AVIVAMIENTO MATUTINO
Éx.25:2-3 Di a los hijos de Israel que tomen para mí ofrenda; de todo varón que la diere de su voluntad, de corazón, tomaréis mi ofrenda … oro, plata y bronce. (heb.)
7 Piedras de ónice, y piedras de engaste para el efod y para el pectoral.
8-9 Y harán un santuario para mí, y habitaré en medio de ellos. Conforme a todo lo que yo te muestre, el diseño del tabernáculo … así lo haréis.
Jn. 1:14 Y el Verbo se hizo carne, y fijó tabernáculo entre nosotros … lleno de gracia y de realidad.
Cuando los israelitas fueron sacados de Egipto, su necesidad primordial era tener contacto con Dios. Por tanto, Moisés subió a una montaña y moró en la presencia de Dios durante cuarenta días y cuarenta noches. ¡Oh, si somos serios delante del Señor con relación a Su edificio en nuestros días, tenemos que entrar en Su presencia! Tenemos que aprender a escalar para estar con el Señor en el monte; tenemos que escalar. Tenemos que aprender a permanecer en la presencia del Señor, teniendo comunión con Él por cierto tiempo. Entonces percibiremos el significado de Su edificio eterno; sabremos qué es lo que Dios procura hoy.
[Así pues, según Éxodo 25],Dios desea nuestra ofrenda, nuestra consagración. La consagración siempre viene después de la comunión. (The Vision of God’s Building, pág. 55)
DÍA 4 Lectura para hoy
El Señor le dio a conocer a Moisés cuáles ofrendas Él deseaba. El Señor siempre quiere lo mejor. Hay tantos queridos cristianos que aman al Señor, pero con cierta reserva. Ellos todavía reservan para sí mismos lo mejor. Pero, en realidad, nosotros no tenemos opción; tenemos que dejar que Dios nos indique lo que Él desea. Él elegirá todas las cosas que convienen a Su propósito: el oro, la plata, el bronce y, finalmente, las piedras de ónice (Éx. 25:3-7).
No estoy hablando de la doctrina o la teología de la consagración … [Algunos] que han estado en la presencia del Señor, no ceden a Sus pedidos o exigencias. Ellos se rehúsan a abrir sus corazones para entregarle todo lo mejor al Señor. Éste es el problema el día de hoy.Sin esta ofrenda,¿cómo podría llegar a existir el edificio de Dios?
El deseo de Dios es obtener una morada en esta tierra [vs. 8-9]. Él planificó esto; para ello, Él tiene un modelo, un plan, el cual concuerda con Su beneplácito. Tenemos que saber esto; tenemos que darnos cuenta de que el propósito de Dios en el universo es obtener una morada edificada entre los Suyos y con los Suyos aquí en la tierra.
Cuando el tabernáculo fue edificado, éste se convirtió en la historia de las travesías de Israel. Durante cuarenta años, los israelitas se concentraron en ese tabernáculo. Finalmente, después de haber deambulado mucho, ellos entraron en Canaán, trayendo consigo el tabernáculo al ingresar en aquella tierra y erigiéndolo allí (Jos. 18:1). Allí, ellos libraron muchas batallas, sojuzgaron a sus enemigos y conquistaron territorios; todo ello con el propósito de edificar una morada para Dios que fuese más grande y firme. Debemos recordar cuánto David anhelaba edificar el templo para Dios.
A lo largo del relato neotestamentario, Cristo mismo es el tabernáculo y el templo aquí en la tierra (Jn. 1:14; 2:21). El enemigo de Dios vino a destruir a Cristo al procurar Su muerte en la cruz. Pero el Señor Jesús le dijo a los judíos, a aquellas personas usadas por Satanás: “Destruid este templo, y en tres días lo levantaré” (v. 19). Por la resurrección, Cristo edificó el templo nuevamente; pero esta vez el templo no fue meramente Su cuerpo físico, sino Su Cuerpo místico: la iglesia. Desde entonces, la iglesia es el templo de Dios y, como tal, es el tema mismo del resto del Nuevo Testamento. Cristo es el protagonista de la primera parte del Nuevo Testamento, y la iglesia es el tema de la segunda parte. A la postre, después de la dispensación de la iglesia, la Nueva Jerusalén será el edificio máximo de Dios, Su morada eterna, la cual también es llamada “el tabernáculo de Dios” (Ap. 21).
Tenemos que ver la visión del edificio de Dios…No solamente en Génesis y Éxodo … sino también en toda la Escritura, se nos presenta una sola cosa: Dios está en procura de un edificio sobre esta tierra a fin de hallar descanso y expresarse. (The Vision of God’s Building, págs. 56-59)
Lectura adicional: The Vision of God’s Building, cap. 4;The Basis for the Building Work of God, cap. 5; The Building Work of God, cap. 1
Witness Lee
Derechos reservados a: Living Stream Ministry
¡Jesús es el Señor!
