Ayunar o no ayunar, esa es la cuestión...

Juan Ruiz

maestro evangelizador
20 Junio 2020
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Ester 4: 15-16 "Y Ester dijo que respondiesen a Mardoqueo: Ve y reúne a todos los judíos que se hallan en Susa, y ayunad por mí, y no comáis ni bebáis en tres días, noche y día; yo también con mis doncellas ayunaré igualmente, y entonces entraré a ver al rey, aunque no sea conforme a la ley; y si perezco, que perezca.

En la Biblia encontramos muchísimas experiencias de los hombres de Dios que ayunaron, incluso tenemos ayunos establecidos por Dios, en las fiestas solemnes, días de reposo, etc.
Por medio de los profetas Dios también instó al ayuno, pero de todo corazón y sin dejar el arrepentimiento verdadero, la justicia y la misericordia (Joel 2, Isaías 58, Zacarías 7) .

Cuando Jesús estuvo en la tierra, el también ayunó (leer S.Mateo cap. 4). Los fariseos también ayunaban, Juan el bautista y sus discípulos también (leer S.Marcos 2:18-22).

Hoy día, no es popular la enseñanza del ayuno e incluso a veces ni se menciona, y lo que es peor algunos que no practican esto pueden decir en algún momento que "es malo", por ejemplo, alguna vez en mi congregación escuché a alguien muy antiguo decir que si el ayuno fuera algo necesario, los pastores lo enseñarían... eso me dio a entender 2 cosas, que él no ayunaba, y que lamentablemente tampoco los pastores que había escuchado le daban importancia a este asunto.

Qué cosa podría hacer el diablo para impedir que se practique el ayuno, sino atacarlo, decir que es malo, que nos vamos a enfermar, etc. obviamente todo lo que diga el diablo es mentira o distorsionado.

A continuación veremos algunos puntos básicos del ayuno.

¿En qué consiste el ayuno?
El ayuno consiste en abstenerse de alimento o de alguna comida (ayuno parcial), con el fin de dedicar ese tiempo a la oración y a la meditación o lectura de la Palabra de Dios. Reemplazamos el alimento físico por el espiritual. Si cuidamos nuestro cuerpo que es temporal, también debemos preocuparnos de nuestro espíritu y alma que son eternos.

¿En este tiempo también se puede ayunar?
Sí, conforme a la Biblia el ayuno siempre lo practiaban las personas piadosas como una manera de acercarse más a Dios. El ayuno es un arma poderosa para enfrentar tiempos de crisis espirituales, para conocer la voluntad de Dios y no ser engañados, y especialmente para vencer los poderes malignos, debemos aprovechar de orar bien temprano cuando ayunemos.

¿Qué cuidados debo tener para ayunar?
El ayuno es una disciplina espiritual, por lo tanto necesitamos ordenar nuestra vida en todo sentido, para esto debo procurar dormir bien (si se puede), porque hay que levantarse temprano a orar (no se olvide poner la alarma del celular o despertador). Si no se tiene la costumbre, le recomiendo empezar despacio, dejar el desayuno un día a la semana, y ejercitarse en la oración de mañana (ejemplo 6 a 7 ó 7 a 8 ) y leer un capítulo diario de la Biblia. Hay un refrán que dice que la práctica hace al maestro, esto también podemos aplicarlo al ayuno, Dios nos ayudará si somos fieles en lo poco, para ir creciendo en estas disciplinas. Antes de entrar en un ayuno, debemos tratar de ir preparando nuestro cuerpo, comiendo un poco menos los días antes de comenzar el ayuno, si es un ayuno de varios días.

¿Se puede tomar agua?
Sí, porque el agua no es un alimento, y es necesaria para algunas funciones vitales de nuestro cuerpo. No es recomendable dejar de tomar agua más de 3 días seguidos. A algunas personas les duele la cabeza si no están acostumbradas a ayunar, por eso pueden beber agua cocida, una media taza, si sienten la necesidad.

Conclusión:
Lo más importante es hacerlo con la ayuda Dios, y comenzar de a poco si lo queremos hacer voluntariamente, Dios conoce nuestras intenciones, por eso el motivo por el cual presentamos el ayuno debe ser conforme a la voluntad de Dios.

Recomiendo el libro "el ayuno del Señor", autor Yiye Avila, y la predicación "el poder del ayuno" del evangelista Josué Yrion.

Si alguno siente algún recelo contra los predicadores antes mencionados, examine bien y compare con la Palabra de Dios.

San Lucas 10:21 "En aquella misma hora Jesús se regocijó en el Espíritu, y dijo: Yo te alabo, oh Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y entendidos, y las has revelado a los niños. Sí, Padre, porque así te agradó" AMEN.