier periódico, percibir un tufo más o menos intenso a antirreligiosidad. En ciertas publicaciones de pretendido tinte "objetivo" esta peste es tan intensa que hasta produce vómitos. La campaña antirreligiosa está disfrazada bajo tintes de "modernidad", de "progreso" y de "futuro", términos que insistentemente se empeñan en comtraponer a todo lo relacionado con la fe. Especialmente intensa es la campaña contra la Iglesia Católica, y en concreto contra la figura de S. S. el Papa, al cual se acusa de derrochador y afán de protagonismo, sin pararse a considerar su magnífica labor en favor de la paz y la concordia mundial con sus continuos viajes. Por el contrario, se idealiza como si fuesen héroes a todos aquellos teólogos e incluso sacerdotes "progres", que discuten abiertamente con la jerarquía, cuando no se lanzan a exponer unas curiosas teórias tan originales como, la mayoria de las veces, heréticas. La fe es la via de liberación del hombre de la esclavitud del mal, pero los que dirigen estos periódicos presumen de liberalismo al atacar con furibundez creciente la religión. Y lo más curioso de todo es que si nos paramos a ver los historiales de algunos directores de estos períodicos, comprobamos lo "liberados" que están en cuanto a su faceta moral. Todos recordaremos las famosaws imágenes de cierto director de un periódico de tirada millonaria que fue cazado in fraganti con una cierta "señorita" en posición tan aberrante que incluso hoy en dia es posible conseguir el vídeo de la escena en cualquier mercado, con la advertencia de que se trata de material pornográfico duro. Y pensar que esta gente es la que está "formando" la moral de las nuevas generaciones...
pax
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