Martes, 27 de junio
Barcelona: encuentro de sacerdotes gays
23.06.06 @ 00:41:08. Archivado en Gays, IGLESIA
Como el año pasado se celebró en Málaga, este año tendrá lugar en Barcelona, durante los días 26 y 27 de junio –lunes y martes de la semana próxima- el encuentro anual de sacerdotes católicos gays. Una fecha significativa para festejar –también- el gay pride (tiene, más que de orgullo, sentido etimológico de afirmación), cuya manifestación estatal será el sábado 1 de julio en Madrid. A esta edición de la convocatoria barcelonesa del encuentro clerical homosexual se estima que, además de todos los españoles que suelen, acudirán al menos dos italianos. Un toque de internacionalidad.
Así pues: Barcelona, 26-27 de junio, Encuentro de Curas Gays. Se entiende que de sacerdotes homosexuales de dentro del armario, esto es, lo que defiende la bastardía clerical y jerárquica al uso: a Dios celebrando, y con el cirio dando, a la chita callando; aquello por lo que jamás serán llamados al orden, señalados, penalizados, ni por Ratzinger ni por nadie. Porque, simplemente, no existen. A ver, existen pero no existen, pues son invisibles. ¿También su Misa es invisible en sus frutos? Uno de ellos, Miguel Angel, me comentaba hace años: “con todo lo que yo hago, para mí tendrían que inventar nuevas penas canónicas”. Pero él, tan ricamente. Los hombres invisibles existen: son los curas gays en su zulo de incienso y relativo confort.
A pesar de la invisibilidad, como las meigas, haylos.
Y están por todas partes: algunos, los más osados (o despreocupados, según se mire), como consiliarios de algún grupo de gays cristianos (o cristians); otros, muchos, en puestos curiales de gran responsabilidad; conozco rectores gays de seminario (uno de ellos, un pobre drogadicto, que dice que no hace daño a nadie siendo un balas hipócrita); algunos, en canonjías y sedes episcopales, bastantes en España; curas gays españoles en instituciones docentes de Roma, a manta. Suma y sigue.¿Cuál es la característica común de todos estos hermanos? La invisibilidad, el disimulo, la doble moral, incluso el engaño, sobre todo a sí mismos, puesto que sus comunidades cristianas les aceptarían, como sus familias de sangre. Su vida la supongo: un infierno; pues, a pesar de que se pegan la gran vida en lo referente al relajo sexual (únicamente tiene pareja un mínimo porcentaje de ellos), de noche casi todo el mundo duerme solo… Me acuerdo de un mosen gay que lleva una intensísima vida sexual en saunas gays de cierta ciutat, cuando me decía que, hombre, que si él no salía del armario era por su pobre y anciano padre, que se llevaría un tremendo disgusto; que, de otro modo, él saldría. Y tal. Pero bueno, cuando no son los padres, son los hijos, o los espiritusantos. La cosa es empujar y recular, que es lo suyo, sin ulteriores planteamientos, ni morales ni espirituales, ni mucho menos sacerdotales. ¡Viva el rumbo! Y quien lo trujo.
Estos hermanos, dignos de acogida y de profunda conmiseración por su tormentosa vida, tienen que dejarse de pamemas y encuentros para lavar a medias sus conciencias, y dar el paso al exterior: proclamar su orientación, con gozo, con acción de gracias. Porque ellos, sacerdotes, tienen la inmensa responsabilidad, ante los ojos de Dios y de la Iglesia, de pastorear a la porción gay del Pueblo de Dios, maltratado últimamente hasta extremos cínicos y de impiedad. Sí: de vosotros, curas gays, depende (y pende) la vida espiritual y eclesial de vuestras hermanas y hermanos de orientación. ¿Vais a seguir escondiéndoos, y comulgando con ruedas de molino, de esa manera nada sacerdotal? ¿Vais a continuar negando a Cristo, y Él será de nuevo crucificado? Y amanecerá la luz para el justo, y la alegría para los rectos de corazón. Mientras tanto, Málagas y Barcelonas, ferias y moviditas que no sirven para nada. ¡Bendita sea Dios!
