Despertándonos después de cien años de dormirla, la Iglesia se deja de hacer la paja.
Se despierta muy mal parada, habiendo sido humillada. Pero ahora, va a saber enojarse.
En el nombre del Padre, en el nombre del Hijo, y en el nombre del Espíritu Santo, se procederá con la Santísima Ejecución.
Nadie impondrá ninguna religión, pero sí impondremos acatar y aspirar a estándares.
Iremos con empatía, con misericordia, así como el Señor nos corrije a nosotros, así con los goím también.
Sí, háganse cargo de su religión. ¿Cuál es la religión verdadera? El cristianismo evangélico. Por eso fue tan atacado.
Todas las sectas, ellas unidas. Los mormones, los testigos del revistero, los adventistas, todos ellos tienen cosas que tendríamos que haber tenido siempre nosotros. Así es cómo el diablo siempre los engañó.
Igual que los musulmanes, ellos siempre teniendo partes de verdad, y habiendo creído que ellos tenían que tener la razón, porque el resto del mundo siempre en desorden.
Pero no es así, el diablo siempre con sus sátiras.
Esta vez, aunque nos haya llevado mucho tiempo, no nos vamos a pasar de largo, nos quedamos en el punto justo.
El Señor comienza a llamar a la puerta de la Iglesia de Laodicea.
Aprendan a persignarse, cristianos, y no cristianos. Llega el ajuste de cuentas.
modernprocer.com.
Se despierta muy mal parada, habiendo sido humillada. Pero ahora, va a saber enojarse.
En el nombre del Padre, en el nombre del Hijo, y en el nombre del Espíritu Santo, se procederá con la Santísima Ejecución.
Nadie impondrá ninguna religión, pero sí impondremos acatar y aspirar a estándares.
Iremos con empatía, con misericordia, así como el Señor nos corrije a nosotros, así con los goím también.
Sí, háganse cargo de su religión. ¿Cuál es la religión verdadera? El cristianismo evangélico. Por eso fue tan atacado.
Todas las sectas, ellas unidas. Los mormones, los testigos del revistero, los adventistas, todos ellos tienen cosas que tendríamos que haber tenido siempre nosotros. Así es cómo el diablo siempre los engañó.
Igual que los musulmanes, ellos siempre teniendo partes de verdad, y habiendo creído que ellos tenían que tener la razón, porque el resto del mundo siempre en desorden.
Pero no es así, el diablo siempre con sus sátiras.
Esta vez, aunque nos haya llevado mucho tiempo, no nos vamos a pasar de largo, nos quedamos en el punto justo.
El Señor comienza a llamar a la puerta de la Iglesia de Laodicea.
Aprendan a persignarse, cristianos, y no cristianos. Llega el ajuste de cuentas.
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