Éx.25:2-3 Di a los hijos de Israel que tomen para mí ofrenda; de todo varón que la diere de su voluntad, de corazón, tomaréis mi ofrenda … oro, plata y bronce. (heb.)
7 Piedras de ónice, y piedras de engaste para el efod y para el pectoral.
8-9 Y harán un santuario para mí, y habitaré en medio de ellos. Conforme a todo lo que yo te muestre, el diseño del tabernáculo … así lo haréis.
Jn. 1:14 Y el Verbo se hizo carne, y fijó tabernáculo entre nosotros … lleno de gracia y de realidad.
Cuando los israelitas fueron sacados de Egipto, su necesidad primordial era tener contacto con Dios. Por tanto, Moisés subió a una montaña y moró en la presencia de Dios durante cuarenta días y cuarenta noches. ¡Oh, si somos serios delante del Señor con relación a Su edificio en nuestros días, tenemos que entrar en Su presencia! Tenemos que aprender a escalar para estar con el Señor en el monte; tenemos que escalar. Tenemos que aprender a permanecer en la presencia del Señor, teniendo comunión con Él por cierto tiempo. Entonces percibiremos el significado de Su edificio eterno; sabremos qué es lo que Dios procura hoy.
[Así pues, según Éxodo 25],Dios desea nuestra ofrenda, nuestra consagración. La consagración siempre viene después de la comunión. (The Vision of God’s Building, pág. 55)
DÍA 4 Lectura para hoy
El Señor le dio a conocer a Moisés cuáles ofrendas Él deseaba. El Señor siempre quiere lo mejor. Hay tantos queridos cristianos que aman al Señor, pero con cierta reserva. Ellos todavía reservan para sí mismos lo mejor. Pero, en realidad, nosotros no tenemos opción; tenemos que dejar que Dios nos indique lo que Él desea. Él elegirá todas las cosas que convienen a Su propósito: el oro, la plata, el bronce y, finalmente, las piedras de ónice (Éx. 25:3-7).
No estoy hablando de la doctrina o la teología de la consagración … [Algunos] que han estado en la presencia del Señor, no ceden a Sus pedidos o exigencias. Ellos se rehúsan a abrir sus corazones para entregarle todo lo mejor al Señor. Éste es el problema el día de hoy.Sin esta ofrenda,¿cómo podría llegar a existir el edificio de Dios?
El deseo de Dios es obtener una morada en esta tierra [vs. 8-9]. Él planificó esto; para ello, Él tiene un modelo, un plan, el cual concuerda con Su beneplácito. Tenemos que saber esto; tenemos que darnos cuenta de que el propósito de Dios en el universo es obtener una morada edificada entre los Suyos y con los Suyos aquí en la tierra.
Cuando el tabernáculo fue edificado, éste se convirtió en la historia de las travesías de Israel. Durante cuarenta años, los israelitas se concentraron en ese tabernáculo. Finalmente, después de haber deambulado mucho, ellos entraron en Canaán, trayendo consigo el tabernáculo al ingresar en aquella tierra y erigiéndolo allí (Jos. 18:1). Allí, ellos libraron muchas batallas, sojuzgaron a sus enemigos y conquistaron territorios; todo ello con el propósito de edificar una morada para Dios que fuese más grande y firme. Debemos recordar cuánto David anhelaba edificar el templo para Dios.
A lo largo del relato neotestamentario, Cristo mismo es el tabernáculo y el templo aquí en la tierra (Jn. 1:14; 2:21). El enemigo de Dios vino a destruir a Cristo al procurar Su muerte en la cruz. Pero el Señor Jesús le dijo a los judíos, a aquellas personas usadas por Satanás: “Destruid este templo, y en tres días lo levantaré” (v. 19). Por la resurrección, Cristo edificó el templo nuevamente; pero esta vez el templo no fue meramente Su cuerpo físico, sino Su Cuerpo místico: la iglesia. Desde entonces, la iglesia es el templo de Dios y, como tal, es el tema mismo del resto del Nuevo Testamento. Cristo es el protagonista de la primera parte del Nuevo Testamento, y la iglesia es el tema de la segunda parte. A la postre, después de la dispensación de la iglesia, la Nueva Jerusalén será el edificio máximo de Dios, Su morada eterna, la cual también es llamada “el tabernáculo de Dios” (Ap. 21).
Tenemos que ver la visión del edificio de Dios…No solamente en Génesis y Éxodo … sino también en toda la Escritura, se nos presenta una sola cosa: Dios está en procura de un edificio sobre esta tierra a fin de hallar descanso y expresarse. (The Vision of God’s Building, págs. 56-59)
Lectura adicional: The Vision of God’s Building, cap. 4;The Basis for the Building Work of God, cap. 5; The Building Work of God, cap. 1
Witness Lee
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¡Jesús es el Señor!