BABILONIA - PERGAMO - ROMA
Incluso después de la dispersión de los pueblos por toda la tierra, Babilonia seguía siendo el centro de la religión babilónica hasta que la ciudad fue tomada por el rey persa Jerjes I en el año 487 a.C., (Is. 14:12ss).
Los sacerdotes babilónicos fueron forzados a dejar Babilonia, y se trasladaron a la ciudad de Pérgamo (Asia Menor), donde estuvo ubicado su cuartel general durante varios años. En esa ciudad, la Biblia dice que se hallaba el trono de Satanás:
"Y escribe al ángel de la iglesia en Pérgamo: El que tiene la espada aguda de dos filos dice esto: Yo conozco tus obras, y dónde moras, donde está el trono de Satanás; (Apocalipsis 2: 12, 13a).
Cuando el rey de Pérgamo - Atalo III - que tenía el título de "Papa", murió en el año 133 a.C., dicho rey hizo testamento para que este oficio fuera trasladado a Roma.
Los etruscos que llegaron a Italia desde Lidia (Asia Menor), introdujeron la religión mística babilónica con sus ritos allí. Lidia estaba ubicada cerca de la ciudad de Pérgamo. Los etruscos, antecesores de los romanos, pusieron un "Papa" sobre su sacerdocio que tenía poder sobre la vida y la muerte.
Años más tarde Roma aceptó ese "Papa" como su gobernador civil. El emperador Julio César fue constituido "Sumo Sacerdote", soberano de la orden etrusco-babilónica, y de esta manera fue heredero de los derechos y los títulos que habían sido trasladados a Roma.
Por lo tanto el primer césar romano llegó a ser la cabeza del sacerdocio babilónico. Roma llegó a ser sucesora de Babilonia, con Pérgamo como el centro religioso para su culto (Ap. 2:12-13).
Este mensaje de Jesús fue revelado al apóstol Juan en la isla de Patmos, alrededor del año 94 d.C. En este tiempo el trono de Satanás todavía estaba en la ciudad de Pérgamo, como dijimos. Fue al final del siglo IV d.C., que el obispo de la Iglesia en Roma - Dámaso - fue elegido para obtener el ministerio papal sobre la religión babilónica.
¡He aquí la conexión!: De Babilonia a Roma.
DÁMASO I (366-384). Este obispo de Roma, que consta como papa en el Libro Oficial de la iglesia de Roma, fue elegido simultáneamente al tiempo que otro papa, a su vez elegido por su facción rival, el diácono Ursino.
Se impuso con lucha armada y violenta tres días. Con el respaldo del emperador Teodosio salió elegido. En el año 380 selló la alianza con un decreto que exigía a todos los súbditos del imperio que aceptaran "La religión de Pedro".
Este decreto, y atención a esto, ha sido calificado como"la Escritura Notarial Clásica de la Iglesia Estatal Católica". Con ello, Dámaso, crea el concepto de "Sede Apostólica" o "Santa Sede", y en esa línea ya se va perfilando la afirmación de la identidad del papa con Pedro.
Escribe Dave Hunt: "Dámaso...fue el primero quien, en el 382, usó la frase "Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia", para reclamar la autoridad espiritual suprema. Este papa sanguinario, adinerado, poderoso y extremadamente corrupto, se rodeó de lujos que habrían hecho sonrojar a un emperador. No hay forma alguna de poder justificar cualquier conexión entre él y Cristo. Sin embargo, sigue siendo un eslabón en esa cadena de alegada sucesión ininterrumpida hasta Pedro" ("A Woman Rides the Beast", p. 108).
Dámaso, exigía la continencia a los clérigos casados, por ver el sexo como algo pecaminoso. A partir del año 373 permite el uso del incienso, costumbre traída del paganismo.