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Lo subrayado en rojo, es mio.
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Barcelona: encuentro de sacerdotes gays
23.06.06 @ 00:41:08. Archivado en Gays, IGLESIA
Como el año pasado se celebró en Málaga, este año tendrá lugar en Barcelona, durante los días 26 y 27 de junio –lunes y martes de la semana próxima- el encuentro anual de sacerdotes católicos gays. Una fecha significativa para festejar –también- el gay pride (tiene, más que de orgullo, sentido etimológico de afirmación), cuya manifestación estatal será el sábado 1 de julio en Madrid. A esta edición de la convocatoria barcelonesa del encuentro clerical homosexual se estima que, además de todos los españoles que suelen, acudirán al menos dos italianos. Un toque de internacionalidad.
Así pues: Barcelona, 26-27 de junio, Encuentro de Curas Gays. Se entiende que de sacerdotes homosexuales de dentro del armario, esto es, lo que defiende la bastardía clerical y jerárquica al uso: a Dios celebrando, y con el cirio dando, a la chita callando; aquello por lo que jamás serán llamados al orden, señalados, penalizados, ni por Ratzinger ni por nadie. Porque, simplemente, no existen. A ver, existen pero no existen, pues son invisibles. ¿También su Misa es invisible en sus frutos? Uno de ellos, Miguel Angel, me comentaba hace años: “con todo lo que yo hago, para mí tendrían que inventar nuevas penas canónicas”. Pero él, tan ricamente. Los hombres invisibles existen: son los curas gays en su zulo de incienso y relativo confort.
A pesar de la invisibilidad, como las meigas, haylos.
Y están por todas partes: algunos, los más osados (o despreocupados, según se mire), como consiliarios de algún grupo de gays cristianos (o cristians); otros, muchos, en puestos curiales de gran responsabilidad; conozco rectores gays de seminario (uno de ellos, un pobre drogadicto, que dice que no hace daño a nadie siendo un balas hipócrita); algunos, en canonjías y sedes episcopales, bastantes en España; curas gays españoles en instituciones docentes de Roma, a manta. Suma y sigue.¿Cuál es la característica común de todos estos hermanos? La invisibilidad, el disimulo, la doble moral, incluso el engaño, sobre todo a sí mismos, puesto que sus comunidades cristianas les aceptarían, como sus familias de sangre. Su vida la supongo: un infierno; pues, a pesar de que se pegan la gran vida en lo referente al relajo sexual (únicamente tiene pareja un mínimo porcentaje de ellos), de noche casi todo el mundo duerme solo… Me acuerdo de un mosen gay que lleva una intensísima vida sexual en saunas gays de cierta ciutat, cuando me decía que, hombre, que si él no salía del armario era por su pobre y anciano padre, que se llevaría un tremendo disgusto; que, de otro modo, él saldría. Y tal. Pero bueno, cuando no son los padres, son los hijos, o los espiritusantos. La cosa es empujar y recular, que es lo suyo, sin ulteriores planteamientos, ni morales ni espirituales, ni mucho menos sacerdotales. ¡Viva el rumbo! Y quien lo trujo.
Estos hermanos, dignos de acogida y de profunda conmiseración por su tormentosa vida, tienen que dejarse de pamemas y encuentros para lavar a medias sus conciencias, y dar el paso al exterior: proclamar su orientación, con gozo, con acción de gracias. Porque ellos, sacerdotes, tienen la inmensa responsabilidad, ante los ojos de Dios y de la Iglesia, de pastorear a la porción gay del Pueblo de Dios, maltratado últimamente hasta extremos cínicos y de impiedad. Sí: de vosotros, curas gays, depende (y pende) la vida espiritual y eclesial de vuestras hermanas y hermanos de orientación. ¿Vais a seguir escondiéndoos, y comulgando con ruedas de molino, de esa manera nada sacerdotal? ¿Vais a continuar negando a Cristo, y Él será de nuevo crucificado? Y amanecerá la luz para el justo, y la alegría para los rectos de corazón. Mientras tanto, Málagas y Barcelonas, ferias y moviditas que no sirven para nada. ¡Bendita sea Dios!
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