“Y hablará palabras contra el Altísimo, y a los santos del Altísimo quebrantará, y pensará en cambiar los tiempos y la ley; y serán entregados en su mano hasta tiempo, y tiempos, y medio tiempo” (Daniel 7:25).
Esta profecía tuvo su cumplimiento cercano en tiempos del rey Antíoco (168/165 a.C); parcialmente en las tempranas persecuciones de la iglesia por el imperio romano, y puntual y definitivamente durante el período apocalíptico de igual duración de tiempo cuando la gran tribulación tenga lugar. Esto no está ahora lejos, sino que ya avizoramos lo que luego el mundo entero padecerá antes de la manifestación gloriosa de nuestro Señor Jesucristo con todos sus santos.
A más de la Ley de Moisés que observó el pueblo judío, el Derecho Romano constituyó un avance en el ordenamiento jurídico, del que tomaron buena parte del mismo los estados modernos emergentes de la revolución americana y la francesa, así como las repúblicas emancipadas de la corona española y portuguesa en el siglo XIX, y de las potencias europeas en África, Asia y Oceanía en el siglo XX.
Lo que hoy día estamos presenciando es sorprendente: los cuerpos legislativos otrora orgullosos de sus logros en bien de sus pueblos, ahora están votando nuevas leyes que afectan el sentido de la justicia, la moral y la libertad:
“¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo!” (Isaías 5:20)
Motiva este tema una noticia que me conmovió profundamente al leerla en la página web infocatólica.com:
“La Embajada de Estados Unidos ante el Vaticano anunció el martes 1 de junio que va a exhibir la bandera arco iris del «orgullo» LGBT para el mes de junio, que se celebra como el mes del «orgullo» LGBT”. ¡¿?!
Saludos cordiales
Esta profecía tuvo su cumplimiento cercano en tiempos del rey Antíoco (168/165 a.C); parcialmente en las tempranas persecuciones de la iglesia por el imperio romano, y puntual y definitivamente durante el período apocalíptico de igual duración de tiempo cuando la gran tribulación tenga lugar. Esto no está ahora lejos, sino que ya avizoramos lo que luego el mundo entero padecerá antes de la manifestación gloriosa de nuestro Señor Jesucristo con todos sus santos.
A más de la Ley de Moisés que observó el pueblo judío, el Derecho Romano constituyó un avance en el ordenamiento jurídico, del que tomaron buena parte del mismo los estados modernos emergentes de la revolución americana y la francesa, así como las repúblicas emancipadas de la corona española y portuguesa en el siglo XIX, y de las potencias europeas en África, Asia y Oceanía en el siglo XX.
Lo que hoy día estamos presenciando es sorprendente: los cuerpos legislativos otrora orgullosos de sus logros en bien de sus pueblos, ahora están votando nuevas leyes que afectan el sentido de la justicia, la moral y la libertad:
“¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo!” (Isaías 5:20)
Motiva este tema una noticia que me conmovió profundamente al leerla en la página web infocatólica.com:
“La Embajada de Estados Unidos ante el Vaticano anunció el martes 1 de junio que va a exhibir la bandera arco iris del «orgullo» LGBT para el mes de junio, que se celebra como el mes del «orgullo» LGBT”. ¡¿?!
Saludos cordiales