Sten Nilsson, profesor de la escuela bíblica "Livets Ord", de Suecia escribe acerca de ese hombre:
"El papa Dámaso había sido obispo durante 12 años después de haber sido elegido con una influencia importante de los monjes de "Monte Carmelo", que era una institución que pertenecía a la religión babilónica, que originalmente había sido fundada por los sacerdotes de la reina Jezabel, la controladora esposa del perverso rey Acab de Israel (1 Reyes 16: 31). De esta manera en el año 378 el sistema religioso babilónico llegó a ser una parte de la Iglesia de Roma, porque el obispo de Roma, que más tarde llegó a ser la cabeza de la iglesia organizada, ya era el sumo sacerdote de la Orden Babilónica. Toda enseñanza pagana de Babilonia y Roma, fue introducida paulatinamente en la Organización Religiosa Romana. Poco después de que Dámaso llegara a ser Papa, los ritos babilónicos fueron promovidos. El culto de la Iglesia Romana llegó a ser babilónico. Y durante su tiempo los templos paganos fueron embellecidos y sus ritos establecidos". (Sten Nilsson, Guds sjufaldiga förbund, Livets Ords bibelcenter, Uppsala 1993).
Así pues, el papa Dámaso era en realidad un satanista declarado. El culto babilónico y el romano han ido de la mano durante demasiados siglos, llegando a ser una misma cosa.
La iglesia de Roma es la heredera directa del culto babilónico emprendido por Nimrod y Semiramis (Astoret), llevado al punto más sublime del engaño por mezclarlo directamente con el mensaje del Evangelio, anulando su poder y bendición, al convertirlo en una simple religión ritualista.
El cristianismo verdadero fue perseguido a muerte por Satanás a través de los césares romanos. El cristianismo verdadero fue perseguido a muerte por Satanás a través de los papas romanos, siglos más tarde (no hay nada nuevo bajo el cielo).
La mujer sentada sobre una bestia escarlata
(Apocalipsis 17: 1, 2) "Vino entonces uno de los siete ángeles que tenían las siete copas, y habló conmigo diciéndome: Ven acá, y te mostraré la sentencia contra la gran ramera, la que está sentada sobre muchas aguas 2 con la cual han fornicado los reyes de la tierra, y los moradores de la tierra se han embriagado con el vino de su fornicación":
Esas siete copas, son las de la ira de Dios descritas en Ap. 16. Será el derramamiento final de la ira de Dios en su juicio contra este mundo impío durante la Gran Tribulación. El ángel que lleva una de esas siete copas de juicio le hace saber a Juan acerca de la sentencia contra la Gran Ramera, es decir, la falsa iglesia que siempre controló y dominó a las gentes, y que sedujo y fornicó con todos, grandes y pequeños, que no puede ser otra, sino la iglesia que dice ser la única de Cristo cuya sede está en Roma.
(Ap. 17: 16, 17) "Y los diez cuernos que viste en la bestia, éstos aborrecerán a la ramera, y la dejarán desolada y desnuda; y devorarán sus carnes, y la quemarán con fuego; porque Dios ha puesto en sus corazones el ejecutar lo que Él quiso: ponerse de acuerdo, y dar su reino a la bestia, hasta que se cumplan las palabras de Dios"
La sentencia contra la Ramera es de total destrucción, y serán sus propios amantes los que la destruirán con fuego.
(Ap. 17: 3) "Y me llevó en el Espíritu al desierto; y vi a una mujer sentada sobre una bestia escarlata llena de nombres de blasfemia, que tenía siete cabezas y diez cuernos":
La Iglesia de Jesucristo es una mujer virgen, es la Desposada de Jesucristo. Pero aquí tenemos la descripción de otra mujer, pero ramera; llena de nombres de blasfemia, cabalgando sobre una bestia que en el capítulo 13 de Apocalipsis se nos muestra como el mismo Satanás.
La mujer ramera contra la mujer virgen y pura, que es la verdadera Iglesia.
Una mujer que representa el poder religioso opresor de la humanidad: Roma.
"Y la mujer estaba vestida de púrpura y escarlata...": Estos son los colores de la jerarquía romana; "... y adornada de oro, de piedras preciosas y de perlas...":
Esto representa las enormes riquezas que el Vaticano posee.
(17: 4) "...y tenía en la mano un cáliz de oro lleno de abominaciones y de la inmundicia de su fornicación":
Abominaciones y fornicación espiritual. Esto nos habla de todas las transacciones políticas y económicas con los reyes y emperadores; guerras, muertes de "herejes", pactos con inicuos, simonías, adulterios, herejías, engaños, hipocresías, falsedades, doctrinas de demonios, etc. La historia de Roma está repleta de todo eso.
(17: 5) "y en su frente un nombre escrito, un misterio: BABILONIA LA GRANDE, LA MADRE DE LAS RAMERAS Y DE LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA".
Esa mujer que representa a la falsa iglesia de Cristo, lleva en su frente el nombre escrito que acabamos de leer.
Para el tiempo de Juan era un misterio, ya que la iglesia católica romana como tal, todavía no existía, pero para nosotros, ya no.
La "santa sede", el Vaticano – que está en la misma Roma - y lo que representa, es la mujer "vestida de púrpura y escarlata" que tiene en su mano "un cáliz de oro lleno de abominaciones y de la inmundicia de su fornicación" y que lleva en su frente "un nombre escrito: BABILONIA LA GRANDE, LA MADRE DE LAS RAMERAS Y DE LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA".
Eso mismo nos lo dice la misma Palabra:
(Ap. 17: 18)"Y la mujer que has visto es la gran ciudad que reina sobre los reyes de la tierra"
Es decir, Roma, que fue así en aquella época, y hasta no hace demasiado históricamente hablando.
Roma, la cuarta bestia de Daniel (ver Dn. 7: 7), empezó siendo un poder militar que aplastó y holló a todo el mundo antiguo, poniéndolo bajo sus pies, más que todos los otros imperios que la precedieron.
Cuando el imperio militar se fue debilitando, a través de un falso cristianismo a partir de Constantino, Roma emergió de nuevo como una potencia pagano-religiosa y política. La prolongación del Imperio Romano bajo una piel de cordero para combatir a la verdadera Iglesia de Cristo.
¿Qué han sido los papas sino grandes déspotas que a lo largo de todos los tiempos han impuesto sobre grandes y pequeños, ricos y pobres, su pesado yugo opresor y su sinrazón? y, ¡todo en el nombre de Cristo, a quien dicen representar en la tierra!
Así que, BABILONIA LA GRANDE es la suma de todo el espíritu y obra babilónicos, y eso también es la "santa madre iglesia", la romana, con sus papas al frente.
(17: 6) "Vi a la mujer ebria de la sangre de los mártires de Jesús; y cuando la vi, quedé asombrado con gran asombro":
La Roma religiosa ha matado más cristianos que su predecesora, la Roma de los césares. Por eso se quedó Juan asombrado: ¡"cristianos" matando a cristianos en el nombre de Jesús!
Esta es la mujer ebria de la sangre de los santos, y de la sangre de los mártires de Jesús, todos los que asesinó vilmente, porque lo hizo en el nombre de Cristo, a través de la nefanda Inquisición.
"Entre el bando de los perseguidos y el de los perseguidores, la verdadera Iglesia siempre ha estado del lado de los perseguidos" (Antiguo proverbio Valdense)
La Roma religiosa extendió sus poderosos tentáculos del poder temporal por todo el mundo conocido, y más allá.
La ciudad sobre siete colinas: Roma
"Esto, para la mente que tenga sabiduría: Las siete cabezas son siete montes, sobre los cuales se sienta la mujer" (Ap.17: 9).
La Roma antigua estaba asentada sobre siete colinas:
Palatino, Capitolino, Quirinal, Celio, Aventino, Esquilino, y Viminal.